(El Porqué De Mis Peinados....)
ECHO AND THE BUNNYMEN
Do It Clean
ocean rain, 2011
En la década de los 80s' una profusa nube gris con el apelativo de Post-Punk (o After-Punk si lo prefieres) cubría las islas británicas de costa a costa, los Sex Pistols se habían transformado en Public Image Ltd. y Joy Division dejaba su testamento depresivo para una audiencia hambrienta de nuevas sensaciones, en ese momento cuatro muchachos de Liverpool de cabellera desarmada y abrigos largos publicaban "Crocodiles" (korova, 1980), era el primer álbum de Echo And The Bunnymen, un disco salvaje y liberador que venía a refrescar una escena cargada hacia los mantos funerarios, el suicidio y los callejones sin salida, Ian McCulloch, Will Sergeant y compañía llegaron con su descarga energética en el momento preciso y se convirtieron en una referencia importante en esos años, una música que tomaba la crudeza del Punk más una buena dosis de psicodelia y emoción, con un frontman carismático como McCulloch, las guitarras cortantes de Sergeant y la base ritmica robusta de Les Pattinson y Pete De Freitas (este último lamentablemente fallecido en 1989), con esta formación editaron 5 discos que deben encontrarse entre lo mejor que salió de Inglaterra en los 80s'.
Luego vino la dispersión, proyectos solistas, separaciones y re-agrupaciones varias, pero lo esencial de Echo And The Bunnymen se queda en lo que produjeron entre 1980 y 1987, trabajos que hasta hoy suenan atrevidos y excitantes.
En la actualidad la banda se mantiene activa con McCulloch y Sergeant empujando el mito como miembros fundacionales (incluso en 2009 publicaron "The Fountain" un disco bastante bueno que es su última referencia a la fecha), después de dos décadas de esa primera venida los Bunnymen toman otra vez la aceleración de esas producciones llevándolas hasta unos directos que hacen olvidar el tiempo transcurrido y nos demuestran que su música se encuentra más viva que nunca, "Do It Clean" es un CD doble grabado en vivo en diciembre de 2010 en el Liverpool Olympia donde podemos oír (casi) integros sus dos primeros álbumes (quién sabe porque han dejado fuera la titular "Do It Clean"), el ya nombrado "Crocodiles" y "Heaven Up Here" (korova, 1981) sin retoques ni overdubs, así de crudos e intensos como lo eran en sus comienzos y la verdad es que las canciones parecieran tomar un nuevo impulso vital, un interesante juego entre el recuerdo y el sonido recargado (casi furioso), conmueven en la partida de "Going Up" contundente con las guitarras afiladas de Sergeant y la voz inalterable de McCulloch, una imagen de rebeldía que retorna y se apodera de tu imaginación, sin fisuras van apareciendo uno a uno los temas de la mejor estancia Bunnymen cuando reinaban en el altar de 'lo que vino después del Punk' junto a The Cure y los Banshees, una "Rescue" ultra-electrificada nos sorprende con su elegancia misteriosa, los teclados que remiten a The Doors (siempre fue una de sus influencias más queridas) y un McCulloch desgarrador sobre la ola distorsionada, luego "Villiers Terrace" un pedazo de punk inglés potente que mutan en una versión brumosa de un tema de The Doors que no alcanzo a recordar (podría ser "L.A. Woman"), nunca bajan la guardia y se vienen con otro temazo de su era más hot, "Pictures On My Wall" que aún suena con ese desenfado juvenil, increíble, esto va más allá de un simple repaso de añoranza, es sonido vivo y golpeador, un documento de alcance para sus antiguos fans como para un público que no conoció a una de las bandas más influyentes del rock británico.
La segunda parte de este registro no se queda atrás, "Heaven Up Here" fue un disco de una madurez anticipada para Echo And The Bunnymen, su música se ralentizó de cierta manera pero a la vez se hizo más profunda, una variedad de matices abrazando la silueta tras ese temporal de sensaciones, sentimos el hechizo de "Show Of Strength", "With A Hip" y "Over The Wall" como una fuerza sobrenatural que nos absorve, demostración feroz de vigencia y talento creativo que los aleja varias estaciones de buena parte del rock actual, mención aparte para "All My Colours" una pieza atemporal que en esta grabación simplemente se hace entrañable con la lírica de McCulloch siempre un paso adelante, "volando, y sabes que no voy a bajar, lo intentas, pero sabes que pronto tendrás que hundirte, todos mis colores se convierten en nubes...".
Echo And The Bunnymen y su escuela de inspiración, super recomendado.
Raúl Cabrera H.
Luego vino la dispersión, proyectos solistas, separaciones y re-agrupaciones varias, pero lo esencial de Echo And The Bunnymen se queda en lo que produjeron entre 1980 y 1987, trabajos que hasta hoy suenan atrevidos y excitantes.
En la actualidad la banda se mantiene activa con McCulloch y Sergeant empujando el mito como miembros fundacionales (incluso en 2009 publicaron "The Fountain" un disco bastante bueno que es su última referencia a la fecha), después de dos décadas de esa primera venida los Bunnymen toman otra vez la aceleración de esas producciones llevándolas hasta unos directos que hacen olvidar el tiempo transcurrido y nos demuestran que su música se encuentra más viva que nunca, "Do It Clean" es un CD doble grabado en vivo en diciembre de 2010 en el Liverpool Olympia donde podemos oír (casi) integros sus dos primeros álbumes (quién sabe porque han dejado fuera la titular "Do It Clean"), el ya nombrado "Crocodiles" y "Heaven Up Here" (korova, 1981) sin retoques ni overdubs, así de crudos e intensos como lo eran en sus comienzos y la verdad es que las canciones parecieran tomar un nuevo impulso vital, un interesante juego entre el recuerdo y el sonido recargado (casi furioso), conmueven en la partida de "Going Up" contundente con las guitarras afiladas de Sergeant y la voz inalterable de McCulloch, una imagen de rebeldía que retorna y se apodera de tu imaginación, sin fisuras van apareciendo uno a uno los temas de la mejor estancia Bunnymen cuando reinaban en el altar de 'lo que vino después del Punk' junto a The Cure y los Banshees, una "Rescue" ultra-electrificada nos sorprende con su elegancia misteriosa, los teclados que remiten a The Doors (siempre fue una de sus influencias más queridas) y un McCulloch desgarrador sobre la ola distorsionada, luego "Villiers Terrace" un pedazo de punk inglés potente que mutan en una versión brumosa de un tema de The Doors que no alcanzo a recordar (podría ser "L.A. Woman"), nunca bajan la guardia y se vienen con otro temazo de su era más hot, "Pictures On My Wall" que aún suena con ese desenfado juvenil, increíble, esto va más allá de un simple repaso de añoranza, es sonido vivo y golpeador, un documento de alcance para sus antiguos fans como para un público que no conoció a una de las bandas más influyentes del rock británico.
La segunda parte de este registro no se queda atrás, "Heaven Up Here" fue un disco de una madurez anticipada para Echo And The Bunnymen, su música se ralentizó de cierta manera pero a la vez se hizo más profunda, una variedad de matices abrazando la silueta tras ese temporal de sensaciones, sentimos el hechizo de "Show Of Strength", "With A Hip" y "Over The Wall" como una fuerza sobrenatural que nos absorve, demostración feroz de vigencia y talento creativo que los aleja varias estaciones de buena parte del rock actual, mención aparte para "All My Colours" una pieza atemporal que en esta grabación simplemente se hace entrañable con la lírica de McCulloch siempre un paso adelante, "volando, y sabes que no voy a bajar, lo intentas, pero sabes que pronto tendrás que hundirte, todos mis colores se convierten en nubes...".
Echo And The Bunnymen y su escuela de inspiración, super recomendado.
Raúl Cabrera H.
THE BILINDA BUTCHERS
Regret, Love, Guilt, Dreams EP
self-release, 2011
Con este sujerente titulo “arrepentimiento, amor, culpa, sueños” se presentan en sociedad este dúo de San Francisco (CA) que se pusieron ese nombre en homenaje a la guitarrista de la mítica banda shoegazer My Bloody Valentine, Bilinda Butcher. Nostalgia de un futuro podría ser la palabra exacta para definir la música de este combo californiano, una amalgama de elementos electrónicos, guitarras de ensueño, cajas de ritmos y confusas voces como salidas de un profundo pozo. Un gran sueño febril de atmósferas exuberantes, texturas lo-fi, bedroom pop, dream pop, shoegaze y glo-fi o lo que demonios sea lo que hacen estos chicos ya que es una farragosa pero resultona mezcla de múltiples brumosas sensibilidades, cuyo denominador común es esa nostalgia de sonidos de antaño pero con un ojo puesto en el futuro.
El Ep empieza con “All My Friends” que abre con una bonita genuflexión a los Beatles, una encantadora canción de genética pop lo-fi, “Tulips” la que es una incursión en esos sonidos electrónicos tan manidos estos dos últimos años el chillwave, con “Careless Teens” nos suben las pulsaciones la que mas me atrajo de todas ellas, una preciosa pieza que contiene esa romántica melancólica de antaño, les preceden “Sigh” y “Boyfriend” donde se sumergen de pleno con los sintetizadores sin dejar de lado esos aires ensoñadores, cierra “Secrets” una hipnótica pieza ambient.
Amigos de su paisano Mikey Sanders alias Blackbird Blackbird posiblemente sea el que les haya influenciado en esos temas de clarísima atracción por el chillwave. Cuando se les pregunta por sus influencias nombran el shoegaze electrónico de los suecos The Radio Dept. aunque uno piensa que nombrarían a esas bandas shoegazers llenas de reberb de finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando se les pide que definan su música los hacen con una lacónico y simplista “nostalgia pop”. Un trabajo muy interesante para tener en cuenta a este dúo en un futuro próximo, la banda carece de contrato discográfico y distribuyen este Ep gratuitamente desde su bandcamp.
desde
Esdemasiadoparamicabeza
El Ep empieza con “All My Friends” que abre con una bonita genuflexión a los Beatles, una encantadora canción de genética pop lo-fi, “Tulips” la que es una incursión en esos sonidos electrónicos tan manidos estos dos últimos años el chillwave, con “Careless Teens” nos suben las pulsaciones la que mas me atrajo de todas ellas, una preciosa pieza que contiene esa romántica melancólica de antaño, les preceden “Sigh” y “Boyfriend” donde se sumergen de pleno con los sintetizadores sin dejar de lado esos aires ensoñadores, cierra “Secrets” una hipnótica pieza ambient.
Amigos de su paisano Mikey Sanders alias Blackbird Blackbird posiblemente sea el que les haya influenciado en esos temas de clarísima atracción por el chillwave. Cuando se les pregunta por sus influencias nombran el shoegaze electrónico de los suecos The Radio Dept. aunque uno piensa que nombrarían a esas bandas shoegazers llenas de reberb de finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando se les pide que definan su música los hacen con una lacónico y simplista “nostalgia pop”. Un trabajo muy interesante para tener en cuenta a este dúo en un futuro próximo, la banda carece de contrato discográfico y distribuyen este Ep gratuitamente desde su bandcamp.
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Esdemasiadoparamicabeza
LAUREL HALO
Hour Logic EP
hippos in tanks, 2011
La originaria de Ann Arbor (Michigan), y bien situada en el Brooklyn neoyorquino, lleva un par de años componiendo algunas de las mejores y más inspiradas composiciones de electrónica experimental líquida y policromada, digital y orgánica, hedonista y soñadora, etérea y planeadora, que sobre la modernidad última le entronizan como una de las mejores artistas de la órbita independiente. Ina Cube, o esa monadita de veinticinco años que se esconde detrás de Laurel Halo, comenzó en "Endless Echo" con una serie de epés exploratorios de un universo personal que paulatinamente irá modulando en su proteica y evolutiva manera de componer hasta encontrárnosla en Hippos in Tanks, también casa de Hype Williams, James Ferraro, d’Eon, Sleep ∞ Over o Physical Therapy. En un lugar rozado en un atisbo ligero, pero no ampliamente transitado, por otras senescalesas del pop avanzado como Computer Magic, Maria Minerva o Grimes, Laurel Halo ondea sobre un synthpop de vanguardia que hereda matices de un ambient cristalino y acuoso, un art-pop abstracto que se baña de partículas cósmicas, éter y radiación electromagnética. Una práctica experimental que contiene y supera las distintas wave, arcaicismos vocales y tímbricos épico-medievalistas que culminan en melodías de exuberancia reverberante, trepidaciones rítmicas, polvo del espacio, vacío y chatarra espacial, mutaciones hologramáticas y microscopías láser entre el tecno detroités y el minimalismo alemán (a la Kompakt) y un plancton drónico errante y nebular que convierte cada uno de sus trabajos en un conspicuo ensayo de creatividad. Tras sus primeros trabajos en mp3 para Endless Echo (Future Fruit y Ambrossia Ep), sorprende a finales del año pasado con un magnífico epé en 12” para Hippos in Tanks, de nombre "King Felix", donde se recrea en una heurística, arpegiada, burbujeante, destellante, pacífica y sedante electrónica pop élfico-androide con maravillas como Coriolis o Mental Confection (que será remezclada al final de la cara b por Oneohtrix Point Never), en lo que es el trabajo con mayor presencia vocal de la veinte añera. El pasado mayo salía a la luz para NNA Tapes (también hogar de algunas referencias de Dylan Ettinger, Hobo Cubes, Aguirre, Oneohtrix Point Never o Josh Burke) "Antenna", una oda en siete movimientos vibrados a la contemplación y al consiguiente embebecimiento donde es el ambient, el eco vocal y el drone variable la esencia de su sonido sustantivo. Una muestra más de su diestra holgura ecléctica antes de publicar "Hour Logic", en un nuevo estallido estelar y revisionista de su circunstancial e inmanente estilo.
Es en este último trabajo para Hippos In Tanks donde Laurel Halo denota una mayor inclinación hacia esa hibridación tecnócrata en un sonido asintótico entre el ritmo galopante y el delirio maxitextural de melodías que son cristales soplados en digital y que se suspenden al infinito en un plácido cielo en el que flotamos sobre líquido amniótico. Electrónica panóptica y torrentes polirrítmicos se precipitan sobre estas seis nuevas piezas ("Head", en realidad también incluida en "Antenna") que conforman un trabajo apabullante, lisérgico y onírico, donde beats concatenados, temblores y sacudidas graves, chocantes hasta el noqueo lírico binario, se acompañan de balanceos de valles que son vergeles tecnológicos, circuitos digitales y puertas lógicas que dan acceso a una deleite catártico, feliz y bello. "Hour Logic" es un jardín gradual iridiscente de polígonos poliédricos y una dimensionalidad elástica tornasolada y refulgente. Una excursión heterofónica por un bosque de rotores dinámicos, cuerpos matemáticos y figuras imposibles en ciclos al infinito. De una profunda intensidad poética donde no hay retorno porque tampoco hay partida, Laurel Halo explora con este nuevo ep hacia Cyberia una metamórfica travesía escultural de una electrónica galáctica y angular, múltiple y reflexiva, que es recreo mecánico infalible y meditación hecha con máser, sinfonía.
Es en este último trabajo para Hippos In Tanks donde Laurel Halo denota una mayor inclinación hacia esa hibridación tecnócrata en un sonido asintótico entre el ritmo galopante y el delirio maxitextural de melodías que son cristales soplados en digital y que se suspenden al infinito en un plácido cielo en el que flotamos sobre líquido amniótico. Electrónica panóptica y torrentes polirrítmicos se precipitan sobre estas seis nuevas piezas ("Head", en realidad también incluida en "Antenna") que conforman un trabajo apabullante, lisérgico y onírico, donde beats concatenados, temblores y sacudidas graves, chocantes hasta el noqueo lírico binario, se acompañan de balanceos de valles que son vergeles tecnológicos, circuitos digitales y puertas lógicas que dan acceso a una deleite catártico, feliz y bello. "Hour Logic" es un jardín gradual iridiscente de polígonos poliédricos y una dimensionalidad elástica tornasolada y refulgente. Una excursión heterofónica por un bosque de rotores dinámicos, cuerpos matemáticos y figuras imposibles en ciclos al infinito. De una profunda intensidad poética donde no hay retorno porque tampoco hay partida, Laurel Halo explora con este nuevo ep hacia Cyberia una metamórfica travesía escultural de una electrónica galáctica y angular, múltiple y reflexiva, que es recreo mecánico infalible y meditación hecha con máser, sinfonía.
NICOLAS JAAR
Space Is Only Noise
circus company, 2011
“Un arquitecto tiene que crear espacios físicos que funcionan, yo no. Lo mío tiene que existir simplemente. Prefiero ser poeta”. NJ.
Nicolas Jaar, 21 años. Su ídolo es Leonard Cohen y admira a diversos cineastas italianos pero son la excepción, normalmente no le gustan los italianos. Elegiría a Borges si tuviera que musicalizar una obra. Nació en Nueva York y luego emigró a Chile, donde pasó seis años para luego volver a su ciudad natal, estudió en el Licée Français y desde entonces se siente europeo. Por eso, para publicar su primer LP, "Space Is Only Noise" (2011), ha elegido el sello francés Circus Company en vez del estadounidense Wolf+Lamb.
A los 14 años, Jaar se iba con unos amigos al metro de Nueva York, a Central Park o al Spanish Harlem para improvisar, dice que todo eso se lo debe al jazz. Y definitivamente el jazz ha marcado su música. Sus composiciones heredan la estructura del jazz, pero Jaar amplía sus horizontes valiéndose del inmenso mundo de la electrónica. Pero eso sí, nunca dejando de lado las trompetas de toda la vida, como en canciones como "Keep Me There" o "I Got A", protagonizada por un piano de cola. Jaar se atreve también con su voz, que aunque distorsionada en "Problems With The Sun", la descubrimos sincera y grave como si te cantara al oído en composiciones como la que da nombre al disco. Delata su paso por Chile cuando oímos "El Bandido" o "Mi Mujer", ambas no incluidas en "Space Is Only Noise" y cantadas en castellano made by Jaar.
Canciones como "Balance Her In Between Your Eyes" nos hacen entrar en una especie de trance. "Specters Of The Future" empieza con un sabor añejo para acabar con sintetizadores y la simplicidad de "Trace" es tal que hasta da miedo. Y, sin pasar desapercibida "Variations", llegamos al final con "Etre", que cierra el círculo llamándose igual que la primera. Se han quedado grandes canciones fuera de este disco, tales como "Marks" o el hitazo "Love Teacher". Pero esto sólo es la erupción del volcán Jaar y presentimos que queda mucho más por escuchar.
“El 70% de las personas utilizan la música como utilizan la moda, o como utilizarían cualquier otra forma de objeto o creación artística: se sirven de ella para mostrar algo sobre ellos. Es inevitable. Desgraciadamente.” NJ.
Para Jaar, estamos ahora mismo en el Renacimiento de la música electrónica, el momento en que todo el mundo puede hacer música. Sin estudio, sin productor, sin otros músicos. Solos tú y tu Mac. Pura sinceridad y honestidad hacia el oyente.
En el verano de 2004, Soul Keita, Nikita Quasim y Nicolas Jaar se conocieron y fundaron Clown and Sunset, un colectivo donde se reúnen estos tres más Valentin Stip para sacar compilaciones como "Inès" (2010), con temas de creación individual pero con la prometedora colaboración en Her String con todos ellos unidos fraterna-musicalmente.
Nicolas Jaar estuvo en el pasado Sónar y allí comprobamos que, en los directos, la banda está compuesta por Ian Sims a la batería, Will Epstein al saxo y teclados, Dave Harrington a la guitarra y el propio Nicolas al piano, voz y demás sonidos electrónicos. “Un prodigio”, dicen los afortunados que le vieron en el Sónar.
por Alma Porta
desde Crazyminds.es
Nicolas Jaar, 21 años. Su ídolo es Leonard Cohen y admira a diversos cineastas italianos pero son la excepción, normalmente no le gustan los italianos. Elegiría a Borges si tuviera que musicalizar una obra. Nació en Nueva York y luego emigró a Chile, donde pasó seis años para luego volver a su ciudad natal, estudió en el Licée Français y desde entonces se siente europeo. Por eso, para publicar su primer LP, "Space Is Only Noise" (2011), ha elegido el sello francés Circus Company en vez del estadounidense Wolf+Lamb.
A los 14 años, Jaar se iba con unos amigos al metro de Nueva York, a Central Park o al Spanish Harlem para improvisar, dice que todo eso se lo debe al jazz. Y definitivamente el jazz ha marcado su música. Sus composiciones heredan la estructura del jazz, pero Jaar amplía sus horizontes valiéndose del inmenso mundo de la electrónica. Pero eso sí, nunca dejando de lado las trompetas de toda la vida, como en canciones como "Keep Me There" o "I Got A", protagonizada por un piano de cola. Jaar se atreve también con su voz, que aunque distorsionada en "Problems With The Sun", la descubrimos sincera y grave como si te cantara al oído en composiciones como la que da nombre al disco. Delata su paso por Chile cuando oímos "El Bandido" o "Mi Mujer", ambas no incluidas en "Space Is Only Noise" y cantadas en castellano made by Jaar.
Canciones como "Balance Her In Between Your Eyes" nos hacen entrar en una especie de trance. "Specters Of The Future" empieza con un sabor añejo para acabar con sintetizadores y la simplicidad de "Trace" es tal que hasta da miedo. Y, sin pasar desapercibida "Variations", llegamos al final con "Etre", que cierra el círculo llamándose igual que la primera. Se han quedado grandes canciones fuera de este disco, tales como "Marks" o el hitazo "Love Teacher". Pero esto sólo es la erupción del volcán Jaar y presentimos que queda mucho más por escuchar.
“El 70% de las personas utilizan la música como utilizan la moda, o como utilizarían cualquier otra forma de objeto o creación artística: se sirven de ella para mostrar algo sobre ellos. Es inevitable. Desgraciadamente.” NJ.
Para Jaar, estamos ahora mismo en el Renacimiento de la música electrónica, el momento en que todo el mundo puede hacer música. Sin estudio, sin productor, sin otros músicos. Solos tú y tu Mac. Pura sinceridad y honestidad hacia el oyente.
En el verano de 2004, Soul Keita, Nikita Quasim y Nicolas Jaar se conocieron y fundaron Clown and Sunset, un colectivo donde se reúnen estos tres más Valentin Stip para sacar compilaciones como "Inès" (2010), con temas de creación individual pero con la prometedora colaboración en Her String con todos ellos unidos fraterna-musicalmente.
Nicolas Jaar estuvo en el pasado Sónar y allí comprobamos que, en los directos, la banda está compuesta por Ian Sims a la batería, Will Epstein al saxo y teclados, Dave Harrington a la guitarra y el propio Nicolas al piano, voz y demás sonidos electrónicos. “Un prodigio”, dicen los afortunados que le vieron en el Sónar.
por Alma Porta
desde Crazyminds.es
Haley Fohr (22 años) es el nombre de la chica que se esconde bajo el nombre Circuit Des Yeux. Un par de aclamados discos (editados durante el 2008 y 2009) la hicieron ganar rápidamente un estatus de culto dentro del circuito independiente internacional. Ambas obras se revuelcan en una rarísima y trasnochada propuesta de baja fidelidad, tan característica de los músicos del mid west estadounidense (ella es de Lafayette, Indiana).
"Portrait" continua la senda trazada en sus dos trabajos anteriores pero esta vez se percibe cierta accesibilidad que no era posible encontrar en el pasado. Algunas canciones como "3311" o "101 Ways To Kill A Man", entran fácilmente en el subconsciente, contribuyendo a una experiencia auditiva más amistosa. Circuit Des Yeux evoca los espíritus de Jandek y Jim Sheppard, generando una fascinante atmósfera que podría acompañar de manera perfecta a tus peores noches de insomnio.
por Iván Daguer
desde Especial35°
Vuelven con otra ración de nihilismo fantasmagórico nuestros espectros favoritos TV GHOST que tras un increiblemente viciante "Cold Fish" se suplantan en su propia identidad para racionarnos de nuevo con una colección de retazos Post-Punk de salivazo noise que lleva por título "Mass Dream" y que vuelven a editar en la imprescindible In the Red Records con una cuenta bien larga repleta de bandas de calidades y originalidades inexcrutables y hambrientas por reventar escenarios.
Desde Lafayette (Indiana) la banda mantenida por cuatro flacos drogadictos, se revuelve nerviosamente como buscando guita para crack o algo así y es que su música es galopante como el Post-Punk de los 80s', igual de demacrado pero más colorido y rodeado de drogas de diseño, un punk arty feo y dolorosamente bueno. Ellos continúan haciéndote sentir como en una pesadilla de formas innobles mas suenan reconvirtiendo los huecos con voces de fantasmagoría y letargos sucios de tanto arrastarse por callejones húmedos plagados de jeringas, lugares en los que la cacofonía se nos presenta como un presente sin pasado como una buena lluvia de meados del más allá, como el único mal trip necesario para hacerte con la necesidad de estar vivo pero muerto.
Siniestros, divertidos, alocados como un fin de semana en las catacumbas. En la ruta de The Birthday Party, Suicide, The Scientists y otras deformidades placenteras.
desde
lamquinablanda.blogspot.com
Desde Lafayette (Indiana) la banda mantenida por cuatro flacos drogadictos, se revuelve nerviosamente como buscando guita para crack o algo así y es que su música es galopante como el Post-Punk de los 80s', igual de demacrado pero más colorido y rodeado de drogas de diseño, un punk arty feo y dolorosamente bueno. Ellos continúan haciéndote sentir como en una pesadilla de formas innobles mas suenan reconvirtiendo los huecos con voces de fantasmagoría y letargos sucios de tanto arrastarse por callejones húmedos plagados de jeringas, lugares en los que la cacofonía se nos presenta como un presente sin pasado como una buena lluvia de meados del más allá, como el único mal trip necesario para hacerte con la necesidad de estar vivo pero muerto.
Siniestros, divertidos, alocados como un fin de semana en las catacumbas. En la ruta de The Birthday Party, Suicide, The Scientists y otras deformidades placenteras.
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JULIANNA BARWICK & IKUE MORI
Frkwys Vol. 6
rvng intl., 2011
Julianna Barwick & Ikue Mori fueron invitadas para hace una colaboración para la prestigiada serie FRKWYS que reúne a distintos artistas a colaborar entre si, por ejemplo acá pueden ver información del Vol 7.
Julianna Barwick es una artista relativamente nueva que vive un momento muy importante en la música ambient underground de Nueva York, tiene 3 discos y todos son altamente recomendables. Por su parte Ikue Mori es una artista con mucho más tiempo en los reflectores, nació en 1953, en Tokyo, Japón y en el año 1977 llegó a NY, es baterista y diseñadora gráfica, ha sido un personaje activo del punk y del avant garde, reconocida como pionera en trabajar con software o cajas de ritmos. También famosa por ser la batería en la mítica banda DNA.
Esta colaboración se basa en improvisaciones que se grabaron directamente a un vinyl, el evento se llevó a cabo el pasado octubre a manera de happening en la galería White Columns. Durante la presentación la artista visual Erik Mika proyectada imágenes y manipulaba la luz de la sala. El resultado es bastante experimental y evidentemente con altas dosis de avant garde, sin embargo dentro de toda esta cosa extraña por momentos hay diversión, la combinación de lo absurdo con ruidos y texturas de pronto genera pasajes, repito, hasta amenos, cosa que no es fácil encontrar en estos niveles de intelectualidad.
desde
Regioncuatro.com.
Sintoniza El Sueño del Esquimal todos los jueves a las 21:00 hrs. por Radio Placeres 87.7 FM desde Valparaíso, también online por aquí.
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