septiembre 04, 2015

El Sueño del Esquimal #416, sábado 05 de Septiembre 2015



Y llegó Septiembre... vamos a comprar la chicha que regresa la Curemanía mi alma, desde El Sueño del Esquimal.






THE TWILIGHT SAD
Nobody Wants To Be Here And Nobody Wants To Leave
fatcat, 2014

Hurgando en los últimos trabajos de bandas que nos interesan  fue donde me encontré con un single denominado “It Never Was The Same” de este mismísimo año de The Twilight Sad, banda que ya lleva una vasta trayectoria desde el 2003. Pues lo interesante de este sencillo es que hay una colaboración de nada menos que de Sir Robert Smith, en donde hace un cover de "There`s A Girl In The Corner", tributo en vida de un tema profundo con una melodía perfecta para iniciar o finalizar cualquier álbum que va a simpatizar. Pues así es como se abre su último disco de larga duración que fue editado el año 2014 por FatCat Records como de costumbre. Si en sus inicios estos chicos de Kilsyth, Escocia nos mostraron una música caracterizada por una especie de folk melancólico y emotivo con una notoria influencia shoegaze, luego comenzaron a enruidecerse con un sonido duro y desgarrador, que junto a la  voz de James Graham que decora con su dulce acento escocés con  aire de “nice guy”, dan vida a temas que perfectamente podrían ser pop, pero que por su eterna infelicidad generan anticuerpos haciendo que se les suelte de  las manos y así está bien, siendo independientes. Su carrera ha sido pareja y bien ejecutada, hermosa culminación con este álbum y  con la espera de que lo que ha salido este 2015 sean górgoros anunciantes de que viene algo aún mejor.

Claudia Venegas Hartung.








THE CURE
The Top
fiction, 1984

Y claro, El Sueño del Esquimal les propone entrar en una nueva etapa de Curemanía. Tal como sucedió a fines de los 80´s luego de la aparición de su álbum "The Head On The Door" (Fiction, 1985) que los haría conocidos en todo el mundo y que diera pie a una fiebre de seguidores en los 5 continentes que además de la música de la banda adoptarían sus modismos, peinados, maquillaje y ropa oscura. The Cure sin siquiera soñarlo se convertía en la banda más influyente de la época en un espiral que no pararía hasta nuestros días (colaboración con The Twilight Sad 2015 incluída).
Y nos inclinamos en partir por uno de sus discos menos valorados o citados, el heterogéneo "The Top" grabado en 1984 en Londres, cuando el mítico bajista Simon Gallup abandona el grupo luego de su trilogía siniestra formada por los discos "Seventeen Seconds" (fiction, 1980), "Faith" (fiction, 1981) y "Pornography" (fiction, 1982). Luego de semejante demostración creativa, giras y densidades varias, que no tuvieron una gran repercusión comercial, la banda queda a la deriva, con un Robert Smith más mentalizado en tocar con sus viejos amigotes de Siouxsie And The Banshees. Sin embargo, junto a su amigo de la infancia y siempre cómplice Lawrence "Lol" Tolhurst se empeñan en publicar varios singles algo mas bailables como "Let's Go To Bed" y "The Walk" canciones pegadizas donde priman los teclados y las cajas de ritmos. 
En este punto es cuando a Robert Smith se le ocurre grabar "The Top" que iba a ser "la cumbre" para una banda que se caía a pedazos lentamente, el disco es extraño, una especie de disco de ruptura o nuevo comienzo, variado y experimental si se quiere dentro de un marcado tono pop. El "look Cure" de Robert Smith se afianza, dando rienda suelta a letras cargadas de imágenes tomadas de los sueños, que con la colaboración de algunos músicos de sesión como Andy Anderson en batería y percusiones, la aparición por vez primera de Porl Thompson en saxo y teclados + Phil Thornalley como multi-instrumentista quién no participó en la grabación pero si en las giras y presentaciones de esos años, la misma variedad de tonalidades sonoras hace que la placa suene variopinta, alocada y hasta psicodélica.
Abren con la aguda y sangrienta "Shake Dog Shake" un clásico para los fans que nunca llegaría a ser single, pero si quedaría como una muestra de la densidad de The Cure tomada del punk claramente hasta llevarla al dark más estremecedor, luego aparecen temas como "Bird Mad Girl" y "Wailling Wall" donde la voz y guitarra de Robert se mueven con talento y personalidad. Para llegar a 2 temas que son la miel y sal del disco, la contundente y oscura "Give Me It" junto a la bucólica y casi infantil  "Driissing Up", entre estos dos extremos jugaremos la mayor parte del tiempo en "The Top", una señal clara para una banda que se encuentra en la disyuntiva de ser fiel a sus atmósferas atormentadas o pasar a su paralelo pop aclarando en parte su música para llegar a una mayor audiencia. 
Personalmente pienso que Robert Smith tuvo la lucidez para crear una mezcla musical que no perdía ni lo uno ni lo otro, al revés la fusionaría en un cuerpo sólido ya para "The Head On The Door" un año más tarde y que bueno gracias a este disco este lado del mundo supo de la banda, todo lo anterior hubiese quedado dentro del anonimato post-punk británico que recién ahora viene a ser conocido y degustado por estas tierras.
Es por esto que quizás apareció el impulso de presentar "The Top" un disco enmarañado y difuso que viene a ser para la banda su último eslabón independiente y que trae consigo un poco bastante de la magia que The Cure ha extendido en todos estos años, influenciando al público y a sus mismos pares (podríamos citar desde Smashing Pumpkins hasta Nine Inch Nails, pasando por toda la primera camada shoegaze, el british pop noventero, Cerati, algunos oscuros y elegantes proyectos como Piano Magic, Low, Mogwai, para qué seguir). Estamos hablando de una banda con onda que supo marcar su territorio e identidad hasta quedarse con nosotros para siempre. Amén.

Raúl Cabrera Hidalgo.








SIOUXSIE AND THE BANSHEES
Hyaena
wonderland, 1984

Siouxsie And The Banshees fue una de las mejores bandas de goth-punk melódico de los fines de los 70 y principio de los 80, llevando a cabo grandes álbums como lo son "Juju", "Tinderbox", y "Peepshow".  "Hyaena", realizado en 1984, fue otro sólido esfuerzo, pero con un giro de psicodelia arrojada a la vanguardia. Un extenso giro refrescante, sin embargo fue como un tipo de verdadera desilusión comparado con los álbums ya mencionados.
Ciertamente no es un mal álbum, pero al mismo tiempo sufre una falta de temas sobresalientes. “Dazzle”, “Take Me Back”, “Blow The House Down”, y su versión de “Dear Prudence” de The Beatles son bastante decentes, pero “Arabian Knights” y “Cities In Dust” no lo son. Da un poco de lástima, como Robert Smith de The Cure maniobra la guitarra en éste, y la unión pudo haber sido ciertamente más fructífera. Fue alrededor del mismo tiempo en que The Cure estaba realizando "The Top", otro tipo de álbum teñido de psicodelia que fue un poco desilusionante. También fue alrededor de ese tiempo que Smith y Banshees hicieron unas piezas psicodélicas grandiosas en el transcurso del año, pero yo sigo considerando que fue un período inferior para ambas bandas.
La peor caída, obviamente, es la escritura de las letras. Mientras hicieron un buen trabajo poniendo una sensación psicodélica al procedimiento, muchas de las canciones parecen como que tuvieran toques finales sin terminar que pudieron haberlos transformado en excelentes tracks. Sin embargo, este sigue siendo un álbum sólido en el último período de The Banshees, y vale la pena sumarlo a la colección. No está en el primer lugar para comenzar a escuchar a Siouxsie. Voy por Juju o Peepshow.

por Drakkar
desde Rateyourmusic.com








MAKTHAVERSKAN
Makthaverskan II (2014)
 Witness EP (2015)

Si colocamos post-punk, dream pop, una pizca de teenager,  una taza de agua indie y todo esto a la batidora,  nos da como resultado una banda procedente de Gothemburgo, Suecia llamada Makthaverskan. Como palabra no significa nada más que un interesante punk rock melódico liderado por la voz disgustada e imponente de Maja Milner. Sonido refrescante de la divina juventud. Un disco en que todos sus temas se parecen entre sí, pero se vacilan de igual manera. Letras conformadas por tres estados de ánimo: “No te vayas”“ Por favor vuelve” “Jódete y ándate!!”
En síntesis, nos dejan con que no hay nada nuevo, sin embargo, con este sonido clásico y llamativas caratulas ilustradas minimalistica y punky mente  nos puede poner los oídos y ojos atentos.

Claudia Venegas Hartung.








MORRISSEY
World Peace Is None Of Your Business
harvest, 2014

Tanto en la música como en las personas que la ejecutan, existen rasgos identificativos que funcionan como índices propios de su idea de ver e interpretar el sonido. Yeites, clichés o simples mañas que, a lo largo y ancho del tiempo y la historia, quedan grabadas en la forma de concebir las distintas piezas musicales.

La filosofía tradicional llama a la esencia sustancia, y le da un doble sentido. En primer lugar, sustancia es el individuo que muestra que es: que existe y muestra su existencia. En segundo lugar, la sustancia es la clase lógica que enuncia mediante un discurso lo que es: el atributo de la sustancia primera que muestra su identidad permanente.

En su nuevo disco, "World Peace Is None Of Your Business" -con o sin intención, sólo él lo sabe- Morrissey permite que su esencia se filtre por cada uno de sus poros británicos. Que su sustancia demuestre quién es y que cada una de sus canciones se transformen en esa identidad inequívoca del héroe de Manchester.

Cuando se trata de un artista del tamaño, la jerarquía y los años de rodaje de Steven Patrick Morrissey (que en mayo de este año cumplió 55 años de vida) resulta difícil imaginar un cambio de rumbo radical. Pero si bien "World Peace Is None Of Your Business", su décimo álbum de estudio, capta la esencia madre del cantante, su sonido está más aggiornado a la actualidad que al post punk de los ’80.

De acuerdo. En este nuevo álbum su calidez, su sensibilidad y ese arrastre sensual de sus frases, son elementos que aparecen intactos. Pero están camuflados en la atmósfera que los abraza: una oscuridad densa que por momentos hasta se hace insoportable.

Sin embargo es Morrissey el que está a cargo del asunto, y por más de que esté rodeado de músicos más jóvenes que él, que proponen sonoridades nuevas, más tecnológicas y por momentos mucho más rockeras de lo imaginable, ahí llega Moz para aportar el susurro adecuado y la estridencia necesaria. La misma que recorre toda su discografía solista.

La oscuridad también es parte de su esencia. Y en este, su nuevo disco, se nota reflejada en la lírica, digna del poeta maduro que ya vio pasar de todo a través de sus ojos y necesita contarnos “la posta”. La canción que da nombre y abre el álbum, es un buen ejemplo: “Each time you vote you support the process”, reza en el tramo final. “Cada vez que votas, apoyas al proceso”, dice, llevando al nihilismo a niveles impensados.

En poco menos de una hora, y a cinco años del celebradísimo "Years Of Refusal" (2009, Decca/Polydor), Morrissey se despacha con un disco que entrega algunos hits (“Istanbul“, “I’m Not A Man“, “Kiss Me A Lot“), provee una buena carga de crítica social y consigue hacerse un lugar entre los lanzamientos destacables del 2014. Siempre que se trate de él, vale la pena escucharlo. Porque su esencia no cambia, pero siempre consigue aparecer con un nuevo e interesante disfraz.

por Martin Serrano
desde IndieHoy








WIND ATLAS
Lingua Ignota
burka for everybody, 2015

Esa es precisamente la imagen que se forma en mi cabeza con los dos primeros temas de "Lingua Ignota". Si con su primer trabajo ubicábamos a Wind Atlas en un área estilística cercana al dream-pop y al shoegaze más intimista, ahora el cuarteto se muestra expeditivo en bajar de los cielos y descender de esas etéreas y ensoñadora atmósferas. Su propuesta pisa el suelo y se hace terrestre. El bajo está más presente que nunca y las percusiones estampan rotundas vibraciones. Las voces de Andrea vienen definidas por todo lo que alguna vez nos pareció exótico, cargadas de olores a incienso y mantras védicos que a veces suenan lejanos y en otros momentos parecen adueñarse de tu mente, donde por mi podrían quedarse a vivir siempre.

Lejos de quedarnos estancados en esta escenografía musical, la historia avanza y Wind Atlas se mueven a nuevos ambientes en los que se asientan con la misma vehemencia. Antes de volver a Oriente con la fantástica "Ecdisis", "The Sun Rises" recupera el dream-pop, jugando con los matices y la suavidad, "Stalker" genera desasosiego con las disonancias y el ruidismo, y "The Goddess Is Where It Is Venerated" nos sorprende en clave post-punk con su profusión de sintetizadores. Finalmente, el disco acaba diluyéndose con dos cortes más humildes y de menor densidad sonora, con Andrea despidiéndose como si los vientos marinos portasen su letanía desde una lejana tierra de nostalgia y esperanza.

Evolucionar con esta firmeza está al alcance de pocos. "Lingua Ignota" no presenta ni una fisura aún cuando se encuentra tan expuesto al tener que jugar a tan corta distancia con el oyente, donde nada esconde nada. Más sólido y menos disperso que su anterior referencia, Wind Atlas han tenido éxito indiscutible con su nuevo disco.

por Rememora








PHARMAKON
Bestial Burden
sacred bones, 2014

Había expec­ta­ción por ver hasta dónde lle­ga­ría el pri­mer LP de Phar­ma­kon en Sacred Bones Records. "Aban­don" (Sacred Bones, 2013) ya fue un catá­logo y mues­tra excep­cio­nal del poten­cial de la ame­ri­cana, en el que ya comenzó a tran­si­tar los cami­nos de la angus­tia exis­ten­cial y física, explo­tada a tra­vés del noise y el indus­trial imper­té­rrito y doliente, que huía de cual­quier moda y la situaba en los con­fi­nes esti­lís­ti­cos de toda una generación.
El negro se lo come aún más todo en "Bes­tial Bur­den", un álbum que gira en torno al fallo mul­ti­fun­cio­nal como eje temá­tico. Dicho así puede sonar menos con­tun­dente de lo que la neo­yor­kina con­si­gue en ape­nas media hora que se orga­ni­zan entre una intro­duc­ción y un inter­lu­dio en que asis­ti­mos a una hiper­ven­ti­la­ción y a una asfi­xia que se mete por el oído y agita las entra­ñas. ‘Body Betrays Itself’ es segu­ra­mente lo más pare­cido que jamás ha tenido a un sin­gle, un tema en el que la angus­tia que reco­rre el LP se des­borda por todas par­tes. Tam­bién es la can­ción con algo más pare­cido a una estruc­tura de todo el conjunto.
Real­mente opre­siva, terro­rí­fica por momen­tos y con un tra­ta­miento de su voz de otro pla­neta. Y esa per­cu­sión… Queda claro rápi­da­mente que del fogo­nazo que fue "Aban­don" nace esta hoguera que es "Bes­tial Bur­den". Para los que se engan­cha­ron más a su faceta expan­siva, aquí tam­bién hay bue­nas noti­cias, y es que temas como ‘Intent or Extinct’ o la titu­lar ‘Bes­tial Bur­den’ son de una opre­si­vi­dad que podría asfi­xiar a cual­quiera. Se extien­den, son ato­na­les, cris­pan el ánimo. Es un álbum que se siente tan cer­cano a la muerte en todo momento que hace que­dar a la mayo­ría de gru­pos de Death Metal como a una panda de cole­gia­les pegando grititos.
La capa­ci­dad de Phar­ma­kon para expan­dir su sonido queda con­tras­tada. Reina el caos en cua­tro can­cio­nes en las que queda poco a lo que aga­rrarse. Y, aún así, aún apos­tando por el expe­ri­men­tal sin visos de domes­ti­car un len­guaje que ya asu­mi­mos como pro­pio e intrans­fe­ri­ble, con­si­gue ani­qui­lar las expec­ta­ti­vas del oyente al empu­jar­nos a sen­tir. Fuerte, tan fuerte que escu­charlo de prin­ci­pio a fin es casi el equi­va­lente a un hara­kiri. Pero tan extra­or­di­na­rio que una vez se acaba nada vuelve a ser lo mismo.

por Javi Gómez Martínez
desde Koult.es






Nos encontramos mañana a eso de las 21:00 hrs por Radio Placeres 87.7 FM transmitiendo desde Valparaíso.



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