junio 07, 2012

El Sueño del Esquimal #357, jueves 7 de Junio.




El Sueño del Esquimal les invita a perderse en los sonidos, desvariar entre el vino y los amigos hasta que el frío nos congele.






Quarantine
hyperdub, 2012

Primero fue "King Felix EP" de 2010 y quedamos prendados, luego vino "Hour Logic EP" y creímos que el tiempo se había paralizado en la mùsica de esta muchacha norteamericana, Ina Cube AKA Laurel Halo, joven creadora experimentalista que buscaba en los bordes de la electrónica una buena salida para su sonido paranormal, aunque nunca estuvimos preparados para el arte desconocido que atesoraba en su primer disco largo "Quarantine" (estupendo diseño de portada) y más aún si viene editado por el sello británico Hyperdub (hace muy poco el 21 de Mayo), casa de Burial, otro engendro fantástico que dió vuelta unas cuantas cabezas con sus atmósferas espesas y esa rítmica cortante, yo al menos no creo en las coincidencias.
Pero allá vamos en la caída ciega con "Quarantine" y no cesa un temblor en nuestras sienes, Laurel Halo se ha despojado de todo ese rumor sofisticado e 'intelligent' que tan bien sabía llevar, para entrar en un firmamento extraño de ecos, texturas, inmersión y exploración sin concesiones, muchos cerraran los ojos y otros dirán que ha perdido la pista, la verdad es que se trata de un disco difícil, denso y oscuro, pero a la vez es un paso adelante, gigante, se ha saltado un par de estaciones sin ninguna contemplación y en eso radica su valor, la valentía del desprendimiento. Abre la puerta con la muy dub "Airsick", espejismos que corren a través de su aparataje orgánico, la voz casi siempre avanza instintiva, formando un paisaje inquietante y onírico, o maquinalmente humana como en la sugestiva "Years", sampleando y desfigurando su voz en una atmósfera estática y envolvente, primer gran tema del disco, unida a la espectral "Thaw", tomando sonidos desde una estación espacial suspendida en la eternidad, repite y contornea el mensaje en la noche más siniestra, es curioso pero su música siempre cuenta con una coartada 'pop' mutante que agrada y conquista, será por su voz plácida y urbana que se sabe bien mover en estas profundidades electrónicas y cósmicas, "Joy" también muerde el polvo de algún cometa en su órbita anárquica, volviendo a la tierra con sintetizador intervenido para "MK Ultra", se nota la conexión con Daniel Lopatin de Oneohtrix Point Never en la difuminación del sonido, la nostalgia, el espacio, la cadencia y la recolección.
Cuesta precisar hacia donde vamos, realmente se trata de nuevos vientos para la creación explorativa siempre amortajada y difusa, sin embargo Laurel Halo llega y desprende un tema tan anormal como "Carcass" con una naturalidad que sorprende, su canto podria ser el rastro encontrado en alguna cápsula dejada para el futuro de una nueva tierra, escalofriante, terminal, expresiva, ruidista, una genialidad que no termino de comprender, todavía queda tiempo, quizás unos cuantos meses más. 
Merecedora de todas las portadas. Cuarentena.

Raúl Cabrera H.








Ghostory
vagrant/ghostly international, 2012

Hay discos que nos basta con escucharlos una sola vez para que casi de manera instantánea pasen a estar dentro de nuestros favoritos, o que  los descartemos sin más con la convicción de que simplemente no nos gustan. Otros requieren un poco más de trabajo, al principio no sabemos bien que pensar, y de a poco se los va descubriendo y van apareciendo nuevos detalles antes ignorados, hasta que al final nos empiezan a convencer y sin que nos demos cuenta terminamos cantando solos alguna parte de una canción.

El último trabajo de School of Seven Bells, "Ghostory", está dentro del segundo tipo. Puede que al principio no deslumbre, pero vale la pena prestarle atención y escucharlo un par de veces para formarse una idea.  El (ahora) dúo neoyorkino se las arregla bien sin una de las hermanas Deheza, quien dejó la banda luego de que saliera su segundo disco "Disconnect From Desire" (2010). La posibilidad de grabar varias pistas simultáneamente hace que con una sola cantante sea suficiente para generar todas las texturas que caracterizan al sonido de la banda, y la calidad de Benjamin Curtis como productor ayuda para que la ausencia no se extrañe.

El disco va de mayor a menor. Arranca muy bien, con "The Night", una perfectamente arreglada progresión de acordes a los que se van sumando de a poco más y más capas y una batería cada vez más potente,  que acompañan la suave voz de Alejandra Deheza mientras casi susurra “devoured me”, en el que, lamentablemente de forma prematura, es el momento más alto del disco. "Lafaye" sigue la misma idea y es otra de las mejores canciones, cada parte cuidadosamente arreglada, creando de a poco un clima que culmina con el estribillo más pegadizo del álbum. No extraña que los Scissor Sisters lo hayan elegido para remixar.
En "Low Times"  hay una misma nota de fondo que se mantiene desde el principio al fin, pero de a poco se van sumando elementos que hacen que en ningún momento aburra. En todos ellos hay fragmentos de guitarra elocuentemente combinados con teclados y sonidos electrónicos, en donde se vuelve difícil distinguir cada instrumento.
Las letras, por otro lado, no son abstractas ni inentendibles: nos hablan sin rodeos con frases como “You take my love and leave me empty/ and all you feel is a fist of draining sand” o “You took me like a drug to make you feel loved”, que si fueran acompañadas por un arpa nos empalagarían, pero que con los ambientes que crea la música electrónica de School of Seven Bells forman una buena pareja. Hay también un aura medio ochentosa y bailable que contrasta con las letras pesimistas y el resultado es una mezcla interesante.

Quizás sea por eso que los temas menos logrados son los que bajan los decibeles y terminan resultando algo densos, como "Reappear" y "Show Me Love". La “trama” que según los miembros de la banda envuelve al disco, sobre los fantasmas -internos- que rodean al personaje llamado Lafaye, no se ve demasiado explícita en las letras, pero sí sirve para redondear la temática que abarca todas las canciones, dándole una personalidad especial al disco.

Sin ser lo mejor que ha salido desde que empezó el 2012, "Ghostory" nos trae una idea clara bien ejecutada y es un disco que en general se disfruta escuchar. Dentro del género del shoegaze, SVIIB se mantiene como una de las bandas a tener en cuenta.

por Tomás Fernández Fiks
desde indiehearts.com








Maraqopa
secretly canadian, 2012

Los episodios creativos para Damien Jurado son siempre concisos pero sustanciosos. Sus discos nunca se caracterizan por ser largos (y "Maraqopa", el sexto de su carrera, no es una excepción); las canciones combinan claridad y belleza sin demasiados rodeos.

De hecho, en España estén probablemente los que mejor conocen ese personal manejo del tiempo del de Seattle: quienes compraron el EP "Holding His Breath" (acuarela, 2003), por un lado; y los –afortunados- espectadores del concierto que Jurado dio en el Tanned Tin del año 2007. Sobre el primer artefacto debemos encumbrar su innata capacidad para emocionar a cualquiera en apenas 15 minutos. Sobre la manera en que aquella noche mediterránea rompió el concierto y también a llorar, dijo, preguntado años después por el periodista Nando Cruz, que “aquella vez, por primera vez me sentí profundamente conectado a mi música”.

El desasosiego y el llanto, en cualquier caso, abandonaron sus canciones tras conocer al talentoso Richard Swift —previo renacimiento artístico tras una ruptura sentimental—, quien se ha labrado cierto prestigio como estratega sonoro. Con Jurado trabaja desde 2010: más brillo en el sonido y más efectos pop son sus señas de identidad. La sombra de Phil Spector ya se percibía en el tema "Arkansas" de su disco anterior, y ahora permanece en una de las canciones más redondas de "Maraqopa", "Reel To Reel".

Cálidas percusiones ("This Time Next Year"); el arranque en manos de un blues roto donde un solo de guitarra eléctrica mezcla con fluidez las fantasmagóricas voces ("Nothing Is The News"); la lenta cadencia, idónea para su frágil voz, en "Maraqopa"; o el inesperado falsete de "Musemum Of Flight" son otros de los —por supuesto, breves— sutiles y eternos momentos, hilados con naturalidad y buen ritmo. Y para quienes aún buscan a dios en las acústicas comatosas, "Mountains Still Asleep" les servirá como cura: “Feel free to lose yourself/ I do this all the time/ Love is a blinding sight”, le oímos cantar con el eco de lo atemporal.
 
por Beatriz G. Aranda








Shiny Tiny Stars
handmade birds, 2012

Continúa el apostolado sonoro de Scott Cortez músico radicado en Chicago, magnífico creador de ambientes, artista y productor, ya sea con la nave primaria Lovesliescrushing, sus satélites aleatorios Astrobrite, Star, Transient Stellar, Vir, o simplemente bajo su nombre propio, desde mediados de los 90s' viene desarrollando un universo etéreo a través de guitarras atmosféricas y filtradas entre variados efectos, drone y capas de ruido blanco, mucha luz-sombra para espacios auditivos de profunda belleza.
Lovesliescrushing es uno de esos proyectos musicales que hipnotizan, partieron en el sello norteamericano Projekt, cuna dark por excelencia donde giraban espectros como Lycia, Black Tape For A Blue Girl, Attrition o Thanatos, en medio de esta selva tenebrosa apareció su nombre en 1994 con aquel nuboso álbum debut llamado "Bloweyelashwish", al escucharlo uno podía notar de inmediato que Lovesliescrushing iba en busca de otros lugares perceptivos, la confusión reinaba, no sabíamos si conectarlos con la primera camada shoegaze (My Bloody Valentine, Ride, Slowdive), ya que en el caso de Loves... el concepto de canción casi se había diluido por completo para entrar en movimientos sensoriales de sonidos convulsivos y estáticos, más relacionados con estrellas futuras como Grouper, Inca Ore o Belong, espirales y ventarrones noise coronados por la bella voz de Melissa Arpin-Duimstra, el otro costado de Lovesliescrushing, la liberación ya era total y super adelantada además.
Entre 2002 y 2007 hubo un ligero parentésis para la banda, pero han regresado con un nuevo impulso que deja helado, atrapado en la magia de estas nuevas composiciones que el destacado sello Handmade Birds ha publicado este año, "Shiny Tiny Stars" es entrar directamente en esa fuente que une los sueños con los recuerdos, una realidad que se desvanece para dar paso a la elevación, dejándose llevar en las mareas oscilantes y los ambientes paranormales formados por Scott y Melissa, cuando la música se hace visual y por ende más purificada aún, Lovesliescrushing en la actualidad sugiere una amplitud de sensaciones que son difíciles de describir, como en la fragíl quietud de "Bright Blued", la voz de Melissa pareciera posarse sobre un cuerpo celeste y desde ahí derramar señales para la multitud enagenada, 'intenta un cambio de parecer', 'detente en otras imágenes', 'viaja hasta tu centro'. El firmamento que crea Scott Cortez es silente, profundo y atemporal, pareciera que estos 6 cortes vinieran justamente desde el interior de su mente, desde su visión y su voz además aportada en "Gloxina", el concepto sonoro empuja lentamente hacia el espacio vivencial, la pérdida, el corte y el choque de apariencias entre el tiempo y los lugares, eso hasta "Lumina Real" donde se muestran más terrestres y oscuros, podría ser el sonido perfecto para la portada del disco, un negativo de casi 12 minutos que refleja vida, girasoles disecados y lluvia en la lejanía.
Luego de la tempestad aún nos encontramos enteros, listos para entregarnos a un nuevo abismo, la música de Lovesliescrushing invita a soltar amarras y entrar en otros estados mentales, corporales.

Raúl Cabrera H.








Serenity
darla, 2012

Discazo. Hermosa mezcla de shoegaze, techno y dub con voces distantes y etéreas a la manera de Seefeel en los 90s', hiperrealismo sonoro agazapado en un leve gesto de timidez, como si la música orbitara junto al tránsito impulsivo de cualquier simple mortal en acción, esta mágica ventana se llama BVDUB y la idea es de Brock Van Wey, personaje radicado en la ciudad de Shaoxing, República de China Popular.
Nadie sabe bien cuando apareció ni de donde vino, pero desde 2007 viene entregando de manera profusa, destacados trabajos de sonidos ambientalistas y electrónicos que logran cruzar esa tela íntima hasta fusionarse con tu aliento y tus ropajes, por ejemplo recomendaría alejarse sin rumbo escuchando en tu lector de mp3 con audífonos (a buen volumén) este delicado espacio musical llamado "Serenity", te aseguro que no importaría mucho lo externo en la urbe inmersos en semejante caudal perceptivo, y no se trata de evasión sino de sentimiento, no podría ser de otra forma para un trabajo que está inspirado en el amor o mejor diremos en la 'conexión', BVDUB lo ha descrito como 'serenidad' sencillamente, desmenuzando estos 6 tracks en títulos como "Unity", "Beauty", "Energy", "Love", "Strenght" y "Serenity" (todos de larga extensión). Sumamos la foto de la portada y entendemos un poco mejor lo antes explicado, pero todo este concepto estaría vacío si no tuviesemos con nosotros los ambientes adecuados, y hay que reconocer que acá sí se consigue el objetivo y con creces, el álbum entero es solo un cordón de afinidades y espacios llenos de calidez, si antes con The Field sentimos como el sonido electrónico repititivo podía crear el entorno más esperanzador, BVDUB multiplica este efecto con viveza, pasión y enamoramiento, 'la sangre que mueve al cuerpo' como diría alguién por ahí.
Signos, acercamiento, un río que suena en la vastedad del paisaje, emotividad.

Raúl Cabrera H.








Bleed Bleed Bleed
captured tracks, 2012

El trio sueco-norteamericano convertido ahora en quinteto, después de agregar dos piezas femeninas a la fórmula, y que cogieron prestado el nombre del single de New Order, “Thieves Like Us”, editado en 1984 en el mítico sello de Manchester, Factory Records, editan por estas fechas "Bleed Bleed Bleed", un dulce sangrado dance-contemplativo y electropiáceo, aún en deuda con la banda de Bernard Sumner, pioneros en la fusión del post-punk y lo electrónico.

Han pasado cinco años desde que aquel “Drugs In My Body” lo hicera famoso el sello parisino Kitsune Maison, en estos cinco años han ido saltando de Berlin, a Nueva York y finalmente a París, posiblemente parte de la elegancia de este trabajo venga dada de que ha absorbido parte de ese “savoir faire” de la capital gala. Oscuros y elegantes, utilizan las técnicas de la música dance, pero parecen más interesados en la evocación de atmósferas decadentes enfocadas a pistas de baile en slow motion. Cierto que en sus inicios fueron influidos en gran medida por la música de electrónica de club de los ochenta, hasta el punto de ensalzar a los New Order en su nombre, y a pesar que aún encontramos en algún que otro pasaje esas líneas de bajo asesinas de Peter Hook, vemos que por fin en este trabajo comienzan a soltar lastre.


Aunque ellos se consideran una banda de pop, su música es básicamente electrónica, construida a base de sintetizadores, que vaga a medio camino entre lo analógico y lo digital, influenciada por el post-punk, por el new wave, por el italo disco, hasta por el hip-hop, su nuevo trabajo viene acompañado de ese sonido glorioso al que nos tienen mal acostumbrados, pero ahora merodean el silencio con descaro, lo engrandecen y lo acercan a las pistas de baile. Despues de editar sus dos anteriores trabajos en Shelflife, lo abandonan para anidar en el sello de Brooklyn Captured Tracks, donde editan “Bleed Bleed Bleed”, un dulce sangrado, frio y contemplativo.

por Vicente P.






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El Sueño del Esquimal #357 se transmitirá mañana jueves 7 de Junio por Radio Placeres 87.7 FM desde la bahía de Valparaíso, también online para el resto de este y los otros mundos, www.radioplaceres.cl.






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