julio 26, 2012

El Sueño del Esquimal #361, jueves 26 de Julio.




Esquimales sintiendo el colapso del planeta, ¿donde estás tú?.







Endless Flowers
frenchkiss/souterrain transmissions, 2012

No sabemos si el dúo formado por Brian Welchez y Charles Rowell ha tenido la oportunidad de telonear a The Jesus and Mary Chain en el pasado, o de conocerlos (ambas bandas estuvieron tocando en San Diego, de donde Brian y Charles son oriundos, a mediados del mes pasado, aunque en distintas salas y distintos días). Tampoco sabemos si a los hermanos Reid les importa que exista una banda que homenajea su noise pop de manera tan evidente, pero seguramente los primeros habrán estado encantados de tener a sus ídolos en su ciudad. Hay que tener una cosa clara en cuanto a Crocodiles: ni han descubierto nada nuevo, ni aportan nada significante, ni ocultan sus influencias. Dicho esto, su música se convierte en un ejercicio de estilo bastante disfrutable. Con "Endless Flowers", su tercer LP, prosiguen en el empeño de combinar melodías sixties con guitarrazos ruidosos.

Aun enfatizando el hecho de que su fórmula se mueve por unos parámetros bien definidos, se nota una evolución en su discografía: si de "Summer Of Hate" (fat possum, 2009) a "Sleep Forever" (fat possum, 2010) se alejaban poco a poco del lo-fi, en este disco asoma una mayor calidez y abrazan sin miedo un pop más cristalino por un lado, permaneciendo por otro el indie rock con dejes shoegaze que venían mostrando en anteriores episodios. Comienzan arrasando con dos excelentes canciones como la titular y "Sunday (Psychic Conversation #9)", muy potentes y en las que se andan sin rodeos. Su vena más melódica queda plasmada a continuación con "No Black Clouds For Dee Dee", sin distorsión en las guitarras, con lo que prueban que pueden ser versátiles si se lo proponen. La Dee Dee del título tiene que ser Dee Dee Penny de las Dum Dum Girls, mujer de Brian, quien formó parte de una primera encarnación de la banda de su chica.

Con "Electric Death Song", en la que vuelven a elevarse hacia el espacio exterior, nos vamos quedando con un muy buen sabor de boca, pero su nave se estrella incomprensiblemente en el siguiente corte, "Hung Up On A Flower", truncando de este modo el que podría ser el mejor álbum de los californianos. En ella relajan el ritmo y ponen el acento en las atmósferas, lo cual está bien, pero cortan el rollo al derivar a un sinsentido de coda (de dos minutos de duración) en la que se mezcla una guitarra atonal con una voz femenina bien cargada de reverb, y que habla en alemán. Retoman el vuelo en "My Surfing Lucifer", un tema muy del estilo del citado "Sleep Forever", que no sorprende, pero ya con no taladrarte el cerebro como acababan de hacer minutos antes, es más que suficiente.

Aunque la segunda mitad de "Endless Flowers" puede palidecer si la comparamos con la primera, tampoco está de relleno y muestran nuevos signos de talento en "Dark Alleys", con ese ritmo kraut que tanto se lleva ahora (y qué le vamos a hacer, la verdad es que siempre que se tira del sonido Neu!/Kraftwerk/Faust se acaba molando sí o sí), al que le añaden bien de contundencia; o en "Bubblegum Trash", en la que suenan más dream pop y podrían recordar a Ride o Stone Roses. "Endless Flowers" no es, en definitiva, la revelación con la que Crocodiles acabarán convenciendo al más incrédulo, pero al menos es un paso adelante en su carrera (se nota mucho y para bien la presencia de una banda al completo en el estudio); un disco más uniforme pese a sus claroscuros.

por Quietsmansmiling








Varios Artistas
organic acoustic, 2012

Siempre observamos, nos damos más de una vuelta en torno a la espera, y que desde nuestro mismo lugar de residencia y hábitat aparezca un compilado como "Vapor y Polvo Vol.III" no deja de sorprender, y sí, porque siempre se respetarán las nuevas miradas, más aún si vienen desde una plataforma desconocida y paisajista como es Organic Acoustic, netlabel chileno que mira al mundo con esa visión casi perdida sobre el ambiente y las estructuras auditivas que se pierden bastante en medio de la urbanidad omnipotente y mustia.
Dar un paso al costado frente a las sabidas recetas de éxito y etiquetas de estilo, simpre será difícil aunque esta misma 'dificultad' conlleve al placer para el que se aleja y disfruta de estas planicies contemplativas, yo creo que Gerardo Astete o Atrio Serenade -como se le conoce al artífice de esta zona explorativa- bien sabe sobre dejarse llevar e intervenir ese interés por la amplitud y la cercanía, que también podría denominarse como detalles del paisaje, un espacio de sonido, multiplicación de ondas y texturas que empujan a una conexión natural con ese 'ente interior' que todos portamos, una caja de resonancias acumulada entre las acciones y el deambular por un determinado entorno, ya no siquiera consciente, quizás más onírico en este caso, abstracto, que mora en tí, en mí y en todas las partículas flotantes de este territorio deformado al que llamamos realidad.
La dedicación por buscar un lugar propio, de a poco da sus frutos y esta selección "Vapor y Polvo" en su tercera entrega muestra algo de eso, el vínculo con otros proyectos alrededor del mundo que aquí aparecen creando un espacio distintivo y coherente alrededor de estas grabaciones sencillas, quietas y a la vez llenas de claridad y vivencia. Abre la senda Eisuke Ooka con "Auto Concert", un bello arrecife oriental que sirve como puerta perceptiva para calmarse y disfrutar, ya más adentro junto a Caterpillars Dressed In Their Finest poesía y sonidos tomados de los recuerdos y los sueños que nos invitan a viajar por un susurro otoñal, la levedad de la introspección nos sacude en la visión matinal de Uzbazur345 para "Dreams Oldfields", las field recordings desplegando ese pedazo de vida olvidado en la ventana, el cristal, y así llegamos al dark ambient de Mystified con "La Brea", hace frío sobre la corteza terrestre, quién estuvo aquí en otro tiempo, remolino del silencio, absorción que se libera en "Permafrost Excerpts" del porteño Javier Toro y sus atmósferas frías inspiradas en los hielos eternos de la Antártida, un túnel hacia el aire fresco, polar, como una liberación de energías contenidas, como bien nos decía por ahí Atrio Serenade 'más allá de la música lo que percibimos son energías', una gran verdad que queda de manifiesto en esta compilación, parecemos peregrinar entre distintas expresiones de existencia, imposible no darse cuenta presos en el bosque atemporal de Tomás Tello y "Teqsimuyu" conectando con la raíz primitiva, timbres, sombras y ambientaciones venidas desde el espacio interior, pocas veces transitamos diecto al centro y esta expedición bien puede tratarse de un paseo de re-conocimiento hacia nosotros mismos, dejar un tiempo para la calma, palidecer y esperar que los ambientes muestren esas señales difusas de entendimiento, Atrio Serenade se hace precente ahora con "#19 (Difuso)", el diseñador de atmósferas titular no podía extraviarse de esta columna de trazos y látidos, como buen puente entrega la ofrenda, cuanto quedará en el pozo de ecos, seguiremos la huella despojados, sintiendo a cada uno de los habitantes submarinos.
Paisajismo, Naturalidad.

Raúl Cabrera H.








Herreros Y Fatigas

Klaus y Kinski. Alejando y Marina. Herreros y fatigas. Con una portada inspirada en el 'Constructivismo Ruso' y que ilustra a la perfección el título del disco, vuelve una de las parejas más inclasificables del panorama indie español. Y vuelven con canciones de gran variedad en cuanto a temas y estilos, como el folk, el noise, el country, el glam, la música disco, el shoegazing o el rock, y con influencias de estilos más populares como el bolero, la música habanera, el flamenco o el pop, sin olvidarse de su mayor seña de identidad: la electrónica. Su típico sonido electro-pop lo encontramos desde el principio con "La Duda Ofende", un tema en que el sonido que roza lo galáctico se mezcla con un solo de violín antes del segundo estribillo. Este tono eléctrico sigue con "Contrato", una canción más rítmica y pop que la anterior, al igual que en "El Día de Los Embalsamados". Pero la mezcla del sonido rock y eléctrico se hace todavía más evidente en "Soneto", una canción de composición poética y tono folklórico, sobre todo gracias a las cuerdas.
Pero las cuerdas se suavizan para introducir al "Poderoso Caballero", tema country en el que se mezclan infinidad de instrumentos de tono delicado que van adquiriendo intensidad en los estribillos.

A continuación "In The Goethe" empieza con “Tengo una herida abierta en el corazón, unas veces me sangra y otras no” para convertirse en una de las baladas del disco. En esta habanera adquieren importancia las cuerdas de la guitarra y el violín, y el teclado, junto con una voz masculina de fondo. Este tono más amable sigue en canciones como "Daño Cerebral", que trata de 'pequeñas incisiones en el lóbulo frontal' con tonos cibernéticos. Acompañada de un piano suena "Sacrificio", una canción de tono clásico en cuanto a música, y lírico en cuanto a voz. Todo esto junto a unos toques flamencos a partir de la mitad de la canción gracias a la aparición de una guitarra acústica. A continuación, en un segundo intento en la grabación, empieza "Ojo Por Diente", su primer single. Música pegadiza, fresca y colorida, como los confetis que acompañan a la pareja de enamorados recién casados durante todo el videoclip de la canción. Además las imágenes contrastan totalmente con el tono de defectos pese a los cuales, como ella dice, “te querré”.

El rock y lo eléctrico vuelven a aparecer en "Dos Males Tienes" y en "La Pensión", canción en la que el ritmo se intensifica para tratar una temática social (“Recuerdo que dijiste que no estás pagando contribución a la seguridad social para que te puedas jubilar y cobrar”). Y con "Cumbres Profundas" llegamos a uno de los momentos de mayor intensidad instrumental, que contrasta con los suaves momentos vocales. La importancia de las cuerdas en esta canción también la observamos en "Relatividad General", de tono casi ambiental al final de la canción. Por último se despiden con la tranquilidad del "Buceador", balada de tono instrumental y casi fantasmal “para estar debajo del mar enterrada en la sal no necesito respirar”.

Ha hecho falta esperar dos años para escuchar su tercer disco, pero han vuelto Klaus & Kinski. Se dice de ellos que, o les odias, o te encantan. A nosotros nos encantan por su atrevimiento, originalidad y gran personalidad; y nos encanta que vuelvan y nos dejen entre “Herreros y fatigas”…

por Ester Signes








Landing
geographic north, 2012

Después de seis años alejados de los estudios y escuchando a la distancia "Gravitational IV" (equation, 2006), la banda de Connecticut presentó este año el octavo LP de su carrera: "Landing", a través del sello Geographic North Records.

Tras 'Gravitational', el tiempo de los Landing devino con el acelerador pisado a fondo entre vivos, presentaciones de disco y nuevos proyectos. Cuando parecía que la banda formada en 1998 a orillas del estrecho de Long Island no volvería a grabar, surgió en 2009 la propuesta de Geographic North que les devolvió el espíritu y los impulsó a reunirse y despertarse de su corta siesta dogmática; es normal, todos en algún momento caemos en una.

Luego de siete LPs no es tarea sencilla crear nueve piezas musicales y compendiarlas en un larga duración con criterio y coherencia conceptual. Landing despliega en este nuevo trabajo todos sus recursos y vasta experiencia para reinventarse sin caer en la repetición; siempre hay algo que queda por decir.

La banda fundada por el matrimonio Snow (Adrienne y Aaron) propone en su disco homónimo, desde Finally hasta Native Land, un viaje ameno, de introspección y sin turbulencias. Sin embargo, aterrizar puede resultar difícil; a veces no queremos bajarnos de esos trips ondulantes y margnéticos.

Voces y armonías vocales con marcada presencia de reverb y algunos pedales delay cantando por detrás; bases ajustadas y sintetizadores confundiéndose en medio, resumen este disco que habla del sonido y estilo propio de Landing. Una dimensión de ojos cerrados en inconmensurables espacios plagados de ecos.

por Gonzalo Méndez
desde afterhoursintokio.com.ar








The Primitive World
iscollagecolective, 2012

Muchas veces uno se encuentra más adentro y más abajo de lo que normalmente se requiere al escuchar una nueva producción, otra etapa de sonidos que por supuesto nos sugiere esa necesaria mezcla de dudas y ganas en torno a un determinado concepto ya sea ruidista o melodíco, pero al apretar play en el track 1 de este desprendido trabajo denominado "Ths Primitive World" uno puede darse cuenta que entre estos 2 proyectos hubo una fina conexión escapista en torno al más desarraigado tratamiento del Drone y esto nos ubica de forma inmediata en la espesura y solemnidad que quisieron adosarle a esta comunión insana de lentitud y ruido embalsamado, sin dudas se trata de un disco despiadado y crudo, como suele ser la música de los canadienses Nadja, exuberantes, cuentan con una de las trayectorias más prolíficas del último tiempo, la pareja formada por el escultor de atmósferas nefastas, Aidan Baker y su señora la bajista Leah Buckareff, ahora sometidos al ancho mar negro de los japoneses Vampillia, que el año pasado sacaron uno de esos discos que uno observa con respeto, el sub-valorado "Alchemic Heart" (important, 2011), carta de presentación que contaba las aportaciones totémicas de Jarboe y Merzbow en 2 tacks alucinantes de 24 miniutos cada uno que cortaban el aire con cincel.
Esta vez desde el Japón y para el sello iscollagecolective llegan con esta concepción primitiva de un mundo perdido, el que habitamos con indolencia, y que encontramos aquí... una solapada manifestación de odio en ambientes saturados por espesas capas de Drone silvestre, así sin ataduras conceptuales ni nada se empeñan en marcar un territorio agresivo por momentos, que decae en la contemplación necra y glacial que aparece desde el laboratorio virtual que se ha creado desde el preciso momento en que ambas bandas se cruzaron, si esto es doom, sludge-metal, avantgarde o death ambient me importa bien poco, cada uno supongo sacará su propia coartada para poder describir tal desarraigo sonoro, lo cierto es que viajamos desde la penumbra del piano desolado en "Shining" que funciona como obertura de 1 minuto, para que las flores caigan a través de "Northern Lights" donde las suaves vocalizaciones de Vampillia se adentran en el gran bosque nocturno de Nadja y allí ya nada es simplemente visible, las sacudidas y guitarrazos abismales no perdonan, todo se transforma en un espacio siniestro y excesivo, las mazmorras que dejó el metal en las manos de esta pareja afectiva, que pareciera tomar la lentitud de Low y Codeine para someterla a las atmósferas corroidas de Neurosis, Isis y Sunn O))), con canto gutural incluido, como bien lo expresan los 23 minutos de "Icelight", post-metal, post-todo, y que tanto si ya no quedan demasiados vitrales que destruir en estos bordes excluidos en las etiquetas de normalidad auditiva, terriblemente natural, la cara sucia del ruido expresado como goteras en un manantial de malas vibras, ACTITUD!!!
No era acaso lo que pedíamos siempre en silencio.

Raúl Cabrera H.







El Sueño del Esquimal #361 se transmitirá el jueves 26 de Julio a las 21:00 hrs. por Radio Placeres 87.7 FM desde la bahía de Valparaíso, también online para el resto de este y los otros mundos, www.radioplaceres.cl.












No hay comentarios.: