Morrissey/The Smiths Split 7"
upset! the rhythm, 2009.
Siempre es un gusto escuchar un buen cover, como que refresca el recuerdo y el sentimiento de la creación original, trayéndola de nuevo ante tu presencia, lista para ser devorada con ansiedad.
Esta sensación placentera crece peligrosamente cuando se trata de un tema de The Smiths, no sé, será la nesecidad de tenerlos de nuevo cerca o la secreta esperanza de reunión que duerme en algun rincón de nuestra mente y que de vez en cuando patalea con fuerza.
Lo cierto es que también es difícil hacer algo valedero ante una musicalidad tan brillante y especial, muchas veces estos intentos no pasan de ser un mal chiste que nos empuja a correr y refugiarnos en la obra de los 4 chicos de Manchester.
Eso no pasa con este split 7", será porque estas dos agrupaciones gemelas tienen mucho de lo que Moz y su banda desplegaban, carácter, desenfado y retorcimiento, a Xiu Xiu y Parenthetical Girls les encanta hundir la daga en la herida y transformar una bella canción pop en una bomba racimo, nunca se han guardado nada y la ambigüedad es el torrente que mueve al cuerpo desde siempre en sus trayectorias.
Todas estas cualidades los transforma en los acólitos perfectos, celebrando anticipadamente el medio siglo de vida de Morrissey, el pastor al que se entregan gustosos.
Primero Xiu Xiu haciendo "I Am Hated For Loving", de Moz y su mágnifico disco "Vauxhall And I" (1994), una versión oscura y atormentada, jugueteando entre el synth pop y el noise con ese descaro quejumbroso al que nos tiene acostumbrados Jamie Stewart -ahora sin Caralee McElroy que se fue a Cold Cave-, una bella deformidad de sonidos marcianos e industriosos, un tributo entregado con el corazón, una corona de espinas, en la portada también vemos a Stewart parodiando la polémica foto de "Years Of Refusal", último trabajo de Morrissey .
Después es el turno de la agrupación de Portland, Parenthetical Girls, que se mete con lo más sagrado, The Smiths y "Handsome Devil", canción perdida y muy punk, no aparecida en ninguno de sus Lps', pero que de todas maneras se convirtió en un clásico, ya que era recurrente en sus actuaciones, incluso hay por ahí un bootleg en vivo que lleva su nombre. Zac Pennington y su banda la traen de regreso, en una forma muy sencilla pero a la vez destemplada, destaca la voz de Pennington acercándose a los espasmos vocales de Morrissey, sin duda quedamos con gusto a poco, aquí sí se recrea verdaderamente la fuerza maliciosa de los Smiths y hay que tener cojones para mirarse en ese espejo.
Grotescos!... Incontenibles!.
Pudo haber sido más extenso, quizás para el próximo año vuelvan los gladiolos y los paseos nocturnos por el cementerio.
Por ahora Jamie Stewart esta más enfocado a su nueva banda, Former Ghosts, junto a Freddy Ruppert, hace muy poco han editado "Fleurs", el que les entregaremos más adelante desde el reducto esquimal.
myspace.com/parentheticalgirlsband
myspace.com/xiuxiuforlife
The Eternal
matador, 2009.
Agarrados a la cola de la escena No-Wave de fines de los 70s', Sonic Youth se formó en Nueva York en 1981.
Siempre fueron una banda distintiva, abusaron de ese álito noise desgarbado que los poseía hasta crear un universo descarnado y marginal, donde el ruido podía transformarse en una tormenta sin tregua o una turbina rugiendo a mil, todos espacios sonoros más que degustables para las generaciones inquietas que venían empujando el carro.
Por todo esto y porque son un cuerpo sólido a prueba de espejismos fugazes, con Kim Gordon, Thurston Moore y Lee Ranaldo desde el embrión, junto al batero Steve Shelley que llegaría al poco recorrer, siempre adelantados y sin temor fueron marcando la vía explorativa de la música independiente norteamericana, sobrecarga eléctrica, melodía intuitiva y ambientes saturados en casi 30 años de creación vertiginosa.
En "The Eternal", Sonic Youth parace haber reconstruido el nido una vez más, se trata de un disco directo, formado por canciones infecciosas que funcionan automaticamente en el auditor adicto, por momentos recuerda un poco la época de "Dirty" y "Goo", una corriente inquietante que va y viene tomando diferentes formas, mutando y desarmándose por momentos, con Mark Ibold (ex-Pavement) en el bajo participando como un miembro más de la banda, quién sabe si esto ha influido, pero los recorridos se muestran más certeros que en sus trabajos del último tiempo, menos rodeos y más garra, parecen haberse sacado esa carga pesada de ser una de las bandas más importantes e influyentes en la actualidad, se han relajado ahora distantes a un sello grande como Geffen, es que no tienen nada que demostrar, y es verdad, son una banda eterna.
Por eso que entrar en temas tan encantadores como "Anti-Orgasm" o "Antenna", es volver a encontrar ese ruido cercano que nos llevó de la mano por la orilla azucarada del descontrol y el éxtasis auditivo, como siempre deformando y aniquilando junto a esos dos francotiradores de la guitarra, Moore y Ranaldo, lucidez y furia, melodía y zumbido, núcleo siamés intervenido por la voz de Kim Gordon, escupiendo como buena chica punk en "Sacred Trickster" y "Calming The Snake".
12 pedazos sónicos, un carrusel acelerado armado por la experiencia y la mirada despierta, les sirvió trabajar con Jim O'Rourke, ahora cabalgan libres y a su antojo, merodeando siempre ese templo en ruinas dejado por Glenn Branca, Mars, Lydia Lunch y sus Teenage Jesus And The Jerks, no podría ser de otra forma, es su historia, como también la puerta que abrieron para Nirvana y tantos más que se amontonaron en el grunge, MTV y los 90s'.
Brillante tema final, "Massage The History", 10 minutos de distorsión brumosa y sedante, adornada por los susurros de la pareja Moore-Gordon, afilada pureza que refresca.
Fuente de eterna juventud.
myspace.com/sonicyouth
Pop Crimes
liberation, 2009.
Personaje maldito y tesoro oculto del rock australiano, la vida y obra de Rowland S. Howard siempre ha estado ligada a los desbordes y excesos, fundador junto a Nick Cave de The Boys Next Door y The Birthday Party, dos agrupaciones que mutaron el sonido del blues para llevarlo hacia lo más oscuro del punk, la guitarra afilada de Rowland S. Howard hizo escuela, nunca se volvió a escuchar tal alarido doliente y dañino en donde Cave se refugió para lanzar su plegaria perversa.
Luego de la separación de The Birthday Party, Nick Cave siguío un camino exitoso junto a sus "Malas Semillas", mientras Howard formaba otra banda de culto para la audiencia inquieta, Crime & The City Solution, junto a Simon Bonny, pozo profundo que nunca obtuvo el reconocimiento que se merecía, pero que dejó un par de discos que hasta hoy se atesoran como regalo bendito.
En tanto ir y venir, Howard colabora con Lydia Lunch, Nikki Sudden (Swell Maps) y junto a su hermano Harry, crea These Immortal Souls.
Su primer disco en solitario aparece en 1999, "Teenage Snuff Film", su ímagen insana se convertía en muestra de estilo, con un trabajo que hasta ahora suena arriesgado y donde exhibe ese lado pertubador como escritor y músico envuelto por sombras densas.
Después de 10 años y con un cáncer al higado que lo mantiene en la orilla, el gran Rowland ha regresado a publicar bajo su nombre y lo hace con "Pop Crimes", un álbum poderoso y enfermo, que trae de vuelta su sonido ácido, como antaño su voz y guitarra se arrastran por el cemento hasta llegar justo a nuestro lado, un aire frío nos adormece, fuerza fúnebre a la que no es posible escapar, tiene un don innato para oscurecer el paisaje de inmediato, todo languidece, pero también convence, es un autor consistente y talentoso, que retoma el camino esculpido por una vida exprimida al máximo, el dolor y la belleza se acarician para luego destruirse, evoca a The Velvet Underground y canta con una firmeza que desconcierta. Con Mick Harvey en percusiones y órgano, y JP Shilo en bajo y violín.
Realmente todo ha regresado a su lugar y no creemos que vaya a perderse jamás, "Pop Crimes" es un disco grande, potente y redentor en todos los casos.
myspace.com/rowlandshoward
THIS IMMORTAL COIL
The Dark Age Of Love
Ici D'Ailleurs, 2009.
Luego de la muerte de Balance, ocurrida en 2004, el productor francés Stéphane Grégoire, movido por la tristeza y el gusto por la banda británica, concibe la idea de un proyecto que una el legado de Coil con el carácter de algunos músicos especiales y talentosos que él admiraba, pero que quizás no tenían una conexión muy cercana con el orígen de estas creaciones.
Inspirado por This Mortal Coil -uno de los colectivos más sensitivos que entregó Inglaterra en los 80s', impulsado por Ivo Watts-Russell y el sello 4ad- Stéphane logra reunir a un variopinto rebaño de personalidades en torno a las canciones viciosas creadas por John Balance y Peter Christopherson en Coil.
This Immortal Coil tiene como centro de reunión a Francia y acá encontramos a Bonnie Prince Billy (impactante su interpretación de "Ostia"), Sylvain Chauveau, Yaél Naim, Kiki Bohemia, el interesante grupo instrumental belga DAAU, Christine Ott en ondas martenot y la dupla devastadora de Yann Tiersen junto a Matt Elliott (The Third Eye Foundation) que por momentos aniquilan el espacio sonoro con su orfebrería apocalíptica.
Todo el disco entero refleja la herida dejada por la banda madre, se nota la comunión que han tenido con la obra inicial, por momentos retratada como pop elegante, industrial noise, folk luminoso o urbanismo deslavado, que importa si sentimos el cadalso en cada trazo, La Era Oscura Del Amor...
Un hallazgo, un deleite.
myspace.com/thisimmortalcoilthedarkageoflove
Y por siempre, Hawái.
THE WOODEN BIRDS
Magnolia
Morr Music, 2009.
Una vez disueltos American Analog Set, surgía la natural duda de hacia donde se dirigiría, que camino tomaría esta vez su voz principal, Andrew Kenny. Podría ser la de su último disco con su anterior banda, ese tesoro un poco oculto que fue, que es “Set Free” (Morr Music, 2005), o bien podría ser el de la simpleza y la soledad acústica de él y su guitarra, la aquella simpleza de “Home: Volume V” (Post-Parlo, 2003), EP compartido con Benjamin Gibbard (Death Cab For Cutie, The Postal Service). En un principio, esta última pareció ser la vía a escoger, cuando “en la primavera del 2006 American Analog Set había tocado su último show, y estaba solo en Brooklyn. Fue la primera vez que estaba sin un proyecto musical desde que tenía 20. Tan frustrante como era, comencé a juntar canciones para lo que sería Magnolia”. Sin embargo, con el tiempo, al trabajar en las canciones, y al unírsele mas gente, el disco fue tomando la forma de aquel “Set Free”, quedando en algún punto intermedio.
Así, Kenney junto a la guitarrista de su anterior banda Leslie Sisson, Chris Michaels y David Wingo (Ola Podrida) grabaron “Magnolia”, el primer disco de su nuevo proyecto The Wooden Birds. Este trabajo significa además, para Kenny, un regreso, una vuelta a su cuidad natal, Austin (Texas), luego de más de seis años de vivir en Broolkyn (Nueva York), y esa tranquilidad que da a veces el hogar se respira durante todos los minutos de “Magnolia”. Musicalmente, el disco se construye a partir de tres pilares muy marcados. Por un lado esta las percusiones (maracas, tamborines, etc.), casi imperceptibles, que ayudan a darle esa tranquilidad hogareña. Por otro lado esta el bajo, guiando y dándole una sólida estructura a las composiciones –“ comencé a tocar el bajo para la banda de David Wingo, Ola Podrida. El bajo figura muy fuertemente en el sonido de Magnolia. Este es el instrumento que une la sección rítmica con las guitarras”–. Por último, como no, está la voz de Andrew, susurrada y lejana a la vez, con esa indescriptible manera en que pareciese flotar, o más bien, estar rodeada por un aura gaseosa, insisto, no muy fácil de trasladar a palabras. Tal vez sirva si digo que se asemeja, en cierto sentido, a la de Sam Beam –canciones como “Believe In Love” o, sobre todo “Hailey” no desentonarían en absoluto en el “The Shepherd’s Dog” (Sub Pop, 2007) del de Florida–, o incluso a la del mismo Gibbard. Estos tres puntos marcan lo que es “Magnolia” –título que, por fortuna, siempre nos recordará al film de Paul Thomas Anderson–, y sus maquetas, en el buen sentido de la palabra, de un músico que sin mucha bulla, sin tanto reconocimiento, ni de público ni de prensa, solo se preocupa de hacer buenas canciones, canciones sin terminar en este caso, y las adorna de la manera mas simple posible, todas con la misma humildad, todas muy cohesionadas, desde “False Alarm” hasta “Bad”. La belleza en los detalles simples.
UNITED BIBLE STUDIES
The Jonah
Camera Obscura, 2009.
Hace unos cuantos años hubo una especie de explosión y toda una escena que revisitaba la música de raíces, y si bien esa explosión ha decaído este último tiempo, las bandas que lo exploran aún están ahí. Una de ellas es United Bible Studies. Surgido en Irlanda en el invierno del 2001, y originalmente como un dúo entre James Rider y David Colohan, poco a poco se fue sumando gente a este proyecto de folk ácido, que hasta hoy ha publicado mas de una decena de trabajos, todos en sellos muy pequeños, como Foxglove, Deserted Village, Ruralfaune o Barl Fire.
“The Jonah”, el mas reciente disco de estos ciudadanos del pasado, suma a los miembros mas o menos oficiales muchos otros colaboradores, como Ivan Pawle (DR. Strangely Strange, Sea Dog, Scented Candle), Richard Moult (quien ha trabajado con Current 93 y Sol Invictus), Allison O’Donnell (ex vocalista de Mellow Candle), Richard Skelton, Dave Colohan y Sharron Kraus. Entre todos ellos crean una atmósfera muy fuera de esta época, como la de aquellos trabajos de folk que se hicieron en Inglaterra hace mas de cuatro décadas, en donde se refleja una especial manera de percibir la tierra, la tradición, la naturaleza, y la relación del hombre con esos elementos. Todo partió con el proyecto de rock progresivo del reivindicable Richard Youngs, Ilk, que los motivó a crear su “Prog Album”. A raíz de eso surgió “The Jonah”, la primera pieza, inspirada en parte pro el film “Pitch Black” de Vin Diesel (David Twohy, 2000), y cuyo título hace referencia a una novela de James Herbert, donde “Jonah es una persona maldita, que trae mala suerte a cualquier lado”. Una extensa suite de 16 minutos que conforma la base del disco, y que expresa lo que es el álbum en su integridad, un folk oscuro y pesado, con momentos para una suave calma, guitarras amenazantes y voces de ultratumba, casi llegando al black metal. Alrededor de este tema, merodean otros nueve más, variados pero sin perder el concepto de primario: “The Swallowing”, con Richard Moult en sintetizadores –Pink Floyd circa 1975– y voz, la que, por cierto, suena muy parecida a la de David Tibet; “The Newly Risen Mountains” una visión apocalíptica de David Colohan (el principal letrista) en donde “las plantas reclaman las calles en la ausencia de humanos”; “A For Andromeda”, un instrumental de música mágica, mística y misteriosa; “The Lowlands Of Holland”, un dueto entre David y Sharron Kraus, con voces al final de Allison O’Donnell, un extra de “The Time Has Come” (1971) de Anne Briggs, aún no acreditado; “The Mildew Leaf”, o “la idea de la sangre de un hombre colgado colándose en la tierra para despertar a los espíritus”: “Mirror In Cherwell”, otro instrumental, esta vez con el cello de Scott McLaughlin en primer plano, que definitivamente no es de este siglo; “Death In The Artic”, la primera canción que Gavin Prior grabó con Shane Cullinane, antes de que el grupo llegase a existir, con la letra extraída de un poema de Robert Service, y con la melódica tomando el protagonismo.
“The Jonah” es un más que recomendable disco para iniciarse en la discografía de esta novel banda, que al igual que los muy recomendables Espers –todavía esperamos su “III”– tienen no solo uno sino que ambos pies en un pretérito imaginario.
Escucha El Sueño del Esquimal, hoy jueves 26 de noviembre a partir de las 21 hrs. por Radio Placeres, 87.7 fm y on line desde la señal.
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