La frescura del pop otra vez llegando hasta tu rostro y un pasadizo de oscuridad somnolienta para refugiarte al final de la noche, sentimientos variopintos y el juego de los extremos sonoros, en este caso quizás ya no tan distantes.
AMOR DE DÍAS
Street Of The Love Of Days
merge, 2011
Street Of The Love Of Days
merge, 2011
"Guarda la puesta de sol dentro de tu corazón, cruzan las calles desiertas, las calles con ojos, las calles con ojos sin voz, y tú los ves, y tú los ves y nunca los oirás". Susurra la voz de Lupe en "Foxes' Song", corte que abre el delicado trabajo debut de Amor De Días, proyecto del británico Alasdair McLean (voz y guía de The Clientele) junto a Lupe Nuñez-Fernández (mitad española de la banda twee-pop Pipas), quién ya había aparecido cantando en algunas canciones del disco "God Save The Clientele" (merge, 2007). "Street Of The Love Days" es un paraíso de sonoridades naturales, pop soñador que se acerca con dulzura, el cariño que guarda cada detalle hasta llegar al encantamiento, canciones luminosas que parecieran estar suspendidas en la bóveda celeste, una belleza silvestre que envuelve la unión de ambos músicos a un corazón que no deja de palpitar.
Estaciones de vida que se cruzan por medio de una instrumentación refinada y voces sencillamente adorables, Alasdair MacLean ya tiene bien ganado un pedazo de cielo con The Clientele, más ahora en Amor De Días su registro pareciera llevarnos hacia una vista esperanzadora de músicalidad y seducción junto a los suspiros hispánicos de Lupe Nuñez, moviéndose por espacios intimistas como "Season Of Light" y "Harvest Time", o atravesando ondulaciones placenteras en "Bunhill Fields" y el sabor bossa estival de "Late Mornings", se cuela la emoción de Galaxie 500 y el fino indie-pop británico ochentero, para nuevamente internarse en el refugio cálido de MacLean y Lupe, la magia certera, la sencillez de una mirada, vientos y cuerdas que adornan el trayecto en este jardín secreto, destacadas colaboraciones de Naomi Young (bajo), Damon Krukowski (percusiones), la trompeta de Gary Olson (The Ladybug Transistor), Louis Philippe (bajo), Ken Brake (sintetizador, coros y producción), entre otros.
Amor De Días es acercamiento, las tres canciones finales traen guitarras y silbidos de folk pastoril, una despedida junto a los arboles entregados al viento invernal, magnífica relación entre atmósferas, líricas y melodías. Corazón y alma.
Raúl Cabrera H.
Estaciones de vida que se cruzan por medio de una instrumentación refinada y voces sencillamente adorables, Alasdair MacLean ya tiene bien ganado un pedazo de cielo con The Clientele, más ahora en Amor De Días su registro pareciera llevarnos hacia una vista esperanzadora de músicalidad y seducción junto a los suspiros hispánicos de Lupe Nuñez, moviéndose por espacios intimistas como "Season Of Light" y "Harvest Time", o atravesando ondulaciones placenteras en "Bunhill Fields" y el sabor bossa estival de "Late Mornings", se cuela la emoción de Galaxie 500 y el fino indie-pop británico ochentero, para nuevamente internarse en el refugio cálido de MacLean y Lupe, la magia certera, la sencillez de una mirada, vientos y cuerdas que adornan el trayecto en este jardín secreto, destacadas colaboraciones de Naomi Young (bajo), Damon Krukowski (percusiones), la trompeta de Gary Olson (The Ladybug Transistor), Louis Philippe (bajo), Ken Brake (sintetizador, coros y producción), entre otros.
Amor De Días es acercamiento, las tres canciones finales traen guitarras y silbidos de folk pastoril, una despedida junto a los arboles entregados al viento invernal, magnífica relación entre atmósferas, líricas y melodías. Corazón y alma.
Raúl Cabrera H.
Cults se lo han montando estupendamente estos últimos meses. Formados por la enigmática Madeline Follin y el músico Brian Oblivion este dúo americano ha sacado tres singles que ya quisieran muchos – especialmente ese "Abducted" que nos ha dejado estupefactos con ese video tan Lynch -, y se han ganado una tremenda reputación que les está llevando a tocar en multitud de festivales alrededor de todo el mundo. Además, le han dado cierto ola de misterio a la formación, y se sabe bastante bien poco de ellos; tan solo que se les ha viviendo por la ciudad de los rascacielos, y que han fichado por una gran discográfica. Por lo que supongo que el enlace de este disco durara más bien poco.
Desde luego, lo que no se les puede acusar es de cobardes, ya que han metido los tres singles que ya conocemos al principio del álbum, aunque viendo lo que viene después, poco importa. Han sacado uno de esos discos al que le falta poco para ser redondo, y del que a buen seguro se hablará bastante a finales de año. Con el pop de chicas de los sesenta como insignia, el dúo afincado en Nueva York nos regala una colección de canciones llenas de frescura y gancho que harán las delicias de los amantes del pop. "Never Heal Myself", "Bumper", "Never Saw Point", o prácticamente cada canción del álbum podría ser un single perfecto, están a la altura de esos tres sencillos que comentaba antes. De hecho, la única gran pega que se le puede encontrar a este trabajo, es que todos los temas suenan demasiado igual, pero aun así, me sigue pareciendo una delicia de álbum, y un debut intrépido.
desde
donteatheyellowsnow.wordpress.com
Desde luego, lo que no se les puede acusar es de cobardes, ya que han metido los tres singles que ya conocemos al principio del álbum, aunque viendo lo que viene después, poco importa. Han sacado uno de esos discos al que le falta poco para ser redondo, y del que a buen seguro se hablará bastante a finales de año. Con el pop de chicas de los sesenta como insignia, el dúo afincado en Nueva York nos regala una colección de canciones llenas de frescura y gancho que harán las delicias de los amantes del pop. "Never Heal Myself", "Bumper", "Never Saw Point", o prácticamente cada canción del álbum podría ser un single perfecto, están a la altura de esos tres sencillos que comentaba antes. De hecho, la única gran pega que se le puede encontrar a este trabajo, es que todos los temas suenan demasiado igual, pero aun así, me sigue pareciendo una delicia de álbum, y un debut intrépido.
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donteatheyellowsnow.wordpress.com
Cuando la música y la vida se entrelazan emergen obsequios como este, Secret Shine es una banda formada en noviembre de 1990 en la ciudad de Bristol, Inglaterra, por dos muchachos que en aquellos años no superaban los 20 abriles, Scott Purnell y Jamie Gingell, buscando un estado paralelo para su admiración por Cocteau Twins, The Jesus And Mary Chain y My Bloody Valentine. En esa inocente expedición autoeditaron su primer sencillo "Unbearable/ My Only Friend" (1991) y sumaron una compañera Kathryn Smith, pronto ese sonido etéreo llamó la atención del primoroso sello Sarah Records -sin dudas una luminaria pop que aunque desaparecida en la actualidad, todavía vemos su estela por muchos lugares- donde publicaron algunos 7" y un álbum "Untouched" (1993), exhibiendo la belleza estática y brumosa de su música, ubicada en el shoegazing más retraído de ese tiempo, tan distantes que en 1996 finalizaron en silencio esa primera venida.
Lo sorprendente de esta historia es que luego de 10 años Secret Shine reaparece, solo algunas variaciones y esta vez como cuarteto regresan a la vida con el mismo centro creativo, Purnell-Gingell-Smith, 10 años pueden enseñar mucho, pero la banda mantiene viva esa sensibilidad pop apartada y vaporosa, más lúcidos quizás, más resplandecientes, primero editaron "All Of The Stars" (clairecords, 2008) y hace unos pocos meses han escrito la segunda parte de esta nueva vida "The Beginning and The End", totalmente autogestionado como en sus comienzos, será que esta emotividad dibujada en ruido blanco solo es percibida por unos pocos (al menos en Japón salió por Vinyl Junkie Records, grande los japoneses!), el sonido detrás del cristal más transparente como un secreto guardado, ahora de nuevo con nosotros.
Y desde el primer track atrapan, la ruidosa "In Between" cae con su sonido de sanación, bosque nevado, nubes y luces que se superponen, las voces de Jamie y Kathryn están perfectas, la banda entera muestra una contundencia que deslumbra, "Perfect Life" es una canción que debería sonar en cualquier reproductor, para despertar esos días difíciles, un edén electrónico bañado por guitarras distorsionadas, como si Slowdive nunca hubiese desaparecido o el tema que los The Radio Dept extraviaron en algún ordenador, vuelven a mirar hacia la lejanía en "Every Thought" con una guitarra melancólica a lo Vini Reilly, voces que se pierden en la neblina y unas percusiones perturbadoras sacudiendo el ambiente, le han dado con firmeza a los sintetizadores y a las guitarras con filtro en este disco, "The Beginning And The End" es sometimiento y deleite, perfectamente pop, pero indolente como un suspiro invernal, entre dream pop y shoegazing, pero más pálido y con unas voces que congelan. Demasiado hermoso como el tema final del disco "Trying To Catch The End", la nueva "Dagger" de otro "Souvlaki".
Raúl Cabrera H.
Lo sorprendente de esta historia es que luego de 10 años Secret Shine reaparece, solo algunas variaciones y esta vez como cuarteto regresan a la vida con el mismo centro creativo, Purnell-Gingell-Smith, 10 años pueden enseñar mucho, pero la banda mantiene viva esa sensibilidad pop apartada y vaporosa, más lúcidos quizás, más resplandecientes, primero editaron "All Of The Stars" (clairecords, 2008) y hace unos pocos meses han escrito la segunda parte de esta nueva vida "The Beginning and The End", totalmente autogestionado como en sus comienzos, será que esta emotividad dibujada en ruido blanco solo es percibida por unos pocos (al menos en Japón salió por Vinyl Junkie Records, grande los japoneses!), el sonido detrás del cristal más transparente como un secreto guardado, ahora de nuevo con nosotros.
Y desde el primer track atrapan, la ruidosa "In Between" cae con su sonido de sanación, bosque nevado, nubes y luces que se superponen, las voces de Jamie y Kathryn están perfectas, la banda entera muestra una contundencia que deslumbra, "Perfect Life" es una canción que debería sonar en cualquier reproductor, para despertar esos días difíciles, un edén electrónico bañado por guitarras distorsionadas, como si Slowdive nunca hubiese desaparecido o el tema que los The Radio Dept extraviaron en algún ordenador, vuelven a mirar hacia la lejanía en "Every Thought" con una guitarra melancólica a lo Vini Reilly, voces que se pierden en la neblina y unas percusiones perturbadoras sacudiendo el ambiente, le han dado con firmeza a los sintetizadores y a las guitarras con filtro en este disco, "The Beginning And The End" es sometimiento y deleite, perfectamente pop, pero indolente como un suspiro invernal, entre dream pop y shoegazing, pero más pálido y con unas voces que congelan. Demasiado hermoso como el tema final del disco "Trying To Catch The End", la nueva "Dagger" de otro "Souvlaki".
Raúl Cabrera H.
Ya tenemos en nuestras manos lo nuevo de Led Er Est, ya podemos escuchar gracias a Captured Tracks el Ep que lleva por nombre "May". 6 temas que elevan a la banda neoyorquina a unos niveles de adoración por nuestra parte desconocidos, provocando así una especie de adicción sonora y una sensación de catarsis emocional que nos purifica cuerpo y alma.
Después de dejar el bastón muy alto con el Lp "Dust on Common" -para nosotros es uno de los mejores discos de 2009- y de maravillarnos con piezas como "PS 18" del Ep que compartieron con Ancien Régime, pensamos que iba a ser muy difícil superar lo ya creado, pero mira tú por dónde, "May" nos ha dejado con tan buen sabor de boca que dentro de unos años diremos justamente eso, que es un disco insuperable.
Con canciones como "Lonesome XOXO" que narra la historia de una chica que está obsesionada con la muerte o "Plants", Led Er Est mantiene su sello de identidad. En cambio, con temas como "Madeline La Lune" o "Drosophilia Melanogaster" tenemos la sensación de estar escuchando la banda sonora de una película futurista de las que, desgraciadamente, ya no se producen ni se ven.
desde
thescrapmag.wordpress.com
Después de dejar el bastón muy alto con el Lp "Dust on Common" -para nosotros es uno de los mejores discos de 2009- y de maravillarnos con piezas como "PS 18" del Ep que compartieron con Ancien Régime, pensamos que iba a ser muy difícil superar lo ya creado, pero mira tú por dónde, "May" nos ha dejado con tan buen sabor de boca que dentro de unos años diremos justamente eso, que es un disco insuperable.
Con canciones como "Lonesome XOXO" que narra la historia de una chica que está obsesionada con la muerte o "Plants", Led Er Est mantiene su sello de identidad. En cambio, con temas como "Madeline La Lune" o "Drosophilia Melanogaster" tenemos la sensación de estar escuchando la banda sonora de una película futurista de las que, desgraciadamente, ya no se producen ni se ven.
desde
thescrapmag.wordpress.com
Estamos claros, David Tibet es un asceta, un iluminado, un gótico demasiado talentoso, una rareza dentro de la fauna rockera de cualquier tiempo, solo estos años caóticos y desorientados lo han sacado de ese ostracismo romántico que ha venido desplegando desde sus comienzos en los fríos 80s' de after-punk británico, para que su obra agobiante sea conocida por un público más amplio, una carrera sobresaliente, ultra-inspirada e intuitiva, que lo ha llevado a hundir su clarividencia creativa hasta los abismos más tenebrosos, asomándose siempre desde un umbral fantasmagórico. Y acá nos encontramos nosotros de nuevo recurriendo al oráculo, al profeta de la corriente 93.
Se supone que con este trabajo "HoneySuckle Æons" se abre una nueva puerta, luego de la trilogía gnóstica conformada por "Black Ships Ate The Sky" (2006), "Aleph At Allucinatory Mountain" (2009) y "Baalstorm, Sing Omega" (2010). Y parece ser cierto porque acá de inmediato sentimos otro aliento, el monje ha bajado de la montaña para volver hacia una ofrenda más humana, musicalmente se trata de un disco más introspectivo, sin tanta estridencia deformando el espacio, menos arreglos, menos confusión, "HoneySuckle Æons" es minimalismo fantasmal, la voz de Tibet ha quedado pura entre la melodía, acompañada por notas bajas de piano, guitarra y organo. Otro punto importante es la no participación Michael Cashmore, colaborador incansable en la existencia de Current 93, lo que si abundan son los theremins espectrales que lloran con un vibrato triste en gran parte del album, partiendo con los 41 segundos de ruido nocturno en "Kingdom", continuado a "Moon" y la oratoria quejumbrosa de Tibet junto a los zumbidos del theremin de un andrógino Armen Ra y el piano de Baby Dee, la oscuridad se apodera del espacio, la profundidad, el vicio constante de Tibet toma cuerpo en la distanciada "Persimmon", y ya no hay luz, nos asfixiamos entre el suave tormento, como en una guillotina apocalíptica, las ciudades que caen por la lírica sangrante, el universo onírico de Tibet atrapa la conciencia como un manto, desde aquí en adelante el disco explora otros ambientes, "Cuckoo" se nutre de una percusión ritual tomada de Oriente Medio, escuchamos la kalimba mágica de Lisa Pizzighella, la danza muerta de la cobra, el espacio sonoro continua desnudo, se puede sentir el fuego en la respiración de Tibet, como una bestia alucinada que se revuelca en el vacío, todo tiende hacia una calma inquietante y llegamos a los organos mortuorios de "Lily" una plegaria nocturna para la "Madreselva", nada ha quedado al azar en este espejo desfigurado, los leones duermen y la atmósfera se hace densa, retornan los tambores como si se tratáse de un ceremonial fúnebre y abyecto (el disco está dedicado a la memoria de Peter Christopherson y Sebastian Horsley, dos amigos de Tibet fallecidos recientemente), en cada paso más sombras, como en una pesadilla continuada día tras día, Current 93 escribe la música para ese final, cuando los reyes caerán, el canto de Tibet arrastra una belleza profética, la lentitud, una procesión nefasta y verdadera. Más allá de Death In June, Sol Invictus y NON. Ya no queda casi nada, solo tres cruces moribundas.
Raúl Cabrera H.
Se supone que con este trabajo "HoneySuckle Æons" se abre una nueva puerta, luego de la trilogía gnóstica conformada por "Black Ships Ate The Sky" (2006), "Aleph At Allucinatory Mountain" (2009) y "Baalstorm, Sing Omega" (2010). Y parece ser cierto porque acá de inmediato sentimos otro aliento, el monje ha bajado de la montaña para volver hacia una ofrenda más humana, musicalmente se trata de un disco más introspectivo, sin tanta estridencia deformando el espacio, menos arreglos, menos confusión, "HoneySuckle Æons" es minimalismo fantasmal, la voz de Tibet ha quedado pura entre la melodía, acompañada por notas bajas de piano, guitarra y organo. Otro punto importante es la no participación Michael Cashmore, colaborador incansable en la existencia de Current 93, lo que si abundan son los theremins espectrales que lloran con un vibrato triste en gran parte del album, partiendo con los 41 segundos de ruido nocturno en "Kingdom", continuado a "Moon" y la oratoria quejumbrosa de Tibet junto a los zumbidos del theremin de un andrógino Armen Ra y el piano de Baby Dee, la oscuridad se apodera del espacio, la profundidad, el vicio constante de Tibet toma cuerpo en la distanciada "Persimmon", y ya no hay luz, nos asfixiamos entre el suave tormento, como en una guillotina apocalíptica, las ciudades que caen por la lírica sangrante, el universo onírico de Tibet atrapa la conciencia como un manto, desde aquí en adelante el disco explora otros ambientes, "Cuckoo" se nutre de una percusión ritual tomada de Oriente Medio, escuchamos la kalimba mágica de Lisa Pizzighella, la danza muerta de la cobra, el espacio sonoro continua desnudo, se puede sentir el fuego en la respiración de Tibet, como una bestia alucinada que se revuelca en el vacío, todo tiende hacia una calma inquietante y llegamos a los organos mortuorios de "Lily" una plegaria nocturna para la "Madreselva", nada ha quedado al azar en este espejo desfigurado, los leones duermen y la atmósfera se hace densa, retornan los tambores como si se tratáse de un ceremonial fúnebre y abyecto (el disco está dedicado a la memoria de Peter Christopherson y Sebastian Horsley, dos amigos de Tibet fallecidos recientemente), en cada paso más sombras, como en una pesadilla continuada día tras día, Current 93 escribe la música para ese final, cuando los reyes caerán, el canto de Tibet arrastra una belleza profética, la lentitud, una procesión nefasta y verdadera. Más allá de Death In June, Sol Invictus y NON. Ya no queda casi nada, solo tres cruces moribundas.
Raúl Cabrera H.
"Investigaciones medicas de vanguardia explican como los pacientes que sufren de Alzheimer que experimentan progresiva pérdida de memoria pueden de todos modos recordar canciones de su pasado distante.... con esto en mente, The Caretaker recolecta nuevamente 15 momentos donde los recuerdos estan encerrados en un atemporal y obsesivo loop"
Asi se presenta en sociedad el nuevo trabajo de James Kirby aka The Caretaker, que comparado con su último largo del 2008 parece volver a las raices. Aqui vuelven a primer plano (astral) los sampleos que el hombre recolecta de su amplia coleccion de polvorientos 78 rpm, enfocados mas que nada a la musica de bailes de salón que fueran moneda corriente en sus primeros lanzamientos, a fines de los 90 y principios de los 00. Y vaya que el tipo es el mejor en estas lides.
Estan todos los aditivos que se esperan de él: titulos de tracks que parecen sacados de un tratado sobre la (pérdida de) memoria (me quedo con "Mental caverns without sunshine"), hauntología a la máxima expresión (todo suena desgastado, traído de los pelos de un pasado lejanísimo) y las imagenes que se vienen a la cabeza son de cortinas raídas, orquestas fantasmales, salones aparentemente vacíos y sucios donde en realidad atisbamos las presencias con el rabillo de la percepción. Hay pianos que suenan sin pianista, trompetas espectrales, y la inevitable sensación de que algún día todos recordaremos nuestra vida no como una historia que progresa, sino como inconexos fragmentos que se repiten sin conducirnos a ningún lado.
Ya ha pasado quizás el "veranito de la hauntologia", y mientras los hipsters se mueven hoy en día en otra dirección, los que de verdad comulgamos con este tipo de música nos quedaremos algos rezagados, si, pero disfrutando de uno de los mejores discos de este 2011 que se esta despertando. Y como.
Meek.
Asi se presenta en sociedad el nuevo trabajo de James Kirby aka The Caretaker, que comparado con su último largo del 2008 parece volver a las raices. Aqui vuelven a primer plano (astral) los sampleos que el hombre recolecta de su amplia coleccion de polvorientos 78 rpm, enfocados mas que nada a la musica de bailes de salón que fueran moneda corriente en sus primeros lanzamientos, a fines de los 90 y principios de los 00. Y vaya que el tipo es el mejor en estas lides.
Estan todos los aditivos que se esperan de él: titulos de tracks que parecen sacados de un tratado sobre la (pérdida de) memoria (me quedo con "Mental caverns without sunshine"), hauntología a la máxima expresión (todo suena desgastado, traído de los pelos de un pasado lejanísimo) y las imagenes que se vienen a la cabeza son de cortinas raídas, orquestas fantasmales, salones aparentemente vacíos y sucios donde en realidad atisbamos las presencias con el rabillo de la percepción. Hay pianos que suenan sin pianista, trompetas espectrales, y la inevitable sensación de que algún día todos recordaremos nuestra vida no como una historia que progresa, sino como inconexos fragmentos que se repiten sin conducirnos a ningún lado.
Ya ha pasado quizás el "veranito de la hauntologia", y mientras los hipsters se mueven hoy en día en otra dirección, los que de verdad comulgamos con este tipo de música nos quedaremos algos rezagados, si, pero disfrutando de uno de los mejores discos de este 2011 que se esta despertando. Y como.
Meek.
El Sueño del Esquimal transmitiendo este jueves 16 de junio, a las 21 hrs por Radio Placeres 87.7 desde Valparaíso, en línea desde aquí.
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