octubre 01, 2008

El Sueño del Esquimal # 223, jueves 2 de octubre.

Ya casi inmemoriales, los esquimales continuarán con el alegre juego del salto, entre notas musicales y pedacitos de hielo salpicados por aquí y allá



BENOIT PIOULARD
Temper
kranky, 2008.

En algún lugar entre la electrónica, el ambient y el folk se sitúa la nueva entrega del muchacho de Oregon, Thomas Meluch, con una clara debilidad por el francés se ha re-bautizado como Benoit Pioulard, tiene sólo 24 años y el 2006 nos sorprendió con el étereo trabajo "Precis" su primer disco para Kranky luego de varios CD-Rs autoeditados, en "Temper" los temas rara vez superan los 3 minutos, los comprime al máximo estrujando el néctar que estas bellas letanías contienen, la atmósfera en que transcurre el disco hace pensar en una postal de un día lluvioso en el campo y la niebla cubriéndolo todo.
Se hace notar la orfebrería indietrónica en los dos primeros cortes del disco "ragged tint" y "ahn" destacadísima también esta su voz que recuerda al sueco José Gonzalez por su delicadeza y relajo, no deja de lado y se acomoda perfectamente a los espacios cadenciosos y elevados como en la instrumental "sweep generator" y en "golden grin" deja sentir al trovador translúcido en un tornado de folk ruidoso, que me recuerda un proyecto de los 90's llamado Soul Whirling Somewhere, a pesar de todos estos elementos hay luminosidad en estas diminutas canciones.
Las lágrimas invernales retornan en "the loom pedal" con lluvia de fondo y voz mutada por efectos que le queda muy bien, se nota el buen gusto en el armado final de los temas, la perfecta sincronía entre voz, guitarra, teclados y samples, suena personal y sensible, lo ha grabado solo y se nota, tampoco necesita de nada más.
Especialmente recomendado para los que gusten del eterno bosque nocturno que entregan músicos como Khonnor, Boduf Songs y Flying Saucer Attack.




THE JESUS AND MARY CHAIN
Psychocandy
blanco y negro, 1985.

No sé por donde empezar, el volver a escuchar "Psychocandy" y darme cuenta que me produce lo mismo que la primera vez es algo fuerte, los temas aparecen en un borde azucarado mitad melodía mitad ruido, se desgranan, ondulan y colapsan en un espectro cerrado y extraño, pero de una vitalidad melosa que sobrecoge, como consiguieron ese sonido aún me quita el sueño, una hermosa y afilada saturación que hasta hoy no he escuchado nuevamente.
The Jesus and Mary Chain es una agrupación escosesa formada a comienzos de los 80's por los hermanos Jim y William Reid, tipos conflictivos que seguramente nunca se encontraron parte del montón, ellos querían plantear algo especial y al final lo consiguieron con su disco debut, incitados por el sonido y ambiente punk y post-punk de aquellos años dan vida a un trabajo que debe encontrarse entre los discos más influyentes y rupturistas de la historia, totalmente atemporal "Psychocandy" abre con "just like honey" un tema que es díficil no entre directo a tu interior, desde siempre fue un himno, delicada y despiadada contiene una calidez poco usual, un verdadero arrullo que Sofía Coppola nos hiciera recordar en "Lost in Translation". Pero el culto ya era antiguo, de hecho considero que The Jesus and Mary Chain cuenta con uno de los más fieles y leales séquitos que de seguro morirán con esta cruz marchita arraigada en su pecho.
Luego la tormenta se deja caer con temas como "the living end", "taste the floor" y "the hardest walk" , el verdadero aluvión sónico esperado por décadas aquí encuentra la ruta, guitarras a mil, bajo profundo a cargo de Douglas Hart y la batería marcial de Bobby Gillespie (luego voz y lider de Primal Scream), todo puesto en su lugar, territorio agreste junto a la voz sentida de Jim Reid.
Se cuenta que por aquellos tiempos las actuaciones en directo de la banda eran ultra-violentas y que a veces no pasaban de la media hora de ruido y acoples, los periodistas inmediatamente los acomodaron en el ojo del huracán, como alguna vez lo habían hecho con The Sex Pistols, volvía la rabia y el descontrol al rock'n'roll y eso era bueno.
Otro tema que descoloca es "in a hole", siempre me gustó envuelto en una capa de distorsión y de nuevo corazón y alma encadenados desnudos para las audiencias adolescentes que pescáran, y así podría continuar hasta el final del disco, acá no sobra nada y me queda claro que "Psychocandy" debe encontrarse entre las mejores producciones musicales que se han creado en la historia, tras su apariencia deslavada e inquieta se encuentra un sonido verdadero y lúcido que es muy díficil se vuelva a repetir.
"living inside me..."
The Jesus and Mary Chain se presenta en Chile el 4 de noviembre en el Festival SUE y sería un pecado no asistir.




GANG GANG DANCE
Saint Dymphna
the social registry, 2008.

De nuevo Nueva York en el horizonte desmenuzando sonido opalescente y embriagador pordoquier, el engendro experimental y colapsante Gang Gang Dance vuelve al ruedo con disco largo y vaya que no escatima esfuerzos en descolocar nuestra cabeza, esta vez convertido en una maraña de estridencia luminosa que no le quita el rostro tampoco al baile por ejemplo, pero es una danza extraña, entre efectista e infantil, que como en toda su producción cuenta con ese elemento mutante que se podría graficar como collage sonore y que los aleja de cualquier estereotipo, ahora con la voz de Liz Bougatsos en primer plano, grande así como Bjork a la cabeza de The Sugarcubes a fines de los 80's y así de graciosos también.
Si hasta se dan el lujo de parodiar o tributar a My Bloody Valentine en "vacuum", como sacada de un "Loveless" de otra dimensión, geniales. No por nada el disco será editado por el prestigioso sello inglés Warp para el resto del mundo, luego que la plataforma de Brooklyn, The Social Registry, su casa de toda la vida lo edite para USA.
Más accesibles pero igual de incontenibles Gang Gang Dance le da una nueva vuelta de tuerca al ruido deconstruido, una lavada de cara necesaria para mantenerse a la palestra de lo que llamamos música de riesgo, adelante y muy distante de lo normal, eso se los aseguro.
Planeta Marte.




JUANA MOLINA
Un Día
domino, 2008.

Ella gusta en girar su sonido, en superponer voces y ruidos a canciones de aspecto simple y cercanas que lentamente se van abriendo y transformando en pequeños retazos de experimentación que sólo cuentan con un personaje conspirador en el horizonte, Juana Molina, la argentina que se toma el escenario y también la habitación cerrada, para luego devorar todo el espacio con sus extrañas maneras de acercamiento y ya no sabemos si esto que hoy nos entrega es folk, noise o pop. Es rara y así también le da cuerpo a un nuevo trabajo que lleva su estigma, la fragilidad, la cadencia, la cercanía y que por añadidura vuelve a desarmar entre murmullos, sollozos y frases de poesía desacomodada, dolida hasta cierto punto y el loop eterno que no puede evadir. Como en un trance arcano inventado solo en su planicie litoral abandonada, onírica y lisérgica, se conoce y por eso que llega casi a los límites interpretativos en "Un Día" su trabajo más personal y extremo, que en este caso es cercano por que no puede alejarse tanto mateniendo esa particularidad que encierra su música y por supuesto su voz, aún de niña a pesar de los años.
Hace un tiempo la ví tocando en un bar de Valparaíso girando los temas de su anterior disco "Son" de 2006, ella sola en el escenario armando y desarmando su contrabando de cadencias y me descolocó por el bosque que construía de la nada, bueno este trabajo es la continuación de aquello con la seguridad de que funcionó dar ese paso hacía la nada como caminado sobre el agua, así como un milagro, pureza revuelta.


y alguna otra sorpresa que salga ahí en el cuento.


como todos los jueves desde las 21hrs, por Radio Placeres, 87.7 fm
y on-line por acá.

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