agosto 25, 2009

Anotaciones nimias para esquimales # 1


Estimada audiencia esquimal, nuestro buen amigo Julio Lamilla de residencia momentánea en Boston, US, nos mantendrá al tanto de lo que sucede en la siempre agitada escena musical norteamericana.
Experimetación, ruido y ruptura, en este primer reporte iluminado.





Anotaciones nimias para esquimales # 1, por julio lamilla.


La tentativa de estos reportes titulados “Anotaciones nimias para esquimales” es escarbar de manera descriptiva en la extensa escena musical under e indie de la ciudad de Boston y alrededores, la primera reseña se la dedicaremos a un encuentro musical llamado “Weirdstock”, una clara cita al 40 aniversario de Woodstock. Planeamos asistir al segundo día (de tres) de Weirdstock, llegando a Cambrige, Massachussets si la congestión no aumenta a eso de las 7 pm.
Llegamos a la presentación de Quilt (Colcha), la cual se realizó en un espacio aledaño, a ras de suelo, quedando el público de espaldas al escenario principal. Quilt es un trío muy joven de la ciudad de Boston formado por Anna, Shane y Taylor, la atrayente presentación de corte low-fi intimista casi desenchufado, especialmente al usar el banjo en su primer tema. Prosiguiendo con canciones un poco más rápidas y lúdicas y incorporando juegos de voces entre los tres integrantes, percibiéndose reminiscencias a Sleater-Kinney que me hacían recordar a las Las Jonathans. La diferencia sería que Quilt poseía caídas en brusco en silentes y soporíferas improvisaciones por parte de las dos guitarras (no poseían bajo) en la senda de grupos como Explosions in the sky, agudizado por una precaria puesta en escena (tocaron sentados en sillas de plásticos) con una batería sin toms pero con una “basenica” adherida con cinta sobre el bombo. La agradable presentación finalizó con algunas guitarras drone frenadas por esporádicos silencios. Al terminar, avisaron que tenían cassettes a la venta, cabe decir que una constante de la escena under de Boston es la defensa de los medios análogos por sobre la digitalización del sonido, es decir de los cassettes y vinilos, a.k.a. records.





La siguiente presentación se situó en el escenario principal del anfiteatro y correspondió a Tempera en conjunto con White Light, ambas bandas venidas de Portland, ME. Como primera pieza realizaron un ensamble de 5 bateristas apoyando a la vocalista de Tempera, quien procesaba su voz en tiempo real, montando capas sonoras por medio de delays y múltiples efectos. Luego de este trance ritualista, la presentación volvió a un formato más tradicional con el cual se pasearon por las diversas calidezes sonoras del indie noise.






La siguiente banda en presentarse, quizás la más cercana al rock, fue Sore Eros. Su sonido de inmediato se me asemejó al último disco editado de The Walkman, llamado ‘You and me’, y/o una versión más sobria de Animal Collective, aunque en Sore Eros se percibía un abuso de coros directamente impostados a bandas como tales.

Luego fue el turno de del trovador y poeta Kurt Weisman, quien con sólo una vieja guitarra acústica y un hilito de voz infra-aguda, logró por momentos cautivar al silencioso y contemplativo público (en especial cuando después de unos casi inaudibles arpegios, acercó brusca y pensadamente su guitarra al micrófono acoplando intentadamente por algunos segundos el local). Luego de lo cual leyó algunos poemas.

La siguiente banda fue el duo de noise experimental Harmonizer, quienes de inmediato me recordaron las presentaciones en duo de Ensayos Nucleares y ESDLCP, aunque en este caso con tintes menos indietrónicos y más cercanos a un ruidismo concreto sin ritmos conductores demarcados.




Los últimos en presentarse fueron Dreamhouse, banda de improvisación sonora radical de la ciudad de Boston, con una cantidad considerable de discos de vinilo editados de manera independiente, en esta ocasión bajo el formato de un cuarteto, conformado por el multi-instrumenta Ryan (Bone Rattle), Keith en saxo y guitarra, Paul en batería, y quien habla en circuit bend. Dreamhouse es una banda que posee la particularidad creativa de utilizar en cada directo el mismo material para catalizar sus happenings – cubren tanto a espectadores como músicos bajo una gigantesca manta azul de plástico, para entonces generar un diálogo participativo del espectador dentro de la jam. (¿quizás un traslado conceptual de las intervenciones a la intemperie de Christo y Jeanne-Claude?). Logrando así anular la condición espectacular del show – la pasividad del espectador tanto como la del músico. La presentación se inició cuando Ryan oprimió el play de su cassettera y bajó del escenario, mientras Keith comenzaba a frotar objetos sobre su guitarra en el suelo, comenzando los sonidos del circuit bend a asomarse apoyando el beat de la batería. Pronto Keith dejó la guitarra y tomó el saxo, bajando a su vez del escenario para tocar entre el público, mientras Ryan vestido a la usanza New York Dolls envolvía con la gigantesca manta al público y este a los (no) músicos, agarrando finalmente una destruida guitarra y rotando con Keith el saxo. En esos momentos de improvisación libre con el público sobre el escenario ocurrió lo inesperado: uno de los organizadores de Weirdstock http://whitehausfamilyrecord.com/blastzone/about/ le dijo algo al oído a Ryan, quien a su vez anunció por el mic.: THERE´S FIRE IN THE BUILDING!!! (Hay un incendio en el edificio!!!) Ante esto, la gente desalojó tranquilamente y entre risas el local, mientras la alarma de incendio se apoderaba del local. Realmente nunca existió tal incendio, sino que alguien desde el 4 piso activó dicha alarma, lo más probable por prejuicio a estos no wave hippies.





aquí video dreamhouse:


No hay comentarios.: