Entre remezones y escaramusas, acá parte un nuevo ciclo de Sueños Esquimales, con el refugio lleno de buenos presagios y calma esperanzadora, adelante con el deleite por favor.
THE DURUTTI COLUMNA Paean To Wilson
kooky, 2010
En la fría Manchester de fines de los 70s' se desarrolló una de las más celebradas e influyentes casas discográficas indies que hayan venido de las Islas Británicas, me refiero a Factory Records, fundación iluminada del presentador de TV y cazatalentos, Tony Wilson (1950-2007), desde este espacio autogestionado y libertario aparecieron agrupaciones notables como Joy Division, Cabaret Voltaire, Orchestral Manoeuvres In The Dark, Section 25, A Certain Ratio, Happy Mondays, James y gran parte de lo que luego sería llamado como 'sonido madchester'.
A fines de 1978 en la oficina de Wilson se presenta un joven delgado y de aspecto enfermizo, era Vini Reilly junto a su guitarra, lo que pronto conoceríamos como The Durutti Column (el nombre es un homenaje de Reilly, para Buenaventura Durrutti Column, un guerrillero anarquista de la guerra civil española), de inmediato Tony Wilson conecta con el concepto musical de Reilly, lo que en aquellos (y estos) agitados años es casi un suicidio comercial para cualquier disquera, un músico solitario en escena, creando bellos y ondulantes ambientes con una guitarra, de manera casi autista y sin voces, "un verdadero gesto anárquico en la época del punk", como diría años más tarde el propio guitarrista.
A pesar de todo eso, Wilson insiste con el proyecto, lo hace debutar abriendo para Joy Division y contrata a Martin Hannett como productor para su disco debut, que apareció en Octubre de 1979 con el polémico título de "The Return Of Durutti Column".
31 años después de la historia madre y de todas las otras que se hayan dado en tan prolongado tiempo, Vini Reilly entrega un himno de agradecimiento a su mecenas y amigo Tony Wilson, quién murió el 10 de agosto de 2007 de un ataque al corazón.
Aunque con dos años de atraso, este gesto se entiende como una sentida despedida entre la cercanía y el cariño sincero, "A Paean To Wilson", quizás no será el disco más aventajado de Reilly en su larguísima trayectoria, pero si cuenta como reflejo de la amplia frontera sonora en la que ha vagado su música nostálgica en todos estos años. Mientras la mayoría de las bandas de Factory desaparecieron, The Durutti Column se ha mantenido publicando discos por tres décadas, inundado sus canciones con nuevos elementos y tocando tangencialmente estilos tan desparramados como podrían ser post punk, avantgarde, dream pop, world music, electrónica y hasta new age (!), sin embargo nunca perdiendo ese aspecto distante y triste de sus melodías y ambientaciones, el sello encantado de la guitarra luminosa.
Es así como el disco se presenta, un gran y exótico jardín de sonoridades diversas, y dispersas también a ratos. Comenzando con "Or Are You Just A Technician", un artefacto a lo Laurie Anderson, recordando la voz de Wilson y dando la entrada hacia "Chant", tema de largo aliento donde el artista se da un festín con efectos de guitarra etéreos y vertiginosos, soportado en una base rítmica grabada muy sensual y en la voz hipnótica de Kate Williamson, un suspiro que se oculta en un claroscuro constante y profundo. Luego el disco entra en ejercicios de guitarra desnuda y acompañamiento de cuerdas cercanos a la música de cámara, eso hasta "Requiem" profuso manatial selvático, sentimos a un maduro Vini Really de 57 años, sin ningún problema con las honduras propias del sonido experimental, de tanto volar la guitarra tiende a caer en espacios de virtuosismo innecesario, pero que se le va hacer, si hasta Brian Eno lo ha reconocido como uno de los mejores guitarristas de la historia.
Nos reconciliamos en "Stuki", un hermoso plano minimalista, que nos lleva hasta un centro lumínico, donde a más de alguna alma sensible se le podría escapar una lágrima, sólo con la melodía y lo perfecto del paraje expuesto, sanidad, pura sanidad auditiva.
Y así, entre subidas y bajadas se va desarrollando un disco que tiene mucho de cuerdas, atmósferas y lo más importante quizás... corazón.
Alegría a fin de cuentas, como esa que muestra la portada del disco, Tony Wilson, Señor Manchester, una parte de la historia, como en los viejos buenos tiempos, "... si su espíritu pedura -lo cual me gusta pensar- quiero que sepa que esto fue hecho para él" (Vini Reilly, 2010).
Raúl Cabrera Hidalgo.
A fines de 1978 en la oficina de Wilson se presenta un joven delgado y de aspecto enfermizo, era Vini Reilly junto a su guitarra, lo que pronto conoceríamos como The Durutti Column (el nombre es un homenaje de Reilly, para Buenaventura Durrutti Column, un guerrillero anarquista de la guerra civil española), de inmediato Tony Wilson conecta con el concepto musical de Reilly, lo que en aquellos (y estos) agitados años es casi un suicidio comercial para cualquier disquera, un músico solitario en escena, creando bellos y ondulantes ambientes con una guitarra, de manera casi autista y sin voces, "un verdadero gesto anárquico en la época del punk", como diría años más tarde el propio guitarrista.
A pesar de todo eso, Wilson insiste con el proyecto, lo hace debutar abriendo para Joy Division y contrata a Martin Hannett como productor para su disco debut, que apareció en Octubre de 1979 con el polémico título de "The Return Of Durutti Column".
31 años después de la historia madre y de todas las otras que se hayan dado en tan prolongado tiempo, Vini Reilly entrega un himno de agradecimiento a su mecenas y amigo Tony Wilson, quién murió el 10 de agosto de 2007 de un ataque al corazón.
Aunque con dos años de atraso, este gesto se entiende como una sentida despedida entre la cercanía y el cariño sincero, "A Paean To Wilson", quizás no será el disco más aventajado de Reilly en su larguísima trayectoria, pero si cuenta como reflejo de la amplia frontera sonora en la que ha vagado su música nostálgica en todos estos años. Mientras la mayoría de las bandas de Factory desaparecieron, The Durutti Column se ha mantenido publicando discos por tres décadas, inundado sus canciones con nuevos elementos y tocando tangencialmente estilos tan desparramados como podrían ser post punk, avantgarde, dream pop, world music, electrónica y hasta new age (!), sin embargo nunca perdiendo ese aspecto distante y triste de sus melodías y ambientaciones, el sello encantado de la guitarra luminosa.
Es así como el disco se presenta, un gran y exótico jardín de sonoridades diversas, y dispersas también a ratos. Comenzando con "Or Are You Just A Technician", un artefacto a lo Laurie Anderson, recordando la voz de Wilson y dando la entrada hacia "Chant", tema de largo aliento donde el artista se da un festín con efectos de guitarra etéreos y vertiginosos, soportado en una base rítmica grabada muy sensual y en la voz hipnótica de Kate Williamson, un suspiro que se oculta en un claroscuro constante y profundo. Luego el disco entra en ejercicios de guitarra desnuda y acompañamiento de cuerdas cercanos a la música de cámara, eso hasta "Requiem" profuso manatial selvático, sentimos a un maduro Vini Really de 57 años, sin ningún problema con las honduras propias del sonido experimental, de tanto volar la guitarra tiende a caer en espacios de virtuosismo innecesario, pero que se le va hacer, si hasta Brian Eno lo ha reconocido como uno de los mejores guitarristas de la historia.
Nos reconciliamos en "Stuki", un hermoso plano minimalista, que nos lleva hasta un centro lumínico, donde a más de alguna alma sensible se le podría escapar una lágrima, sólo con la melodía y lo perfecto del paraje expuesto, sanidad, pura sanidad auditiva.
Y así, entre subidas y bajadas se va desarrollando un disco que tiene mucho de cuerdas, atmósferas y lo más importante quizás... corazón.
Alegría a fin de cuentas, como esa que muestra la portada del disco, Tony Wilson, Señor Manchester, una parte de la historia, como en los viejos buenos tiempos, "... si su espíritu pedura -lo cual me gusta pensar- quiero que sepa que esto fue hecho para él" (Vini Reilly, 2010).
Raúl Cabrera Hidalgo.
VAMPIRE WEEKENDContra
xl recordings, 2010
Segundo disco que estos mozuelos neoyorquinos nos entregan, 2 años después de su homónimo del 2008, el que ya lucía sus brillantes momentos -así mismo algunos más prescindibles también- además de ser una revelación instantánea; es justamente de estos aciertos de los que se alimenta "Contra", explorando aun más su faceta de ritmos semi africanos o caribeños y su forma particular de abordarlos que hace pensar en una extraña cruza entre Panda Bear y Harry Belafonte, apadrinados por Brian Wilson por cierto. Vampire Weekend (el nombre sale de una película amateur que hiciera Ezra Koenig y cía. en sus tiempos de compañeros en la universidad de Columbia, donde Koenig hace de Walcott), en este refrescante LP nos invitan a bailar descalzos en un agitado atardecer, a añorar las estaciones estivales, a disfrutar lo bonito de esta vida y olvidarnos de todo lo que la enturbia, un buen rato. Estos 4 chicos buenos -al menos menos en apariencia- han venido a reafimar y superar con creces todo el revuelo suscitado desde sus inicios, y es que se puede ver -oír, sentir- en la esencia de sus canciones lo que no se trata para nada de un mero producto de laboratorio; sus melodías evocadoras y nostalgias veraniegas conquistan de inmediato, pero la magia perdura.... esto queda en evidencia al verlos en vivo (ver registros de la "soireé de poche" que protagonizaron donde con los mínimos recursos armaron la fiesta y dejaron a los asistentes pidiendo más...) donde se ve la naturalidad con que crean todo este encanto.
Todo este encandilamiento tiene mucho que ver con el carisma inocente del vocalista/guitarrista Ezra Koenig con su voz brillante y juguetona y también con la producción del tecladista Rostam Batmanglij, quienes en este álbum profundizan su talento cuidando cada detalle, sin desmerecer por supuesto la sección rítmica -Chris Tomson en batería y Chris Baio en bajo- que sin duda dan en el clavo.
Horchata, White Sky, California English, Cousins y Diplomat's Son, son algunos destellos imperdibles.
Buenas Vibraciones.
Viter Suit.
HIGH PLACESHigh Places Vs. Mankind
thrill jockey, 2010
Siempre fueron especiales, High Places apareció en la escena psych-folk-noise de Brooklyn en 2006 con algunos cdr's autoproducidos, hasta que Thrill Jockey acogió a este joven dúo primitivista formado por Mary Pearson y Rob Barber, publicando en 2008: "03/07 - 09/07" (compilado de trabajo anteriores) y "High Places" su esperado y mágico primer disco.
Y no se equivocaron, desde la primera escucha en "High Places Vs. Mankind" se hace presente la atracción, un segundo álbum cautivador, por supuesto que han depurado los bordes, pero para bien, ha habido un crecimiento natural y no se trata que dejen de lado el aparataje marginal, ni la vocación experimental, solo lo han ordenado de manera maestra, entregando una espesura y contundencia que sorprende, parecen haber entrado en el mundo real con una seguridad aplastante.
Todo el cuerpo sonoro ha ganado, las bases percusivas son minimalistas pero caen bendecidas y los ruidillos aparecen como en una visión psicotrópica, la voz de Mary ahora deslumbra con una dulzura inquietante, abordando temas como las relaciones humanas, las adicciones y la muerte, versatilidad vocal que se apodera de los ambientes, impregnándolos de drama, oscuridad y belleza según amerite el movimiento, mientras Rob se mantiene inmerso en una instrumentación intuitiva y paranormal.
El disco entero se mueve dentro de un concepto musical definido, entre el ruido embellecido y las cadencias fulminantes, partiendo por el dub electrónico de "The Longest Shadows", un sacudimiento malicioso que se esconde tras orfebrería pop y la voz de Mary acercándose hacia 4AD de manera perfecta, más lejos llega con "On Giving Up", algo más bailable con percusiones y ambientes viciados a la manera de Laika, Bowery Electric o Pram.
El ramaje se torna más espeso a partir de "She's A Wild Horse", canción oscura y lenta, con la que nos introducen hasta un bosque encantado, guiados por un espíritu que susurra entre árboles y pajarillos digitales, de pronto el paisaje se abre y entramos en un ritual extraño.
Los drones y la repetición se hacen notar en "The Channon", la conexión con la naturaleza vital de la que hacían gala en su disco debut, los ambientes vacuos y la raiz exploratoria que también sentimos en "Canada", retorna lo más alucinante de This Mortal Coil y el brebaje va dejando su huella en el auditor, no podemos parar y seguimos adelante con la adicción.
Como no citar la inductiva "On A Hill in A Bed On a Road In a House", un latigazo a la conciencia misma, base dura entrecortada y una guitarra malsana que pareciera mostrar un final, mientras un canto etéreo revolotea en altura, repetitivo como una plegaria, ruidos y ritmo tribal nuevamente adornando.
Así todo el rato, High Places nos entrega una obra de esas que dejan surcos, hendiduras y puertas por donde apreciar la creación musical desde otros puntos, nada ha quedado al azar y todo está siempre en un constante movimiento, sencillo pero gigante, un disco maravilloso.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Y no se equivocaron, desde la primera escucha en "High Places Vs. Mankind" se hace presente la atracción, un segundo álbum cautivador, por supuesto que han depurado los bordes, pero para bien, ha habido un crecimiento natural y no se trata que dejen de lado el aparataje marginal, ni la vocación experimental, solo lo han ordenado de manera maestra, entregando una espesura y contundencia que sorprende, parecen haber entrado en el mundo real con una seguridad aplastante.
Todo el cuerpo sonoro ha ganado, las bases percusivas son minimalistas pero caen bendecidas y los ruidillos aparecen como en una visión psicotrópica, la voz de Mary ahora deslumbra con una dulzura inquietante, abordando temas como las relaciones humanas, las adicciones y la muerte, versatilidad vocal que se apodera de los ambientes, impregnándolos de drama, oscuridad y belleza según amerite el movimiento, mientras Rob se mantiene inmerso en una instrumentación intuitiva y paranormal.
El disco entero se mueve dentro de un concepto musical definido, entre el ruido embellecido y las cadencias fulminantes, partiendo por el dub electrónico de "The Longest Shadows", un sacudimiento malicioso que se esconde tras orfebrería pop y la voz de Mary acercándose hacia 4AD de manera perfecta, más lejos llega con "On Giving Up", algo más bailable con percusiones y ambientes viciados a la manera de Laika, Bowery Electric o Pram.
El ramaje se torna más espeso a partir de "She's A Wild Horse", canción oscura y lenta, con la que nos introducen hasta un bosque encantado, guiados por un espíritu que susurra entre árboles y pajarillos digitales, de pronto el paisaje se abre y entramos en un ritual extraño.
Los drones y la repetición se hacen notar en "The Channon", la conexión con la naturaleza vital de la que hacían gala en su disco debut, los ambientes vacuos y la raiz exploratoria que también sentimos en "Canada", retorna lo más alucinante de This Mortal Coil y el brebaje va dejando su huella en el auditor, no podemos parar y seguimos adelante con la adicción.
Como no citar la inductiva "On A Hill in A Bed On a Road In a House", un latigazo a la conciencia misma, base dura entrecortada y una guitarra malsana que pareciera mostrar un final, mientras un canto etéreo revolotea en altura, repetitivo como una plegaria, ruidos y ritmo tribal nuevamente adornando.
Así todo el rato, High Places nos entrega una obra de esas que dejan surcos, hendiduras y puertas por donde apreciar la creación musical desde otros puntos, nada ha quedado al azar y todo está siempre en un constante movimiento, sencillo pero gigante, un disco maravilloso.
Raúl Cabrera Hidalgo.
BLESSURE GRAVEJudged By 12, Carried By 6
release the bats, 2010
Reyna Kay y T. Grave fundaron Blessure Grave a comienzos de 2008 en San Diego, California, desde la edición de "An Understanding Of Nothing" (drown in the grown, 2009), -vinilo que compartieron con las agrupaciones Cold Cave y Crocodiles- les hemos venido siguiendo la pista de manera casi enfermiza, como en un hechizo, uno queda atado a este sonido herido y marginal.
Una especie de darkwave lo-fi, canciones de poco minutaje que recuerdan los primeros 80s', no ocultan su amor por Christian Death, Death In June, Cocteau Twins y The Cure.
Luego de publicar varios trabajos cortos, ahora podemos disfrutar de Blessure Grave en formato extendido, "Judged By 12, Carried By 6" es su álbum debut, una concentración de amargura y frustación, bombas de odio que caen con toda su crudeza y malicia sobre el auditor, han tomado lo más insano del post-punk, le han impregnado distancia y voces de ultratumba, para crear el reflejo exacto de un mundo apocalíptico que da su últimas patadas.
16 tracks que no sobrepasan los 3 minutos, encontramos ritmos marciales, ruido abrasivo a cada paso como los primeros Swans, T.Grave canta como predicardor malvado, peligroso, mientras que Reyna aparece con un grito histérico afirmando la esencia, las guitarras aturden, casi siempre machacantes, el recorrido entero pareciera acercarse a las ruinas de un tiempo pretérito que permanece perdido en la memoria, no hay descanso en el subterráneo polvoriento que ellos vienen a develar y allí se encuentran estas piedras oscuras... "Stop Breathing", "In My Mind", "The Cycle" o "Hindsight", féretros entreabiertos, nubes de devastación y una danza funeraria que sacude cualquier indecisión, terminan con una espartana versión de "City Light", de los desaparecidos The Shadow Ring.
Perdiéndole el miedo al concepto gótico, Blessure Grave destapa una nueva escena en expansión, plagada de bandas destacadas que han tomado a la oscuridad como impulso vital, anoten estos nombres: Cult Of Youth, Twin Crystals, Awen, Altar Of Flies, /Tense/ y Lust For Youth.
Nubes de lluvia y tiempo frío.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Una especie de darkwave lo-fi, canciones de poco minutaje que recuerdan los primeros 80s', no ocultan su amor por Christian Death, Death In June, Cocteau Twins y The Cure.
Luego de publicar varios trabajos cortos, ahora podemos disfrutar de Blessure Grave en formato extendido, "Judged By 12, Carried By 6" es su álbum debut, una concentración de amargura y frustación, bombas de odio que caen con toda su crudeza y malicia sobre el auditor, han tomado lo más insano del post-punk, le han impregnado distancia y voces de ultratumba, para crear el reflejo exacto de un mundo apocalíptico que da su últimas patadas.
16 tracks que no sobrepasan los 3 minutos, encontramos ritmos marciales, ruido abrasivo a cada paso como los primeros Swans, T.Grave canta como predicardor malvado, peligroso, mientras que Reyna aparece con un grito histérico afirmando la esencia, las guitarras aturden, casi siempre machacantes, el recorrido entero pareciera acercarse a las ruinas de un tiempo pretérito que permanece perdido en la memoria, no hay descanso en el subterráneo polvoriento que ellos vienen a develar y allí se encuentran estas piedras oscuras... "Stop Breathing", "In My Mind", "The Cycle" o "Hindsight", féretros entreabiertos, nubes de devastación y una danza funeraria que sacude cualquier indecisión, terminan con una espartana versión de "City Light", de los desaparecidos The Shadow Ring.
Perdiéndole el miedo al concepto gótico, Blessure Grave destapa una nueva escena en expansión, plagada de bandas destacadas que han tomado a la oscuridad como impulso vital, anoten estos nombres: Cult Of Youth, Twin Crystals, Awen, Altar Of Flies, /Tense/ y Lust For Youth.
Nubes de lluvia y tiempo frío.
Raúl Cabrera Hidalgo.
KONNTINENTOpal Island
home normal, 2010
Cada cierto determinado tiempo aparecen agrupaciones que desafían las convencionalidades del aspecto sonoro y musical, refugiándose en una raiz intuitiva y personal, es el caso de Konntinent, proyecto del músico inglés Antony Harrison, que el año recién pasado nos fascinara con las texturas de "Degrees, Integers".
Ahora con "Opal Island" extiende el manto nuevamente, haciéndonos recorrer con sus sonoridades un paisaje alejado y desconocido, electrónica sútil, glitches, field recordings y notas de guitarra entregadas como pinceladas de un óleo abstracto inconcluso, todo envuelto en ambientes blancos que flotan libres en una lentitud solitaria.
En algunos de estos sitios, decaen vocalizaciones furtivas como en "Dry Eyed", con Lisa Madisson surcando una llovizna que arrulla, el mismo Harrison se deja oír en forma de susurro digitalizado en cortes como "44 55 33" y "Numeral", no perdiendo nunca el control, una intensidad huérfana que mantiene las estructuras sonoras a distancia considerable, sin embargo es imposible no dejarse llevar ante tal vastedad, mirando al mar calmo como construye su propia sinfonía natural.
El aparataje maquinal ha logrado traducir las horas lentas del silencio, el movimiento circulatorio de la sangre que llena el cuerpo, el invisible y estoico trayecto de una estrella.
Buena droga.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Ahora con "Opal Island" extiende el manto nuevamente, haciéndonos recorrer con sus sonoridades un paisaje alejado y desconocido, electrónica sútil, glitches, field recordings y notas de guitarra entregadas como pinceladas de un óleo abstracto inconcluso, todo envuelto en ambientes blancos que flotan libres en una lentitud solitaria.
En algunos de estos sitios, decaen vocalizaciones furtivas como en "Dry Eyed", con Lisa Madisson surcando una llovizna que arrulla, el mismo Harrison se deja oír en forma de susurro digitalizado en cortes como "44 55 33" y "Numeral", no perdiendo nunca el control, una intensidad huérfana que mantiene las estructuras sonoras a distancia considerable, sin embargo es imposible no dejarse llevar ante tal vastedad, mirando al mar calmo como construye su propia sinfonía natural.
El aparataje maquinal ha logrado traducir las horas lentas del silencio, el movimiento circulatorio de la sangre que llena el cuerpo, el invisible y estoico trayecto de una estrella.
Buena droga.
Raúl Cabrera Hidalgo.
GROUPER / ROY MONTGOMERYSplit
root strata, 2010
Esta unión es un regalo, juntar a dos creadores de ambientes tan inspirados como la chica de Portland, Liz Harris aka Grouper y el guitarrista neozelandés Roy Montgomery (Dissolve, The Pin Group) no es una casualidad, ambos han descrito universos ruidistas que destacan por su belleza y personalidad, de seguro una admiración mutua que traspasa los estilos y los años ha hecho posible este jardín.
Ella siempre muy dada a los splits y colaboraciones, ya la tuvimos con Inca Ore, Pumice, City Center y hace poco con Xela, ahora aprovecha la ocasión para confiarnos su Ep "Vessel", siempre cubriendo su canto de sirena con capas de estática y pedales manipulados, mutando todo en otro cuerpo, ahora eso sí totalmente entregada a las armonías de cristal, fina muñeca de laboratorio que seduce con el viento blanco de "Hollow Press", luego la canción infantil oscura que da nombre al Ep, no hace más que sumergirnos en ese fango de miel ofrendado al silencio, remata con la exquisita "Hold The Way", piano tratado y una voz que se acerca hasta besarnos.
El Señor Montgomery mientras tanto ventila una versión diferente de "Fantasia On A Theme By Sandy Bull", tema que apareciera originalmente en el trabajo "Harmony Of The Spheres", publicado por el sello Drunken Fish en 1996 -donde también encontramos a Bardo Pond, Flying Saucer Attack, Loren Connors y Jessamine-, 18 minutos de viaje por las profundidades submarinas creadas por la guitarra de Roy.
Conjunción estelar irrepetible.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Escucha El Sueño del Esquimal, los jueves desde las 21 hrs, transmitiendo desde Radio Placeres 87.7 fm para Valparaíso y sus alrededores, también online para el resto de este y los otros mundos.
Ella siempre muy dada a los splits y colaboraciones, ya la tuvimos con Inca Ore, Pumice, City Center y hace poco con Xela, ahora aprovecha la ocasión para confiarnos su Ep "Vessel", siempre cubriendo su canto de sirena con capas de estática y pedales manipulados, mutando todo en otro cuerpo, ahora eso sí totalmente entregada a las armonías de cristal, fina muñeca de laboratorio que seduce con el viento blanco de "Hollow Press", luego la canción infantil oscura que da nombre al Ep, no hace más que sumergirnos en ese fango de miel ofrendado al silencio, remata con la exquisita "Hold The Way", piano tratado y una voz que se acerca hasta besarnos.
El Señor Montgomery mientras tanto ventila una versión diferente de "Fantasia On A Theme By Sandy Bull", tema que apareciera originalmente en el trabajo "Harmony Of The Spheres", publicado por el sello Drunken Fish en 1996 -donde también encontramos a Bardo Pond, Flying Saucer Attack, Loren Connors y Jessamine-, 18 minutos de viaje por las profundidades submarinas creadas por la guitarra de Roy.
Conjunción estelar irrepetible.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Escucha El Sueño del Esquimal, los jueves desde las 21 hrs, transmitiendo desde Radio Placeres 87.7 fm para Valparaíso y sus alrededores, también online para el resto de este y los otros mundos.
aquí video de la mencionada "Soirée de poche" (velada de bolsillo) de Vampire Weekend:
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