Cuando llegue el tan manoseado 'final de la música' verán a un esquimal escarbando entre montones de cassettes, cintas, vinilos rotos y cds fracturados, de seguro quedará una voz, quizás algún ruidillo.
(un humilde tributo para The Doors y para los que creen que aún no está todo dicho en materia musical)
LILIUMFelt
glitterhouse, 2010.
Desde hace tiempo que Lilium es el vehículo para la creación personal del músico Pascal Humbert (también en Woven Hand), desde Colorado, Texas, mostrando el más árido pasillo del sonido americano profundo, rural y punzante, con estas canciones no es difícil pensar en esas carreteras desoladas y en pueblos que desaparecen con el viento, tonalidad esencial que nos introduce por ambientes cálidos pero a la vez turbadores y arriesgados.
Hace 7 años que Lilium publicó "Short Stories", ahora "Felt" cierra una trilogía que había comenzado en 2001 con "Transmission Of All The Good-Byes", todos editados por el sello alemán Glitterhouse, trabajos conceptuales y maravillosos donde junto a Humbert intervienen una gran cantidad de artistas y cantantes, ampliando el efecto mágico que contienen estas canciones.
Se abre "Felt" con "Right Where You Are" y una guitarra con pedal steel fronterizo, de entrada un brisa fresca nos golpea junto a la voz turbia del ex-Bad Seeds, Hugo Race, que colabora de gran forma a lo largo del disco, entregando aún más hondura a estos trayectos salvajes, mientras una trompeta nos despide en el atardecer junto al desierto de Mojave.
Con Thomas Belhom de Tindersticks en las percusiones ralentizadas y la vieja conocida Kal Cahoone en la voz (ya había estado en "Short Stories"), Lilum desliza una de las canciones más bellas del disco, "Mama Bird", inspirado trazo sincopado, la cruza perfecta entre Mazzy Star y Calexico, desde el Norte y con cariño.
A esta altura ya se hace super destacada la participación de Christian Lachevelet en las trompetas y Vassilli Cailliosse en steel guitar, con sus adornos nos llevan directo hasta la imagen de la portada, no pudieron elegir una mejor.
Más los instrumentales de Pascal Humbert, siempre descriptivos y vívidos, el disco ha sido grabado entre Colorado, Francia y Canadá, pero no deja nunca la fibra ácida de folk tejano, inquietante y esculpido con elegancia. Hasta hace gala de ejercicios profundos y experimentales como "Amsterdam-Paris", abismo cadencioso de 7 minutos con Bruno Green como co-piloto navegando en la densidad maquinal.
Viaje de carreteras y posadas junto a un grupo selecto de amistades, alejándose del aceleramiento y descontrol de las grandes ciudades, volviendo a la raiz de una melodía que resuena en la distancia, música descriptiva y lárica... primavera de arenales.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Hace 7 años que Lilium publicó "Short Stories", ahora "Felt" cierra una trilogía que había comenzado en 2001 con "Transmission Of All The Good-Byes", todos editados por el sello alemán Glitterhouse, trabajos conceptuales y maravillosos donde junto a Humbert intervienen una gran cantidad de artistas y cantantes, ampliando el efecto mágico que contienen estas canciones.
Se abre "Felt" con "Right Where You Are" y una guitarra con pedal steel fronterizo, de entrada un brisa fresca nos golpea junto a la voz turbia del ex-Bad Seeds, Hugo Race, que colabora de gran forma a lo largo del disco, entregando aún más hondura a estos trayectos salvajes, mientras una trompeta nos despide en el atardecer junto al desierto de Mojave.
Con Thomas Belhom de Tindersticks en las percusiones ralentizadas y la vieja conocida Kal Cahoone en la voz (ya había estado en "Short Stories"), Lilum desliza una de las canciones más bellas del disco, "Mama Bird", inspirado trazo sincopado, la cruza perfecta entre Mazzy Star y Calexico, desde el Norte y con cariño.
A esta altura ya se hace super destacada la participación de Christian Lachevelet en las trompetas y Vassilli Cailliosse en steel guitar, con sus adornos nos llevan directo hasta la imagen de la portada, no pudieron elegir una mejor.
Más los instrumentales de Pascal Humbert, siempre descriptivos y vívidos, el disco ha sido grabado entre Colorado, Francia y Canadá, pero no deja nunca la fibra ácida de folk tejano, inquietante y esculpido con elegancia. Hasta hace gala de ejercicios profundos y experimentales como "Amsterdam-Paris", abismo cadencioso de 7 minutos con Bruno Green como co-piloto navegando en la densidad maquinal.
Viaje de carreteras y posadas junto a un grupo selecto de amistades, alejándose del aceleramiento y descontrol de las grandes ciudades, volviendo a la raiz de una melodía que resuena en la distancia, música descriptiva y lárica... primavera de arenales.
Raúl Cabrera Hidalgo.
THE BOOKSThe Way Out
temporary residence, 2010
Esperado retorno de una de las agrupaciones más marcianas de Nueva York, The Books el dúo formado por Paul De Jong y Nick Zammuto, nunca han defraudado, al revés siempre encandilan con su sonido fragmentado, extraño y paranormal, ahora en "The Way Out" su cuarto álbum, regresan con esa fragilidad disparatada, interviniendo y desfigurando sus canciones con samples (verdaderos maestros en la ejecución), ruidos y orfebrería experimental.
Si lo que quieres es abandonar por un buen rato la normalidad, andate haciendo de este trabajo porque te sanará sin lugar para el aburrimiento, estos tipos tienen una habilidad especial para hacer del mundo real una selva alucinante y despiadada.
Tan despiertos han dejado la cuna del sello Tomlab (que editó sus tres trabajos anteriores) para caer en la tormenta post-todo de Temporary Residence (Mono, Eluvium, The Black Heart Procession, Envy, etc.) y le sacan lustre al trayecto, toman y disparan parlamentos, gritos, voces, disparos, ejecuciones y un amplio arco de rarezas atonales entre medio de trazos sonoros intuitivos, una carga de sampledelia apocalíptica que no suelta nunca nuestra atención.
Como unos Devo venidos del futuro le dan cuerda a artefactos quejumbrosos sacados del post rock, la música de cámara, el krautrock y la abstracción, trasformándolos en pequeñas piezas de arte enfermo, que miran sólo una dirección, su propio mundo de expresión.
Y nos llevan en el aire con "Group Autogenics I" una especie de remanso necro a la vieja usanza de los siempre muy citados His Name Is Alive, pero con un charlatán predicando en primer plano, mientras que por debajo se va desarrollando la música expansiva (podría ser Gastr Del Sol) junto a una voz femenina y volátil, también a ratos caen cosas y suenan ruiditos.
Son 14 canciones, algunas verdaderas miniaturas o preámbulos, dejando claro su gusto por el hip hop del que rescatan muchas veces estructuras, bases y vocalizaciones, mimetizadas por supuesto en el barullo constante como en "I Didn't Know That" y "The Story Of Hip Hop".
Los alquimistas del sonido continúan con la jugarreta y nos introducen por un bosque de voces infantiles en "A Cold Frezzin' Night", los ritmos son minimalistas a la manera de Neu! o The Field, mientras atrás encontramos millones de resonancias diminutas cercanas al techno-pop, bella gimnasia de apariencias que nos deja a tono con esta juguera que se mueve sin control alguno.
Y seguiremos desde allá para acá y viceversa con esta electrónica diseminada y zamarreada a mil, como si algún virtuoso filosófico quisiera estrujar nuestro presente esquematizado y desplegarlo en pequeñas calugitas de realidad mejorada, como un regalo que aparece salvador en la niebla rutinaria, este es "Free Translator", la mejor canción del disco con ese sample vocal que se queda contigo para caminar, funcionar y pensar.
Avezados y carismáticos seres que re-utilizan una amplia y extravagante discografía, The Books y 4 discos en más de una década de existencia, la droga lenta y el espasmo redentor.
Otra Vez Geniales!
Raúl Cabrera Hidalgo.
Si lo que quieres es abandonar por un buen rato la normalidad, andate haciendo de este trabajo porque te sanará sin lugar para el aburrimiento, estos tipos tienen una habilidad especial para hacer del mundo real una selva alucinante y despiadada.
Tan despiertos han dejado la cuna del sello Tomlab (que editó sus tres trabajos anteriores) para caer en la tormenta post-todo de Temporary Residence (Mono, Eluvium, The Black Heart Procession, Envy, etc.) y le sacan lustre al trayecto, toman y disparan parlamentos, gritos, voces, disparos, ejecuciones y un amplio arco de rarezas atonales entre medio de trazos sonoros intuitivos, una carga de sampledelia apocalíptica que no suelta nunca nuestra atención.
Como unos Devo venidos del futuro le dan cuerda a artefactos quejumbrosos sacados del post rock, la música de cámara, el krautrock y la abstracción, trasformándolos en pequeñas piezas de arte enfermo, que miran sólo una dirección, su propio mundo de expresión.
Y nos llevan en el aire con "Group Autogenics I" una especie de remanso necro a la vieja usanza de los siempre muy citados His Name Is Alive, pero con un charlatán predicando en primer plano, mientras que por debajo se va desarrollando la música expansiva (podría ser Gastr Del Sol) junto a una voz femenina y volátil, también a ratos caen cosas y suenan ruiditos.
Son 14 canciones, algunas verdaderas miniaturas o preámbulos, dejando claro su gusto por el hip hop del que rescatan muchas veces estructuras, bases y vocalizaciones, mimetizadas por supuesto en el barullo constante como en "I Didn't Know That" y "The Story Of Hip Hop".
Los alquimistas del sonido continúan con la jugarreta y nos introducen por un bosque de voces infantiles en "A Cold Frezzin' Night", los ritmos son minimalistas a la manera de Neu! o The Field, mientras atrás encontramos millones de resonancias diminutas cercanas al techno-pop, bella gimnasia de apariencias que nos deja a tono con esta juguera que se mueve sin control alguno.
Y seguiremos desde allá para acá y viceversa con esta electrónica diseminada y zamarreada a mil, como si algún virtuoso filosófico quisiera estrujar nuestro presente esquematizado y desplegarlo en pequeñas calugitas de realidad mejorada, como un regalo que aparece salvador en la niebla rutinaria, este es "Free Translator", la mejor canción del disco con ese sample vocal que se queda contigo para caminar, funcionar y pensar.
Avezados y carismáticos seres que re-utilizan una amplia y extravagante discografía, The Books y 4 discos en más de una década de existencia, la droga lenta y el espasmo redentor.
Otra Vez Geniales!
Raúl Cabrera Hidalgo.
Cuantas veces debemos caer en este espejismo constante a que nos somete el colectivo de Tampa, Florida, Windsor For The Derby más de 15 años en activo y si les acompañaste en sus comienzos de post rock aislacionista, después con el cuerpo sólido y florido de "The Emotional Rescue Lp" de 2002, para caer en la trilogía siniestra de post-punk para Secretly Canadian, no te quedará más que volver a alentar la plegaria, esta vez "contra el amor".
Con Dan Matz y Jason McNeely siempre a la cabeza del destructor, "Against Love" pareciera como un fresco amanecer para la banda, se han despojado nuevamente de viejas vestiduras, acá su música se expande y dilata siempre contrariando los mandamientos del tiempo y los estlios, adelantarse en ellos es retractivar, volver a darle cuerpo al silencio y las estructuras de canción deslavada, es ahí cuando arremeten con la espacial y distante "Autumn Song" quedan en el paso lastimero de unos Yo La Tengo con la pena larga y con la mirada perdida en los antiguos Mercury Rev, así de pegados y desafiantes, una pura estructura del dolor tendida en capas espesas de guitarra distorsionada y base rítmica minimal, cuerpo duro y lleno de conflictos que se desgrana de a poco, lentamente flagelando como un amor desperdiciado y extraviado.
Hay algo que se repite en las vocalizaciones de Dan Matz, esa tristeza intensa que se mueve sigilosa en su interpretación y que termina consumiéndote por completo, muestra clara dejada en canciones como "After Love" y "Queen Of The Sun", ya no hay regreso.
Sabemos que Windsor For The Derby se manejan en la órbita del desgarro emancipado y después de unas cuantas gotas de amargura vendrá nuevamente el sol, un sol de invierno en todo caso que podemos sentir en "Our Lover's A Calamity" (a pesar del título) con esos tecladitos pulsados a un dedo tan The Cure.
Y así se va contorneando un disco lleno de claroscuros, oscilaciones que nos cubren y gratifican a pesar de la naturaleza mortecina de los temas, nunca tan siniestros como para dejarte en despoblado, pero digamos que aunque luchen con la oscuridad se les sale por los costados de esta creación sensitiva y bien construida, quizás por eso siempre se han mantenido como un buen secreto guardado para pocos, hermosos y alejados.
Colinas frías que resplandecen.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Con Dan Matz y Jason McNeely siempre a la cabeza del destructor, "Against Love" pareciera como un fresco amanecer para la banda, se han despojado nuevamente de viejas vestiduras, acá su música se expande y dilata siempre contrariando los mandamientos del tiempo y los estlios, adelantarse en ellos es retractivar, volver a darle cuerpo al silencio y las estructuras de canción deslavada, es ahí cuando arremeten con la espacial y distante "Autumn Song" quedan en el paso lastimero de unos Yo La Tengo con la pena larga y con la mirada perdida en los antiguos Mercury Rev, así de pegados y desafiantes, una pura estructura del dolor tendida en capas espesas de guitarra distorsionada y base rítmica minimal, cuerpo duro y lleno de conflictos que se desgrana de a poco, lentamente flagelando como un amor desperdiciado y extraviado.
Hay algo que se repite en las vocalizaciones de Dan Matz, esa tristeza intensa que se mueve sigilosa en su interpretación y que termina consumiéndote por completo, muestra clara dejada en canciones como "After Love" y "Queen Of The Sun", ya no hay regreso.
Sabemos que Windsor For The Derby se manejan en la órbita del desgarro emancipado y después de unas cuantas gotas de amargura vendrá nuevamente el sol, un sol de invierno en todo caso que podemos sentir en "Our Lover's A Calamity" (a pesar del título) con esos tecladitos pulsados a un dedo tan The Cure.
Y así se va contorneando un disco lleno de claroscuros, oscilaciones que nos cubren y gratifican a pesar de la naturaleza mortecina de los temas, nunca tan siniestros como para dejarte en despoblado, pero digamos que aunque luchen con la oscuridad se les sale por los costados de esta creación sensitiva y bien construida, quizás por eso siempre se han mantenido como un buen secreto guardado para pocos, hermosos y alejados.
Colinas frías que resplandecen.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Noveller se trata de la artista de imagenes y sonidos Sarah Lipstate, desde Brooklyn viene plasmando hace un tiempo su mirada sobre la música experimental, colaboradora incesante de gente como Glenn Branca, Rhys Chartam, Carla Bozulich y Cold Cave, de todos a tomado un poquito.
En este proyecto particular da rienda suelta a sus aspiraciones vanguardistas, hurgando en los prados distanciados de una guitarra tratada por pedales, el aparataje sucio en "Desert Fires" lo deja de lado, aquí ha querido introducirse en la raiz misma del eco mántrico, una luz que se eleva no mirando atrás, cada paso es una nueva aparición, la guitarra que dibuja desde el silencio otra morada, sus espacios no salen nunca del ensueño, del vapor amanecido, pareciera por momentos acercarse hasta la música cinemática pero Noveller se separa más aún, el disco cuenta de sólo 6 tracks que podrían mutarse en un solo concepto, la lejanía, el tiempo que se estanca en esta armadura arcaica, hay aspectos que podrían situarla cerca de las ornamentaciones orientales en la música, no es disparatado pensar en Ghost, Acid Mother Temple & The Cosmic Inferno y esas cosas.
Siguiendo a los precursores en el desarme del ruido, su fragmentación necesaria, el despiste y la curva, un disco que viene desde otro tiempo, dimensión paralela.
Raúl Cabrera Hidalgo.
En este proyecto particular da rienda suelta a sus aspiraciones vanguardistas, hurgando en los prados distanciados de una guitarra tratada por pedales, el aparataje sucio en "Desert Fires" lo deja de lado, aquí ha querido introducirse en la raiz misma del eco mántrico, una luz que se eleva no mirando atrás, cada paso es una nueva aparición, la guitarra que dibuja desde el silencio otra morada, sus espacios no salen nunca del ensueño, del vapor amanecido, pareciera por momentos acercarse hasta la música cinemática pero Noveller se separa más aún, el disco cuenta de sólo 6 tracks que podrían mutarse en un solo concepto, la lejanía, el tiempo que se estanca en esta armadura arcaica, hay aspectos que podrían situarla cerca de las ornamentaciones orientales en la música, no es disparatado pensar en Ghost, Acid Mother Temple & The Cosmic Inferno y esas cosas.
Siguiendo a los precursores en el desarme del ruido, su fragmentación necesaria, el despiste y la curva, un disco que viene desde otro tiempo, dimensión paralela.
Raúl Cabrera Hidalgo.
De regreso el dub industrial desde Birmingham, Inglaterra, Mick Harris aka Scorn el ex-baterista de Napalm Death y creador de Lull entre otras deformidades.
13° disco de estudio y sigue manifestando distinción, un gusto único por la penumbra y la danza fraccionada, corrupta y enseguecida, vuelve el retorcimiento y la espesura, ya no van con Scorn las etiquetas de dubstep, breakcore, electrónica marcial y tantas otras, de que sirven si Mick Harris hace años ya escribió la letra gruesa en el sonido maquinal profundo y ralentizado, como olvidar "Evanescence" de 1994 y los discos que lo siguieron, "Refuse; Start Fires" viene sólo a distanciar más esta plataforma áspera, canciones como "Then Woke" y "Takes Someone Eye Out" suenan como una manifestación sacada desde un pozo sombrío y abominable, fuerte, corporal y terriblemente venenoso no hace más que perforar los simientos mismos de esa supuesta conciencia que arrastramos.
El 'metalero abstracto' con todo su odio concentrado ante un mundo plástico, superficial y marchito, tiene razón en escaparse cada vez más en los desarrollos, afilando el puñal para el asesinato de la inteligencia emocional, ya no hay dudas, Scorn es el cadalso mismo y para bien, con la seguridad del combatiente de la muerte (ver portada del disco por favor) inmerso en los zumbidos del tiempo final.
Esto es sangrar sobre aparatos.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Y atención que esta semana parte la nueva sección: "Caminando Por La Costa" con Franco Milesi en El Sueño del Esquimal, a la búsqueda de nuevos mundos contemplativos y resonancias cósmicas.
Philip Sulidae es un músico australiano que usa el ambient como experimentación. Basando el drone como artefacto aislacionista cósmico llevándolo a terrenos post industriales que alcanza una sensación casi diria yo melancólica, su nuevo álbum "An High Land" está sumergido en texturas obscuras y atmósferas profundas bajo un mar misterioso que invita al largo viaje sin retorno.
Franco Milesi.
David Tagg es un fotógrafo y musico ambient norteamericano que usa los paisajes como via de resonancia experimental, donde el viaje nos muestra algo que se va pavimentando sobre texturas sólidas llenas de impresionismo mágico surrealista a base de drones y minimalismo hipnótico. En este su último álbum "Pentecost" asi lo demuestra, como para creer que las posibilidades aún están intactas en el espacio y en el tiempo.
Franco Milesi.
El Sueño del Esquimal se transmite todos los jueves desde las 21 hrs. por Radio Placeres 87.7 fm para Valparaíso y sus alrededores, on-line para todo el planeta en radioplaceres.cl
13° disco de estudio y sigue manifestando distinción, un gusto único por la penumbra y la danza fraccionada, corrupta y enseguecida, vuelve el retorcimiento y la espesura, ya no van con Scorn las etiquetas de dubstep, breakcore, electrónica marcial y tantas otras, de que sirven si Mick Harris hace años ya escribió la letra gruesa en el sonido maquinal profundo y ralentizado, como olvidar "Evanescence" de 1994 y los discos que lo siguieron, "Refuse; Start Fires" viene sólo a distanciar más esta plataforma áspera, canciones como "Then Woke" y "Takes Someone Eye Out" suenan como una manifestación sacada desde un pozo sombrío y abominable, fuerte, corporal y terriblemente venenoso no hace más que perforar los simientos mismos de esa supuesta conciencia que arrastramos.
El 'metalero abstracto' con todo su odio concentrado ante un mundo plástico, superficial y marchito, tiene razón en escaparse cada vez más en los desarrollos, afilando el puñal para el asesinato de la inteligencia emocional, ya no hay dudas, Scorn es el cadalso mismo y para bien, con la seguridad del combatiente de la muerte (ver portada del disco por favor) inmerso en los zumbidos del tiempo final.
Esto es sangrar sobre aparatos.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Y atención que esta semana parte la nueva sección: "Caminando Por La Costa" con Franco Milesi en El Sueño del Esquimal, a la búsqueda de nuevos mundos contemplativos y resonancias cósmicas.
Philip Sulidae es un músico australiano que usa el ambient como experimentación. Basando el drone como artefacto aislacionista cósmico llevándolo a terrenos post industriales que alcanza una sensación casi diria yo melancólica, su nuevo álbum "An High Land" está sumergido en texturas obscuras y atmósferas profundas bajo un mar misterioso que invita al largo viaje sin retorno.
Franco Milesi.
David Tagg es un fotógrafo y musico ambient norteamericano que usa los paisajes como via de resonancia experimental, donde el viaje nos muestra algo que se va pavimentando sobre texturas sólidas llenas de impresionismo mágico surrealista a base de drones y minimalismo hipnótico. En este su último álbum "Pentecost" asi lo demuestra, como para creer que las posibilidades aún están intactas en el espacio y en el tiempo.
Franco Milesi.
El Sueño del Esquimal se transmite todos los jueves desde las 21 hrs. por Radio Placeres 87.7 fm para Valparaíso y sus alrededores, on-line para todo el planeta en radioplaceres.cl
Tokatas, Tokatas... Tokatas.
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