noviembre 01, 2009

El Sueño del Esquimal #268, jueves 12 de noviembre.




Llegando a la tierra de los brujos, distrito ancestral y mágico al que hoy ofrendamos nuestra reverencia.




SUNN O)))
Monoliths & Dimensions
southern lord, 2009.

Se han convertido en objeto de culto, radicales muchachos oriundos de Seattle, Stephen O'Malley y Greg Anderson, fundadores de la orden maldita Sunn O))), desde 1998 y bajo la influencia primaria de sus paisanos Earth.
En esta morada las tienieblas son demasiado densas, su música se abriga en un arco sonoro drónico y funerario, tomando elementos black metal, dark ambient y noise, presentan una obra direccionada totalmente hacia las sombras y lo insano, un espacio arcano extraviado entre épocas, que hoy se abre nuevamente con un hedor endemoniado y sofocante.

En terminos sonoros, el trabajo de Sunn o)) es interesantísimo y logran introducirnos en su pesadilla diabólica, la misma mezcla de tendencias que se revuelcan en el pozo, crea un nuevo ser, horripilante, pero nuevo al fin, de aquí seguramente viene la admiración que le prodigan sus pares, la crítica y por supuesto la audiencia.
Los encapuchados continúan con su rito en "Monoliths & Dimensions", otro templo carcomido y putrefacto, no se guardan nada, 4 extensos tracks con los que descendemos hasta ya no ver luz, drones que se entregan lentos y repetitivos y que se expanden como el gas venenoso, sentimos el riesgo y orillamos la fuente, no podemos regresar.
Elemento importante del disco son los colaboradores, una corte amplia de personajes venidos desde la experimentación musical, el noise y la vanguardia en su más amplio sentido, que amenizan esta ceremonia a la oscuridad que desplega Sunn, de otra forma el disco no terminaría con un duelo de jazz vicioso, al final de los 16 minutos de "Alice", donde el clarinete de Hans Teuber y los trombones de Julie Priester, Steve Moore y Stuart Dempster cruzan los sellos de una nueva dimensión bajo los monolitos.
Pero no hagamos la de Lynch y comenzemos desde la puerta, la placa comienza con la tenebrosa "Aghartha", lenta y devastadora pieza de noise mortuorio, se arrastra por un ambiente industrioso creado principalmente por drones y efectos de bajo y guitarra, además de O'Malley y Anderson, destacan en la espesura el bajo de Keith Lowe, las mutaciones y osciladores de Oren Ambarchi y la viola esquizoide de Eyvind Kang, de a poco somos conducidos por un paisaje alucinante, los sonidos se retuercen plasmando imágenes perversas, aparecen los vientos en la distancia y una presencia perturbadora se hace sentir en todos los trazos y movimientos, la voz gutural del húngaro Attila Csihar (Mayhem, Pentemple) viene a entregar la ofrenda y a marcar los signos, luego de 17 minutos de encantamiento en mala, nos encontramos adentro y redimidos.
A pesar de toda la imagineria fantasmagórica que Sunn plantea, lo que descubrimos en estos pasadizos desfigurados, es una exploración musical ultra-sugestiva, una búsqueda constante de nuevos y ensoñadores ambientes de riesgo.

Y si no te vastó con eso, prepárate para la sacro-pagana, "Big Church" y su obertura de coros sopranos que nos trasladan hasta tiempos extraños de sumisión y tortura, notablemente más furiosa que su antecesora, con campanas a cargo de Mell Dettmer y sintetizador Korg por Rex Ritter (Fontanelle, Jessamine) esparciendo bruma ante los rezos de Csihar y la caldera incesante
de ruido quejumbroso, notable la aparición en este corte de la guitarra de Dylan Carlson (Earth), todos bebiendo de la vertiente, como buenos hermanos.
La bestia primordial se desata en "Hunting & Gathering", los cornos y las trompetas hacen pensar en la arena romana, mientras atrás va cayendo un diluvio, nuevamente las plegarias y los cantos, cada vez los riffs se hacen más pesados y la carencia de percusiones nos asfixia, el ambiente se torna sedante, un calor que se acerca y distorsiona la mirada, sonidos que vuelan muertos hasta tu sien, caída permanente.

Para el final retornamos a "Alice" y su aire flagelante, aislacionismo en los arreglos de Eyvind Kang, letanías que se elevan junto a las piedras y doctrinas perdidas, música abstracta, deslumbrante viaje hacia los vacíos del alma misma, un mantra que corona el cielo nortino, mucho más allá del metal y de cualquier historia manoseada, se encuentra esta obra magnífica de sonido y concepto misterioso, terminarás amándola.

Agradezcamos.

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THE TWILIGHT SAD
Forget The Night Ahead

FatCat, 2009.

De nuevo tenemos a la Escocia desafiante y atormentada en frente,
el cuarteto The Twilight Sad se muestra desacomodado y disconfome en su segunda placa, como queriendo desapegarse de cierto estilo y nombres, Editors e Interpol nunca sonaron así, "Forget The Night Ahead" es un álbum intensísimo, rabioso y por momentos arrollador.
Partiendo por la visceral "Reflection Of The Television", totalmente destemplada, recuerda un poco la furia tribal de Joy Division en "Atrocity Exhibition" (tema que abre su disco "Closer", 1980), percusión intuitiva en primer plano dando paso a las guitarras afiladas y a la voz de James Graham, que en este disco marca la diferencia, muy especial y poderosa con esa pronunciación tan escocesa llena de erres.
Luego el sencillo "I Became A Prostitute", una sobregarga de distorsión venenosa, entre el post-punk y el shoegazing, no hay concesiones y todo comienza a temblar, especial mención para los productores del disco, el también escocés Paul Savage (ex-The Delgados), que les ha sacado lustre, el otro, Andy MacFarlane, guitarrista de la banda.
A cada paso una sacudida, "Made To Disappear" es otro vuelo vertiginoso, bello y doloroso, no han perdido para nada esa melancolía que corría por "Fourteen Autumns & Fifteen Winters", su debut de 2007, solo han ensanchado el efecto de sus canciones, con un sonido vivo al que cuesta sacarle la cara, quizás ha influído que se hayan ido de gira con Mogwai, para bien de todas maneras.
También en temas como "Interrupted" y "That Birthday Present", se manifiesta que han dado un paso arriesgado, es verdad que por momentos se muestran un tanto grandilocuentes, pero igual se aplaude la intención y el estremecimiento.

myspace.com/thetwilightsad








COLD CAVE
Loves Comes Close

heartworm, 2009.

Tomado desde lo más nocivo del noise gringo, Wesley Eisold arma el contingente definitivo de techno pop oscurantista para Cold Cave, a la perfección se exhibe el gusto por los sonidos electrónicos ochenteros, acompañan Dominik Fernow (Prurient), Caralee McElroy (Xiu Xiu) y Sarah Lisptate (Noveller, One Umbrella), se dan cuenta de lo que hablamos, 4 personajes que han surcado el fango del ruido abrasivo y demoledor, esta vez coludidos en un intenso juego de darkwave bailable y desquiziado, joventud y lujuria, labios mojados y vestidura oscura para las masas, lo hacen con un sonido industrioso y afilado, pero dotado de una ironía, que no se veía desde el tiempo de OMD, Erasure y Yazoo, genial obra, esto era lo que queríamos, pista de baile y tinieblas, la llevan.

Abre el camino la áspera y ruidista "Cebe And Me", con Caralee MacElroy y su voz mutada entrando en la niebla marginal de Wes Eisold aka Cold Cave, quién muy bien ha hecho en convertir su proyecto personal en cuarteto, para este su disco debut, "Loves Comes Close".
A partir del corte que da nombre al disco, notamos el nuevo aire, pop sintético con Eisold cantando como lo haría Ian Curtis al frente de New Order, maquinaria intervenida por la guitarra del invitado Sean Martin (ex-Hatebreed), muy disfrutable.
"Life Magazine" es un temazo con la MacElroy de nuevo en las vocalizaciones, muy bailable y llena de alegría y luminosidad, dando paso a la muy OMD, "The Laurels Of Erotomania", un entramado que juega entre el placer y la confusión, la danza que no da descanso y esos teclados tocados a un sólo dedo, maravilloso.
La atmósfera se enrarece con "Heaven Was Full", dark a la manera de Death In June y su etapa más dance, sin duda que estas canciones serían una delicia para todos esos chicos y chicas amantes de la ropa oscura en sus antros, lástima que estos sigan tan atados a la EBM sin alma.
Un momento de pausa antes de entrar en el mejor momento del disco, la expresiva "The Trees Grew Emotions And Died", tema que le había dado nombre a uno de sus Ep's anteriores y que acá suena como nunca, ultra-desencajante y lustrosa, cubierta de ruidos extraños, orfebrería maquinal cortesía de Dominik "Prurient" Fernow y Sarah Lipstate, dueto vocal perfecto de Eisold y MacElroy, entre Gang Gang Dance y Telepathe.
De aquí para adelante más Ian Curtis, más techno-pop infectado y más curiosidad sintetizada, ni corto ni perezoso el sello Matador ha re-editado este disco, preliminarmente publicado por Heartworm Press, el sello propiedad de Wes Eisold, con seguridad Cold Cave ha dado bien el golpe y sería raro que este trabajo no se encontráse entre lo mejor del año.
Verdaderamente deslumbrante.

myspace.com/coldcave








AND ALSO THE TREES
When The Rains Come
and also the trees, 2009.

And Also The Trees es una banda británica formada en 1979, en medio de la estampida activada por el punk y en pleno proceso de gestación del post-punk, los hermanos Simon Huw Jones y Justin Jones -vecinos de la villa Worcestershire- crearon este refugio evocativo y refinado entre medio de las sombras del bosque y los pastizales, han sobrevido a las modas y estilos en boga, ahora a 30 años después de aquella aventura juvenil, aún estan aquí demostrando esa esencia romántica, esa ambientación onírica tomada de los terrenos rurales y de personajes imaginarios.

"When The Rains Come" es el undécimo álbum de estudio de AATT, un disco acústico que revisita temas de distinta data en la historia de la banda, de su paso por la oscuridad after-punk, hasta las formas sonoras más suavizadas que experimentaron en los 90s'; visiones de calma en la campiña, el brillo de los instrumentos tocados por una elegante sensibilidad y la vitalidad que habita en sus líricas fantasiosas y puras.
Así van pasando algunos clásicos de su dilatada trayectoria, como "Virus Meadow", donde melódica y guitarra acústica se acarician dulcemente, mientras aparece la voz dramática de Simon Huw Jones, elemento fundamental dentro del concepto artístico de And Also The Trees, luego vendrán "Jacob Fleet", "The Dust Sailor", "The Street Organ", "Vincent Craine" y "Stay Away From The Accordion Girl", todas canciones sobrecogedoras y mágicas, que muestran el universo distintivo de esta desconocida banda, un lugar apartado y embellecido que parece haberse estancado en el tiempo.

Acá les entregamos una discografía recomendada, para que se atrevan a cruzar el cercado...

"And Also The Trees", 1984.
"Virus Meadow", 1986.
"Et Aussi Les Abres" (compilado), 1987.
"The Millpond Years", 1988.
"Green Is The Sea", 1992.
"Angelfish", 1996.
"(Listen For) The Rag And Bone Man", 2007.


web

myspace.com/andalsothetreesofficial








Y desde los ambientes de Hawái...





HAPTIC
The Medium
Flingco Sound System, 2009.

Desde las profundidades del sonido emerge “The Medium”, el primer disco largo del trío de Chicago Haptic. En sus comienzos el propósito de estos músicos, reunidos en la primavera del 2005, era usar sus herramientas para crear y elaborar sus piezas en vivo. Esas motivaciones unieron a Steven Hess (Pan American, Dropp Ensemble, On, Fessenden), Joseph Clayton Mills (Jonathan Chen, Dropp Ensemble), y a Adam Sonderberg (Dropp Ensemble, Civil War). “The Medium” funciona ligeramente distinto, pues si bien es evidente cierto desarrollo libre, este disco fue concebido en el estudio.

Dos piezas, solo dos, integran este LP, ambas sin título. El lado A (diecinueve minutos), básicamente a través de la repetición crea un clima absorbente. Lentamente, el espacio va tomando distintos colores. Pequeños cambios, casi imperceptibles, se suceden y se suman conformando un paisaje embriagador a la vez que ensoñador. El lado B (diecisiete minutos) también, y muy similar al anterior, crea estos ambientes infinitos, pero de un modo diferente. Por otro lado, es levemente más sucio, no en sonido –impecablemente masterizado por Bob Weston–, sino en cuanto esta infectado por diminutos ruidos y percusiones que se asemejan mucho a una tormenta y sus delicados truenos, todo lo que convierte y transforma la calma inicial en una perturbadora escena de terror. Es, en este sentido, menos lineal que el lado A. Son las distintas caras, parecidas y diferenciadas con leves matices, de una misma moneda de tres caras, las tres caras de estos tres ambientalistas de la siempre fértil ciudad de los vientos –ayudados acá por tres caras más, las de Tony Buck (The Necks), Olivia Block y Boris Hauf–.

Tal vez no sea lo mismo escuchar una grabación que verlos en vivo –ojo que existe una edición especial con un DVD extra, a cargo de la videoartista Lisa Slodki, armado sobre la base de una presentación en el Empty Bottle de Chicago–, pero oyendo este disco no resulta difícil sumergirse en las profundidades de este sonido, en estos universos lentos de movimientos largos, y ahogarse dentro de sus olas interiores.

myspace.com/hapticmusic








GUNTER ADLER
Douches Dames
1000füssler, 2008.

Nacido en 1969 en Aachen, Alemania, Jürgen Hall comenzó a los 17 años a experimentar con sonidos, pero ya en los noventa comienza a editar trabajos, bajo los nombres de Anubis y Gunter Adler, además de los dúos Groendland Orchester y Augsburger Tafelconfect. Como Gunter Adler ha publicado diversos trabajos, los primeros bajo Staubgold, para luego pasar por diversos sellos como Mik.Musik.!., Gagarin y Clinical Archives. Además dirige el netlabel plakatif.

Douches Dames era parte de una vieja piscina sobre techo en Forest, Bruselas, y hoy sirve como un moderno laboratorio artístico llamado BainsConnective. “Douches Dames”, en un comienzo una instalación sonora, es el nuevo de EP de Hall, bajo el nombre de Adler, otra vez en sello distinto, 1000füssler. A partir de field recordings registradas al interior del edificio y sonidos producidos sintéticamente, Hall arma tres piezas que en total suman veintiún minutos. En “Douches Dames”, el track, asistimos a una serie de voces de personas que se superponen, zambullidas en la piscina, melodías de pop minúsculo, ritmos delicados y suaves entrelazados con más voces, niños disfrutando del nado entre aguas artificiales. Ya hacia el final la música se convierte en un verdadero puzzle, mezclando elementos de todos lados, pero sin llegar a confundir. Los otros dos tracks tienden a hundirse cada vez más. “Scheppertones” muy profundamente hace del lugar un espacio algo pesado y la atmósfera un tanto espesa, solo interrumpida por señales desde lo desconocido. “Mousse-Touch”, por otro lado, es electrónica pop y minimalista, cinco minutos de sonidos microscópicos. Toda la masa sonora inicial, todo esa mixtura con que comenzaba el EP, con el transcurso de los minutos se vuelve cada segundo más lejana, hasta terminar casi oculta, casi invisible. Las alegres y vespertinas ondas de aquella vieja piscina son ahora el lugar para el nadar nocturno de una desconocida alma. Nightswimming deserves a quiet night. Así termina todo, quieto.

myspace.com/gunteradler





Escucha El Sueño del Esquimal, hoy jueves 12 de noviembre, desde las 21 hrs, por Radio Placeres, 87.7 fm y on-line por supuesto.














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