octubre 12, 2009

El Sueño del Esquimal #265, jueves 15 de octubre.







MORRISSEY
Years Of Refusal
polydor, 2009.

Cada vez que Steven Patrick Morrissey entrega señales creativas, todas las miradas y comentarios se amontonan, es un artista que concentra amores y odios de muchos, él lo sabe, pero sin temor alguno esparce con ironía su desesperanza, ese grito sincero y delator sobre un mundo ultra-manoseado y servil, siempre será así, un eterno y sensible desacomodado, está en su naturaleza y quizás por eso se hace tan necesario.
"Years Of Refusal" es su décimo disco y un nuevo pozo de declaraciones afiladas, eso sí, esta vez más enfocadas hacia su propia vida, recordemos que Morrissey está pronto a cumplir medio siglo, lo que exige un inevitable recuento, de todas maneras la magia se mantiene en sus creaciones, esa fuerza pop que traspasa y que transforma cualquier simple canción en un objeto de deleite, por eso será difícil que sus seguidores o cualquier simple mortal, no caigan entregados ante temas tan rotundos como "Something Is Squeezing My Skull", que abre el disco en forma notable, una bofetada directa, aceleración y encanto como en sus mejores tiempos.
A pesar de ser un bocazas resentido y todo, no deja de mostrar romanticismo, extraño sí, pero romántico a fin de cuentas, como en "I'm Throwing My Arms Around Paris", donde abre su corazón atribulado, "en la ausencia de tu amor y en la carencia de contacto humano, he decidido extender mis brazos alrededor de París, porque solo la piedra y el acero aceptarían mi amor".
Temas intensos y salvajes que muestran a Morrissey con absoluto control sobre su obra y con el peso de la experiencia a su favor, como tan bien lo describe en "That's How People Grow Up":
"... he desperdiciado mi tiempo rezando por amor, por un amor que nunca llega de alguien que ni siquiera existe. Pero así es cómo la gente crece."
Como siempre reluce el gran letrista y el carisma de su voz, le ha ganado al tiempo y a un pasado esplendoroso, que incluye haber sido el líder de una de las bandas más entrañables que ha dado la música británica, The Smiths.

Desde Manchester la luminaria pop que no deja de deslumbrar.

myspace.com/morrissey








LOTUS PLAZA
The Floodlight Collective
kranky, 2009.

Un nuevo satélite que se eleva desde la plataforma creativa de Deerhunter, primero fue Bradford Cox mostrando su costado más personal con Atlas Sound, ahora es el turno de Lockett Pundt (guitarrista de Deerhunter) y su proyecto en solitario, Lotus Plaza.

Hay que saber mirar en la niebla, eso nos pide "The Floodlight Collective", un debut imaginativo de espesura cristalizada, desde donde se desprenden los destellos de una belleza escondida, entre capas de saturación acaramelada y percusiones certeras, vamos encontrando pequeñas gemas dejadas entre el hielo, por ejemplo la ambiental "These Years", podría situarse en un sitio cercano a Panda Bear, una cascada de luz imaginaria que nos abraza y bendice.
Despertamos del encantamiento y caemos en la crudeza estática de "Different Mirrors", totalmente orgánica y lo-fi, con la lánguida voz de Pundt apuntando en la distancia a Felt y Galaxie 500, el paisaje se abre dejando ver los detalles brillantes de la creación prismática.
Temas más corpóreos como "Red Oak Way" y "What Grows?", demuestran el gusto por los espirales sonoros de My Bloody Valentine y The Jesus and Mary Chain, ralentizados y envueltos en un viento blanco constante y denso.

Lotus Plaza, Atlas Sound y Deerhunter, hilos entrecruzados de la misma madeja, visión caleidoscópica de un sonido fino que se expone al temporal, habrá que mantenerse expentante ante la variación climática.

web.








DAVID SYLVIAN
Manafon
samadhisound, 2009.

Su voz es signo de devoción entre las edades, desde mediados de los 70s', el inglés ha sabido cortejar al oyente, la música como expresión artística por excelencia, desde su antigua banda Japan, supo recorrer los caminos que van desde la canción sencilla hasta la búsqueda de horizontes creativos especiales y distanciados.
Cubierto siempre por ese poder, ha viajado a través de los estilos, deleitando con su prosa refinada y su gusto por las ambientaciones cadenciosas e intuitivas.

A partir de su disco "Blemish" de 2003, Sylvian profundizó la mirada y se dejó caer en los terrenos tupidos de la improvisación explorativa, que zurcaron definitivamente sus creaciones, traspazó sus propios bordes, encontrando un terrotorio amplio por donde avanzar en sus inquietudes.
Este mismo pasaje lo ha llevado a esta obra que juega con el silencio y la espesura, "Manafon" es el paso definitivo hacia un universo sensitivo particular, su voz como camino principal, adornada por múltiples ruidos e instrumentaciones, que se mueven sigilosos a través de las pausas y estas nuevas puertas perceptivas, cada trayecto muestra una imágen propia, los sonidos se expanden en forma natural, como cuando el botón de flor se abre al amanecer sin que nos percatemos, solo agradecemos la belleza expuesta.

El disco se ha trazado entre 2004 y 2008, en sesiones grabadas en Viena, Tokyo y Londres con la colaboración de destacados amigos de la improvisación y el diseño de ambientes, Christian Fennesz y su laptop disgregado es una constante, Werner Defeldecker (Radian), Evan Parker, Bukhard Stangl, Keith Rowe, Otomo Yoshihide y un amplio abánico de personalidades que intervienen este prado de contemplación.
Un trabajo que requiere de atención y concentración, la ruta hacia lo sublime es angosta, pero su fruto inimitable.

web.






A través de las islas, Hawái se conecta con el hielo polar.




CAMERA OBSCURA
My Maudlin Career

4AD, 2009

Si bien Camera Obscura han tenido varios y muy buenos singles, lo que ha hecho de su carrera una de las más interesantes y ascendentes de estos años es no solo el hacer buenas canciones, sino que el hacer buenos discos. Y en eso llevan ya más de una década. En un comienzo, para bien o para mal, estuvieron emparentados a otras bandas –ya saben, esa maldita manía de hacer paralelismos con todo: que se parecen a, que suenan como, que son de la misma ciudad que, que el novio de uno de ellos es el vocalista de…–, pero con el tiempo han ido forjando su propio sonido siempre, sobre la base de referentes externos, todos los cuales confluyen en aquellas tres letras mágicas: POP. Ahora, en esa tarea de hacer buenos álbumes, se requieren varias cosas: buen sonido, el orden adecuado, el tiempo justo, etc. Pero, sin duda, lo más importante, lo que no puede faltar, son buenas canciones. Y volvemos al principio. ¿Tiene el quinteto escocés buenas canciones? Y la respuesta no es otra que SI. Las han tenido antes, y por supuesto que las tienen ahora.

Al igual que su anterior trabajo “Let’s Get Out Of This Country” (Elefant, 2006), se han trasladado a Suecia a grabarlo, y de nuevo de la mano de Jari Haapalainen (Ed Harcourt, Peter, Bjorn & John, The Concretes) como productor, y con Björn Yttling de Peter Bjorn & John en los arreglos de cuerda y vientos (más prístinos y claros como nunca). Fue precisamente ese disco el que marcó un punto de inflexión en la banda. Allí se les vio mucho más libres, más sueltos, dejando la timidez a un lado, aunque no muy lejos. Fue recién en ese momento cuando fueron tomados en cuenta y valorados como se merecen, a pesar que muchos siguen (seguimos) teniendo un especial cariño por sus dos primeros discos. Pues esa misma soltura, tan bien resuelta en “Let’s Get Out Of This Country”, también se encuentra en “My Maudlin Career”, la cuarta entrega, ahora ya no por la etiqueta madrileña Elefant sino que por 4AD. Ya desde el título se aprecia un cierto giro, un abandono de las penas pasadas –nada mejor para ello que el humor–. “Estaba trabajando en canciones para el nuevo álbum, y sabía que la gente diría que eran tristes o melancólicas, como a menudo lo son. Pero en cierto sentido fue divertido para mí, como estaba escribiendo estas tristes canciones y tratando de construir una carrera sobre ello. Solo me pareció ridículo que esto es lo que hago, sabes. Tratando de construir una carrera en la miseria es bastante divertido” (Tracyanne Campbell). Sin embargo, lo quiera o no, la tristeza esta presente. La música puede ser más o menos optimista: de la felicidad de “French Navy” y “The Sweetest Thing” a la oscura calma de “Away With Murder”, del pop de hace más de cuatro décadas de “Swans” y “Careless Love” a la tranquilidad de una tarde en Nashville de “Forests And Sands”, de la lánguida “Other Towns And Cities” al (very deep blue eyed ) soul de “Honey In The Sun”. Pero las letras de Tracyanne Campbell, la principal (única) compositora y letrista, no siempre van hacia la felicidad ni ese optimismo. Por el contrario, tienden a ir más hacia el desencanto y mirar el aldo menos alegre de las cosas. “Tiendo a ver lo negativo de las cosas” (Campbell again) –aunque para saber eso solo hay que oír parte de “The Sweetest Thing”: “Me enfoco en lo negativo/ El dolor fue mucho más que un incentivo/ Siempre mi incentivo”. “Pienso que por naturaleza soy una persona bastante melancólica, pero es algo con lo que constantemente he luchado y tratado de combatir. Estoy muy consciente de ello, y hago el esfuerzo por cambiarlo. No quiero ser el tipo de persona que solo se revuelca en la tristeza y la lástima” . No obstante, no se arrepiente de ello, y lo asume como algo natural, algo con lo que necesariamente tiene (tenemos) que lidiar. “Básicamente digo que la vida a veces puede ser absolutamente miserable, y así es como es. Y está todo bien. Está bien con ser infeliz. Es real. Toda esa gente que pretende que es feliz todo el tiempo, no lo entiendo” . Y así, si en “My Maudlin Career” canta “Esta carrera llorona a llegado a su fin/ No quiero estar triste de nuevo” un minuto después, una canción más allá dice “He sido tan miedosa/ Estoy triste de nuevo” (“Forests And Sands”). Unas veces emocionada (“Aún tengo miedo de perderme en una ciudad que debiera explorar/ Pero no tengo miedo de tener un chico elocuente en mi puerta/ Tal vez deberías viajar conmigo, es esta la mejor idea/ Porque nunca has visto un bosque rojo y nunca has esquivado a un venado” en “Swans”), otras resignada (“Sé que tienes buenas intenciones, sé que las tienes/ Pero tarde o temprano vas a partirme en dos/ No compartimos un cumpleaños pero compartimos un signo/ Compartimos algo o estuvo todo en mi mente/ Hubo conversaciones de amor, y cómo las necesite de vuelta/ Podría ser mejor contigo que lo que fui con mi último amor/ Estás en otra ciudad o pueblo/ No significas nada para mí esta noche” en “Other Towns And Cities”), otras tratando de fingir, tratando de esconderse (“Cuando dijiste que las venas en mi mano izquierda tenían la forma de un árbol/ ¿Fue esa la última vez que realmente me miraste?/ Estoy entrenando para ser tan fría como el hielo, estoy determinada a proteger mis sentimientos, para disfrazarlos/ Cuando dije que no te amaba te dije una mentira/ No hay nadie sobre ti aunque trate/ ¿Te reirás en el momento en que pase llamando tu nombre una y otra y otra y otra vez?” en “Honey In The Sun”), otras diciendo aquello que muchas veces no queremos decir (“¿Cuántas veces me dijiste que querías morir?/ ¿Cuántas veces me dijiste que no lo habías intentado?/ Tengo la sensación de que algo está mal/ Puse mis sentimientos en una carta, te los envío cuando me sienta fuerte/ Oh, ha sido difícil ser fuerte, con todo esto que pasa/ Si, ha sido difícil ser fuerte, con todo esto que pasa/ También he estado sola, como tu/ Soy igual que tu/ La gente ha estado viajando mucho para vernos cantar/ Es una noche de febrero y no quiero sentir nada” en “Away With Murder”). Todas esta frases, todos estos reportes –“ni siquiera las llamaría letras. Solo una documentación de lo que me ha estado pasando por un tiempo”– en otros labios podrían sonar falsos, lastimeros, impostados. Pero en este caso no. No en los labios de Campbell. Acá suenan sinceros, cercanos. Duelen cuando tienen que doler, alegran cuando tienen que alegrar. Son las palabras de alguien abriendo su corazón muy cerca de tus oídos, susurrándote su vida. Alguien tan tímido como tú o como yo compartiendo sus secretos, y frente a eso no se puede sino más que sentirse agradecido. No, no se está solo. Ni ella ni nosotros lo estamos.

Una pregunta tonta que tal vez nadie quiera responder: ¿se puede amar a una canción? La respuesta nuevamente es afirmativa. “No hay nada como sentirse emocionado por una canción, sea que te haga sentirte enfermo del estomago o maravillosamente feliz”. Cualquiera con algo de corazón, hasta el más miserable, puede amarlas. En especial las de Camera Obscura, sean las que nos han entregado antes o las de “My Maudlin Career”. Es imposible no rendirse al enorme poder sus canciones. Todas y cada una de ellas. Te toman y no te dejan ir. Por tres minutos estas en ellas, y no puedes contenerlo, no puedes no amarlas. Como canta Tracyanne –sí, ya he llegado a tratarla de tú– en “French Navy”: “I wanted to control it, but love, I couldn’t hold it”.







GENTLEMEN LOSERS
Dustland

City Centre Offices, 2009

Desde algún lugar de un lejano y olvidado pasado surgen las canciones de Gentlemen Losers. De algún lugar hace mucho tiempo no visitado. Ese es el primer pensamiento que se viene a la cabeza luego de oír las canciones de este dúo que vino desde el frío, desde Finlandia más exactamente. Los hermanos Samu y Ville Kuukka son las dos personas refugiadas bajo este nombre. Hace unos años atrás, el 2006, debutaron con un disco homónimo, en Büro, subsello de la berlinesa City Centre Offices. Hoy entregan el segundo, “Dustland”, por el sello madre.

En esta la tierra del polvo, como en el anterior, surgen de inmediato las comparaciones y las relaciones con una música ligada sobre todo a imágenes. Antiguas películas del Hollywood de los cincuenta, viejas cintas gastadas por la humedad. Es inevitable pensar en estas canciones como una banda sonora de algo, en canciones acompañando algo más que el presente. “La palabra cinemático es a menudo usada para describir nuestra música. Supongo que es apropiada, pero es un genero musical que no existe realmente. Sin embargo, debería”. Pues bien, desde esos cuadros en movimiento surgen aquellas preciosas melodías, las que abundan en “Dustland”. Como las que hay en “Honey Bunch”, lo mejor que podrían hacer Explosions In The Sky si resumieran su obra en solo dos minutos y veinticinco segundos. O en “Ballad Of Sparrow Young”, balada para aquellos jóvenes y tiernos habitantes del cielo, donde se mezclan perfectamente guitarra acústica, eléctrica, órgano y una mínima percusión. O “The Echoing Green”, un tema perdido de las grabaciones del extrañado y aún no olvidado “When” (Warp, 2001) de Vincent Gallo. También en la electrónica casera y precaria de “Bonetown Boys”, y en aquellas postales de un bello lugar afuera en el campo de “Midnight In The Garden Trees”, y en las guitarras que se mecen entre las delicadas olas del clavicordio de “Farandole”, y en el trinar de aquella dulce flauta de “Spider Lily”, y en muchas otras más, catorce en total. Todo en “Dustland” remite a otras cosas, pasados, infancias ideales, fotografías familiares, días de lluvia y frío, otoños grises en colores, oscuros inviernos, tristes veranos. Todo tan jodidamente irreal y cierto que conmueve. Sí, este también es un disco helado, para oír al lado de una ventana y mirando al mar, lo necesario para simplemente dejarse llevar y afectar por los recuerdos.

Esta percepción acerca del sonido de Gentlemen Losers, y en especial de “Dustland”, también la comparte Ville, uno de los caballeros perdedores, cuando habla de este segundo trabajo. “Es acerca de memorias de cosas por venir, recuerdos desteñidos del crepúsculo de un lugar en el cual nadie ha estado. Ese lugar se llama Dustland”.






GIUSEPPE IELASI
Aix

12k, 2009

Otro disco mas hecho en otoño, y curiosamente, también por el sello 12k. Este otoño corresponde al del 2008, y el lugar Aix-En-Provence. El músico: Giuseppe Ielasi, un italiano nacido en 1974 que comenzó a fines de los 80 enfocado en la guitarra, principalmente sobre la base de improvisaciones, y colaborando con gente como Renato Rinaldi, Thomas Ankersmit, Michel Doneda, Ingar Zach, Dean Roberts y presentándose con, entre otros, Taku Sugimoto, Nikos Veliotis, Phill Niblock y Oren Ambarchi. Desde el año 1997 inicia su producción discográfica, la que ya lleva casi 20 discos hasta hoy, pasando por sellos como Sonoris, Erstwhile, Sedimental, Absurd, Kning Disk y Häpna.

“Aix”, su último trabajo hasta hoy es ya el segundo para 12k, luego de “August” (2007). “Aix”, a diferencia de pasados trabajos, utiliza mucha clase de sonidos, pero mezclados coherentemente unos con otros, y es eso precisamente lo que lo hace un disco muy interesante y atractivo: la no repetición de patrones y la búsqueda constante. Por citar solo un ejemplo, esta su disco “Untitled” (Häpna, 2006), un precioso trabajo centrado básicamente en la guitarra. En este, en cambio, hay objetos de percusión, baterías, piano, guitarra, y teclados, pero lo que finalmente se oye es una trabajo de electrónica sobre la base de diversos samples creados y ensamblados por el músico italiano –en esto hay parecidos con varios de los trabajos que ha publicado el sello sueco Komplott, y los hay en esa manera particular de usar y mezclar la electrónica con lo acústico–. En este trabajo importan tanto las cosas como la unión de ellas. En lo segundo radica la habilidad de Ielasi, un perfecto artesano en el estudio, pegando los sonidos con cuidado, no demasiados a la vez, sino solo los necesarios, y con solo el tiempo justo, ni más ni menos –las piezas, nueve en total y todas ellas sin título, por lo general no sobrepasan los cuatro minutos, y el disco, apenas media hora–, cual relojero suizo. En lo relativo a los “objetos sonoros”, delicados la mayoría de ellos, se ubican dentro de estos espacios de una manera también sutil. En cierto modo, y al igual que una obra teatral, mas que emitir frecuencias sonoras, actúan y juegan sus roles dentro de estos pequeños microcuadros, y lo hacen en el sentido que cada uno hace su parte, le responde a otro, reaccionan e interactúan entre sí, y eso se puede ver en temas como el track 5 y, sobre todo, el track 8 (percusión, trompetas, pianos, arpas, todos moviéndose de un lado al otro del escenario). Realmente no sé si exista el concepto de sonidos-actores, pero si oyen este “Aix” con cierto cuidado, podrán ver a que me refiero, y creo que es una buena forma de percibir este disco.





Escucha El Sueño del Esquimal, hoy jueves 15 de octubre desde las 21 hrs, por Radio Placeres, 87.7 fm y on line.

(Si ya es demasiado tarde, y eres valiente, puedes descargar este programa aquí: esde265
elimínese después de escuchar!)



Este fin de semana:



También:

Domingo 18 de octubre en el "Ritual", Almirante Montt 48 Valpo 19:00 hrs.
Gratis

Fatiga de Material
Oseas Martinez



además:


FIESTAPORTA DANZALBORDE 2009
Esperamos la danza… bailando!

Este sábado 17 te esperamos en el Teatro Mauri en la fiesta de pre- apertura del 8° Festival Danzalborde, que va del 24 al 31 de octubre. La invitación es a disfrutar, bailar y celebrar una nueva versión del festival, que este año trae a 6 compañías internacionales desde Suiza, España, Francia, Perú, Argentina y México. Son más de 40 bailarines que se presentarán con obras de sala e intervenciones urbanas, además de videodanza, talleres y mesas redondas. La FIESTAPORTA DANZALBORDE 2009 también es un llamado a colaborar. Necesitamos tu aporte para mantener este espacio dedicado a la danza, que ya lleva más de 100 funciones gratuitas en la cuidad. Queremos continuar con el festival de danza más grande del país, tú puedes sumarte haciendo un aporte en la cuenta de ahorro del Centro Cultural Escenalborde del Banco Estado, n° 239 628 309 27. Mándanos un mail con la colilla de depósito y tu nombre será publicado en la Lista de Colaboradores 2009 y en la rendición pública de los aportes y gastos asociados del Festival. Música + Proyecciones de Danza / 23:00 horas / Adhesión: $2.000



y tampoco se vayan a perder:

Para conmemorar la primavera y sus bellas consecuencias, el colectivo "I Love Vintage" desarrollará su tercera intervención ferial en Bonita Indie Bar, ubicado en 7 Norte 427 (entre 2 y 3 Poniente), Viña del Mar, este Sábado 17 de Octubre desde las 15.00 hasta las 0.00 hrs.

Los proyectos que integran este colectivo se dedican a la búsqueda de prendas de vestuario, complementos y objetos usados para reutilizarlos, con el fin de prolongar su ciclo de vida útil y al diseño de piezas nuevas, inspiradas en las formas de antaño; su hacer se basa en un interés por la Historia del diseño y lo sustentable. Estos son: Bazar Chirola, Una Chiquilla, Rocket Closet, Cejona y Re_cuerda.

Para exponer sus hallazgos y realizaciones desarrollan Ferias itinerantes en el Gran Valparaíso, que comprenden además la proyección de imágenes o películas y música de la época.

Las imágenes que dicen lo que será esta experiencia, se encuentran aquí:

http://www.flickr.com/i_love_vintage


Do you love vintage?





1 comentario:

Ramón Andreu dijo...

http://www.sonoramacontraataca.blogspot.com

opinen de la lista por favor, me harían feliz...


un abrazo!