De arriba, de abajo y del más allá, El Sueño del Esquimal vuelve a transcribir.
Ya habían venido en 3 Ep's encarnados; Monja (2007), Perro (2008) y Madre (2009) con los que embrujaron nuestro centro helado, ahora con este primer Lp homónimo y publicado por el sello Foehn (Balago, Ursula, Apeiron) confirman ese amor a primera vista (escucha).
Blacanova es un sexteto de Sevilla, España, formado por 2 vocalistas Inés y Armando, 2 guitarras Perepi y Paco, más Fernando en batería y Manuel en bajo y teclados. Sus canciones son densas, extrañas y hasta cierto punto oscuras, pero a la vez se cuela por ellas una brisa constante de inocencia y fragilidad, en ese juego caemos y flotamos, como abriendo una compuerta hacia un mundo de fantasía donde los significados mutan entremedio de colores, palabras y sonidos que aparecen o se estiran de manera sorpresiva, intensidad y cadencias puestas con magia para que se abran los pergaminos poéticos en esas letras que absorven como un cuento infantil leído por primera vez.
Sí es verdad, hay algo de Alicia y mucho del cine de culto (Herzog, Tarkovski, Lynch, Burton) en la música de estos 6 muchachos, de ahí que pareciera que en cada canción participaramos de una pequeña historia animada o simplemente de un lugar físico en otra dimensión.
Sin ir más lejos el tema que abre el disco se llama "Serie B", comienzo calmo en el que queda claro su gusto por las guitarras envolventes del shoegazing old school, más Ride que My Bloody Valentine en todo caso, cuando aparecen las voces impacta un poco, realmente son sugestivas ambas, la de Inés muy dulce y la de Armando inductiva y sucia, sucede un interesante juego entonces que lleva a meterse en las letras, las que son inspiradas y hechizeras un poco también, como en este primer corte, "Ojala nunca te vuelva a ver si no es una de serie b. Descuartizada en ciel mil pedazos. Así es como te recordaré..."
Truculentos y desarmados ahora se vienen con la tormenta ácida de "Debe Ser", canción lenta y brumosa que nos envuelve en un paraje frío, las voces atraviesan por una historia dolorosa y familiar, "Busco el colirio en los archivos escondidos. Con los dedos de mis niños es más fácil, es tan fácil... Sólo aprieto y salen cientos", justo en ese momento caen las guitarras de una forma tan cruel como la letra misma, 7 minutos en la lejanía y el abandono de un espacio terminal, los recuerdos.
Podríamos detenernos en cada canción, observar el paisaje y quedar otra vez hipnotizados, verdaderamente es especial el manto que extienden y se vuelve adictivo, los seis músicos ahí compenetrados en el ambiente, concentración y conexión que se exhibe en "Los Buenos Tiempos" y en el cuento dark "Fátima", "En mi sueño dulce, la monja sin piernas bailaba desnuda en la boca del perro. Olias a axila de madre quemada y gritabas: Shés so eighties...". Misterios y la voz de Inés que acaricia, hacen pensar en Cocteau Twins, Luna In Caelo, Faz Roído, Sr. Chinarro y Piano Magic.
Blacanova es un territorio por descubrir para los que gustan de los bordes afilados y los refugios seductores, el terciopelo y la sangre otra vez esperando por tí, la vida misma a fin de cuentas, como en "Desgracia", "Paciencia. Abres los ojos y no ves. Así ha de ser. A tientas das con la verdad. Nunca saber".
El gran poder de la cercanía.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Blacanova es un sexteto de Sevilla, España, formado por 2 vocalistas Inés y Armando, 2 guitarras Perepi y Paco, más Fernando en batería y Manuel en bajo y teclados. Sus canciones son densas, extrañas y hasta cierto punto oscuras, pero a la vez se cuela por ellas una brisa constante de inocencia y fragilidad, en ese juego caemos y flotamos, como abriendo una compuerta hacia un mundo de fantasía donde los significados mutan entremedio de colores, palabras y sonidos que aparecen o se estiran de manera sorpresiva, intensidad y cadencias puestas con magia para que se abran los pergaminos poéticos en esas letras que absorven como un cuento infantil leído por primera vez.
Sí es verdad, hay algo de Alicia y mucho del cine de culto (Herzog, Tarkovski, Lynch, Burton) en la música de estos 6 muchachos, de ahí que pareciera que en cada canción participaramos de una pequeña historia animada o simplemente de un lugar físico en otra dimensión.
Sin ir más lejos el tema que abre el disco se llama "Serie B", comienzo calmo en el que queda claro su gusto por las guitarras envolventes del shoegazing old school, más Ride que My Bloody Valentine en todo caso, cuando aparecen las voces impacta un poco, realmente son sugestivas ambas, la de Inés muy dulce y la de Armando inductiva y sucia, sucede un interesante juego entonces que lleva a meterse en las letras, las que son inspiradas y hechizeras un poco también, como en este primer corte, "Ojala nunca te vuelva a ver si no es una de serie b. Descuartizada en ciel mil pedazos. Así es como te recordaré..."
Truculentos y desarmados ahora se vienen con la tormenta ácida de "Debe Ser", canción lenta y brumosa que nos envuelve en un paraje frío, las voces atraviesan por una historia dolorosa y familiar, "Busco el colirio en los archivos escondidos. Con los dedos de mis niños es más fácil, es tan fácil... Sólo aprieto y salen cientos", justo en ese momento caen las guitarras de una forma tan cruel como la letra misma, 7 minutos en la lejanía y el abandono de un espacio terminal, los recuerdos.
Podríamos detenernos en cada canción, observar el paisaje y quedar otra vez hipnotizados, verdaderamente es especial el manto que extienden y se vuelve adictivo, los seis músicos ahí compenetrados en el ambiente, concentración y conexión que se exhibe en "Los Buenos Tiempos" y en el cuento dark "Fátima", "En mi sueño dulce, la monja sin piernas bailaba desnuda en la boca del perro. Olias a axila de madre quemada y gritabas: Shés so eighties...". Misterios y la voz de Inés que acaricia, hacen pensar en Cocteau Twins, Luna In Caelo, Faz Roído, Sr. Chinarro y Piano Magic.
Blacanova es un territorio por descubrir para los que gustan de los bordes afilados y los refugios seductores, el terciopelo y la sangre otra vez esperando por tí, la vida misma a fin de cuentas, como en "Desgracia", "Paciencia. Abres los ojos y no ves. Así ha de ser. A tientas das con la verdad. Nunca saber".
El gran poder de la cercanía.
Raúl Cabrera Hidalgo.
ALASTAIR GALBRAITH
Mass
siltbreeze, 2010
Mass
siltbreeze, 2010
Hacía un buen tiempo que queríamos tener a este caballero, Alastair Galbraith, desde su natal Dunedin en Nueva Zelandia, músico de corazón explorativo, desbordante, experimentado creador de atmósferas que se inició a mediados de los 80s' bajo el alero del mítico sello Flying Nun, participando en agrupaciones como The Rip, Plagal Grind y A Handful Of Dust.
Desde comienzos de los 90s' que viene publicando bajo su nombre y es dueño de una sensibilidad que traspasa los sonidos que quiera intervenir, a veces entregado a los espacios circulatorios del ruido, otras tantas apegado al formato de canción mínima y lo-fi, cualquiera de las variaciones no altera el resultado, que siempre es el encantamiento.
Esta vez con "Mass" justamente más aún, porque en este trabajo muestra una libertad tremenda al entrar y salir desde los zumbidos grisáceos del viento hasta la profundidad del eco distorsionado y desde ahí a la calidez del folk austero y desnudo a mares.
22 canciones en 42 minutos y podría tratarse de una obra brillante de experimentación dispersa, en cada uno de estos agujeros va dejando esa huella amable, gratificante, ya sea cuando se adentra en el mundo mecánico de los osciladores, o cuando somete a las cuerdas a un juego arcano del cual él solamente guarda la contraseña, también nos sentimos sedados por ese aliento seco que se torna amigo en canciones como "Trees", "Poem For Moondog" (muy Labradford), "Tin Town" y la industrial "Kakistrocacy".
Como buen escultor de sonoridades toma mucho de la calle infestada, de la iglesia vieja de la campiña o desde la pieza sencilla del solitario, de cualquier forma con estos retazos de vida grafíca fielmente nuestro tiempo, transformándolo todo en un gran bosque enagenante, ritualista y cubierto de magia desconocida.
Alastair ahora se aleja entre el vuelo de los platillos volantes, el visionario penitente ha rejuntado en "Mass" buena parte de los sonidos que han cambiado las rutas generales, desde Durutti Column a Suicide, pasando por Red Krayola, Blixa Bargeld y Acid Mother Temple.
¿Te parece un nuevo despertar?.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Desde comienzos de los 90s' que viene publicando bajo su nombre y es dueño de una sensibilidad que traspasa los sonidos que quiera intervenir, a veces entregado a los espacios circulatorios del ruido, otras tantas apegado al formato de canción mínima y lo-fi, cualquiera de las variaciones no altera el resultado, que siempre es el encantamiento.
Esta vez con "Mass" justamente más aún, porque en este trabajo muestra una libertad tremenda al entrar y salir desde los zumbidos grisáceos del viento hasta la profundidad del eco distorsionado y desde ahí a la calidez del folk austero y desnudo a mares.
22 canciones en 42 minutos y podría tratarse de una obra brillante de experimentación dispersa, en cada uno de estos agujeros va dejando esa huella amable, gratificante, ya sea cuando se adentra en el mundo mecánico de los osciladores, o cuando somete a las cuerdas a un juego arcano del cual él solamente guarda la contraseña, también nos sentimos sedados por ese aliento seco que se torna amigo en canciones como "Trees", "Poem For Moondog" (muy Labradford), "Tin Town" y la industrial "Kakistrocacy".
Como buen escultor de sonoridades toma mucho de la calle infestada, de la iglesia vieja de la campiña o desde la pieza sencilla del solitario, de cualquier forma con estos retazos de vida grafíca fielmente nuestro tiempo, transformándolo todo en un gran bosque enagenante, ritualista y cubierto de magia desconocida.
Alastair ahora se aleja entre el vuelo de los platillos volantes, el visionario penitente ha rejuntado en "Mass" buena parte de los sonidos que han cambiado las rutas generales, desde Durutti Column a Suicide, pasando por Red Krayola, Blixa Bargeld y Acid Mother Temple.
¿Te parece un nuevo despertar?.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Desde Melbourne, Australia, se nos presenta Fabulous Diamonds, dúo de Nina Venerosa y Jarrod Zlatic con su segundo registro sonoro, al escucharlo entendemos porque para ciertas agrupaciones no son importantes títulos en sus canciones ni la información que circule de ellos, sólo existen, degenerando el entorno con su música agreste e intuitiva.
Parecieran venir desde una grieta natural dejada en la tierra sin una huella visible, "Fabulous Diamonds II" ha sido grabado en vivo en una viaja sala al norte de Melbourne, contiene 5 tracks no titulados, de nuevo menos es más y fuera de clichés todo acá se concentra en los sonidos, en el ruido que la pareja interviene e improvisa de manera deslumbrante, Nina trae el eco animal de los tambores, salvajismo minimal que lleva la cuerda de estos abismos sofocantes, mientras Jarrod empuja el carruaje de máquinas, se toman el tiempo como en un trance y el primer corte del disco dura 12 minutos, aparece el espectro nocturno de la No Wave y el Post-Punk más enviciado, sobretodo cuando Nina se lanza a vocalizar, los espacios se alteran y la caverna se cubre de humo, ya no podemos dejar este antro, la música de nuevo como droga marcando el paso mal dado, la realidad paralela y los vigilantes que observan desde la ezquina.
Será que ya estamos envueltos o totalmente entregados a este himno de guerra, desde aquí para adelante el disco no suelta, los terrenos se vuelven cada vez más movedizos, órganos que se quedan dormidos en una nota y la percusión que se mantiene activa machacando, ahora se vienen 3 temas cortos de menos de 3 minutos, cada uno se abre como bella flor malsana, pero hay una fuerza superior que los destroza sobre el pavimento húmedo, sin descanso nacen muertos y la peste prosigue inalterable, también nos salpica un poco a nosotros.
Todo para terminar en una danza pagana de 11 minutos, ya no queda mucho seso pero había que llegar hasta los últimos pasadizos secretos de la creación de estos 2 jóvenes australianos, para poder dar ese beso terminal.
Clarividentes en el mundo subterráneo.
Raúl Cabrera Hidalgo.
SCHOOL OF SEVEN BELLS
Disconnect From Desire
vagrant records/ghostly international, 2010
Disconnect From Desire
vagrant records/ghostly international, 2010
Sentimientos encontrados promueve la nueva placa del trío de Nueva York, School Of Seven Bells debía ser el nuevo gran deleite esperado por años y anotado por los entendidos, de hecho Benjamin Curtis (Ateleia, Tripping Daisy) se había anotado unas cuantas estrellas en el primer disco de la banda, ese bello "Alpinism" de 2008, siempre junto a las voces cristalinas de las gemelas Deheza.
Pero hay algo en "Disconnect From Desire" que no convence, las canciones son buenas, sin embargo el sabor se pierde en ese tufillo exageradamente mainstream que deja el sonido del disco y un claro acercamiento a la música de baile o a algo parecido que nos parece innecesario, si habían elementos que hacían especiales los tratados sónicos de My Bloody Valentine y Cocteau Twins eran justamente esas que los llevaban más allá de cualquier ejercicio de producción ostentosa, al contrario la magia se debía a marcas de la casa, personales e intransferibles.
Por eso este trabajo queda en un limbo intermedio y sin ningún valor a fin de cuentas, nadie dirá que a un single como "Wnidstorm" le falta gracia, pero que pasa con el resto de la placa, parecieran haberse dormido entre la porcelana, lamentablemente suenan pero no transmiten o como diría Kevin Shields... "lo puedo ver, pero no lo puedo sentir".
Resbalón, aunque nunca se sabe con tipos como Benjamin Curtis, quizás en el futuro nos vuelva a sorprender con un disco de noise espectral shoegazing.
Vale.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Pero hay algo en "Disconnect From Desire" que no convence, las canciones son buenas, sin embargo el sabor se pierde en ese tufillo exageradamente mainstream que deja el sonido del disco y un claro acercamiento a la música de baile o a algo parecido que nos parece innecesario, si habían elementos que hacían especiales los tratados sónicos de My Bloody Valentine y Cocteau Twins eran justamente esas que los llevaban más allá de cualquier ejercicio de producción ostentosa, al contrario la magia se debía a marcas de la casa, personales e intransferibles.
Por eso este trabajo queda en un limbo intermedio y sin ningún valor a fin de cuentas, nadie dirá que a un single como "Wnidstorm" le falta gracia, pero que pasa con el resto de la placa, parecieran haberse dormido entre la porcelana, lamentablemente suenan pero no transmiten o como diría Kevin Shields... "lo puedo ver, pero no lo puedo sentir".
Resbalón, aunque nunca se sabe con tipos como Benjamin Curtis, quizás en el futuro nos vuelva a sorprender con un disco de noise espectral shoegazing.
Vale.
Raúl Cabrera Hidalgo.
LYCIA
Fifth Sun Ep
lycium music, 2010
Fifth Sun Ep
lycium music, 2010
Sorpresivo retorno de Lycia (desde 2003 que no editaban material nuevo), la banda de Arizona, con Mike VanPorfleet y Tara Vanflower otra vez juntos y dispuestos a plasmar ese mundo cadavérico y etéreo que amamos en los 90s', cuando marcaron los trazos definitivos y gloriosos de la darkwave norteamericana, sobretodo con "Cold" (projekt, 1996) un disco tan fascinante que el sello Silber Records lo tuvo que re-editar en 2007 para las nuevas generaciones que no lo escucharon en la época oscura donde se gestó.
6 canciones forman "Fifth Sun Ep", sólo lanzado en formato mp3, que importa eso si los tenemos de vuelta y con nosotros, regresa esa contundencia deslavada, las guitarras de VanPorfleet que flotan dañando acuñadas en esa niebla perpetua, mientras desde adentro resuena la voz de niña perdida de la señorita Vanflower, vienen desde el frío y el patio vacío, alejados y con la pena de toda una corriente, de ahí su importancia, son el espejo de la gran herida.
Si el dark tuvo un puesto distintivo al gótico fue por bandas como Lycia, no iban con el vestuatio oscuro sino que con el duelo interno, todo quedaba fijo en sus canciones brumosas, indefinibles y peregrinas.
La gota que aún golpea contra el piso, constante y malvada. El espectro que retorna.
Raúl Cabrera Hidalgo.
6 canciones forman "Fifth Sun Ep", sólo lanzado en formato mp3, que importa eso si los tenemos de vuelta y con nosotros, regresa esa contundencia deslavada, las guitarras de VanPorfleet que flotan dañando acuñadas en esa niebla perpetua, mientras desde adentro resuena la voz de niña perdida de la señorita Vanflower, vienen desde el frío y el patio vacío, alejados y con la pena de toda una corriente, de ahí su importancia, son el espejo de la gran herida.
Si el dark tuvo un puesto distintivo al gótico fue por bandas como Lycia, no iban con el vestuatio oscuro sino que con el duelo interno, todo quedaba fijo en sus canciones brumosas, indefinibles y peregrinas.
La gota que aún golpea contra el piso, constante y malvada. El espectro que retorna.
Raúl Cabrera Hidalgo.
El Sueño del Esquimal se transmite todos los jueves desde las 21 hrs. por Radio Placeres 87.7 fm para Valparaíso y sus alrededores, on-line para todo el planeta en radioplaceres.cl
Y Se Vienen:
MONOTONAL / Jornadas de Recreación.
Prgrama de actividades:
14:00 Inicio del evento. Feria de diseño, venta de discos, comida, lounge bar durante toda la jornada. Especiales de rock chileno, audiovisuales, manifestaciones libres.
15:30 Proyección audiovisual: “Debut” /Andrés Nazarala / 2008 / Chile / 66′
http://www.switchtv.cl/posts/debut-de-andres-nazarala?sso=1
18:00 Proyección audiovisual: “Supersordo: Historia y Geografía de un Ruido”. Presentado por Susana Díaz.
http://www.corteirracional.org/supersordo/
20:00 Banda en vivo: Goli Gaete.
http://www.myspace.com/goligaete
21:00 Clausura del evento
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