mayo 28, 2008

El Sueño del Esquimal # 209, jueves 29 de mayo


ESPECIAL KRANKY.






Estimados auditores, visitantes y gente en general, es todo un agrado para nosotros el entregarles en este nuevo pasaje sin regreso, una mirada al pasado y presente de uno de los sellos independientes que mejor ha plasmado la búsqueda de nuevos y arriesgados horizontes para la música actual, Kranky Records.
Esta casa discográfica fue creada en 1993 por los señores Bruce Adams y Joel Leoschke en la ciudad de Chicago, Illinois. Desde un comienzo se identificó con agrupaciones que transgreden las sonoridades habituales para plantar estilos particulares de interpretación, desde electrónica ambient y minimalista hasta esperpentos (post) rockeros de baja frecuencia u oscuridad profunda, así se fue creando una plataforma sólida que deja fluir la experimentación y la creación de 'mundos' sonoros y estéticos originales a cada proyecto involucrado, un transporte sutíl hacia sitios deshabitados y desconocidos que pronto se convirtieron en un flamante refugio de resonancias distintivas.
La calidad de los trabajos editados es otro de los aspectos que hace importante el legado que Kranky ha dejado en estos 15 años de historia y que ratifican el 2008 con cinco discos divisorios y de atrayente andadura, siempre dando la espalda a lo previsible y a lo accesorio.
Entremos entonces.




LABRADFORD
Prazision
kranky 001, 1993.

Es la primera referencia de Kranky y también el primer paso hacia el conocimiento de una banda que quedó en la memoria por lo aislacionista de su propuesta. Formados a comienzos de los 90s' en la ciudad de Richmond, Virginia, por los músicos Carter Brown en teclados y Mark Nelson (hoy en Pan American) en guitarra y voz (a partir de " A Stable Reference" de 1995 se incorpora el bajista Robert Donne).
En este disco debut se internan por drones abisales que realmente hipnotizan, en el interior de los zumbidos encontramos una melodía que se despide inspirada por una tristeza maligna "listening in depth".
El trabajo carece de percusiones y se mueve en una tensión permanente, "accelerating on a smoother road" es un tema sucio y contenido donde las guitarras avanzan repititivas junto a los teclados de iglesia de Carter Brown, la voz difusa de Nelson le otorga aún más turbiedad.
En "disremembering" la luz logra traspasar las densas capas de niebla y entrega un paraje de ensueño, emotivo y sugerente por el que flotamos seguros. Se nos viene a la memoria Brian Eno y sus viajes oníricos a través de sonidos atmosféricos, en "experience the gated oscillator" Labradford se convierte en una nave espacial que nos lleva justo al centro de una gran colisión, la perfecta sincronía de dos personalidades que abren la compuerta hacia un universo sonoro único y alejado.
La delicadeza de "c. of people" es casi sensorial, una mezcla de brillos y sombras que acarician lentamente, mientras un eco sacude la llanura en la cual nos posamos, una voz que parece venir de otro tiempo, de una dimensión paralela. Pronto todo caerá.




AUTISTIC DAUGHTERS
Uneasy Flowers

kranky, 2008.

Grabado en Viena en el 2005, y entre esta, Brisbane, Adelaida y Berlín en 2007, el segundo trabajo de Autistic Daughters reúne nuevamente a los músicos Dean Roberts, Werner Dafeldecker y Martin Brandlmayr. Son tres personalidades distintas, de nacionalidades y culturas distintas que convergen, en siete piezas, en favor de la canción y no de ellos. Es pop, pero también jazz, post-rock, ambient, folk, etc., todo en uno. Formas opuestas, que en el fondo parece que no lo son tanto, o al menos así nos lo quieren hacer creer. De "Rehana's Theme", la inicial (mas jazz), con el tímido piano de Chris Abrahams de fondo, se pasan a "Uneasy Flowers" (mas post-rock), con la batería característica de Radian, casi la misma de Tortoise, sin que se noten las costuras. Seguramente debe favorecer a ello la amplia trayectoria de cada uno de los involucrados, mayormente ligada a la escena experimental, en bandas como Polvechsel, Trapist, Radian, Thela, además de colaboraciones con gente como Fennesz, Jim O'Rourke u Otomo Yoshihide. Instrumentalmente no hay fallas, y sí en cambio vacíos, pero no en un sentido negativo. Simplemente se dejan inconclusos ciertos espacios. Uno de los conceptos que creo sean mas adecuados para referirse a ello sea el de sobriedad, no decorar por el simple hecho de decorar sino hacerlo cuando sea necesario y del modo adecuado. Las guitarras nunca hacen mas de lo que tienen que hacer, al igual que las percusiones. El otro concepto que engloba a todo el disco es el de la contención. Seguramente la comparación no sea la mejor, pero a mí me recuerdan a Codeine, maestros en lo que a contención se refiere. Esto es principalmente notorio en la voz de Dean Roberts, por cierto que muy diferente a la de Stephen Immerwahr, pero que consigue producir un efecto similar a la del olvidado cantante de Brooklyn, el de desnudez emocional, una desnudez que deja visible las tristezas menos imborrables, y que no podemos ocultar ni siquiera a nosotros.




CHRISTOPHER BISSONETTE
In Between Words

kranky, 2008.

A pesar de ser este recién su segundo trabajo a su nombre, el canadiense Chistopher Bissonnette no es un iniciado en esto de la música. Previamente, en el año 2004, publicó "Periphery", también por Kranky, pero anteriormente, durante la pasada década estuvo involucrado en diversos proyectos, tales como Disseminator Audio, junto a Mark Laliberte, y Thinkbox, la suma de este dúo más Chris MacNamara. En ambos era tanto o más importante que la música la imagen. Pues algo de eso logra plasmarse en "In Between Words". Por muy usado que este el término de banda sonora imaginaria, hay instantes en que se ve mas que se oye. Se alcanza a sentir, no solo desde el punto de vista auditivo. Se crean espacios de realidad inventada, desde las más simples notas. Las piezas, que son seis en total, van de los seis a los diez minutos, usando fuentes sonoras de orquesta, grabaciones de campo, manipuladas y procesadas, formando un conjunto parejo en todos sus lados. "Provenance", el tema inicial, parece que te guiara por un camino familiar, viejo y conocido, aquellos que recorríamos de niños, en nuestros paseos de vacaciones de invierno, en días nublados, campo adentro, como la imagen de la portada del "f#a#" de Godspeed You Black Emperor! (la referencia no es gratuita, pues en algo se asemeja a los paisajes mas ambient de sus compatriotas). "Touch Of Heartbreak" es casi una continuación de lo anterior, que no una repetición, un tanto más áspera, pero nunca atosigante. "Orffyreus Wheel" y "Tempest", es en donde sí se distingue claramente la presencia de field recordings, aunque no tanto el origen de ellas. La primera es mas bien acuática (al final, tal vez me equivoque, pero juraría que se escucha una guitarra eléctrica, de esas que se repiten y se repiten y se repiten, como las de Glenn Branca)."The Colonnade" vuelve al sendero inicial, siempre en una línea ascendente en lo que a profundidad se refiere - a medida que avanza se vuelven cada vez más intensas sus exploraciones -. Por ultimo "Jour et nuit", la noche y el día, pone un espacial fin a tan etéreo y “llenador” álbum, si existiese tal palabra, no por que agote sino porque ocupa muy bien los vacíos, aquellos que existen entre las palabras, si bien a veces es el mismo quien los crea.




ATLAS SOUND
Let The Blind Lead Those Who Can See But Cannot Feel

kranky, 2008.

"Dejen que los ciegos guíen a aquellos que ven pero no pueden sentir". Así reza el titulo del último de tema de este primer disco de Atlas Sound. Desbordante, clásico (en el buen sentido de la palabra), moderno a la vez, encantador desde el instante inicial en que comienza a sonar ("Ghost Story"), con aquellos ecos a ese nuevo tratado de la sampledelia que fue, es, el "Person Pitch" (Paw Tracks, 2007) del Oso Panda, referencia que se oye en otros momentos del disco. También hay, como no, rastros de krautpop (aquella inolvidable percusión, ya marca registrada del recientemente fallecido Klaus Dinger), evidentes en "River Card". "Quarantined" es una mezcla del "You´re So Good To Me" de The Beach Boys grabado en Wilhelm junto a Lali Puna. "Winter Vacation" es una joya de pop electrónico, que aunque alguien me lo niegue, también fue grabado en Wilhelm, esta vez con The Notwist. Y así sigue, hasta llegar a las catorce canciones, catorce mini historias, catorce pequeños mundos de tres minutos de edad. Cortas son, pero para que más tiempo, si sabemos que nuestra existencia también lo es y poco es lo que nos queda.
El responsable de este disco es Bradford Cox, habitante de Grant Park, Atlanta (Estados Unidos), y líder de la banda Deerhunter, quienes ya sorprendieran el pasado año con su "Cryptograms" (Kranky). Sin embargo, "Let The Blind Lead Those Who Can See But Cannot Feel" fue grabado y compuesto en su totalidad por Cox, y señala que en su habitación, básicamente con la sola ayuda de su laptop. Y lo que ellos dos crean, a partir de pocos medios es absolutamente refrescante, triste en ocasiones, pero no más que la vida misma. En definitiva, todo lo que la buena música POP, ha buscado por décadas, y que Cox por supuesto que ha encontrado. "Quería hacer música que pudiera ser curativa o terapéutica para la gente que se relacione con él".




VALET
Naked Acid

kranky, 2008.

Publicado en marzo de este año, y a solo meses de su debut, escondida bajo el nombre de Valet, "Blood Is Clean", también por Kranky, Honey Owens (involucrada en proyectos como World, Nudge, Dark Yoga y Jackie-O Motherfucker) continua explorando las posibilidades de la música como medio de expansión de la mente "inspiradas por el paisaje del pacífico noroeste, estados del sueño semiconsciente…". Música psicodélica en estado de coma, recuerdos de lugares y tiempos imposibles de haber visitado o conocido, no muy diferente materialmente hablando a lo propuesto por el supergrupo de Portland, pero menos disperso, y por tanto mas concreto, en el sentido de lo parejo que es el álbum, como si las siete canciones fueran una sola pieza. Comienza, relajadamente, con "We Went There", con el acompañamiento en las voces de Adrian Orange. En las cuatro siguientes es la batería de Mark Evan Burden (Silentist) quien la asiste, muy básica -para bien- en "Drum Movie", aunque mejor hubiera sido de la forma como lo hacían los viejos músicos de blues de principios de siglo, el mismo que adoptaron Low en "Trust" (Kranky, 2002). Menos contenido lo es en "Fuck It", un mantra blues, un poco perturbador si no se tiene la paciencia necesaria, estilo que se repite en "Babylon". En ambos cortes se aprecia la estela, en el modo cómo interpreta y entiende a este fundacional genero, otro apasionado por las raíces norteamericanas, Loren Connors. Por otro lado, "Fire" es una canción para dormir despierto por horas y horas en el (oscuro) cuarto en el que habita, bajo la mirada de David Roback y Hope Sandoval. Finalmente en "Streets", no es la batería (real) la que lleva el ritmo, sino una base programada, que en cierto modo altera el hilo conductor del disco, pero por suerte no de un modo radicalmente opuesto - ya lo dije, todo transcurre como una sola canción -, y recogiendo, alguien tenía que hacerlo, el legado de Seefeel. Todo eso es, y mucho mas "Naked Acid", perfecto título para este álbum de blues (desnudo y ácido) de hace dos siglos, concebido en los albores del siglo XXI.




CLOUDLAND CANYON
Lie In Light

kranky, 2008.

Si solo se oyen los primeros minutos del "Lie In Light" se puede caer, comprensiblemente, en el error de creer que se esta ante una reedición de un trabajo perdido hace mas de treinta años dentro de la gran producción discográfica que hubo en Alemania durante los setenta, mas aun si el titulo del tema que abre el disco "Krautwerk".
Pues no. Los culpables de provocar nuestra equivocación son dos individuos: el alemán Kip Uhlhorn y el norteamericano Simon Wojan, quienes publican bajo el nombre de Cloudland Canyon. "Lie In Light" (frase que se oye en el tema que mencionaba antes) es el segundo trabajo para Kranky, luego del EP "Silver Tongued Sisyphus" (su discografía se completa con una colaboración con Lichens) y un acercamiento o revisión en tiempos actuales del krautrock. Esto por cierto que no es algo para nada nuevo, pues las miradas ya se han dirigido hacia esa época y lugar antes, desde David Bowie hasta Fujiya•Miyagi, y todo lo que hay entre ellos. La aproximación más obvia es, otra vez, "Krautwerk" y también "You & I". En cambio "White Woman" y "Heme" son más próximas a la música psicodélica, "kosmische musik" (música cósmica), “mötorik”, o como quiera que se llame. "Lie In Light", el tema, es lo más ruidoso, asfixiante y menos rítmico de todo el disco. "Mothlight Part 1" por otro lado captura y envuelve de una forma no muy diferente a la que nos acostumbraron Spacemen 3-Spiritualized.
Si hay algo en lo que cojea este primer LP es que en ciertos pasajes este sigue de un modo demasiado estricto el patrón básico del llamado rock alemán. El problema no esta en el modelo en el que se reflejan ni en como se reflejan, pues son eficientes en esa labor. Tal vez por alejarse del revisionismo del resto del álbum, estas dos últimas canciones debiesen marcar el camino a seguir en el futuro, su futuro.



Patricio Conejeros
Raúl Cabrera Hidalgo
El Sueño del Esquimal.




Escúchanos mañana desde las 21hrs, por Radio Placeres 87.7 fm.
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