octubre 27, 2010

El Sueño del Esquimal #305, jueves 28 de octubre



Desde los campos de hielo esquimal hasta las Costas de la contemplación, una conexión con lo oculto, viajando entre sonidos alucinantes y frecuencias espaciales)))









Carta de presentación del joven dúo de Nueva York, Konnichiwa deja entrever en este single un magnetismo poco usual para un primer registro, formados por Kaela Noel en las voces y D.V. Caputo en teclados, tuvieron su prueba de fuego en mayo del año en curso cuando se presentaron en el NY EYE & EAR FESTIVAL, organizado por la plataforma artística The Pendu Organization de NY (que entre otras cosas cuenta con un sello discográfico y galerías de arte), ahí compartieron escenarios con lo más selecto del under neoyorkino, mostrando su electro-pop ensoñador entre las sombras y ruidos de Blank Dogs, White Ring, Effi Briest, Passions, entre tantos otros.

Puede ser que el sonido de Konnichiwa no difiera mucho con el de viejas figuras de la new wave y el techno-pop (anótense a Yazoo, Japan, Eyeless In Gaza y The Human League), sin embargo hay un encantamiento misterioso que nos absorbe de inmediato en sus canciones, los sintes se dejan llevar por atmósferas orientales, mientras Kaela extiende la seda en sus vocalizaciones hipnóticas, avanzamos por un plano onírico, mundo de fantasía cercano al de Cocorosie, VoicesVoices o Piana.

Un fragmento de Japón electrónico (y ochentero) desde la Nueva York actual, habrá que esperar por las sorpresas de Konnichiwa en un futuro cercano, seguro.


Raúl Cabrera Hidalgo.













Dice Bradford Cox que el título de su nuevo álbum es una referencia a un conjunto de recuerdos reales e inventados, al modo en que escribimos y re-escribimos en nuestra cabeza lo que recordarmos para terminar siendo “una versión resumida” de lo que queremos recordar.
“Es triste”, concluye. "Halcyon Digest" contiene por tanto bastante decepción desde su observación de la realidad, algo que se manifiesta en letras y melodías, pero al menos podemos decir que, en lo musical, sí es un compendio más perfecto que idílico de muchas de las mejores cosas que han pasado en los últimos 60 años.

"Microcastle" contenía infinitas referencias al indie de toda naturaleza y en este álbum Bradford Cox ha querido hacer un homenaje al art-rock de los 70 y los 80 con el que ha crecido. Aunque ninguno domina claramente como influencia mayor, cita en concreto a B-52′s, Lou Reed o XTC. Las guitarras de "Memory Boy" se mueven más bien cerca de los Smiths, los Pixies o los grupos de la C-86 y Sonic Youth parecen asomarse de vez en cuando mientras "Revival" podría haber sido por melodía un himno de brit-pop o un single de Beck. El guitarrista Lockett Pundt, que tiene un proyecto paralelo llamado Lotus Plaza, demuestra en "Desire Lines", que encantará a Arcade Fire, que sabe perfectamente de qué va la cosa, cuando se desahoga en cuatro intensísimos minutos finales instrumentales.

"Halcyon Digest" brilla también en sus referencias a los años 50. Es a lo que suena la estupenda "Don’t Cry", tan cerca del noise como de esta década, o "Basement Scene", una de las canciones destacadas. Su principio recuerda a "All I Have To Do Is Dream", el tema popularizado por Everly Brothers, y su temática, que no distingue realidad de sueño, parece primordial en el álbum, junto a la amistad, casando a la perfección con la última pista del tracklist, "He Would Have Laughed", dedicada a Jay Reatard, que murió mientras dormía.

El sonido es por eso onírico, sucio y lo-fi incluso cuando se incorporan vientos, como es el caso de "Colorado", aunque se nota especialmente en el final de "Helicopter" que Ben Allen (colaborador de Animal Collective) ha realizado la mezcla y ha aportado ideas. Al final, por una razón diferente, todas las canciones, desde la densidad hipnótica de "Earthquake" a la fantástica guitarra de "Helicopter", pasando por "Fountain Stairs", que huele a clásico por todas partes (la podían haber cantado la Velvet perfectamente), alcanzan la categoría de épico sin estridencias.

Deerhunter no dejan tras "Halcyon Digest" ningún lugar a dudas sobre el importante lugar que ocupan en el indie internacional, capaces de crear imágenes tan desasosegantes como "Helicopter" (“coge mi mano y reza por mí / mis últimos días en compañía / el diablo viene a por mí / y los helicópteros rodean la escena”) y sobre todo una colección de canciones entre las que cuesta mucho escoger favoritas.


desde
jenesaispop.com












SPECTRES
Last Days
whispers in darkness, 2010

Desde la escena subterránea de Vancouver, Canada, les presentamos a Spectres, quinteto creado en 2006 por Brian Gustavson (voz) y Steve Hanker (batería), "Last Days" es su Lp debut, luego de publicar 2 discos 7" ("Cold War" de 2007 y "Visions Of A New World" de 2008).

Spectres es una banda que se interna en las tinieblas del eco abrasivo del post-punk, aunque por momentos su música es abiertamente punk!, ahí juegan todo el rato en el borde maligno, se las traen.
Abren "Last Days" con el corte "Time Is Out", tan afilados como los primeros Bauhaus, las guitarras salvajes las aportan Zach Batalden y Tyler Pilling, bajo contundente a cargo de Nathan Szilagyi junto a las percuciones minimales de Steve Hanker, Brian Gustavson es un caso aparte con su voz maldiciendo en medio del cataclismo, entendemos de inmediato las comparaciones con Ian Curtis y Andrew Eldritch de The Sisters Of Mercy, todo muy atardecido, muy oscuro.
Luego aparecen "Stasi" y "Romans", viento helado que corta el cuerpo, sin embargo por dentro los Spectres están ardiendo, aullidos ante la soledad de los tiempos, ruidos y crucifixiones adornan un paraje devastado, muy cercanos a las manifestaciones de odio de Blessure Grave, General Decay o Nice Face.
Un tema como "Our Time" rompe el ostracismo y trae de vuelta esa vitalidad arrolladora del punk británico de fines de los 70s', desafiantes y pendencieros en uno de los mejores momentos del disco, slam dance, protesta, pogo.
Rematan con "Longinas", otro tema duro, recuerdan a Wire, The Chameleons y Killing Joke, pero ellos prefieren citar a Southern Death Cult, Crisis, Warsaw y a los Dead Moon, sin caer nunca en la copia insulsa, estos muchachos son de verdad, por ahí también dejan ver de reojo su propio homenaje a Joy Division en "City Of Ghosts".

Un disco corto, espeso, concentrado, una auténtica patada de búfalo, o de bisonte si prefieren.


Raúl Cabrera Hidalgo.












CHROME DOME
Chrome Dome

lexicon devil, 2010

Cuando un sonido hace que tu cabeza quede torcida para atrás, se debe plantear urgentemente la redención, Chrome Dome es un grupúsculo venido desde la ciudad de Melbourne en Australia, originales como pocos, desfiguran el plano sonoro interviniendo teclados básicos y aparatos varios, todos acá dispuestos para el hundimiento y la penetración.

Formados a principios de 2009 por Shaun en voces apocalípticas y sintetizadores, Andrea en las voces espectrales, teclados y samples, más la batería real de Bryce, Chrome Dome son como una maleza que se va expandiendo sin control, llegan directamente hasta tu cerebro con ruidos agudos y alteraciones marcianas, se toman el espacio auditivo por completo sin ninguna estructura clara de canción o melodía, esto sólo es zumbido maquinal azotando.

No deja de llamar la atención que esta novata pandilla sólo haya publicado un 7", antes de este mini-album que hoy nos ocupa, en primer lugar porque saben hundir la uña hasta el sangramiento y también porque suenan super-corporéos, meta-anfetaminados y coherentes ante el derrumbamiento.
7 tracks en un poco más de 18 minutos quedan más que suficientes para plantar autarquía, desde el primer respiro con la tóxica "Topped", mutación asfixiante entre Suicide y Cold Cave, succión en la penumbra.
Luego más elektro-punk en "Till You Hit The Floor" y "She Said", la rebelión de las máquinas, disonantes y fantasmales, escarban en la tierra muerta.

Destrucción total, una larva que se mueve quejumbrosa en el capullo oscurecido, retorcidos hijos desde la Isla de los Malditos.

Medicina para los necesitados...


Raúl Cabrera Hidalgo.














Mark Clifford (Seefeel, Disjecta) y Chantal Passamonte aka Mira Calix, ambos músicos del sello Warp y con una larga amistad a cuestas, harta experimentación compartida y almacenajes de ruido.
En silencio venían construyendo el enjambre, CliffodAndCalix justo ahora y quién sabe porqué (será por el re-agrupamiento de Seefeel?) lo tiran todo en este "Lost Founding 1999-2004", una cascada de sonido lustroso y mecánico que cae como la llovizna más tranquilizadora, verdaderos arrullos electrónicos, distantes y placenteros como el sueño no recordado.

La voz de Mira Calix flota y se sumerge entre las ondulaciones de ruido blanco desplegadas por Clifford, todo aquí pareciera venir desde un tiempo lento e irreal, fotografías del inconciente y ecos de un mundo perdido, alejado, la estética del conjunto y los ambientes son fríos, un susurro que se queda reverberando sin existencia, sin cuerpo, no sabemos como todo esto transforma en una cápsula de impulso para subir o bajar según sea menester.

Viajeros de la escanfandra más autista, se adentran en la niebla del sonido giratorio, pulsaciones robóticas y aliento desconocido, una pareja de astronautas que se despiden, ya no podemos responder.


Raúl Cabrera Hidalgo.












EL GUINCHO
Pop Negro

young turks, 2010

El sábado por la tarde, cuando me acerqué a pagar los discos en una tienda holandesa de discos , me sorprendió que la persona detrás del mostrador -un biólogo holandés que recorrió medio Sudamérica gracias al estudio de especies animales- dijera, “Oh, El Guincho”, con una entonación de familiaridad. No era de sorprender, ya que el disco se encontraba en un lugar visible, entre las grandes novedades de la semana, además de tratarse de uno de los nombres más importantes que ha exportado España en materia de música alternativa y, por ello, no es raro que alguien medianamente enterado sepa quién carajo es El Guincho.

“Pop Negro” es el nombre de su nuevo álbum, en donde el poliritmo sigue dando la pauta a la espesura de detalles que traen consigo las canciones del artista canario. Es evidente que Pablo Diaz-Reixa (el alma detrás de El Guincho) no es un mero oportunista subido al tren del indie-africano, sino que le da una perspectiva muy particular. En lugar de seguir el camino hacia África (como Animal Collective, Vampire Weekend, entre otros) mira hacia los colores de Latinoamérica, mezclando el exotismo con el pop negro de los 80’s, con esos sintetizadores que en otro contexto los odiaría, pero que para la ocasión ilumina como rayos de atardecer. Lo curioso del caso, es que este ritmo frenético, con esa aparente luminosidad, arropan unas letras llenas de melancolía, que tienen -eso parece- al atardecer de verano como protagonista. Y es que no sé porqué, pero las primeras imágenes que se me vinieron a la mente al escuchar el disco fueron las de aquel azul soberbio sobre el mar hermosamente desacomplejado de Nerja, que era el escenario de aquella serie española que marcó a toda una generación: “Verano Azul”. Me imagino que la culpa es de aquella mezcla de melancolía y luminosidad, que bañaba dicha serie, y este disco me recuerda esos atardeceres en que yo era pequeño y miraba con tristeza como la luz del día se despedía. Aunque este disco es más que un juego de niños, ya que podemos encontrar un corazón en medio de una gran fiesta.


desde
radiofreeurope











~~~~ Y por supuesto, Caminando por la Costa
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Para esta nueva edición de 'Caminando por la Costa' nos adentraremos en un mundo imaginario rico en diversidad sonora, esta vez para mostrar al músico Benjamin Dauer proveniente de Washington D.C. Estados Unidos, mezclando una serie de sonidos digitales procesados por campos de guitarra y bajos, donde cada pieza se constituye en una deliciosa paleta de colores, el balance contrasta entre lo orgánico e inorgánico de las texturas, la alta frecuencia melódica en el pulso atmosférico, más los momentos de densidad sónica intensa, hacen que este album -que fue editado este año bajo etiqueta Distance Recordings, sea un artefacto especialmente recomendado para escuchar con audífonos o en la soledad más absoluta.


Franco Milesi.









ARKHONIA
Trails/Traces

white box, 2010

En esta otra cara de 'Caminando por la Costa' revisaremos el proyecto Arkhonia, donde se dan cita texturas experimentales, ambient y drones. Tan característicos dentro de su género es ocupar bases de piano eléctrico mimetizados bajo un estela de ruidillos orgánicos, quizás cercanos al synth pop, pero con un modo tal que va capturando la atención auditiva de cada momento del desarrollo atmosférico en su trayecto sonoro, a veces produciéndose alguna sensación de flotar estático, "Trails/Traces" es un album dotado esencialmente de pequeñas composiciones, miniatura que ayudan un poco a romper con esa secuencia bonita y amable acostumbrada, el disco es editado bajo el sello White Box Records, de ellos no existe mayor informacion al respecto, sólo que provienen del Reino Unido. sin embargo no pasará desapercibido debido a la sugestión melódica efectivamente empleada para esta ocasión, en que nos encontraremos con mas de alguna sorpresa.


Franco Milesi.










Esta noche escucha El Sueño del Esquimal, desde las 21 hrs. por Radio Placeres 87.7 fm en Valparaíso y sus alrededores, online para todo el cosmos.





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