Rematando el año desde el cuarto helado.
Usando la garganta como un desgarrado filamento a punto de hacer cortocircuito, extraño ejercicio que ya es marca de la casa para Blixa Bargeld, dentro de la variedad de mutaciones vocales del artista alemán hay una que impacta, el asunto consiste en introducirse el micrófono en la cavidad bucal y luego gritar a reventar pero hacía adentro, Blixa lo realiza desde comienzos de los 80 cuando fundó Einstürzende Neubauten, en una actuación en Berlín Oriental Nick Cave observa el espectáculo y queda maravillado, de inmediato lo invita a ser parte de sus The Bad Seeds en los que Bargeld ejercerá por 20 años (1983-2003).
Este año nos ha sorprendido la colaboración de Blixa con Carsten Nicolai aka Alva Noto, ANBB es un proyecto donde ambos se desplazan comodamente por los bordes del sonido experimental, el minimalismo electrónico y una actitud claramente rompedora, siendo estrictos diremos que estos 2 músicos alemanes vienen partipando juntos desde 2007, cuando decidieron realizar una serie de presentaciones con la improvisación vocal de Bargeld y la musicalización de Noto.
De este "Mimikry" (publicado el 4 de octubre) diremos que parte precisamente con ese alarido agudo del que hablamos al comienzo,"Fall" es una pieza de más de 10 minutos separada por fases, el sonido es complejo y heterogéneo, como si buena parte de la electrónica alemana se concentrara aquí, desde los glitchs alucinógenos hasta las altmósferas evanescentes, Alva Noto expande el ruido detallista por territorios alejados, mientras Blixa con su voz va entregando el carácter a cada uno de los espacios intervenidos, una gran fuente de música inhabitual, sedante y liberadora a fin de cuentas.
"Once Again" es un antro de aliento maquinal, una voz maligna se arrastra en la caverna de cemento, golpeteo de fierros, zumbidos viciosos y un ambiente que se va haciendo cada vez más espeso, sobresaliente reducto creado por estos 2 investigadores venidos desde la antigua Alemania Oriental, perfectos.
También hay momentos para sentir el sonido del silencio como en "One" (que ya había aparecido en el Ep "Red Marut Handshake" hace algunos meses atrás), claro que todo acá está siempre en constante movimiento, resonancias que funcionan como fuentes de energía, alteraciones del comportamiento y percepción ampliada a base de ruidos manejados con destreza.
La portada de "Mimikry" (originalmente llamada "Wallstreet-Spider") es parte de una serie de fotografías denominada "Veroschka Self Portraits" (1992-96) de la artista, modelo y actriz norteamericana Vera Lehndorff, de la cual ANBB también exporta algunas voces en los temas "Mimikry" y "Katze", conductos industriosos por donde se cruzan la estética y el riesgo, el viaje entero es inspirador y emocionante, una mirada que se hunde en la distancia de los tiempos, grabaciones y ondas de sonido que intervienen la conciencia del oyente, fachadas que simplemente se desvanecen. Ciencia aplicada.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Este año nos ha sorprendido la colaboración de Blixa con Carsten Nicolai aka Alva Noto, ANBB es un proyecto donde ambos se desplazan comodamente por los bordes del sonido experimental, el minimalismo electrónico y una actitud claramente rompedora, siendo estrictos diremos que estos 2 músicos alemanes vienen partipando juntos desde 2007, cuando decidieron realizar una serie de presentaciones con la improvisación vocal de Bargeld y la musicalización de Noto.
De este "Mimikry" (publicado el 4 de octubre) diremos que parte precisamente con ese alarido agudo del que hablamos al comienzo,"Fall" es una pieza de más de 10 minutos separada por fases, el sonido es complejo y heterogéneo, como si buena parte de la electrónica alemana se concentrara aquí, desde los glitchs alucinógenos hasta las altmósferas evanescentes, Alva Noto expande el ruido detallista por territorios alejados, mientras Blixa con su voz va entregando el carácter a cada uno de los espacios intervenidos, una gran fuente de música inhabitual, sedante y liberadora a fin de cuentas.
"Once Again" es un antro de aliento maquinal, una voz maligna se arrastra en la caverna de cemento, golpeteo de fierros, zumbidos viciosos y un ambiente que se va haciendo cada vez más espeso, sobresaliente reducto creado por estos 2 investigadores venidos desde la antigua Alemania Oriental, perfectos.
También hay momentos para sentir el sonido del silencio como en "One" (que ya había aparecido en el Ep "Red Marut Handshake" hace algunos meses atrás), claro que todo acá está siempre en constante movimiento, resonancias que funcionan como fuentes de energía, alteraciones del comportamiento y percepción ampliada a base de ruidos manejados con destreza.
La portada de "Mimikry" (originalmente llamada "Wallstreet-Spider") es parte de una serie de fotografías denominada "Veroschka Self Portraits" (1992-96) de la artista, modelo y actriz norteamericana Vera Lehndorff, de la cual ANBB también exporta algunas voces en los temas "Mimikry" y "Katze", conductos industriosos por donde se cruzan la estética y el riesgo, el viaje entero es inspirador y emocionante, una mirada que se hunde en la distancia de los tiempos, grabaciones y ondas de sonido que intervienen la conciencia del oyente, fachadas que simplemente se desvanecen. Ciencia aplicada.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Tras unos meses de retraso por fin ha visto la luz (crepuscular) “Ark”, el segundo y esperadísimo álbum en solitario de Brendan Perry. Tras su primer disco en solitario (“Eye of the hunter” 1999), más centrado en sonidos acústicos y cantautoriles, habíamos atisbado ya en sus colaboraciones con Piano Magic en el álbum “Ovations” (2009) y, sobre todo, con Zoar, en el álbum “Clouds Without Water” (2002) un acercamiento a las atmósferas majestuosas y oscuras desarrolladas junto a Lisa Gerrard en Dead Can Dance. Esto último se confirmó de manera sobresaliente en la gira de presentación del disco y que le trajo a Madrid en Marzo.
Efectivamente, “Ark” nos devuelve a un Brendan Perry en estado de gracia. Percusiones hipnóticas, ritmos pausados y teclados solemnes arropan a la perfección su profunda y maravillosa voz que, de nuevo, nos deleita con unas letras muy cuidadas y líricas, en las que analiza el mundo moderno con su peculiar prosa de reminiscencias un tanto arcanas, tratando temas como la corrupción política, las guerras, la explotación religiosa y neo-colonialista, la alienación, la destrucción del medio ambiente, etc…. A lo largo de ocho extensas canciones se va retratando la miseria humana aunque sin renunciar a la esperanza y a la confianza en un mundo mejor. Debido a esta temática y a su homogeneidad sonora podemos decir que “Ark” es un trabajo conceptual sobre la concepción del ser humano en esta época de límites y desgarros.
Elaborado completamente en solitario y mezclando sabiamente instrumentos clásicos (percusiones, guitarras, bajo, yang chin) y electrónicos (sintetizadores, samplers) “Ark” se impregna con una atmósfera delicada y detallista que ensambla magistralmente lo antiguo con lo contemporáneo en aras de una sonoridad neutra y fría, que no se decanta ni por lo uno ni por lo otro. La maestría con la que Brendan teje y acopla sonidos y melodías, escapa a la monotonía y resulta profundamente emotiva y evocadora. El álbum se abre y se cierra con dos temas conocidos que Brendan había presentado en la última gira de Dead Can Dance de 2005: “Babylon” (antes llamado “Saffron”) y “Crescent”. Las versiones que aparecen aquí son prácticamente iguales a las que pudimos disfrutar en directo en su momento. Tal vez, el hecho de ralentizar un poco el ritmo en la primera le aporta una mayor majestuosidad y solemnidad, dando como resultado uno de los mejores temas jamás compuestos por Brendan. Por su lado, la larguísima y dramática “Crescent” con su guiño al EP de Dead Can Dance “Garden of the arcane deligths” (1984) cierra el álbum envolviéndolo con la delicadeza de un sudario. Entre medias, encontramos canciones muy conocidas, como “Utopia”, ese potente abrazo entre la melancolía y la energía que llevaba varios meses disponible en su myspace, y otras completamente nuevas o que únicamente habíamos escuchado en la gira de presentación del disco. Los elementos más luminosos o esperanzadores destacan en “The Devil And The Deep Blue Sea”, la canción más dinámica del disco, y “Wintersun”, rebosante de sutiles aires pop. Por el contrario, “Inferno” hace hincapié en aspectos más experimentales hasta explotar en una rítmica repetitiva llena de energía y misticismo. “The Bogus Man” y “This Boy” acaparan las atmósferas más oscuras y majestuosas, con suaves cadencias rítmicas y melodías épicas y sombrías. Honesto, poético y tremendamente inspirado, “Ark” es un trabajo que va creciendo a cada escucha y que se perfila como un compañero perfecto para las largas noches del invierno que aún está por llegar (invierno europeo).
Efectivamente, “Ark” nos devuelve a un Brendan Perry en estado de gracia. Percusiones hipnóticas, ritmos pausados y teclados solemnes arropan a la perfección su profunda y maravillosa voz que, de nuevo, nos deleita con unas letras muy cuidadas y líricas, en las que analiza el mundo moderno con su peculiar prosa de reminiscencias un tanto arcanas, tratando temas como la corrupción política, las guerras, la explotación religiosa y neo-colonialista, la alienación, la destrucción del medio ambiente, etc…. A lo largo de ocho extensas canciones se va retratando la miseria humana aunque sin renunciar a la esperanza y a la confianza en un mundo mejor. Debido a esta temática y a su homogeneidad sonora podemos decir que “Ark” es un trabajo conceptual sobre la concepción del ser humano en esta época de límites y desgarros.
Elaborado completamente en solitario y mezclando sabiamente instrumentos clásicos (percusiones, guitarras, bajo, yang chin) y electrónicos (sintetizadores, samplers) “Ark” se impregna con una atmósfera delicada y detallista que ensambla magistralmente lo antiguo con lo contemporáneo en aras de una sonoridad neutra y fría, que no se decanta ni por lo uno ni por lo otro. La maestría con la que Brendan teje y acopla sonidos y melodías, escapa a la monotonía y resulta profundamente emotiva y evocadora. El álbum se abre y se cierra con dos temas conocidos que Brendan había presentado en la última gira de Dead Can Dance de 2005: “Babylon” (antes llamado “Saffron”) y “Crescent”. Las versiones que aparecen aquí son prácticamente iguales a las que pudimos disfrutar en directo en su momento. Tal vez, el hecho de ralentizar un poco el ritmo en la primera le aporta una mayor majestuosidad y solemnidad, dando como resultado uno de los mejores temas jamás compuestos por Brendan. Por su lado, la larguísima y dramática “Crescent” con su guiño al EP de Dead Can Dance “Garden of the arcane deligths” (1984) cierra el álbum envolviéndolo con la delicadeza de un sudario. Entre medias, encontramos canciones muy conocidas, como “Utopia”, ese potente abrazo entre la melancolía y la energía que llevaba varios meses disponible en su myspace, y otras completamente nuevas o que únicamente habíamos escuchado en la gira de presentación del disco. Los elementos más luminosos o esperanzadores destacan en “The Devil And The Deep Blue Sea”, la canción más dinámica del disco, y “Wintersun”, rebosante de sutiles aires pop. Por el contrario, “Inferno” hace hincapié en aspectos más experimentales hasta explotar en una rítmica repetitiva llena de energía y misticismo. “The Bogus Man” y “This Boy” acaparan las atmósferas más oscuras y majestuosas, con suaves cadencias rítmicas y melodías épicas y sombrías. Honesto, poético y tremendamente inspirado, “Ark” es un trabajo que va creciendo a cada escucha y que se perfila como un compañero perfecto para las largas noches del invierno que aún está por llegar (invierno europeo).
Desde
eldesiertodehielo.blogspot.com
El 12 de octubre se ha publicado el esperado cuarto álbum de Antony And The Johnsons, "Swanlights", una nueva ópera a la tristeza del cantautor norteamericano junto a su orquesta desgarradora.
Y a pesar de que ha pasado el tiempo y nuestra piel se ha hecho fuerte ante sus arrebatos vocales y liristas, hay una sensibilidad que permanece inalterable en sus canciones, tratar de encontrar una explicación lógica para esta perversión es una tontería, pero digamos que Antony posee una voz singular, ancha, majestuosa, que de inmediato extiende el brazo y te acoge, no importa si le necesitas o no, simplemente ahí se encuentra lista para acariciar tus magulladuras.
Empezar por "Everything Is New", tema que abre este preciosista trabajo y en el cual se exalta su registro quebradizo, una pieza lenta y de aspecto clásico que realmente envuelve, mucho tienen que ver en este encantamiento los Johnsons, que en "Swanlights" se muestran iluminados creando siempre el plano emocional justo para que Antony deje la ofrenda, The Johnsons son: Julia Kent, Maxim Mostom, Parker Krinded, Rob Moose, Doug Wieselman, Thomas Bertlett y Jeff Langston, quienes junto a Antony van desarrollando espacios de instrumentación elevada y cuativadora en los que es una delicia dejarse caer.
Continúa el via crucis de Antony en canciones como "Ghost", recuerdos de familia y cariños mal correspondidos, una voz que se sacude junto al soporte de la Orquesta Sinfónica de Londres, realmente nos hace parte del ceremonial y se nos va quedando clavado.
Ahora más resplandeciente en el single "Thank You For Your Love", el otro lado del camino, agradecido y casi feliz, un escape cada vez más frecuente en la música de Antony, no podía ser siempre la vida derrotada. Otro temazo es "Flétta" compuesto y cantado junto a Björk, les queda muy bien el dueto (vuelta de mano luego de la participación de Antony en "Volta"), se mueven entre sensibilidades afines, particular juego de piano y susurros que llegan muy adentro.
Está muy claro que sus dos primeros discos, "Antony And The Johnsons" (durtro, 2000) y "I Am A Bird Now"(secretly canadian, 2005), son obras magníficas difíciles de volver a alcanzar, pero quien sabe, el músico sigue entregando discos especiales y llenos de pasión, es su fortaleza justamente su fragilidad, esa visión maltratada de presente, cristales rotos, lágrimas.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Y a pesar de que ha pasado el tiempo y nuestra piel se ha hecho fuerte ante sus arrebatos vocales y liristas, hay una sensibilidad que permanece inalterable en sus canciones, tratar de encontrar una explicación lógica para esta perversión es una tontería, pero digamos que Antony posee una voz singular, ancha, majestuosa, que de inmediato extiende el brazo y te acoge, no importa si le necesitas o no, simplemente ahí se encuentra lista para acariciar tus magulladuras.
Empezar por "Everything Is New", tema que abre este preciosista trabajo y en el cual se exalta su registro quebradizo, una pieza lenta y de aspecto clásico que realmente envuelve, mucho tienen que ver en este encantamiento los Johnsons, que en "Swanlights" se muestran iluminados creando siempre el plano emocional justo para que Antony deje la ofrenda, The Johnsons son: Julia Kent, Maxim Mostom, Parker Krinded, Rob Moose, Doug Wieselman, Thomas Bertlett y Jeff Langston, quienes junto a Antony van desarrollando espacios de instrumentación elevada y cuativadora en los que es una delicia dejarse caer.
Continúa el via crucis de Antony en canciones como "Ghost", recuerdos de familia y cariños mal correspondidos, una voz que se sacude junto al soporte de la Orquesta Sinfónica de Londres, realmente nos hace parte del ceremonial y se nos va quedando clavado.
Ahora más resplandeciente en el single "Thank You For Your Love", el otro lado del camino, agradecido y casi feliz, un escape cada vez más frecuente en la música de Antony, no podía ser siempre la vida derrotada. Otro temazo es "Flétta" compuesto y cantado junto a Björk, les queda muy bien el dueto (vuelta de mano luego de la participación de Antony en "Volta"), se mueven entre sensibilidades afines, particular juego de piano y susurros que llegan muy adentro.
Está muy claro que sus dos primeros discos, "Antony And The Johnsons" (durtro, 2000) y "I Am A Bird Now"(secretly canadian, 2005), son obras magníficas difíciles de volver a alcanzar, pero quien sabe, el músico sigue entregando discos especiales y llenos de pasión, es su fortaleza justamente su fragilidad, esa visión maltratada de presente, cristales rotos, lágrimas.
Raúl Cabrera Hidalgo.
CINDYTALK
Up Here In The Clouds
editions mego, 2010
WILD NOTHING
Gemini
captured tracks, 2010
VARIOS
Music And Migration
second language, 2010
MURRALIN LANE
Our House Is On The Wall
12k, 2010
Hawái.Up Here In The Clouds
editions mego, 2010
Nacidos a comienzo de los 80 en Edinburgo, Escocia, se convirtieron en una agrupación de culto dentro de la escena experimental británica, siempre liderados por la ambigua figura de Gordon Sharp, sus primeros trabajos ochenteros se movían dentro del sonido abstracto y oscuro, incluso en algún momento colaboraron con Cocteau Twins.
Después de trabajar para distintos sellos como World Serpent y Praxis, en los 90 se les perdió el rastro, hasta llegaron a separarse por algunos años, pero a partir de 2009 con su sorpresiva llegada a la etiqueta austríaca Editions Mego (Pita Rehberg), la carrera de Cindytalk a tomado un nuevo impulso y claro que se lo tenían bien ganado, el necesario reconocimiento para una banda underground que transitaba siempre por la orilla.
"The Crackle Of My Soul" de 2009 fue el primer aviso, desde ahí no han parado de editar, como si una vertiente estancada hubiese encontrado una nueva dirección, y vaya que se ha extendido esta fuerza oculta, han entrado de lleno en el territorio de las estructuras electrónicas intervenidas, ruido silvestre e inquietante que se exhibe poderoso en "Up Here In The Clouds".
Abren la compuerta con "The Eighth Sea", una tormenta en alta mar, grabaciones recopiladas por Gordon Sharp entre 2003 y 2010, en medio de la lluvia sentimos el acercamiento del latido humano, fluorecencias pálidas que mueren entre las olas impetuosas, mientras voces maquinales acentúan la despedida.
Nunca está de más el paseo por las dimensiones recónditas del eco paranormal, "We Are Without Words" es eso y mucho más, sonidos que se desgranan en reverberancias y zumbidos agudos, justo en la curva aparecen las huellas de un universo imponente, son tinieblas.
Los glitches explosivos se toman "I Walk Until I Fall", cuando pensamos que ya no están se dejan sentir los cortes profundos, flagelación, vientos arrolladores y un grito que no es humano, golpes y atmósfera sofocante, pereciera que cada plano sonoro estuviera poseído por una energía perversa.
Y no nos deja salir, al revés nos somete en este viaje por las profundidades del ambient turbulento, Cindytalk en la búsqueda de una nueva andadura deja abierto un submundo olvidado y oscuro, un millar de imágenes y sonoridades venidas desde el ocaso, orfebrería angustiante.
Raúl Cabrera Hidalgo.
Después de trabajar para distintos sellos como World Serpent y Praxis, en los 90 se les perdió el rastro, hasta llegaron a separarse por algunos años, pero a partir de 2009 con su sorpresiva llegada a la etiqueta austríaca Editions Mego (Pita Rehberg), la carrera de Cindytalk a tomado un nuevo impulso y claro que se lo tenían bien ganado, el necesario reconocimiento para una banda underground que transitaba siempre por la orilla.
"The Crackle Of My Soul" de 2009 fue el primer aviso, desde ahí no han parado de editar, como si una vertiente estancada hubiese encontrado una nueva dirección, y vaya que se ha extendido esta fuerza oculta, han entrado de lleno en el territorio de las estructuras electrónicas intervenidas, ruido silvestre e inquietante que se exhibe poderoso en "Up Here In The Clouds".
Abren la compuerta con "The Eighth Sea", una tormenta en alta mar, grabaciones recopiladas por Gordon Sharp entre 2003 y 2010, en medio de la lluvia sentimos el acercamiento del latido humano, fluorecencias pálidas que mueren entre las olas impetuosas, mientras voces maquinales acentúan la despedida.
Nunca está de más el paseo por las dimensiones recónditas del eco paranormal, "We Are Without Words" es eso y mucho más, sonidos que se desgranan en reverberancias y zumbidos agudos, justo en la curva aparecen las huellas de un universo imponente, son tinieblas.
Los glitches explosivos se toman "I Walk Until I Fall", cuando pensamos que ya no están se dejan sentir los cortes profundos, flagelación, vientos arrolladores y un grito que no es humano, golpes y atmósfera sofocante, pereciera que cada plano sonoro estuviera poseído por una energía perversa.
Y no nos deja salir, al revés nos somete en este viaje por las profundidades del ambient turbulento, Cindytalk en la búsqueda de una nueva andadura deja abierto un submundo olvidado y oscuro, un millar de imágenes y sonoridades venidas desde el ocaso, orfebrería angustiante.
Raúl Cabrera Hidalgo.
WILD NOTHING
Gemini
captured tracks, 2010
Wild Nothing es el proyecto en solitario del joven músico de Virginia, Jack Tatum, amparado por el prestigioso sello de NY, Captured Tracks y luego de editar algunos 7", se lanza al firmamento indie con su primer largaduración, y ojo porque entrega buenas señales.
De inmediato "Gemini" nos transporta, pareciera venir desde un tiempo perdido entre fines de los 80 y comienzo de los 90, canciones cortas, sencillas y cubiertas de lucidez pop, directas como "Live In Dreams" y "Summer Holiday" recuerdan a la vieja época de The Magnetic Fields, aunque el sonido de Wild Nothing es más luminoso, la voz de Tatum va siempre indolente y como perdida en una nube a la recordada usanza de los cantantes shoegaze old-school, pero eso no le quita brillo, al contrario se acomoda muy bien junto a las melodías y a esa acelaración casi adolescente que le ha impregnado a los temas.
Llama la atención que lo haya grabado completamente solo, ya que el disco se muestra corporal y dinámico en todos sus rincones, en "Drifter" por ejemplo se acerca a un sonido más dream-pop, flotando a través de líneas de teclado purificado y no dejando nunca esas guitarras con aroma Sarah Records, eso ya es mucho.
También se atreve a sumergirse en atmósferas frías como en "Pessimist", dejando en claro que se trata de un disco de inspección, le ha metido de todo adentro, pero tiene estilo y potencia, más aún cuando se deja llevar por los ritmos sintéticos, "Bored Games" es como Cocteau Twins intervenido por las bases de New Order, acercándose peligrosamente hacia la estela de The Radio Dept.
Un excelente disco para escuchar en las tardes de verano, bailando junto al sol y con buena compañía, nuevas esperanzas para el indie-pop.
Raúl Cabrera Hidalgo.
De inmediato "Gemini" nos transporta, pareciera venir desde un tiempo perdido entre fines de los 80 y comienzo de los 90, canciones cortas, sencillas y cubiertas de lucidez pop, directas como "Live In Dreams" y "Summer Holiday" recuerdan a la vieja época de The Magnetic Fields, aunque el sonido de Wild Nothing es más luminoso, la voz de Tatum va siempre indolente y como perdida en una nube a la recordada usanza de los cantantes shoegaze old-school, pero eso no le quita brillo, al contrario se acomoda muy bien junto a las melodías y a esa acelaración casi adolescente que le ha impregnado a los temas.
Llama la atención que lo haya grabado completamente solo, ya que el disco se muestra corporal y dinámico en todos sus rincones, en "Drifter" por ejemplo se acerca a un sonido más dream-pop, flotando a través de líneas de teclado purificado y no dejando nunca esas guitarras con aroma Sarah Records, eso ya es mucho.
También se atreve a sumergirse en atmósferas frías como en "Pessimist", dejando en claro que se trata de un disco de inspección, le ha metido de todo adentro, pero tiene estilo y potencia, más aún cuando se deja llevar por los ritmos sintéticos, "Bored Games" es como Cocteau Twins intervenido por las bases de New Order, acercándose peligrosamente hacia la estela de The Radio Dept.
Un excelente disco para escuchar en las tardes de verano, bailando junto al sol y con buena compañía, nuevas esperanzas para el indie-pop.
Raúl Cabrera Hidalgo.
VARIOS
Music And Migration
second language, 2010
Migración es el movimiento periódico de un animal desde su lugar de origen a una nueva área y, muchas veces, incluyendo también el viaje de regreso a su hábitat original. En el caso de las aves, este está marcado por su estacionalidad. Una misma ruta, trayectos muy largos. Además este tipo de animales, las aves, son de los que recorren las mayores distancias, algunas hasta los 11,000 kilómetros. La razón principal de tales viajes es para buscar alimento y un buen lugar en el que reproducirse, yendo normalmente desde el sur hacia el norte en búsqueda del verano, y el regreso a regiones más cálidas del sur para invernar. Second Language es un novel sello europeo con sede en Copenhague y Londres, dirigido a la par por Martin Holm en la Europa continental y Glen Johnson (el puño y la letra tras Piano Magic) y David Sheppard (State River Widening, Ellis Island Sound) en la Europa insular, que se dedica desde hace poco a sacar cuidadas ediciones, muchas veces hechas a mano, de artistas escogido por compartir une sensibilidad musical especial. Limitados números de copias, de esas que uno trata con más esmero que si fuera un disco cualquiera. Y la tercera parte, la música, es lo que viene al interior del envoltorio de cartón reciclado.
“Music And Migration” es un recopilatorio, el primero de la etiqueta anglo-danesa inspirado por ese milagroso fenómeno, un disco para las aves, sus movimientos largos, que nace motivado por la campaña ‘Born To Travel’ de la organización BirdLife International, y su preocupación por las constantes amenazas a la migración global. El disco reúne a 21 artistas errantes que coinciden en un momento particular por sobrevolar sus oficinas y entregar 21 cortes exclusivos para la ocasión. Música mayormente instrumental, del folk a la contemporánea, pasando por el pop pastoral, el ambient aéreo y la electrónica bucólica. Setenta y cinco minutos recopilados por tres personas, los directores de Second Language, Holn, Johnson & Sheppard. Entre los nombres escogidos, los hay unos más conocidos que otros, todos igual de interesantes y que en su variado conjunto le otorgan una unidad al conjunto. El alemán HAUSCHKA inicia el recorrido con un pop hecho en una juguetería para dar paso al folk de DAVID JOHN SHEPPARD, minimalista y repetitivo, y luego con VASHTI BUNYAN, otro tipo de folk, grabado entre las brumas de la campiña inglesa –otras grabaciones en el campo vienen de la mano de ENDERBY’S ROOM y THE DECLINING WINTER, más amables y tiernos los primeros, más desolado y desamparado el descendiente de Hood–. El viaje por la música clásica lo inicia DANNY NORBURY con un piano y unas cuerdas tristes, las más tristes –trayectos similares recorren XELA y HEATHER WOODS BRODERICK–. GHOSTWRITER –un disco en la nueva empresa, “The Continuing Adventures Of The Strange Sound Association”–cambian de rumbo con dirección al pop robotizado hasta que este estalle hacia el interior en “Summer Visitors”, la aportación de DARREN HAYMAN, por el ecuador del disco, una de las mejores canciones que le he escuchado en tiempo, a ritmo de electrónica casera. GARETH S. BROWN, PETER BRODERICK (hermano de Heather) y LENE CHARLOTTE HOLM vuelven a la solemnidad clásica, que es uno de los tonos que más se repiten a lo largo y ancho del álbum. El regreso al folk: ANT (madera de muchos años de antigüedad) y de cierta manera también BRAVE TIMBERS. CAROUSELL, SEASONS (PRE-DIN) y WINTER CABIN proveen de música de ensoñación, de esos sonidos que habitan en cuentos para niños ilustrados con animales vestidos con trajes elegantes. Cambios en los patrones del viento hacen que la dirección de la bandada vuele por otras corrientes y tome un curso diferente. FIELDHEAD, la acústica de temperaturas bajas siguiendo brisas frías, LIBRARY TAPES muestra gotas de cuerdas heladas que anticipa el vuelo de regreso y al ambient de LEYLAND KIRBY llega con lluvia que hace evidente que el invierno se ha hecho otoño y que es necesario invernar, y el camino es de vuelta del norte hacia el sur.
Un motivo, la migración, y un disco, “Music And Migration”, una recopilación de músicos viajeros que en cierto sentido funciona como una metáfora acerca de cómo se mueven hoy, pasando según la estación, de un sello a otro, de un proyecto a otro, y que en su extensa totalidad exhibe, con un rango de géneros, sonidos y especies diversas, un todo unitario mezclado con una inigualable afinidad. Hay y habrá cambios en el clima, desplazamientos geográficos desde zonas más templadas a unas cercanas al trópico. “Music And Migration” es un muestrario de artistas que son aves moviéndose entre las distintas latitudes. Una migración y veintiún adorables y encantadoras birdsongs.
“Music And Migration” es un recopilatorio, el primero de la etiqueta anglo-danesa inspirado por ese milagroso fenómeno, un disco para las aves, sus movimientos largos, que nace motivado por la campaña ‘Born To Travel’ de la organización BirdLife International, y su preocupación por las constantes amenazas a la migración global. El disco reúne a 21 artistas errantes que coinciden en un momento particular por sobrevolar sus oficinas y entregar 21 cortes exclusivos para la ocasión. Música mayormente instrumental, del folk a la contemporánea, pasando por el pop pastoral, el ambient aéreo y la electrónica bucólica. Setenta y cinco minutos recopilados por tres personas, los directores de Second Language, Holn, Johnson & Sheppard. Entre los nombres escogidos, los hay unos más conocidos que otros, todos igual de interesantes y que en su variado conjunto le otorgan una unidad al conjunto. El alemán HAUSCHKA inicia el recorrido con un pop hecho en una juguetería para dar paso al folk de DAVID JOHN SHEPPARD, minimalista y repetitivo, y luego con VASHTI BUNYAN, otro tipo de folk, grabado entre las brumas de la campiña inglesa –otras grabaciones en el campo vienen de la mano de ENDERBY’S ROOM y THE DECLINING WINTER, más amables y tiernos los primeros, más desolado y desamparado el descendiente de Hood–. El viaje por la música clásica lo inicia DANNY NORBURY con un piano y unas cuerdas tristes, las más tristes –trayectos similares recorren XELA y HEATHER WOODS BRODERICK–. GHOSTWRITER –un disco en la nueva empresa, “The Continuing Adventures Of The Strange Sound Association”–cambian de rumbo con dirección al pop robotizado hasta que este estalle hacia el interior en “Summer Visitors”, la aportación de DARREN HAYMAN, por el ecuador del disco, una de las mejores canciones que le he escuchado en tiempo, a ritmo de electrónica casera. GARETH S. BROWN, PETER BRODERICK (hermano de Heather) y LENE CHARLOTTE HOLM vuelven a la solemnidad clásica, que es uno de los tonos que más se repiten a lo largo y ancho del álbum. El regreso al folk: ANT (madera de muchos años de antigüedad) y de cierta manera también BRAVE TIMBERS. CAROUSELL, SEASONS (PRE-DIN) y WINTER CABIN proveen de música de ensoñación, de esos sonidos que habitan en cuentos para niños ilustrados con animales vestidos con trajes elegantes. Cambios en los patrones del viento hacen que la dirección de la bandada vuele por otras corrientes y tome un curso diferente. FIELDHEAD, la acústica de temperaturas bajas siguiendo brisas frías, LIBRARY TAPES muestra gotas de cuerdas heladas que anticipa el vuelo de regreso y al ambient de LEYLAND KIRBY llega con lluvia que hace evidente que el invierno se ha hecho otoño y que es necesario invernar, y el camino es de vuelta del norte hacia el sur.
Un motivo, la migración, y un disco, “Music And Migration”, una recopilación de músicos viajeros que en cierto sentido funciona como una metáfora acerca de cómo se mueven hoy, pasando según la estación, de un sello a otro, de un proyecto a otro, y que en su extensa totalidad exhibe, con un rango de géneros, sonidos y especies diversas, un todo unitario mezclado con una inigualable afinidad. Hay y habrá cambios en el clima, desplazamientos geográficos desde zonas más templadas a unas cercanas al trópico. “Music And Migration” es un muestrario de artistas que son aves moviéndose entre las distintas latitudes. Una migración y veintiún adorables y encantadoras birdsongs.
MURRALIN LANE
Our House Is On The Wall
12k, 2010
“Our House Is On The Wall”, disco debut de Murralin Lane. Bajo ese nombre se encuentran dos personas, David Wenngren y su pareja Ylva Wiklung, desde una ciudad no muy conocida, Eskilstuna, en la siempre interesante Suecia. Pero a pesar de ser este su debut, no es el primer trabajo de David. Basta solo nombrar Library Tapes para hacerse una idea de él. Varios discos, casi una decena, para Resonant, Make Mine Music, Kning Disk, y otras, además de discos con su propio nombre, como Forestflies y proyectos varios. Pero es con Library Tapes con quien se ha forjado cierto reconocimiento en la escena de la música contemporánea que esta creando actualmente, sobre todo en aquella que retoma al piano como instrumento primordial, haciendo de este una herramienta para pintar paisajes de profunda belleza melancólica, y este, su nuevo vía de escape, no es la excepción.
Murralin Lane nace el bendito día en que David le pide a Ylva que cante en un tema que él pensaba quedaría mejor con una voz femenina. Ylva nunca lo había hecho antes, pero el resultado por suerte les agrado a ambos, así que decidieron hacer un álbum entero, cosa que hicieron en la primavera y verano de este año. Parta este proyecto Wenngren explora otra maneras de ver la música, en el sentido que deja el piano apartado por un momento. Se enfoca sobre todo en crear atmósferas y sonidos borrosos más que en melodías. Son como bosquejos de paisajes dispersos. Siempre he creído en la relación directa que debe existir entre sonido e imagen. Y este es un caso más. Las canciones son como la foto de la portada: tonos vivos, hojas de arboles, arbustos sobre el aire y pixeles que se confunden unos con otros. De esa misma manera estas texturas confluyen. Electrónica de baja fidelidad, grabaciones de campo registradas en el bosque cerca de casa, y la voz de Wiklung, a veces como en “Our House Is On The Wall” y la parte final de “When I Told You” registrada en un teléfono móvil, musitando palabras que se pierden entre la bruma de sonidos que se envuelven entre sí y que terminan por envolver la canción. “Our House Is On The Wall” es un disco breve, apenas treinta y dos minutos, pero en su brevedad contiene lo justo y lo suficiente para encantar. Solo son siete canciones, doce susurros desde la distancia. Antes eran cintas desde la librería, ahora don cintas desde el cuarto del hogar, registradas como ellos mismo dicen, en las tempranas horas de la mañana, después de soñar, después de despertar, cuando todo es más nítido. Las palabras corren como mantras: “She was climbing” canta precisamente en “She Was Climbing”, esa canción que casi lo inició todo, lo mismo que sucede en “She Collected” y en “When I Told You”.
“Our House Is On The Wall”, nuestra casa esta sobre la pared, es un disco casero, es un registro solo concebible en el hogar, nunca en el estudio, que exhibe intimidad y es a la vez un disco íntimo. Es este un trabajo que, limitándonos nada más que al mismo sello que lo edita, continúa por la senda abierta por Savvas Ysatis y el patrón Taylor Deupree en el recordado EP “The Sleeping Morning” (12k, 2007), una senda que la electrónica de lo crujidos y los espacios abiertos con el pop. Y el debut de Murralin Lane también lo es, es pop vaporoso desde el margen izquierdo, lleno de canciones domésticas grabadas junto al esplendor de la hierba, en la claridad de la mañana.
Murralin Lane nace el bendito día en que David le pide a Ylva que cante en un tema que él pensaba quedaría mejor con una voz femenina. Ylva nunca lo había hecho antes, pero el resultado por suerte les agrado a ambos, así que decidieron hacer un álbum entero, cosa que hicieron en la primavera y verano de este año. Parta este proyecto Wenngren explora otra maneras de ver la música, en el sentido que deja el piano apartado por un momento. Se enfoca sobre todo en crear atmósferas y sonidos borrosos más que en melodías. Son como bosquejos de paisajes dispersos. Siempre he creído en la relación directa que debe existir entre sonido e imagen. Y este es un caso más. Las canciones son como la foto de la portada: tonos vivos, hojas de arboles, arbustos sobre el aire y pixeles que se confunden unos con otros. De esa misma manera estas texturas confluyen. Electrónica de baja fidelidad, grabaciones de campo registradas en el bosque cerca de casa, y la voz de Wiklung, a veces como en “Our House Is On The Wall” y la parte final de “When I Told You” registrada en un teléfono móvil, musitando palabras que se pierden entre la bruma de sonidos que se envuelven entre sí y que terminan por envolver la canción. “Our House Is On The Wall” es un disco breve, apenas treinta y dos minutos, pero en su brevedad contiene lo justo y lo suficiente para encantar. Solo son siete canciones, doce susurros desde la distancia. Antes eran cintas desde la librería, ahora don cintas desde el cuarto del hogar, registradas como ellos mismo dicen, en las tempranas horas de la mañana, después de soñar, después de despertar, cuando todo es más nítido. Las palabras corren como mantras: “She was climbing” canta precisamente en “She Was Climbing”, esa canción que casi lo inició todo, lo mismo que sucede en “She Collected” y en “When I Told You”.
“Our House Is On The Wall”, nuestra casa esta sobre la pared, es un disco casero, es un registro solo concebible en el hogar, nunca en el estudio, que exhibe intimidad y es a la vez un disco íntimo. Es este un trabajo que, limitándonos nada más que al mismo sello que lo edita, continúa por la senda abierta por Savvas Ysatis y el patrón Taylor Deupree en el recordado EP “The Sleeping Morning” (12k, 2007), una senda que la electrónica de lo crujidos y los espacios abiertos con el pop. Y el debut de Murralin Lane también lo es, es pop vaporoso desde el margen izquierdo, lleno de canciones domésticas grabadas junto al esplendor de la hierba, en la claridad de la mañana.
Esta noche de jueves escucha El Sueño del Esquimal, desde las 21 hrs. por Radio Placeres 87.7 fm en Valparaíso y sus alrededores, online para toda la jungla global.
Y Atención Inquietos!, en busca de ruidos independientes y experimentales (Post-Punk, Noise, Psych-Folk, Post-Metal, Industrial, Drone, Ambient, Dark, etc.), porque los muchachos de Templo Sagital están distribuyendo y trayéndote vinilos y CD'S de diversas casas discográficas, tales como Digitalis Industries, Fonal Records, Beta-Lactam Ring y muchos más, sólo tienes que entrar en la página revisar el catálogo y pedir, pedir y pedir barato.
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