Estaciones en espiral, crudeza ruidista y un vuelo nocturno entre ambientes seductores.
Regresos de otro tiempo y naves escarlatas surcando el cielo para este nuevo Sueño Esquimal.
CHELSEA WOLFE
Abyss
sargent house, 2015
Bien saben los que padecen de “Parálisis del Sueño”, lo pegado que se puede quedar con el tema. Para Chelsea Wolfe, este estado la verdad que le generó al parecer más movimiento e inspiración que pasmo. Esta chica de Sacramento, California (E.E. U.U) fue capaz de dar a luz un álbum muy personal y de peso que a nadie va a poder dejar indiferente. Su carrera comenzó con un folk del cual no quiere recordar mucho. Este 2015 se retiran esos velos negros con los que solía tapar su cara (por estados de pánico escénico), para mostrarnos el abismo, donde ella es la que gobierna. Con "Abyss" nos presenta un despegue a mil por hora de su carrera como músico, una interesante evolución, ya que no ha tenido que recurrir al pop-ulismo para darse a conocer, tal vez nunca fue su intención. Cada vez fue ennegreciendo más sus sonidos hasta llegar a un punto de suma y jamás de resta. En este disco incorpora a un equipo de músicos que le agregan atmósferas celestiales, industriales y experimentación, llevando a cabo una pieza única que le da elegancia a una escena “dark” atemporal. Temas como "Carrion Flowers" y "Iron Moon" abren este álbum prometiendo algo distinto, luego "After the Fall", con sus pausas, palpitaciones y calma que rematan con un potente sonido desde los cables muy bien logrado o "Dragged Out" donde utiliza un inicio de música metal cliché que queda buenísima ahí, y, "The Abyss", que finiquita el disco con elegante desquicio.
Una vez que lo escuchas, quieres volver a reproducirlo una y otra vez para descubrir nuevos recovecos y decir “pucha qué buena”. Tal vez recuerdes a Pj Harvey e incluso a Björk, pero de las tinieblas (y con aspecto de Marylin Manson)…pero sacando estereotipos, es bueno escuchar este tipo de voz, que no necesita andar gritando para ser una dama empoderada, y eso se echa de menos a veces.
Una vez que lo escuchas, quieres volver a reproducirlo una y otra vez para descubrir nuevos recovecos y decir “pucha qué buena”. Tal vez recuerdes a Pj Harvey e incluso a Björk, pero de las tinieblas (y con aspecto de Marylin Manson)…pero sacando estereotipos, es bueno escuchar este tipo de voz, que no necesita andar gritando para ser una dama empoderada, y eso se echa de menos a veces.
Claudia Venegas Hartung.
LOOP
Array 1
ATP recordings, 2015
Cuántas veces se cruzan el mito y la realidad en nuestras sencillas urbanidades? Bastante no?
Así es como en la música a veces vamos flotando entre estos puntos de manera constante y muchas veces sin entender demasiado lo que sucede. Por ejemplo ahora nos encontramos con LOOP, verdadero estandarte del sonido psicodélico británico de fines de los 80s' (que alguien se atrevió a re-bautizar como space rock), y tuvieron que pasar 25 años para que la banda de Robert Hampson pisara tierra firme y grabaran algo de ruido nuevamente.
Fue en 1990 cuando luego de la aparición de su tercer álbum "A Gilded Eternity" (Situation Two) que Hampson diera por fenecida la agrupación y se concentrara en la escafandra cósmica de Main su nuevo proyecto por aquel entonces, no sin antes conectar con Justin Broadrick de Godflesh en aquel 7" titulado "Loopflesh/Fleshloop" (Clawfist, 1991), cito esta comunión con Broadrick por que se me hace que tienen carreras hasta cierto punto parecidas, es decir vienen de una vieja escuela que experimentaba con el ruido en tiempos donde esto no era bien visto o simplemente carecía de rédito comercial, el tiempo ha hecho justicia y todos aquellos trabajos sonoros en la actualidad son de culto y re-editados con bombos y platos.
Por todo esto grande es la sorpresa al encontrar a estos dinosaurios vanguardistas de nuevo en el ruedo, para bien o para mal, Loop será siempre una de esas referencias que dejaron bien marcados sus territorios.
"Array 1" (vendrán más?) es una pieza sonora que consta de 4 cortes, partiendo con "Precession" tema de riffs enegéticos bien manipulados tecnológicamente para la ocasión, más cercano al sonido de bandas como Jesu (otra vez Broadrick) que con el recuerdo de los propios Loop, pero no está mal han sacado esa bruma espesa de droga para entregar un ruido más pulido de cierta manera. Quizás es en el segundo corte "Aphelion" es donde lamen el azúcar viciosa de antaño, en algún punto el músico ya maduro pasado los 50 años digo encuentra en el sonido más estudiado una nueva forma de encarar su creación, cosa que pasa también con los últimos discos de Wire por ejemplo (reseñados más abajo).
Bueno y para no ser menos Hampson entrega "Coma" un mantra space-ambient de 7 minutos que remite directamente a Main su otro alias sónico, puro ruido blanco estático que deja más preguntas que certezas. Para el final se guardan la extensa "Radial", 17 minutos de placer auditivo que viaja entre esos dos puntos que al comienzo de esta reseña señale mito-realidad y ficción-creación. Se cuelgan de un drone espacial dilatado para luego aparecer como unos Loop 2015 muy contundentes apañados por esa rítmica krautrock que no han perdido, pasando por todas las estaciones me atrevo a decir que este tema final es lo mejor de esta placa corta, siguen experimentando y aportando texturas de acople en este vuelo de cosmonautas avezados, el tiro largo les sienta bien y pudo haber sido más quizás.
Solo queda esperar para ver si el algún momentos nos volvemos a desdoblar.
Bueno y para no ser menos Hampson entrega "Coma" un mantra space-ambient de 7 minutos que remite directamente a Main su otro alias sónico, puro ruido blanco estático que deja más preguntas que certezas. Para el final se guardan la extensa "Radial", 17 minutos de placer auditivo que viaja entre esos dos puntos que al comienzo de esta reseña señale mito-realidad y ficción-creación. Se cuelgan de un drone espacial dilatado para luego aparecer como unos Loop 2015 muy contundentes apañados por esa rítmica krautrock que no han perdido, pasando por todas las estaciones me atrevo a decir que este tema final es lo mejor de esta placa corta, siguen experimentando y aportando texturas de acople en este vuelo de cosmonautas avezados, el tiro largo les sienta bien y pudo haber sido más quizás.
Solo queda esperar para ver si el algún momentos nos volvemos a desdoblar.
Raúl Cabrera Hidalgo.
RULE OF THIRDS
Rule of Thirds
mass media/no patience, 2015
Vivir cerca de un cementerio e ir recogiendo flores plásticas tiradas de allí, puede ser una práctica fuente de creación, para realizar la portada de un disco, y qué mejor si además se trata para una banda gótica post punk. Así lo hizo Celeste, artista visual y guitarrista de la banda Rule of Thirds y le quedó bastante bien.
Ya en el 2012 y 2013 este sexteto de Adelaida, Australia había grabado un Demo y un EP respectivamente, pero es este año en que se embarcan a realizar su primer disco homónimo de larga duración. Al iniciar la escucha de este trabajo nos percatamos de inmediato con su primer tema "Any Warpor" dónde vamos dirigidos. Sonidos británicos de principios de los `80, mujeres en blanco y negro, cabellos escarmenados teñidos de azabache, delineador, labial, todo negro y una voz brujeril de la cual se encarga Freya, nos da la libertad de hacer un pogo mental. Álbum que se ha presentado ya en gira por Norteamérica y que obtuvo buena recepción de la audiencia gringa. Así es el comienzo de Rule Of Thirds, nombre que no tiene nada de intencional con Death In June y su disco del 2008 que lleva el mismo nombre (pero con “The”), sino más bien con los números de Fibonacci.
Ya en el 2012 y 2013 este sexteto de Adelaida, Australia había grabado un Demo y un EP respectivamente, pero es este año en que se embarcan a realizar su primer disco homónimo de larga duración. Al iniciar la escucha de este trabajo nos percatamos de inmediato con su primer tema "Any Warpor" dónde vamos dirigidos. Sonidos británicos de principios de los `80, mujeres en blanco y negro, cabellos escarmenados teñidos de azabache, delineador, labial, todo negro y una voz brujeril de la cual se encarga Freya, nos da la libertad de hacer un pogo mental. Álbum que se ha presentado ya en gira por Norteamérica y que obtuvo buena recepción de la audiencia gringa. Así es el comienzo de Rule Of Thirds, nombre que no tiene nada de intencional con Death In June y su disco del 2008 que lleva el mismo nombre (pero con “The”), sino más bien con los números de Fibonacci.
Sería bueno escuchar más de ellos para que nos sorprendan, es un disco que gusta, pero que no innova. Me quedo con las pailas auditivas bien abiertas. Esperar.
Claudia Venegas Hartung.
THE SOFT MOON
Deeper
captured tracks, 2015
Con dos obras en el mercado orientadas a los ritmos cabezones, The Soft Moon marcaron un estilo propio y muy sugerente pero Luis Vasquez ha decidido aflojar el pedal para darle más espacio a la composición.
Más sutil, más suave, más cantado, este nuevo disco podríamos ponerlo en las estanterías junto a los de Trent Reznor y Gary Numan. Buscando climas inquietantes, algún que otro momento de pop gótico y contadas incursiones en la pista de baile, "Deeper" recrea un ambiente amablemente desapacible.
Muy logrado, pero es muy probable que ya lo hayas escuchado en los 90.
por Raúl Rey
WIRE
Wire
pinlflag, 2015
“People said we were mysterious, arch and dark. But the only way of doing that successfully, is by also having a sense of humour. You have to have that balance”, dice Graham Lewis en la web oficial de Wire y no hay razón alguna para llevarle la contra. En apenas una oración -un detalle que decora la presentación de su más reciente álbum-, aquél bajista, que luciera un corte de pelo digno de un héroe rockabilly y hoy esconde su cabeza bajo una discreta boina, resume toda la historia del grupo británico. Desde el chiste minimalista más grande de toda la historia (el inoxidable Pink Flag de 1977, que mejora con el paso del tiempo) hasta la ironía en el disco homónimo que acaban de lanzar, que también se marea en la oscuridad.
Wire, en este 2015, deja ésta y varias certezas más: que se puede ser darkie sin necesariamente ser serio; y que los años pasan, pero las cenizas quedan. Pregúntenle sino a Colin Newman, la voz detrás del micrófono principal, cuyo timbre nervioso pasó a convertirse en una migraña constante con la que hay que batallar de forma continua. Ya no existe lugar para la demencia vocal de “Mr Suit” o los coros de hooligans borrachos en “Mannequin”, y mucho de esto tiene que ver con la maduración (otro poco con la búsqueda a través de proyectos paralelos y similares, como fue Githead). Pero también es cierto que el propio Newman -al igual que Lewis, con sus letras cínicas- deja su marca indeleble, aunque mute en mil formas distintas. Por eso, si Wire es lo que es, es por ellos dos. Y punto.
De cualquier manera, no hay que ser muy iluminado para corroborar esta sensación. En “Blogging” recrudecen la simpática crítica al Brave New World que tenemos a mano con frases mordaces (“Blogging like Jesus / Tweet like a Pope / Site traffic heavy / I'm YouTubing hope”, casi el mismo juego que proponía, salvando las enormes distancias, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota al hablar de Pepsi inyectable y Adidas digitales en “Nuotatori Professionisti”) y en “Shifting” recuperan los mejores momentos de 154 (1979), sin caer en la tentación de repetirse. Apenas un paso adelante están la rapidísimas “In Manchester” y “Joust & Jostle”, de lo mejorcito del disco, con una receta probada: guitarras al frente y batería sincopada.
El golpe bajo, cuya intensidad seduce e hipnotiza, llega más tarde, con la apagada “Sleep-Walking”. Sólo un espejismo a mitad de camino, porque el resto del disco satura con tracks que dejan ver, otra vez, la marca de agua de Wire -“Split Your Ends” o la enfermiza “Octopus”-, cerrando un más que aceptable regreso a las bateas de parte de uno de los grupos más subvalorados de la historia.
por Augusto Dallachiasa
desde IndieHearts
Escúchanos esta noche de sábado 8 de Agosto por Radio Placeres 87.7 FM desde Valparaíso a eso de las 21:00 hrs. y además online por radioplaceres.cl.
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