julio 13, 2009

El Sueño del Esquimal # 257, jueves 16 de julio.





MARK KOZELEK
Lost Verses Live

caldo verde, 2009.

La delicadeza de la interpretación en directo de este cantante nacido en Ohio (actualmente reside en California) nos lleva de inmediato por el camino emocional, el músico solitario en el escenario junto a su guitarra acústica y por supuesto a lo más importante, su voz, Kozelek estremece con un fraseo entre dulce y triste, que se acerca a nosotros casi como una hipnosis, miel derramada en relatos nocturnos, viajeras que se despiden en la estación y niños que corren por el prado hasta desaparecer a la vista.
Hace un tiempo que Mark Kozelek viene editando sus conciertos en vivo, lo hace bajo el amparo de su propio sello Caldo Verde y este "Lost Verses Live" es un compendio de temas tomados de actuaciones en Filadelfia, Brooklyn y San Francisco en 2008.
Entre bromas y aplausos que nacen con naturalidad desciframos temas venidos desde su carrera en solitario, así como otros sacados de las dos bandas que ha formado Kozelek en el tiempo, el luminoso recuerdo de Red House Painters que viene desde los primeros 90s' y el arrullo 4AD, y su más actual proyecto Sun Kil Moon del cual sólo nos basta citar su más reciente trabajo "April" (caldo verde, 2008) para comprender el mundo de imágenes y sueños que se desprenden de esta creación sencilla y hasta cierto punto huérfana.
Y así van pasando las canciones propias y también las versiones (una de las obseciones del músico), desnudas y capaces de llevarnos incluso a las lágrimas, se extiende un campo sensitivo amplio, la voz de Kozelek con los años va tomando cada vez más emotividad, elegancia y tristeza. El formato en directo también le da un realce exquisito a estos sonidos, el ambiente, los ecos del teatro, la saturación del micrófono ante el acercamiento del cantante, una guitarra tocada con simpleza y la voz coronando y cerrando el arco alucinante.

Momentos cúlmines del album:
"Carry Me Ohio", con toda la fuerza expresiva de Kozelek puesta en el escenario, tonos que suben, bajan y se acercan, uno de los pasajes más fuertes del disco.
"Salvador Sanchez", mínima pieza de folk fronterizo, con México en la mirada.
"Tiny Cities", version personalísima para un tema de Modest Mouse, la actitud en la interpretación hace que el público estalle en gritos y entusiasmo, muy merecidos por lo demás.
"Katy Song", no podía faltar una canción del manantial refrescante de Red House Painters, sentida y cercana, entre susurros da la despedida a un disco mágico, que nos transporta hasta centro del universo de uno de los músicos más destacados que ha dado Norteamérica en las últimas décadas.

Sencillamente infinito.

www.myspace.com/markkozelek








BIBIO
Ambivalence Avenue
warp, 2009.

Sorpresa y fascinación al recorrer este nuevo registro de Bibio, segundo en lo que va de año, ahora en "Ambivalence Avenue" la folktrónica, se ve envuelta y seducida por crujidos y ritmos más alegres, en muchos momentos el disco exhibe un enlance notorio con sonidos negros, destellos funk, dub y disco, por supuesto que todos conducidos por la electrónica inteligente y los ambientes finos.
Detrás de las máquinas y botones de Bibio se encuentra el músico británico Stephen James Wilkinson, que con el tiempo se ha convertido en un verdadero fetiche para 'el sueño del esquimal', le conocimos con el etéreo e instrumental "Hand Cranked", que en 2006 ocupó un lugar importante en nuestra lista de 'lo mejor del año'.
El recorrido y la experiencia van abriendo nuevas facetas y rincones en la creación musical y eso en Bibio se hace notar, ha incorporado mucha frescura a su trabajo, esto lo hace más grato, más degustable y por supuesto más pop (no más comercial, que quede claro), quizás algo tiene que ver en esta apertura el que "Ambivalence Avenue" sea editado por Warp Records, cuna de delicias electrónicas de culto, lo cierto es que todo el tratamiento sonoro ha ganado en espontaneidad y belleza, se trata de un disco heterógeneo, donde podemos encontrar la destreza de un experimento funk como "Jealous Of Roses", piezas de ritmo vicioso y estructura soul marciano como "Fire Ent", muy negra, y claro que no podían faltar las canciones de ambiente apenado y guitarra sampleada cristalina, como la que le da nombre al disco, "Haikuesque [When She Laughs]" y "Lovers' Carvings", todas estas coronadas por la voz narcótica del propio Bibio, otro de los puntos altos de esta producción, las vocales hechizadas.
A fin de cuentas, estamos frente a un disco de esplendor creciente, distinguido y de los mejores de este año, sin duda.

www.myspace.com/mrbibio








FATIGA DE MATERIAL
Ep
neurotyka, 2009.

Desde los subterráneos polvorientos del puerto de Valparaíso, oimos un estremeciemiento que deja mojadas las paredes y sacude las cabezas de la audiencia, la caída del aluvión sónico, esa tempestad blanca que no deja a nadie indiferente, se trata de Fatiga de Material, trío formado en Viña del Mar el año 2007.
Este es su primer Ep, publicado por el sello capitalino Neurotyka, cinco cortes que ratifican su crudeza en directo, llámalo rock afilado, post-rock o nervio duro, lo único cierto es que desplegan una sonoridad contundente, ruido abrasivo y bien conducido, podríamos conectarlos con bandas como God Is An Astronaut, aunque menos cerebrales y matemáticos, Fatiga de Material se muestran más naturales, un sonido más animal, con Bernardo Naranjo en guitarras, Nataly Gandarillas en bajo y Diego Valderrama en batería.
Parten con "Caballo Pastoso", una cabalgata en subida, dura y abrumadora, con un final notable que se acerca al post-metal, salvajismo puro. Continuan intrépidos en temas como "De Nuevo"
y "Fatiga de Material", no dan tregua y se agudizan los trayectos, la bruma espesa se expande y es imposible no seguir de cerca la turbulencia, demuestran claramente que son uno de los buenos elementos que fluyen por la dispersa pero incipiente nueva escena de la quinta región, anotese junto a otros ilustres nombres como Faz Roido, Kafarenass y Cajitas Rectangulares.

www.myspace.com/fatigadematerial







Y desde Hawái:



Lawrence English
A Colour For Autumn

12k, 2009

“A Colour For Autumn”, o como un fenómeno meteorológico cualquiera afecta de maneras distintas el lugar en que se desarrolla. El último trabajo del australiano, el segundo ya en lo que va de este año, intenta exponer y dejar de manifiesto como una estación del año, aquella ubicada entre verano y el invierno, se expresa de formas diferentes, de un hemisferio a otro, de un continente a otro. El otoño de acá no es el mismo que el de kilómetros mas allá, y no lo es no sólo en cuanto a la temperatura, sino que también en otras cosas como la humedad, la vegetación, la fauna, la luz, la visibilidad, y por supuesto, los colores. Eso intenta recrear Lawrence English con este nuevo trabajo, el primero para 12k, luego de sorprendernos (sorprenderme) con “Kiri No Oto” (Touch, 2008).

Grabado entre septiembre de 2007 y enero de 2009, y, para acercarse mas fielmente a su propósito, entre diversos puntos geográficos –Brasil, Marsella, Tasmania, Japón y Brisbane–, en este disco utiliza sus herramientas habituales, como son instrumentos, laptop y grabaciones de campo, más alguna ayuda externa, aunque muy puntual eso si. Tal y como lo hiciera en su anterior trabajo, el que publicara en Touch, mas que crear canciones, lo que verdaderamente consigue es dibujar soundscapes, postales sonoras en 3D, fotografías del paisaje, a veces quietas, a veces en movimiento, pero un movimiento lento y largo. Para empezar el álbum, que este impacte, y para ello nada mejor que la famosa ‘Mistral’, el viento que golpea y trae la primera brisa fría a la ciudad de Marsella –grabado en el otoño de 2007– sumado a la voz, que no palabras, del neozelandés Dean Roberts (Autistic Daughters), formando ambas una masa de ruido pesado aunque contenido –su fuerza yace más en el fondo que en la superficie–. Enseguida, la calma se apodera del disco, y el otoño toma forma de belleza, la belleza de la naturaleza envuelta en frío: “Watching It Unfold”, “Stillness In Motion”, “Galaxies Of Dust” y, sobre todo, “The Surface Of Everything”, esta con la ayuda de Christian Fennesz en electronics, y la final “… And Clouds For Company”.

Todas las etapas por las que pasa un año tienen su encanto. El otoño está en un punto intermedio, no es ni tan soleado como la primavera, ni tan duro como el invierno. Quizás eso es lo que atrae a mucha gente, que la considera su estación preferida. Si es así, pues este trabajo es perfecto. En él, English nos regala un precioso, ya desde el título, álbum de imágenes musicalizadas, más propio de la National Geographic tal vez, donde exhibe las muchas y diversas tonalidades del otoño.






Seaworthy
1897
12k, 2009

Un búnker de hace mas de cien años, ubicado en Newington, Australia, y que servía para almacenar municiones, fue el sitio escogido por Cameron Webb para desarrollar su último proyecto. El lugar, construido en 1897, y que sirvió para albergar por parte del ejercito australiano materiales destinados a conflictos bélicos hasta hace no muy poco –el último de ellos, la Guerra del Golfo en Irak–, actualmente es parte del Parque Olímpico de Sydney, y en contraste a su anterior uso, sirve de hábitat para un conjunto de animales en peligro de extinción. Es al interior de esas paredes donde se gestó “1897”. Ocupado durante tres meses del 2007 por el músico australiano, allí grabó una serie de improvisaciones, field recordings, que fueron la materia prima con la que ensamblar su nuevo disco, el segundo para 12k, proceso que le tomo casi todo el 2008, debido al nacimiento de su primer hijo.

Las distintas piezas se pueden fácilmente dividir en dos grupos, pese a que el objetivo sea uno solo: por un lado están aquellas enfocadas casi exclusivamente a la (re)creación de ambientes; por otro están aquellas que también van hacia ese camino, pero la diferencia radica en que el primer plano esta en su frágil guitarra. Dentro de las primeras, por ejemplo esta “Inside” + “Ammunition 1” + “Inside 2” e “Installation 2” –esta más propia de los espacios nanométricos de Taylor Deupree, jefe de 12k–, donde basándose en grabaciones de campo reproducidas al interior del búnker y microscopismos varios, captura fielmente la tristeza del vacío de un lugar deshabitado, la melancolía del abandono. Dentro de las segundas, “Ammunition 2” + “Ammunition 3”, “Installation 3”… todas ellas piezas en las que dichos sentimientos los exterioriza en delicados arpegios, dibujando complejos acordes con las seis cuerdas, evocando los mismos recuerdos –en la tarea de reflejar ese vacío, ayuda bastante el espacio, y la reverberación natural que se produce en esas grandes habitaciones–. En contraste con todo lo anterior se encuentra la flora y fauna que rodea a estas instalaciones, que llena de color los cálidos parajes australianos, en especial este, otrora dedicado a almacenar el mal: hojas, árboles, el viento entre ellos, insectos, imperceptibles generalmente, perceptibles en este CD –los pájaros al final de “Ammunition 2”, más aves y cantos animales en “Ammunition 6” y el epílogo, “Outside”–, en otra demostración de que la vida siempre encuentra donde desarrollarse.

Este nuevo reporte de Seaworhty, es un pequeño disco, pero que esconde grandes momentos, paisajes instrumentales desde las afueras de la ciudad (Sidney), donde la hermosura del campo se enfrenta a la pena y el dolor que habitan un viejo edificio. Bueno, al menos eso es lo que Cameron Webb logró sacar de ese lugar, eso es lo que exuda “1897”.




Escucha todos los jueves a las 21 hrs, El Sueño del Esquimal, por la señal de Radio Placeres 87.7 fm.

Desde Valparaíso para todo el orbe, on-line...






















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