marzo 19, 2012

El Sueño del Esquimal #348, jueves 22 de Marzo.



En la marcha!, por un panorama más templado y humano en el final de todas las cuentas.





ISOLATION WARD
Point Final
les temps modernes, 2009

Gratitud para Les Temps Modernes y esa labor casi arqueológica de reediciones que realiza sobre la escena after-punk y new wave europea (de fines de los 70's- comienzo 80's), cuantas bandas desconoceríamos si no fuera por su brazo mecánico que revuelve entre basura, años y estilos, apartando ciertos tesoros que duermen el sueño eterno en el retiro más absoluto, tal es el caso de los belgas Isolation Ward activos entre 1979 y 1983.

Corría el año 1979, eran tiempos intensos, difíciles y parecía que el mundo se acababa, en Inglaterra había aparecido el punk y luego el angustiante aviso del disco "Unknown Pleasures" de Joy Division que abrió una grieta tan honda como cortante, la mala semilla no tardaría mucho en alterar otras zonas, Bruselas fue una de las primeras ciudades comprobantes, allí se encontraba el subterráneo sello Les Disques Du Crépuscule con Michel Duval y Annik Honnoré (luego conocida como 'la otra novia' de Ian Curtis) a la cabeza y con la mirada fijada en el post-punk-dark salido de Manchester en cajitas de Factory Records, ellos mismos descubrieron en una tocata a estos chicos desgarbados y raros llamados Isolation Ward y de inmediato les grabaron su primer single "Lamina Christus" en 1982, pero la historia había comenzado tres años antes cuando Stéphane Willocq (guitarra) y Jean-Pierre Everaerts (bajo) hicieron un fanzine punk y lo titularon Isolation Ward, no alcanzaría a pasar un año y ya estaban convertidos en una banda junto a Thierry Heynderickx en teclados (y trompeta ocasional) y Etienne Vernaeve en percusiones, Nathalie Bourlard fue su primera vocalista y luego Anne Kinna la definitiva hasta fines de 1983.
La música que Isolation Ward grabó es fría, alejada y por momentos claustrofóbica, guitarras ezquizoides que flotan y juguetean sobre una base ritmica primaria y minimalista, desde la neblina se cuelan los chillidos de Anne como una Siousxie desganada en 'la sala de aislamiento', no pasaría mucho tiempo para que compartieran escenario con gente como The Birthday Party, Antena, 23 Skidoo, The Durutti Column y los mismos Banshees, la flor y nata de una escena de cabellos escarmenados, chaquetones largos y mucho delineador, epicentro en la conexión Factory + Les Disques du Crépuscule lo que luego se conocería como Factory Benelux. Y claro a estos muchachos les tocó justo encontrarse en esa bolsa de gatos y no decepcionaron con canciones tan certeras como "Deadlock", "Hope And Despair", la bella "Illusions", la mutante "Dangerous" o la malancólica "Absent Heart" un single de 1983 que bajaría el telón de este trazo puro y breve en la coldwave belga 80's, es extraño y lamentable que Isolation Ward nunca publicara un álbum, se tuvieron que corformar con dos casettes postúmos editados en 1984 por el sello Présence, tendrían que pasar 25 años hasta 2009 cuando los ingleses de LTM rescataron sus grabaciones en esta mágnifica recopilación llamada "Point Final", haciendo justicia como una verdadera ofrenda para esta rareza extravíada en plena guerra fría y los nuevos tiempos del baile hechizado. Ahora sí, se quedan acá con nosotros, entre sensaciones de temor, ilusiones y recogimiento. Grandes.

Raúl Cabrera H.










XIU XIU
Always

bella union/polyvinyl, 2012

El dolor puede manifestarse mediante una lágrima o un grito. Una melodía sencilla compuesta por dos acordes es suficiente para describir la mierda que se acumula en nuestro interior, pero Jamie Stewart, el líder natural de Xiu Xiu, es un tipo demasiado perturbado, demente y depresivo como para contentarse con una guitarra o un piano. Las melodías (algunas ni siquiera deberían llamarse así) que pueblan "Always" (9° álbum sin contar colaboraciones, live recordings y rarezas) producirán sensaciones incomodas en el que se atreva a escucharlo, desde las confusión hasta la rabia más desesperante.

Hace diez años que se engendró Xiu Xiu y sus transformaciones han sido constantes. Los sonidos de la banda no han parado de mutar consiguiendo en el mejor de los casos enriquecer sus melodías y en el peor, experimentar abruptamente con la electrónica. El viaje les ha llevado desde los rudimentarios instrumentos de percusión que utilizaban en discos como "Fabulous Muscles" (tomlab, 2004), hasta el synth pop más enrabietado de sus últimos trabajos. ¿Está todo inventado? No todo, en su anterior largo, "Dear God, I hate Myself" (kill rock stars, 2010) llegaron a utilizar la Nintendo DS en alguna de las composiciones (como no olvidar la exasperante "Chocolate Makes You Happy"). ¿Una ridícula provocación o un atrevimiento genial? Me decanto más por lo primero, pero no le quito mérito.

Con "Always" el conjunto californiano ha celebrado su aniversario fulminado distintos géneros para crear atmósferas muy diferentes entre sí. Una enriquecedora experiencia donde los sintetizadores chillan mientras la voz de Stewart pide clemencia. Todo comienza con un saludo, un saludo envenenado, claro. El electro pop más limpio del disco se pone a disposición de frases como: “If you’re wasting your life, say ‘hi’ / If you’re alone tonight, say ‘hi’”. Después nuestros oídos serán atraídos por un espejismo, tres canciones optimistas que nos abrirán la puerta a sensaciones mucho más oscuras. El excelente uso de los coros y una guitarra sesentera en mitad de "Joey’s Song" convierten este corte en uno de los más accesibles. La voz endulzada de Angela Seo hace lo propio en "Beauty Towne".
En mitad de este mar en calma, que paradójicamente recuerda a los Hot Chip más experimentales, llega "I Luv Abortion", una abominación insalvable. Una performance ruidosa sin ningún sentido que lo único que provoca es rechazo. Cuando acaba la tortura Stewart se mete en otro charco completamente distinto donde su temblorosa voz acompaña a un piano triste y donde cada nota está ensombrecida por la culpa, hablo de "The Oldness". Xiu Xiu demuestran que también saben abrumar con pocos instrumentos, también ocurre en la maravillosa "Factory Girl" donde la guitarra guía la melancolía de Stewart. Una delicia.
La new wave tiene una leve presencia en la ambigüedad de "Born To Suffer". Resulta difícil no acordarse de ese atractivo icono con un ojo de cada color. La canción, que comienza magníficamente, se desvanece hasta caer en la enajenación incontrolada. Y con esta tónica amarga termina el álbum.

Stewart ensombrece el semblante para hablarnos de un niño afgano asesinado por los soldados estadounidenses en una tenebrosa canción extrañamente pegajosa llamada "Gul Muddin". Llegamos al final, donde el complejo reto que propone Xiu Xiu culmina con "Black Drum Machine", un retrato preciosista sobre el incesto y el abuso sexual que Stewart adorna con violines suplicantes mientras su voz brama sin parar: “I’m sorry, I’m sorry, I’m sorry, I’m sorry”.
Doce canciones después Xiu Xiu no conseguirá que ames su último trabajo, pero el recorrido que propone "Always" es excitante e imprescindible. Afortunadamente, su complejidad musical perdurará en la memoria mucho más de lo que aguanta su irritante tono depresivo.

por Pedro Moral
desde Hablatumúsica










JOAN OF ARC
Flowers

polyvinyl, 2009

En los costados de las canciones, en los márgenes de las melodias, ahi es donde Tim Kinsella y su clan de fundamentalistas encuentran la cuna de su música. Entre la ensoñación y la violencia cotidiana, como en una muerte súbita, Joan Of Arc compone canciones como si se jugara con plastilina: las moldean a su gusto, las destrozan, las recuperan y las lanzan a la invitable gestación de la sopresa, del azar. Uno nunca sabe con qué se va a topar. Sin duda, las canciones de este "Flowers" son mas accesibles que el resto de sus anteriores experimentos, pero no por eso pierden ninguna de sus mañas. Las canciones siguen siendo mutantes, pequeñas deformaciones que encuentran su cura bajo los efectos de algún analgésico, de algúna pesadilla feliz.

Lo interesante es que el sonido logrado por Joan Of Arc en este trabajo nos lleva otra vez hacia ese refinado antro de disconformidad creativa usada en los mejores tratados de la desdeñada etiqueta del post rock y que acá vuelve a florecer justamente, como una alargada línea de detalles, quiebres y liberación solapada, rock matemático en el mejor sentido de la definición que igual se queda corta, precisión no es igual a redundancia, el post rock de Chicago se alimenta de diversas fuentes con un fuerte arraigo en los ambientes sincopados y exploratorios, al final mirando estas flores sonoras descubrimos esa luz austera que sana, algo cercano a lo entregado en los mejores tiempos de Tortoise, Slint, Shellac, The Sea And Cake y hasta Don Caballero, guardando las proporciones y sin afán de dañar susceptibilidades por supuesto.

Parece que la muerte del rock no estaba tan muerta como pensabamos. Duermevela.

Raúl Cabrera H.











Foreign Body es como un extraño sueño en varias escenas aparentemente inconexas que tienen, sin embargo, un hilo conductor común que no acaba de hacerse consciente.

Será por la inesperada conexión de estas dos muchachas en Mirrorring; Liz Harris y los paseos nocturnos de su proyecto Grouper con la fragilidad esencial de Jesy Fortino alias Tiny Vipers, juntas crean un mundo paranormal que han definido con clarividencia en este 'cuerpo extraño' y necesario.

"Fell Sound" es la primera escena: flotas plácidamente en una neblina luminosa en la que se confunden la paz y la tristeza entre las lánguidas reverberaciones de una melodía hermosa y atmosférica que se graba en tu memoria al instante, o tal vez la recuerdas de un sueño anterior. Luego llega la desnudez de "Silent From Above"

Y el enamoramiento se materializa.

El dream folk toma forma de nuevo en "Cliffs", una canción enigmática con interludios ambient y un fraseo de guitarra que te acompaña por un viaje difícil de alcanzar pero hermoso. El sueño se va desdibujando en abismos de melancolía contemplativa a través de "Drowning the Call" y "Mine", hasta el oscuro aislamiento de "Mirror of Our Sleeping", tan simple como efectiva. En suma, un sueño agridulce, de innegable brillantez y belleza, al tiempo que casi doloroso en su tristeza somnolienta.

Habrá que dejarse llevar un poco más y esperar que decante el arrullo. Otro viaje celeste sostenido por el prestigioso sello Kranky, relación y semblanza.

Sueños Esquimales
Texto citado de http://dreamfolk.blogspot.com










Ella, Lorelle, es in; Alberto, The Obsolete, es out. Él es responsable de la batería, las percusiones, el bajo y las guitarras; ella se hace cargo de las voces, la guitarra y el bajo. Ambos, ya como Lorelle Meets the Obsolete, llegaron al Distrito Federal, provenientes de Guadalajara, y en los meses recientes, se han convertido en un grupo de culto, en la clase de banda cuya reputación crece conforme el rumor, el boca en boca, se expande.

No es para menos, su música es sucia, vital, una mezcla de sicodelia y shoegaze en la que también hay espacio para los sonidos etéreos, aunque éstos aparecen masacrados, casi desfigurados en la mezcla de un par de producciones discográficas: el LP "On Welfare" (captcha records, 2011) y el EP "Ghost Archives" (captcha records, 2012).
Aunque Lorelle Meets the Obsolete parece haber caído del cielo, su historia es más mundana, aunque no exenta de peculiaridades.
Lorelle cuenta la génesis de la agrupación: “Llevábamos años con otra banda en la que llegamos a ser seis integrantes y la experiencia no fue tan positiva, así que eso sembró en nosotros la semilla de querer formar un proyecto que fuera un dueto. Por otro lado, en el 2010 me quedé sin trabajo, tuve más tiempo para componer. Cuando tenía varias canciones decidimos grabarlas. Beto les agregó más guitarras, baterías, bajos, teclados y compuso también unas cuantas que iban perfecto con las demás. Las canciones que surgieron azarosamente se convirtieron en el pretexto perfecto para conformar la banda que siempre habíamos querido tener”.

El dueto canta en inglés, no porque tenga en mente la hoy tan sobada internacionalización, sino más bien por la influencia de aquellas bandas extranjeras que en su momento los marcaron. Sin embargo, Lorelle reconoce no saber “si es algo definitivo, aunque al menos ahora es nuestra mejor forma de expresarnos”.
La música de Lorelle Meets the Obsolete que en concierto se hace acompañar por Chivo (Los Mundos) en la batería y Héctor (Nos llamamos) en el bajo, viaja a partes iguales por los vericuetos trazados por la sicodelia, lo dark (en menor medida) y lo etéreo, como si fuera una cruza entre The Jesus and Mary Chain y Cocteau Twins. De ese acercamiento a la sicodelia, dice Alberto: “Es una vena que siempre nos ha interesado explorar y en la que nos sentimos honestos. Creo que Lore y yo partimos de un contexto musical similar y el resultado en nuestra música es la mejor combinación entre nuestras personalidades como músicos. Lore camina por un lado más cavernoso, como el fuzz del primer The Jesus and Mary Chain o The Cramps. Yo me refugio en capas de delay y reverb. Es chistoso, porque si ves nuestras pedaleras te darías cuenta inmediatamente de lo que estoy hablando, jajajaja. Es el reflejo del cruce que mencionas”.

"On Welfare", decíamos atrás, es una colección de canciones sórdida, atascada de mugre. Pensar en una producción transparente, nítida, es como un insulto, porque incluso desde su portada (la propia Lorelle con su guitarra en tonos predominantemente negros y grises), el grupo habla de la víscera como prioridad. Dice Alberto: “El carácter del sonido de 'On Welfare' tiene algo que ver con tratar de aprovechar al máximo las herramientas de que disponíamos en el momento. Lo grabamos durante el 2010 en mi cuarto, en Guadalajara. Con equipo propio y prestado. Logramos reunir algunos micrófonos, monitores, pre amps y hasta una máquina de cinta decente y el resultado es una imagen de nosotros mientras tratábamos de usar ese equipo sobre la marcha”.
Al iniciar el 2012, el EP "Ghost Archives" ha visto la luz. Se trata, en sus propias palabras, de un disco de transición, una puerta de entrada al universo de Lorelle Meets the Obsolete que funciona como pivote para encarar "On Welfare" y prepararse para la edición de la segunda placa de la banda. Para Alberto, el sentimiento detrás de este EP “es completamente diferente a 'On Welfare'. Viene de una época de enojo, un poco de frustración e inestabilidad. Lo grabamos muy rápido, porque la situación en que vivíamos no nos permitía extendernos y es la perfecta transición entre el primer LP y el segundo, que justo acabamos de terminar”.
Antenas preparadas

por David Cortés
desde el blog de la mosca










LOREN CONNORS
Red Mars

family vineyard, 2011

El más grande guitarrista con vida. Así de simple, así de categórico. Más de alguno pensará lo contrario, otros pensarán en alguien distinto para tener es categoría, y otros tan siquiera lo conozcan, pero para mí no hay más que él, y del resto todos me parece que no alcanzan la profundidad ni la carga emocional a la que Loren con tan solo los mínimos recursos logra alcanzar. Sí, puede que esto sea una cuestión de gustos, pero no es solo eso, y para percibirlo es necesario adentrarse en los misterios que esconden sus piezas, en las muchas aristas que tiene su música, aunque parezca lo contrario. Yo una vez lo hice, hace un tiempo ya, y no he podido salir de él. Con una carrera inabarcable, que comienza en 1978, y de la que algo hemos hablado en esta página –aún queda mucho por recorrer–, allá por 1998 deja el MazzaCane y solo nos queda el Connors. Sin embargo, el uno y el otro es parte de un mismo cuerpo musical, de lo cual este disco es un continuador, y el primero en cuatro años en solitario y con material nuevo desde “The Hymn Of The North Star” (Family Vineyard, 2007).

“Red Mars”, este su último disco hasta hoy nos revela una vez más el poder subyugador de Connors, un artista en plena vigencia, ya con sus 61 años en su cuerpo, y con su enfermedad de Parkinson, la que ha padecido por un buen lapso. Nada, ni el tiempo le impide que siga creando arte, un arte sin duda mayor. Este trabajo fue grabado en 2010, y como es costumbre, en vivo y en su propio hogar en Brooklyn, Nueva York, hogar donde abundan los espíritus. El disco parte con “On Our Way”, con la portuguesa Margarida Garcia al bajo eléctrico –la única aportación extraña–, un tema que hace de la distancia un lugar atractivo. La manera de tocar de Loren parece que se esparce en el tiempo y el espacio, a veces ni tan siquiera suena como ese instrumento, sino más bien como un piano arrojado a las penumbras. La breve “Red Mars I” y la más extensa “Red Mars II” prolongan los ambientes fantasmales y esa experimentación tan suya, ese ahondamiento en las raíces de la música tradicional norteamericana, en el blues, que siempre ha sido su norte, que en sus manos resulta en una vanguardia quizás no buscada, sino que pareciera que se dio de bruces con ella, siguiendo un camino indescifrable. Y todo de manera muy sencilla: reverberaciones, dilataciones, efectos simples sobre una nota simple, rasgueos inesperados, sonidos cazados en el aire, música que a veces parece más que hubiese sido atrapada más que interpretada. La canción hecha una estela de vapores estelares hace eco en “Shower Of Meteors”, que tal y como reza su título es una ducha de meteoros, un magma ardiente de ruidos algo incómodos, en especial al final, pero eternamente cautivadores: aún cuando la suya sea una música a veces difícil siempre tiene un algo de delicadeza que nunca llega a lastimar. “Little Earth” es la llama final de la sesión a través del firmamento, una suave pieza de tonalidades bajas y notas puestas en el sitio exacto, como tantas de sus piezas breves, hermosa en las líneas pequeñas tanto como en las más largas, y como suele suceder, con resultados cercanos al ambient en donde además se unen primitivismo y minimalismo.

Media hora en el planeta rojo, treinta minutos de belleza inconmensurable, donde por medio de pequeños rastros llegamos a la misma tierra vista desde el interior de un alma en plena vida, en un trabajo que suena espacioso, con ruidos que no aflojan, con sonidos lentos que se apoderan de la habitación, que destellan y se reflejan en el lado sombrío de las cosas y que ocupan casa lado posible por llenar con lo menos posible. Loren Connors, un artista que se niega a abandonar. Esto, aunque lo parece, no es un epitafio, sino un reconocimiento: su luz nunca dejo ni dejará de brillar en la oscuridad de la vida.

desde Hawái.











Lo último que habíamos oído del australiano Oren Ambrachi fue “Tima Formosa” (Black Truffle–Center for Contemporary Art Kitakyushu, 2010) [116], su obra con ese ensemble de terror que lo reúne con el japonés Keiji Haino y el norteamericano Jim O’Rourke, y que tuvo su continuación en “In A Flash Everything Comes Together As One There Is No Need For A Subject” (Black Truffle–Medama Records, 2011) y en el reciente “Imikuzushi” (Black Truffle–Medama Records, 2011). Entre medio también hubo tiempo para discos compartidos con Joe Talia, Robbie Avenaim y el mismo O’Rourke, pero este 2012 lo inaugura discográficamente con una obra en solitario –un decir, pues en sus créditos aparecen una decena de nombres– en el comienzo de los treinta años de Touch.

Este disco, fraccionado en cuatro partes, es una muestra de las muchas caras que tiene este guitarrista que ha derivado a compositor, todas ellas reflejo de sus intenciones de fracturar el sonido. En ocasiones puede y logra parecer amable, pero muchas otras lo que hace es herir a través de un muy cuidado plan que, sirviéndose de la amplia gama que puede dar el noise, culmina en este caso en un trabajo libre y aparentemente desprovisto de esquemas, incluso desconcertante por ese contraste, por pasarse de una vereda a la otra. Ambarchi se ocupa principalmente de aquello en lo que mayormente se ha desarrollado, la guitarra, y deja en una serie de nobles asistentes el resto de los sonidos que en su mente ayudaran a forjar esta sínfonía de los sonidos agrietados: Joe Talia, Janel Leppin, Paul Duncan, Eyvind Kang, etc. Casi una hora completa con cuatro aristas que, simplificando, se pueden sintetizar en dos: un lado más agreste y el otro más cordial, como nunca lo habíamos visto antes. Y como muestra de ese lado oscuro tenemos “Knots”, la pieza número dos, treinta y tres minutos en los que partiendo de un uso de las percusiones propias del minimalismo clásico avanza, escondida bajo un manto de electrónica sucia una masa compacta de ruido ensordecedor y de ahí a un rock libre, free noise para el fin del mundo, o el sonido que se debe escuchar el apocalipsis llegue y los edificios se caigan uno a uno –el final parece un choque de fierros y escombros muertos–. Es esta la pieza central, que se ve extraña entre las otras que la rodean, que están para comprobar que Oren también tiene corazón. “Salt” es una pieza de (post)rock sosegado, una sutileza de electrónica delicada y tierna que se mece como una tela de art-pop, como aquel que fabricaba hace tres décadas pero actualizado a tiempos modernos, sinfonía de bolsillo en sintonía a la vez con Dean Roberts que con David Sylvian. “Passage”, otra comprobación del perfil cortés del australiano, esta vez a base de piano, digna de Sylvian Chauveau, el último y más digno heredero de Sylvian, pieza que se adhiere en sus minutos finales a “Fractured Miror”, insospechada reivindicación de la obra en solitario de Ace Frehley (sí, el mismo de Kiss). Ignoro por completo a que sabría la original, pero la adaptación que de ella hace Ambarchi es un deleite de folk y de música rural, rememorando los gloriosos momentos que nos dieron Gastr del Sol, con la guitarra acústica mirando al sol, una caja de ritmo como de segunda mano, y la voz del mismísimo Oren en coros, cercando de nuevo las fronteras del minimalismo, de los tiempos en que esa nueva tradición se encontró con la aún más nueva traída de la mano de John Fahey –aún vive entre nosotros–.

En “Audience Of One” todo viene junto, la amabilidad y la crudeza, lo pastoral y lo industrial, opuestos que no entorpecen el camino del otro. Desde fuera puede parecer hasta molesto, pero créanme –yo, que odio los discos demasiado heterogéneos–, la sensación es la de estar contemplando a un mismo y solo sujeto dejar salir sus inquietudes, exhibir sus muchas caras, las mismas que uno puede tener, sin perder en lo absoluto la coherencia, y de paso mostrando una cara afable que más de alguno no se esperaba.

Hawái.







Escucha El Sueño del Esquimal, jueves 22 de Marzo a las 21:00 hrs, por Radio Placeres 87.7 FM, desde Valparaíso y en línea además.













marzo 13, 2012

El Sueño del Esquimal #347, jueves 15 de Marzo.




Grimos.... los duendes del olvido y el eco gutural de una maquinaria sonora que vuelve a rasgar en esta noche congelada.






GRIMES
Visions

arbutus/4ad, 2012

La nueva bailarina en la oscuridad, tuvo que regresar el synth-pop de pozo oscuro, el dream pop 4AD y llegar la muerte súbita del witch-house para que esta maga virginal se tomara el altar en el claroscuro dejado tras el temporal. Claire Boucher es Grimes y se ha convertido en el primer hype verificable del año, para bien o para mal, aunque ahora pienso más en lo primero, "Visions" la cuarta placa de la joven de Toronto es espectacular y funciona tanto en los destellos de la pista de baile como en los corredores de instrospección, es tan raro como escuchar el techno-pop sobrecargado gustador de Grimes y luego clavar la mirada en la portada del disco, quién se lo imaginaría, pero Claire es además artista plástica y gusta bajar hacia los abismos nocturnos con diseños que parecen sacados de la mejor escudería thrashera subterránea de fines de los 80's, de ahí el impacto y la división, belleza y engendro unidos para hacerte palidecer.
Partiendo por 2 singles irrefutables como "Genesis" y "Oblivion", nadie podría contenerse ante estos encantos: voz adorable, atmósferas sugestivas, sonido 80's sintético y cautivante, manto de delays expansivos y ritmos dejados en el tempo preciso para la danza de salón, Grimes es música y diseño, combinando con gusto la mirada vintage y la expresividad dark. Moda.
Tras la sacudida electro, encontramos en "Visions" un trabajo repleto de buenos momentos donde los sintetizadores se mueven con elegancia y las vocalizaciones iluminan siempre el terreno misterioso, Claire a ratos puede parecer una hada ingenua ("Circumambient"), luego transfigurarse en una Enya apocalíptica ("Symphonia IX (My Wait Is U)" y "Visiting Statue"), para finalmente entrar como médium en un lance tribalista del tipo Gang Gang Dance ("Vowels = Space And Time"), en todas las estaciones su voz es el centro, los sonidos son lustrosos y mágicos, ecos y visiones cierran con perfección el pentagrama de Grimes. Fluorescencia natural.
New wave desde la Canadá más etérea. Esto es bueno para la gente y la gente es buena para esto.

Raúl Cabrera H.










CUT HANDS
Afro Noise I

susan lawly/very friendly, 2011

Se propuso crear la música más extrema posible y a fe que lo consiguió. Tres décadas después, hechizado por las percusiones africanas, William Bennett deja apartado temporalmente el terrorismo con secuenciadores de Whitehouse para emprender en Cut Hands una forma nueva de brutalismo polirrítmico que desafía barreras estilísticas y estéticas, pero, sobre todo, mentales. Bienvenido al lugar adonde jamás imaginaste que podrías llegar.

"Fue casi por accidente que llegué a conocer a los músicos de Burundi y Haití, artistas que no necesitan de computadores, pedales de efectos, sintetizadores ni cables, ni siquiera electricidad, para hacer música más jodidamente intensa y asombrosa. Música con el poder de hacer que las mujeres entren en trance y convulsionen y de que los hombres saquen espuma por la boca. Música capaz de provocar las experiencias emotivas más increíbles que puedas imaginar. Yo todo ello utilizando unos simples tambores, pequeños fragmentos de metal, unas cuantas piedras y martillos"
cuenta un convencido Bennett, quién dedicó cuatro años a la producción de "Afro Noise I", álbum que incluye tres temas que ya aparecieron publicados en discos de Whitehouse, y para cuya grabación se hizo con una pequeña colección de instrumentos de percusión, "la mayoría tambores típicos de Ghana que fui reuniendo: doun-douns, mis favoritos, además de djembés, campanas y ksing-ksings, una especie de maracas metálicas unidas a tambores".
Con todo, Bennett se esfuerza por dejar claro que su aproximación al potencial catártico de la percusión africana está lejos de la apropiación etnocentrista y con fines de exaltación exótica de que hacen gala muchos otros artistas contemporáneos: "La noción occidental de la world music es horrible. Es en parte por eso por lo que me cuido mucho de describir lo que hago como 'música africana', Sí, utilizo instrumentos africanos. Sí, he tomado clases de percusión. Y sí, tengo una gran admiración por estos músicos, pero al mismo tiempo es importante dejar claro que esta música me representa solo a mí y a nadie más".
Así, y a pesar de que la polirritmia introducida aporta una mayor complejidad compositiva en la estructura de Cut Hands, el efecto es de un calibre devastador similar al resto de la discografía de Bennett: allí donde antes se extendía un claustrofóbico espacio de agresión sónica compuesto de ruido blanco y el ultraje de las voces tiranas de Bennett y Phil Best, ahora se impone una magia negra de origen metafísico.
La idea de compromiso invisible -transparent concession- es central para comprender -o al menos tratar de hacerlo- la aproximación a la música como expresión artística absolutamente libre de restricciones de todo tipo, ya sea impuestas desde fuera o desde dentro, que William Bennett trata de impulsar desde que, en 1980 con apenas 18 años y defraudado con el servilismo y la falta de riesgo que imperaba en la escena musical, fundara Whitehouse: "Se trata de llevar al público a un lugar oscuro, donde nada le es familiar y las normas habituales no tienen validez. Como consumidor, eso es lo que busco; pero, por desgracia, muy raramente encuentras a alguien con la valentía suficiente para llevarte hasta allí. La gente tiende a prometer más de lo que está dispuesta a ofrecer".¿Forzar los límites es siempre algo positivo? "Yo más bien diría que lo saludable es faltarle el respeto a los límites", sentencia Bennett. Y con toda razón.

por Ruben Pujol
desde rockdelux.com










DIAMANDA GALÁS
Malediction And Prayer

mute, 1998

Diamanda Galás es una destacada cantante de ópera, artista vanguardista, compositora ocultista y pianista norteamericana de origen griego nacida el 29 de agosto de 1955. Conocida por su talento con el piano, así como por su inquietante voz, que tiene una amplitud de registros ultra-emocionales y ásperos. Usa frecuentemente estilos propios de canto, con gemidos, gritos y glosas que le han dado una expresividad extrema y chocante para muchos.

En este célebre registro en vivo titulado "Malediction And Prayer", Diamanda nos entrega un disco en el que mezcla multitud de estilos, idiomas y campos culturales, polifacética.
La gran mayoría de las canciones son versiones de grandes clásicos, como "Iron Lady" de Phil Ochs, "The Thrill Is Gone" de Roy Hawkins, o el más que consagrado "My World Is Empty Without You" de Holland-Dozier-Holland.
Pero también nos sorprende con joyas literarias de Baudelaire (...) con el poema de Caín y Abel, un poema llevado con ritmos marroquíes mezclados con puro flamenco y sus más que desesperados lamentos, con un carácter muy fuerte, típico de las grandes mammas marroquíes.
Cómo no Diamanda no nos defrauda y se acuerda de los grandes del blues como Willie Dixon con "Insane Ansylum".
Pero va más allá del blues y con "Supplica A Mia Madre" adapta por su propia cuenta a Passolini, la adaptación roza la perfección absoluta, combina la italia más pura de Passolini con la forma de recitar casi idéntica a Vinícius de Moraes con un piano lleno del romanticismo más clásico de corte como Erik Satie o Frédéric Chopin
Pero tranquilos, que la cosa no acaba ahí, no se puede hacer una reseña del álbum sin escribir unas cuantas palabras sobre la canción "Si La Muerte", una canción popular española adaptada por la propia Diamanda en forma de flamenco libre satanizado, con un piano minimalista y una interpretación muy a lo de escenas teatrales trágicas, desgarradoras, de la España lorquiana más profunda.
En resumen, la palca reúne toda una colección de canciones que bien podrían haber sido escritas en el romanticismo de, por ejemplo, Bécquer. Letras malditas con historias vampíricas que necesitan desnudar sus almas por medio de la exorcización del rezo, el llanto... con un trasfondo musical de estilos tristes, melancólicos, desesperados, desterrados, malditos.... como el blues, agridulzones con ritmos norteafricanos y de corte clásico; todo bien mezclado con la interpretación dramática musical en directo de Diamanda Galás.
Detrás de todos esos berridos vampíricos, disfraces sangrientos y demás se esconde una mujer conocedora de muchos estilos musicales, cineastas y literarios; y que sabe unirlos explorativamente como nadie, creando puras obras de arte, que no son ni de fácil escucha ni de un entendimiento fluido. Hay que saborearlo, dejarlo reposar y volver a paladearlo... como un buen vino.

por Cron
desde linuxmusica.com









BALACLAVAS
Snake People

dull knife, 2011

La roca del ruido de tono negro de Balacalavas sólo continúa madurando en su "Snake People" segundo LP del tridente de Houston Texas. Al igual que "Roman Holiday", la banda se basa en la espesa base rítmica del batero Charlie Patranella y un total desprecio por las trampas de la música rock contemporánea. La música punzante de "Roman Holiday" se continua sin perder nunca ese aliento asfixiante. Además de heroicos tambores góticos, la música resuena con los sonidos de molienda feedback de guitarra, bajo y líneas de doom, tonos de sintetizador con el zumbido de las oscilaciones ominosos de un coro de borbotones bobinas de Tesla. Las pistas en "Snake People" varían en longitud de dos minutos y dieciséis segundos a más de nueve minutos. "La Gente Serpiente", el último de estos dos, no tiene en cuenta la estructura por completo. Rim golpea los tarros como en una descomposición de "Bela Lugosi's Dead", combinado con gritos dramáticos de Tyler lo convierte en un febril pesadilla paisajista que haría que Peter Murphy se hiciera mierda en los pantalones. Este circuito básico también incluye una serie de muestras de cinta deliciosamente a lo Cabaret Voltaire, sólo se suma a un estado de ánimo grotesco. Esto no quiere decir que las pistas más cortas no son tan buenas. "Down and Loose", es la canción más corta del álbum en segundo lugar, está muy bien organizada y estructurada con crípticos goth-rock como las vocalizaciones, "estrechas botas de cuero negras y fumando cigarrillos sin remordimientos". Incluso en las pistas menos largas, Balaclavas establece el estado de ánimo más nuboso. Gloomy essentials.

por Jack Betz
desde freepresshouston.com










CROSSOVER
Fantasmo

international deejay gigolo, 2002

Si una pareja de adolescentes de América Central tenían que haber recibido un sintetizador y una caja de ritmos comprado en Radio Shack para la Navidad de 1982, y luego se dedicaron a grabar su propio álbum de new wave, en base a lo que habían oído hablar de Kraftwerk y The Normal, con letras de canciones inspirados en "Dungeons And Dragons", el resultado probablemente habría sonado algo similar a Crossover. Una mezcla de la lo-fi, estética orgullo friki del rock early/mid-90 's indie con el glamour de alta tecnología y fresco de la nueva declaración del inesperado retorno del electro, esto puede ser, sin juego de palabras, el primer registro para cruzar de Ciudad de Nueva York centrado en el techno indie ("electroclash", si es necesario) hasta la escena del rock indie y electro europeo en general.
Grabado por dos Big-Apple basados ​​en modelos convertidos en músicos sobre una 4-track, con el uso de sólo un único teclado y pad de batería electrónica, "Fantasmo" parece que va perfectamente entre la cultura indie de la música de los años 90 y que, hasta la fecha se ha desarrollado en la presente década. Tanto las gafas de plástico negro resistente al desgaste, desde el math-rock-listening avant-geeks and blazer-with-jeans-wearing new-electro-listening urban hipsters deben encontrar algo que apreciar, entre los latidos simplistas, escasos y sin embargo eficaces en las líneas de teclado, letras arrancadas de las páginas de la moneda de diez centavos en tiendas de ciencia ficción y las novelas de fantasía.
Con la excepción de un par de temas muy poco inspirados, cada canción es una pieza pegadiza-como-el infierno de una brillantez fractura pop que se abrirá camino en tu conciencia para permanecer allí durante días, si no semanas. Quizás Crossover sin saberlo se anticipó al cruce efectista entre electro-industrial e indie pop como The Shins, Ladytron y Crystal Castles. He acá ese registro necro-dance.

por Ry4nbook3r






Escucha El Sueño del Esquimal, jueves 15 de Marzo a las 21:00 hrs, por Radio Placeres 87.7 FM, desde Valparaíso y en línea además.









marzo 07, 2012

El Sueño del Esquimal #346, jueves 8 de Marzo.


Tiempo que se desarma, rastros de vida dejados en alguna habitación cerrada, que más podríamos hacer, desde el borde se cuela un sonido, una canción que trae el ritmo del viento en los campos.






SOAP&SKIN
Narrow

pias, 2012

Desde ese primer destello sonoro nublado que allá por mediados de 2009 llegara a nuestras manos con el titulo de "Lovetune For Vacuum" y que consideraríamos luego como álbum de aquel año para El Sueño del Esquimal, supimos que la creación de esta joven austríaca Anja Plaschg AKA Soap&Skin no era simple ni tampoco semejante en el millar de estrellas que cubren la bóveda celeste del indie actual, será por el peso emotivo que cargan sus canciones y principalmente su voz que someterse a este nuevo mini-álbum llamado "Narrow" es como reencontrarse con una vieja conexión que flota entre la amistad y el dolor.
"Narrow" porta 8 composiciones y es verdad que uno queda con gusto a poco cuando el tiempo desaparece y te das cuenta que el disco ha terminado, abre con la punzante "Vater" un arrebato sentido que nos hace parte entre atmósferas de piano minimal y el sonsonete teutón de la Plaschg que se acerca mucho a la tristeza vocal de la desaparecida Nico de los Velvet. La música de Soap&Skin no se queda solo en la pena, también encontramos harta experimentación en la interpretación del piano, golpes, estruendos silenciados y ambientes asfixiantes.
Una rareza es la versión que hace del clásico tema ochentero "Voyage Voyage" de los franceses Desireless que también popularizarían en castellano los mexicanos Magneto (no será un poco mucho!), claro está que aquí la canción ha sido desmembrada hasta convertirla en una pieza de cámara lenta y visceral. Pareciera ser que la gracia en las canciones de "Narrow" radica en un alejamiento total de cualquier forma clásica de armar una melodía o un ambiente, cosa que queda manifestada en la electrónica "Deathmental" con una base rítmica descontrolada e imprevisible que invita a perderse en el bosque nuboso. Desenfado y personalidad, belleza a fin de cuentas como en la glacial "Wonder", una especie de gospel germánico adornando una noche helada y la consiguiente mirada instrospectiva, serán los cantos de la timidez que acá toman un carácter insospechado y cautivador que cuesta dejar.

Recorrido 'estrecho' pero esencial que Soap&Skin nos entrega con fragilidad tal como lo hizo hace 3 años, nos quedamos contemplando la lejanía mudos en el nudo del sentimiento. Ventisquero.

Raúl Cabrera H.











La relación entre electricidad (sus aplicaciones prácticas) y parapsicología (investigación de los fenómenos psíquicos) viene de largo tiempo. Marconi, Bell y otros pioneros del cambio de siglo (XIX a XX) promovieron sus investigaciones motivados en parte por la moda del espiritismo y los médiums. Vivimos rodeados de lo invisible. Quien haya visto una onda electromagnética que tire el primer rayo. Zwischenwelt ("mundo intermedio" en alemán), es decir, Susana Correira, Beta Evans y Penélope Martín, junto a Heinrich Mueller (alias del prolífico Gerald Donald, componente de Drexciya), han dado rienda suelta a su imaginación más crepuscular (no sin ciertas ínfulas de cientifismo) con un puñado de temas estructurados narrativamente.
El disco empieza con "Apparition" y termina con "Telekinesis" tras un viaje alucinante de enigmas, materializaciones y segundas existencias que harían las delicias auditivas de cualquier explorador de lo desconocido. Un despliegue de electrónica minimalista y espaciosa muy apropiadamente ensamblada a distancia entre las ciudades de residencia de sus componentes que intenta alejarse de lo truculento y que no remite a ningún cliché sonoro en particular (electrónico; sí cinematográfico), aunque si bebe de muchos.
La voz de Evers se muestra distante entre unos cortes atmosféricos pero concisos y de gran precisión, creando un ambiente explícitamente misterioso que solo consigue hipnotizar de verdad en "Remote Viewer" y "Materialization". Edita Rephlex, sello de Richard D. James (Aphex Twin), bromista profesional.

por José Manuel Caturla
desde rockdelux.com











En Michita Rex esperábamos ansiosos el momento de presentarles la primera referencia discográfica de Los Embajadores. Si bien ya habían aportado con sendas canciones en los compilados Música Para el Fin del Mundo Vol I y II, no habían editado aun un trabajo más extenso a título personal. Y es precisamente con “Peso”, su primer single que inician una aventura discográfica que pronto verá continuidad con el inminente lanzamiento de su primer largaduración "Faisanes", contemplado para marzo del 2012.

“Peso” es un tema que ahonda en la ambivalencia entre lo dramático y lo bailable. Fue producido por Danae, Sebastián Sampieri, Walter Roblero, tres de los cinco miembros de la banda, inspirándose en rítmicas house de guiños latinos, teclados ambientales (a cargo de Felipe Lagos) y guitarras resonantes (cortesía de Sampieri). Sobre estas texturas musicales de resultado expresionista y oscuro, es que flotan las voces espectrales de Danae, cantando una letra escrita por Cristóbal Gajardo (también voz del grupo), que intenta una metáfora muy sutil sobre la alienación del sistema económico.

Este primer single del quinteto santiaguino, contiene además versiones remixadas a cargo de De Janeiros, dupla conformada por Pablo Muñoz y Milton Mahan (Dënver) quienes dan un giro espacial y grandilocuente a las pistas de Los Embajadores; la versión dance de Tripmann, alias de Christián Sepúlveda, músico electrónico chileno de trayectoria en Europa en géneros como el house y el minimal; y la fina relectura en clave de electrónica tropical de Xixi del Boom. Además, este trabajo incluye la versión demo de “Peso”, realizada en el 2009 por Cristóbal y Sebastián, maqueta que por esos días ahondaba en una propuesta mucho más experimental, pero no menos representativa de la búsqueda sonora del grupo.

Con todo, “Peso” se nos presenta como un excelente apronte del esperado primer elepé de Los Embajadores y también como un estupendo regalo de Navidad que Michita Rex pone a disposición de todos los seguidores de su parrilla de artistas. El single y su remezclas están para libre descarga en www.michitarex.com a partir del 24 de diciembre de 2011.

desde
Michita Rex










SLOWDIVE
Pygmalion

creation, 1995

Podríamos hablar de "Just For A Day" (Creation, 1991) o de "Souvlaki" (Creation, 1993), pero no, el disco que hay que escuchar de Slowdive, el que escucharán mis nietos cuando les duelan los pies y quieran ponerse los auriculares y notar cómo se les erizan los pelos del cogote es "Pygmalion" (Creation, 1995). Este disco está firmado por Slowdive, pero básicamente es obra de Neil Halstead casi exclusivamente en solitario. El grupo se hallaba en su última fase de descomposición y Halstead echó un pulso con Creation al arriesgarse con este LP atmosférico en el que las texturas y el shoegaze psicodélico pasan por encima de las canciones en formato más o menos tradicional, que supongo que es lo que esperaban en Creation. Halstead sabía que el grupo se iba a la mierda y que de todas maneras no podría entregar el disco que Creation esperaba así que decidió tirar por el medio y como resultado le salió una obra maestra del shoegazing (llámalo shoegaze, llámalo psicodelia bajonera) por la que no ha pasado el tiempo. En su momento "Pygmalion" no fue un disco muy bien recibido por el público y los críticos pero el paso del tiempo -como decíamos- ha situado a este LP en el lugar que se merece, al lado de "Loveless" de My Bloody Valentine o de "Hex" de Bark Psychosis. Del Shoegaze hasta el Post Rock cruzando la vena
Los diez minutos que abren el disco ("Rutti") ya suponen una potente declaración de principios: ambientes abstractos, delays extendidos y mucho espacio por el que grabitar parsimoniosamente. En primeras escuchas las canciones parece que simplemente no existieran pero a medida que te familiarizas con el sonido del disco vas descubriendo que sí que las hay ("Crazy For You", "Miranda", "Blue Skied An' Clear" por ejemplo) y que no es un mero ejercicio de estilo.
Obra de culto.

por Manel
desde ungranfollon.blogspot.com










MUERAN HUMANOS
Mueran Humanos

blind prophet, 2011

Tomás Nochteff cuenta que, tanto durante su estadía en Barcelona como una vez instalados en Berlín, miles de personas le sugirieron no cantar en español. “Lo mismo aquellos que nos grabaron decían: ‘Si lo hacés en inglés, puedo pasártelo en la radio’ o ‘Esto sería un hit si lo cantás en inglés”, dice. La enumeración llega al episodio en que el director de un sello/distribuidora independiente de Alemania les pidió que grabaran un track extra, en inglés, por el hecho de que “a nadie le interesa la música en español”. Pasando por alto aquel comentario poco feliz, desde la mesa de un bar en el microcentro porteño, el bajista del dúo Mueran Humanos revela su esencia: “Lo que nosotros hacemos tiene que ser real. Y si ahora nos parece más real cantar en castellano, eso es lo que vamos a hacer”.
Permanecer en sus convicciones llevó a Nochteff y a Carmen Burguess hacia una afortunada edición de su debut Mueran Humanos, en ambos lados del Atlántico. “Salió en CD (con una versión deluxe) vía el sello italiano Old Europa Cafe, y en vinilo a través del neoyorquino Blind Prophet Records”, dice Carmen, y Tomás hace hincapié en lo inusual que resultó el acercamiento de los sellos: “Nosotros no les habíamos enviado nada. Ellos escucharon nuestro MySpace y escribieron. Sus mails llegaron uno al día siguiente del otro, y les contesté a los dos: ‘Este otro pibe también lo quiere editar, pero uno es en CD y el otro, en vinilo. Y uno es en Europa y el otro, en Estados Unidos’. Entonces dijeron: ‘Dale, buenísimo’”.
A partir de ahí, todo fue más y mejor. Giraron por distintas ciudades de Alemania, Francia, España, República Checa, y el pasado 20 de septiembre compartieron escenario con la leyenda No Wave Martin Rev, de Suicide, y a quien Carmen se refiere como “un tipo muy dulce, con cero aire de divismo”. Antes de llegar a Buenos Aires anduvieron por Estados Unidos, con fechas en Philadelphia, New York y en New Jersey, donde fueron la primera banda argentina en hacer una sesión en la WFMU, quizá la radio alternativa más conocida del mundo. “Fue en el programa que conduce su director musical, Brian Turner. Fue un flash porque nos dijo que es fan nuestro y que Mueran Humanos es uno de los 25 discos más pasados de la radio”, cuenta Tomás, con una tímida sonrisa, mientras revela que la última banda que había participado en el programa fueron los ingleses Wire.
Al mando de sintetizadores analógicos, una caja de ritmos y un bajo que alterna una distorsión fuzz bien corrosiva (de hecho, Tomás habla del sonido de Ron Asheton, guitarrista de los Stooges, determinando que “ese zumbido pasado a través del wah-wah debe ser el sonido del sintetizador más primitivo”), la música de Mueran Humanos es una densa construcción constante con reminiscencias de Suicide o Throbbing Gristle, una evolución hacia un caos sónico colmado de placer y terror. El track "Leones en China" surge lleno de esas imágenes apocalípticas a través de la sedosa voz de Carmen: “En China, los niños vivimos en cuevas / En China, los edificios están dados vuelta / En China, el mar tiene huesos y los aviones / son todos negros”. Tomás cuenta que el resultado minimalista de Mueran Humanos es un proceso bastante largo de condensación: “Trabajamos en sacar todo lo que sobre. Cada cosa pasa por los filtros de cada uno, en ida y vuelta permanente. Energía que va de ella a mí, de mí hacia ella, y va perdiendo todo lo que es superfluo, todo lo que no es totalmente verdadero. Hasta que llega a una destilación que para nosotros es perfecta y es nuestro concepto de belleza y de rock and roll”.
El impactante arte de tapa de Mueran Humanos es uno de los diecisiete collages que forman la serie que Carmen llamó "Seventeen", en un guiño a la revista estadounidense del mismo nombre de la que Carmen tomó diecisiete tapas para modificarlas de modo “bien gore y colorido”, dice, y cuenta que la serie saldrá compilada en un libro a través de la editorial independiente Cordillera. “Antes de que nos vayamos, con suerte, hacemos la presentación.” Este tipo de oportunidades aparecieron como reflejo de lo que Tomás considera la mágica expansión del trabajo de Mueran Humanos: “La banda es lo que va por delante, manejando nuestras vidas y abriendo puertas en el proceso”.

por Julio Nusdeo
desde Los Abrepuertas (Argentina).










Hacía largo rato que buscabamos el instante preciso para programar este alucinante recopilatorio de noise-experimental al comando de chicas bien extremas, sonido demencial y putrido garantizada.
Desde la plataforma bitánica Susan Lawly creada por la gente del tótem industrial Whitehouse aparece este otro eslabón de la serie comenzada por "Extreme Music From Japan" (1994) y "Extreme Music From Africa" (1997), y claro que no es fácil entrar en esta espesura de ruido y lluvia ácida, pero se torna iluminado el muestrario de "Extreme Music From Women" para romper con los tópicos sedantes y añejos sobre la creación experimental femenina que aunque desconocida se mueve con una fuerza arrolladora por esta placa que dejándonos un agradable sabor y muchos desafios cortantes como lo hacen las 2 primeras exponentes, en primer caso Rosemary Malign con "No You Listen" retorciéndose en una marea de circuitos, gritos y atmósferas caóticas, power electronics de primer orden con maliciosa afinidad deconstructivista. Para luego llegar al panteón esquizoide de las hermanas Lisa y Naomi Tocatly también conocidas como Menstruation Sisters. La maquinaria se ralentiza en el paso de Dolores Dewberry y el universo de partículas nocturnas diseminadas en los 5 minutos de "Paragraph 64", super espectral.
Volviendo al noise huracanado con Candi Nook, la manipulación como fuente inagotable en el ambiente intervenido, flagelos y rabia urbana mostrando el rostro, golpeando el reflejo mientras Annabel Lee (ex-Amber Asylum y Blood Axis) prefiere escapar en una pesadilla afro noise llamada "Lycanthropy", en el compilado también encontramos a una conocida esquimal la sudafricana Mira Calix que ha editado varios trabajos para el sello Warp, lo de ella es claramente más electrónico mezclando grabaciones accidentales con sonidos de softwares mutados, algo conectable a la ruta de intervención industrial de Clara Clamp como visiones enfermas desde la gran ciudad. Por su parte la australiana Debra Petrovitch nos invita hacia un espacio siniestro en "Dislocated" spoken word de mala semilla llegando hasta esa cuna dark que muy pocos desearían visitar, los maleficios. Pateando la corona de patriarcado repulsivo.
Nada es fácil por acá pero sin embargo destinguimos un horizonte amplio y atractivo para el caminante inquieto que busca nuevos sabores.
Destapando una placa para merodear en otros abismos sonoros, desconocidos ángulos femeninos y llenos de claridades tenues, caminata difusa pero esperanzadora, dale una vuelta ya no somos tan pocos quizás frente al receptor.

Raúl Cabrera H.







Escucha El Sueño del Esquimal, jueves 8 de Marzo a las 21:00 hrs, por Radio Placeres 87.7 FM, desde Valparaíso y en línea además.