marzo 08, 2016

El Sueño del Esquimal #422, Jueves 10 de Marzo 2016



Y ya vamos en la onda... entrando de a poco en la maraña del sonido, un nuevo año, un nuevo comienzo, tanta silueta por merodear, tanto ruido para salpicar. Algunos se van, otros retornan, nos concentramos y extendemos las antenas esquimales.

 

Set Your Clock By Your Heart
second language, 2015

Piano Magic se formó en Londres hace 20 años por iniciativa del multifacético artista Glen Johnson, en sus comienzos fueron un trío para más tarde convertirse en un colectivo de 'artistas sensitivos', los que han ido moldeando ese halo de misterio y seducción para sus creaciones. Siempre innovando, buscando distintas posibilidades sonoras para su musicalidad detallista, oscura y bella, con Johnson dirigiendo ese concepto 'mágico' de atmósferas visibles, líricas de la vida distanciada y arte refinado.
Entrar en la discografía de Piano Magic supone un acercamiento con la conciencia y el encanto sublime, en la memoria quedarán discos notables como "Low Birth Weight" (rocket girl, 1999) con Caroline Potter y Raechel Leigh en las vocalizaciones, esa placa terminaba con "Waking Up", un cover de los desaparecidos Disco Inferno, donde demostraban la conexión con el sonido abrasivo y apocalíptico, buenas influencias que iban desde Kraftwerk, This Mortal Coil y New Order hasta Low, Flying Saucer Attack y por supuesto The Cure, todo ese aroma suspendido más su propia esencia quedaba impregnada en cada canción y en cada instante.
Cuesta encontrar momentos flojos en su trayectoria, si incluso su minimo roce 4AD, "Writers Without Homes" ('escritores sin casas') de 2002, revela pureza y distinción, y lo nombro porque fue un disco super criticado en su momento, pero igual quedó. A partir de "Disaffected" (green UFOs, 2005), la banda se consolida desde su centro con las aportaciones de Jerome Tcherneyan, Franck Alba, Alasdair Steer y la voz angelical de Angele David-Guillou (Klima), habitantes que permanecen hasta el día de hoy y que junto a Johnson han dejado la huella firme de este nombre escondido en el cristal más fino, como lo demostraron en su último disco largo a la fecha, el elegante y oscuro "Life Has Not Finished With Me Yet" (second language, 2012).

Pero como nada es para siempre todo apunta ahora a que Piano Magic se disuelve este año luego de la aparición de lo que será su décimo y último LP "Closure" que tiene como fecha aparecer en el segundo semestre del 2016. Bueno mientras tanto nos quedaremos con esta espléndida recopilación aparecida en Diciembre de 2015  "Set Your Clock By Your Heart, A Piano Magic Best Of...". Una colección de canciones remasterizadas y tomadas de sus múltiples trabajos, llama la atención de esta noble agrupación lo fácil que se les hace crear momentos perfectos de sutileza con esas vocalizaciones siempre invitando a la calma para luego en cualquier momento entrar ambientes inquietantes a cuenta de guitarras planeadoras y bajos contundentes como en la inicial "Incurable" uno de esos temas que quedarán como testimonio de una vida creativa plena.
Es bueno acá apuntar algo que Glen Johnson en las pocas entrevistas que hay por ahí explica, aquello de mantenerse alejado bastante de las luces y los distintos estilos musicales que se han dado en estos últimos 20 años, claro porque la música de Piano Magic se ha refugiado en un plano personal donde las recetas de éxitos no son necesarias, cuentan con un sonido tan distintivo que con el devenir del tiempo se han afincado en su isla alejada, que no en lo esencial que para eso hay muestras de sobra en este compilado, no necesitaron de la fama eso es todo, no la buscaron, está bien, prefirieron mantenerse lejos y esto es doblemente rescatable en estos tiempos donde es fácil caer en exitismos baratos como da cuenta la escena artística actual.
Y sería largo nombrar sus colaboraciones, la cantidad de músicos que han pasado por la banda y las voces que aparecen como Brendan Perry (Dead Can Dance), Alan Sparhawk (Low), John Rivers (The Bitter Springs) y Vashty Bunyan por nombrar solo a los más conocidos. Una vertiente constante de creación puesta al servicio de una sensibilidad particular (discos, bandas sonoras, experimentación) inspirada quizás en los recordados This Mortal Coil.
Temas sobresalientes de sus diversas etapas sonoras se van sucediendo en esta placa como "Bad Patient", "You Never Loved This City", "Crown Estate", "Saint Marie", "Snowfall Soon", etc. podría nombrarlas todas, pero estamos frente a un legado que deja Piano Magic tanto para sus fans más cercanos como para el auditor que comienza recién a descubrirlos, todo se encuentra en su lugar y suena perfecto.
El futuro de la banda es incierto, pero el mismo Glen Johnson ya va dando señales que su talento creativo no parará con sus otros proyectos e ideas personales para el sello Second Language, como siempre en la historia de la música, nunca se sabe bien lo que depara el futuro y queda aún pendiente escuchar aquel punto final que por el momento solo tiene un título "Closure", por ahora solo la alegría de haber conocido a una de esas bandas que se van a quedar contigo para siempre.

Raúl Cabrera Hidalgo.






A PERFECT CIRCLE
Thirteenth Step
virgin, 2003.

Con todo esto de la vuelta de los vinilos, hoy hasta aparecen discos que cuando fueron publicados no venían en ese formato, pues lo que la llevaba en aquel entonces era el CD solamente. Pues bien, vitrineando en una que otra tienda de música, he visto ya vinilos de APC. Se me hizo agua la boca como serumen al oído. Así fue que me dio toda la nostalgia de juventud, en la que “Thirteenth Step” me emocionaba tanto, me lo cantaba todo, no sé si habré llorado ahh… o qué en aquel entonces, pues eso era lo que me provocaba y aún remane en mí.
La afinada y sentida voz de Maynard James Keenan, tan buen intérprete y cantor de cunas para su amiga Tori Amos. No confundamos A Perfect Circle con Tool, pues claro que comparten a su vocalista, pero detrás de esta banda hay un gran equipo conformado por el ingeniero en todo esto y en guitarras Billy Howerdel,  Josh Freese en batería (Nine Inch Nails, entre otros), hasta llegó James Iha (ex Smashing Pumpkins) con su destacado aporte, conjugándose una maraña de conexiones de bandas norteamericanas de renombre en el ámbito industrial, progresivo, alternativo y gótico? (hasta podrían anotarse como anexos, en algún otro momento). Pues no cataloguemos a APC como una banda de esos estilos como tal, creo que simplemente es la unión de buenos músicos que hacen un trabajo de joyería, detallista, fuerte y sentimental, capaz de generar ambientes mágicos y múltiples sensaciones. Ya llamaron la atención cuando aparecieron con el tema Judith de su primera placa ”Mer de Noms” en las radios y MTV, por ahí el año 2000, mostrando su potencia, actitud, elegancia, un extraño Maynard que mostraba la cara y una atractiva bajista (Paz Lenchantin, posteriormente Zwan), para luego sacar este trabajo de 13 pasos (sin embargo son 12 sencillos) en el 2003, donde se incorporan otros integrantes, incluso Jeordie White (más conocido como Twiggy Ramirez de Marilyn Manson). Aparece en los medios "Weak And Powerless", invitándote a escuchar el álbum entero y cuando lo hiciste, te diste cuenta de que los otros temas eran aún mejores, como "The Package" que con paciencia y esperanza ya sabías que algo bueno comenzaba...luego con "The Noose", sin palabras, un gran desarrollo, no hay tema malo aquí, para ir rematando con "Pet", que más adelante pasaría a ser un himno reaccionario a la política norteamericana de esos años para luego ir suavizando todo con vocecillas de Jarboe (Swans), osea, ellos saben… Luego vendría “EMOTIVE” (Virgin, 2004) como inmediata continuación, con una gama de covers (de John Lennon, DepecheMode, Devo, Black Flag, por nombrar algunos) y uno que otro tema propio, donde hasta también estaría incluído Trent Reznor. Lo más maravilloso de ese disco, es que plasman su sello propio circular en temas que no les pertenece, dejando muy buenos resultados. Así que eso, me volvió la nostalgia del Círculo Perfecto, aunque digan que la perfección no existe, esto está bien cercano a aquello.

Claudia Venegas Hartung.

Horrible
feliz año nuevo, 1995

Y tal como fueron los 90s', es aquí que tenemos un testimonio implícito de una época en apertura constante, variados estilos, corrientes musicales y artísticas que iban apareciendo, cada uno en su reducto pero con un ojo cerrado y el otro mirando el horizonte que por aquel entonces era abundante en ideas y esperanzas varias. Uno de esos grupos que nos dejaron marcando ocupado al alero de Sonic Youth, Pixies y "la nación alternativa" de MTV (sí es verdad, antes mostraban videos de bandas) fueron los argentinos Suarez con su vocalista Rosario Bléfari a la palestra, hay que recurrir a recuerdos propios para poder contextualizar su sonido desgarbado e inquieto en un tiempo de mucha efervescencia y alboroto con la Discotheque Blondie marcando esas noches frías. En Santiago y otras ciudades de Chile se abrieron disquerías que al fin tenían los discos o cassettes que venías esperando por años oscuros de aislamiento dictatorial, recuerdo algunas como Fusión, Background, Rolo Records o El Cuarto Desconocido en Viña del Mar donde merodeaban un montón de gente inquieta con la que podías hablar de bandas y escenas que habían dormido en el underground del 'cassette pirata' de antaño que harto había servido por lo demás. Pero se suponía eran tiempos de cambio, ahora todos seguían al moderno CD por ejemplo, en esta coyuntura un tanto desordenada en el entusiasmo propio del momento llegó a mis manos una "recopilación" donde venían 2 temas de Suarez, eran "El Ídolo" y "Flores De Hotel" de su primer álbum "Hora De No Ver" (FAN, 1994), de inmediato quedé prendado por una música frágil y caótica, llena de imágenes y letras sinceras que tanto se echan de menos hoy por hoy, había una entrega distinta que te atrapaba ya sea por la idea del 'hazlo tu mismo' o porque eran simplemente locos y disfrutabas ese descaro tanto en la producción como en sus directos, que por supuesto para los más doctos de la época eran una tomadura de pelo recuerdo, jajaja.
Pero bueno con el tiempo uno aprende que no hay que ser tan fundamentalista para todo, ojalá que aquellos otros lo hayan entendido alguna vez, lo cierto es que en 1995 los Suarez se habían auto-publicado el segundo disco de su carrera, el notable "Horrible", un trabajo más conceptual comparado con su primera entrega, donde el territorio Lo-Fi se utilizaba con excelencia y delicadeza, canciones que venían a ser como un pequeño viaje de estaciones por si mismas, mucho ruido pero también un núcleo bien enfocado, letras aún más personales, sonrisas, zarandeos explorativos y algunos clásicos de la banda que venían aquí como "Saludos En La Nieve" (no es acaso la historia contada de este mismo espacio radial?), la shoegazing "Guantes De Piel", "En La Bicicleta", "Dos Luces" y "El Falso Ladrido", algunas venidas a Santiago y más luces. Recordemos que Suarez fue parte de una escena independiente destacada de los 90s' que se formó en Buenos Aires con gente como Adrián Paoletti, El Otro Yo, Los Brujos, Carca, Juana La Loca, Babasónicos, etc.
Fue un buen momento, luego la banda publicaría dos álbumes más "Galope" (FAN, 1996) y "Excursiones" (FAN, 1999) donde su sonido se normalizó de alguna manera, más tarde vendría la disolución y la carrera como solista de Rosario Bléfari que ya es otra historia. Así Suarez quedó como una luminaria casi perdida en su tiempo y recordada solo por algunos, y quien se lo iba a esperar este 2016 viene con muchas sorpresas como hace algunas semanas supimos que la banda se reunía para hacer algunos conciertos en Buenos Aires en Marzo o sea ahora, después de tantos años y lo que viene porvenir, por venir... ojalá los tengamos luego en Chile y si es con nuevo disco más mejor pues. El recuerdo se mantiene, lo revisamos este jueves en El Sueño del Esquimal (junto a los amigos de Hammuravi que presenciaron este gran retorno), donde más iba a ser Dios.

Raúl Cabrera Hidalgo.





TY SEGALL
Emotional Mugger
drag city, 2016.

Nuevamente nos encontramos a punto de entrar de cuerpo completo a un tubo de juguete multicolor, a ratos en blanco y negro. También podría ser un caleidoscopio en tus manos. Este es el juego que nos propone Ty Garrett Segall, joven músico multi-intrumentista, compositor, alto imaginista y con una amplia trayectoria musical dentro de lo que sería el lo-fi, punk rock garaje y como no…la retro-psicodelia. Podría decirse que "Emotional Mugger" es su álbum más experimental dentro de algo ya experimental.  El punto es, que este californiano, no se deja llevar tan solo por esta onda alucinógena, algo cíclica (que está bien), sino más bien la viene a romper con una potencia y locura atemporal que acaricia con su fuzz, ruidos y asonancias. Se une a su banda soporte para este disco The Muggers, con quienes en vivo hacen de lo suyo y transformándose Segall en una especie de personaje performista llamado Sloppo, con su máscara de bebé, se las trae… con "Squealer", comienza así su asalto emocional. Cuidado. 

Claudia Venegas Hartung.



Sintoniza El Sueño del Esquimal mañana Jueves 10 de Marzo a eso de las 21:00 hrs. por Radio Placeres 87.7 FM desde Valparaíso y online además.


noviembre 28, 2015

El Sueño del Esquimal #421, sábado 28 de noviembre 2015.


Desde la melodía matinal hasta el acercamiento de la hora ciega, desbordantes, contenidos, ruidos en el cielo y susurros encadenados, El Sueño del Esquimal te invita a degustar...






Guilty
exploding in sound, 2015

De pronto me puse a escuchar este disco para cachar de qué se trataba esta banda, sin tener ninguna referencia. Cuando comienza con la canción "Thank You Come Again" de inmediato me recordó a "In Bloom" de Nirvana o algo por el estilo. Pensé que se trataba de una nueva agrupación de esas como “neo rock alternativo de los `90” que existen por ahí. Esa fuerza  en las guitarras y voz femeninas de infante que predominaban por ejemplo en  Veruca Salt. Algo parecido estuvimos escuchando a principios de este año con Colleen Green, remanentes de tiempos ya pasados, pero que llevado de buena forma, ese gustito siempre quedará. Llega el segundo tema, "Red Roulette" con harta rudeza, acordes cíclicos que concuerdan con el título del mismo y guitarras “deftonianas”, pero con menos pompa. 
Cuando pensé que le había agarrado el hilo, luego de estos dos temas que nos dan un hey! de que algo bueno estamos escuchando, súbitamente toma un giro, mas no para peor, para nada, sino más bien en un tono distinto y con identidad propia. Acá la banda liderada por Jenny Tuite y Alex Molini nos muestra su verdadera cara, un sonido contemporáneo, tal vez se le podría llamar un garaje experimental donde las guitarras de Tuite se desnudan y Molini le agrega levemente por detrás motivos sintéticos. Podrán bien darse cuenta de esto en el tema "Dan Cortez" por ejemplo, y que así es como sigue finalmente el álbum. 
Poca info pude encontrar de  este dúo que se formó en Nueva York y que se deja acompañar rotativamente por amigos para complementar lo que sería la batería y etcéteras. Lo que sí noté, es que "Guilty" no es su primer disco, si no el tercero y que podría decirse que van muy bien encaminados. Otro secreto ha sido revelado.

Claudia Venegas Hartung.






Eadem Mutata Resurgo
585205 records, 2015

Proyecto mutante de Mariana Saldaña, José Cota y Seth Nemec, más que una banda, 3 amigos que se juntan para intervenir máquinas y sintes de sonido 80s' en una forma de diversión extraña con letras pensantes y a la vez sugerentes.
"Eadem Mutata Resurgo" viene a ser un compilado de sus grabaciones entre 2007 y 2009 desperdigadas en variados EPs' y sencillos, la gracia de este trabajo es apreciar sonoridades desgarbadas que se mueven a través de una maraña casera que no deja de hipnotizar por su fragilidad, como unos Kraftwerk malsonando mezclados con unos Stereo Total de baja fidelidad, de todas maneras encontramos temones como "17 años" con esas letras en español (la mayoría) guardan una historia de amor cruzada por la muerte y el abandono. Son Medio Mutante un artefacto básico y subterráneo que se mueve con instinto a través de las ruinas sonoras que han quedado tiradas frente a este presente bestia que no deja pensar. 
Definitivamente menos es más, 3 muchachos de origen latino afincados en gringolandia que se ríen ante una audiencia que baila entorno a estos trazos musicales sin entender una palabra... latigazos, golpes, fantasía y ese toque casi infantil que logra cautivar mientras estiran el elástico lo-fi.
Estos mismos nombres los encontrarás bajo otros alias tan variopintos como //TENSE//, Boan o Low Red Center. 
Los relámpagos de los mutantes son grandiosos, ritmos, maneras, razones... me tomo el ácido.

Raúl Cabrera Hidalgo.






The Shiver Of The Flavor Crystals
mpls ltd, 2015

Algo importante sale desde nuestro planeta Tierra. Despegados, ya en flotancia, viaje entre la ionósfera y exósfera comienzan a concretarse sonidos y atmósferas. Arrojados con "Eyes Go White", amorfismos melódicos  desde un bajo bien bajo, en mando de Nat Stensland y voces de éter que nacen de Josh Richardson junto a sus delicados y concientizados toques de cuerdas, que ya con "Antenna House" se siente cómo Flavor Crystals, cuarteto norteamericano de Minneapolis, Minnesota (EE.UU), ya se suspenden en el espacio exterior para crear “The Shiver Of The Flavor Crystals”, disco que evoca la psicodelia de los `60, pero que equitativamente se entremezcla con el shoegaze e indie rock de los `90. Sin embargo, esto es Espacial. Negro con pequeños destellos de luminiscencias, "Diamond Mine" es un dream souvenir desde su origen. Respetuosos con contención, pues en una expedición de tal magnitud, explotar no sería la mejor idea. 
Muy buen álbum, en su totalidad consta de 13 temas a los cuales hay que tomarles atención (sin dificultad), y si lo hacemos lograremos impregnarnos de este tour hacia ese “algo” que está más allá.

Claudia Venegas Hartung.







Beauty Nowhere
touch, 1996

Cuando en otro tiempo algunos músicos y audiencias pedían algo más que lo claramente identificable y archivado en materia musical, se hablaba de post rock, un estilo muy condenado en la actualidad pero que por aquellos años era huella de sofisticación y búsqueda sonora. Al final nadie entendió mucho de que se trataba esta pequeña etiqueta, pero dio cuerda a bandas realmente destacables como SCALA, que nace de las cenizas de otros que bien pintaban, SEEFEEL. Cuando Seefeel no tuvo más espacio donde respirar, Justin Fletcher, Sarah Peacock y Darren Saymour se unieron al creador de ambientes Mark Van Hoen (Locust) para hacer funcionar este armatoste a medio paso entre la IDM, el trip-hop y las cenicientas guitarras dejadas por el shoegaze. 
Sacaron 3 discos entre 1996-1998, siendo "Beauty Nowhere" su debut. Y vaya que llama la atención el volver a encontrarse con este hervidero de ritmos quebrados y vocalizaciones de sirenas, sin un hilo conductor claro (que ahora es tan necesario para algunos) estamos frente a una cabeza electrónica fractal que busca nuevos trayectos a base de experimentación libre y con la sabia mano como productor de Van Hoen, que los lleva a territorios insospechados de belleza fragmentada. Tambores maquinales junto al silencio y los susurros de Sarah que invitan claramente al viaje perceptivo, diseñan refinados trazos de electrónica arisca y clarividente, sumando impulsos y golpeteos a una atmósfera casi siempre asfixiante y baja. En la cuerda de algunos compañeros de sello como Fennesz y otros iluminados de esos años como Nearly God (rapeo lento) y Tarwater. No caeré en los rebuznos de señalar que "todo tiempo pasado fue mejor", pero en materia musical hace rato que no se siente un salto al vacío como el que dieron algunas bandas en ese tiempo (Disco Inferno, Movietone, Dissolve, Bark Psychosis, O'Rang, Flying Saucer Attack, Gastr Del Sol), cuando lo experimental iba conectado a una manera lúcida de encausar la creación misma, algunos encontraron nuevas tierras donde hospedar otros sencillamente el silencio. Nos queda solo bailar.

Raúl Cabrera Hidalgo.






The҉ Śun ͟Rem̷ai̸ns ̛T̀he S͘am̀e̵
fougére musique/aloardi/urbanoide, 2015

Tan surreal como el que Perú le gané hoy a Brasil, y tan real como que sea posible, resulta el escuchar esta nueva aventura sónica extraída de la abstracta paleta sonora de Chrs Galarreta, bajo el nombre de Sajjra, titulada "The Sun Remains The Same", donde el músico peruano radicado en Europa, culpable de algunos de los actos más alucinantes de los 90s, como Evamuss, Dios Me Ha Violado y otros disparatados e inclasificables proyectos sónicos, sigue apelando al caos y el ruido como materia prima para transformarlos en arte, y demostrando estar un paso adelante en la vanguardia musical de los músicos “made in Perú”.

Algunos de los temas que forman parten de este disco, datan su concepción de la década de los 90s, pero nunca fueron grabados y su producción ha sido posible gracias a la unión de tres sellos: Fougère Musique (Francia), Urbanoide Records (Perú) y Aloardi (Perú/Holanda). Y su elegante e impecable presentación de portada (el disco solo estará disponible en formato de vinilo) ha sido diseñada y creada por el músico y la artista holandesa Lilia Scheerder.
Ahora vayamos a la música. Golpes sintéticos, corrosivos guitarrazos, agresivos “loops”, todos ellos creando sonoridades maquinales e  industriales dispuestas  a quebrantar nuestros sentidos se unen en la maciza “Metamorfosis”, imposible no someternos a sus narcóticas contusiones electrónicas, pateándonos una y otra vez los sesos. Genial pista para el inicio del breve pero sustancioso repertorio de cuatro canciones que conforman el álbum.
Sonidos espaciales y oníricos navegando sobre sugestivas mareas de guitarras acústicas flotan en la etérea “Aurora”, trasportándonos hacia otros ambientes cósmicos, más ligeros, de características del My Bloody Valentine  más introspectivo e insinuante hacia la levitación, la primera joya del disco. La escabrosa “Inocente Tortura”, nos retorna al panorama dominado por infernales, chirriantes y tortuosos sonidos reproducidos por la parafernalia electrónica ejecutada por Christian Galarreta, explotando y descargando toda su furia sobre nuestros cuerpos, además su canto sonando enajenado gracias a las distorsiones empleadas.    

El estar sentado en la orilla frente al mar contemplando cómo éste viene y va en medio de un melancólico “sunset” al final del verano, es la sensación que causa el escuchar lo cíclicos sonidos de la atmósfera lúgubre  de  “The Sound Remains The Same”, observando en el horizonte la supremacía y esplendor del astro rey, sobreponiéndose a las nubes que luchan por ocultarlo. La extensa pieza de casi medio hora de duración, que tras sus primeros nueve minutos de abrasivas repeticiones sónicas, comienzan a incursionar osciladores y otros reproductores de ruido manteniéndonos hipnotizados hasta su expiración, a pesar que el tema prosigue su estructura repetitiva y monótona sin desviarse un ápice de su curso, algo realmente intrépido y meritorio por parte del artista sonoro de estar convencido en lo que hace y persistir en su alucinada inspiración.

Chrs Galarreta con "The Sun The Remains The Same" es capaz de trasladarnos del campo al océano, de pasar de lo estéreo a lo industrial, y todo bajo una niebla de asombrosa sonoridad apocalíptica, solo como él sabe saberlo. ¿Disco del año? Muy probablemente.    

por Guido Pelaez






Además "Bajo El Umbral" la sección estrella de nuestro amigo Mosé Noé

Recuerda sintonizar El Sueño del Esquimal este sábado 28 de Noviembre a eso de las 21:00 hrs. por Radio Placeres 87.7 FM y online además.







noviembre 13, 2015

El Sueño del Esquimal #420, sábado 14 de noviembre 2015.


Mirando los cerros de Valparaíso imaginamos una nueva tierra, sonidos que aparecen, siluetas se desvanecen, un grito y vamos de nuevo en la danza. 







Moon Ate The Dark II
sonic pieces, 2015

De vez en cuando, llega un álbum que se convierte en un instantáneo remezón… Pero en vez de contarles de inmediato acerca esta gema, me parece que egoístamente estuve con este disco por meses, saboreando sus dones, como si hubiese sido hecho solo para mí. Como si solamente yo hubiese sido privilegiado lo suficiente para experimentar esta belleza…como si su temporal permanencia fuera sola para mí…Hay tiempos, sin embargo, que recibo una copia promocional, con mucha antelación de su fecha de lanzamiento, y así uso esa excusa como la justificación para mis codiciosas orejas - Quiero compartir este tesoro, pero solo cuando estén listos para escucharlos también… este es el caso con la segunda realización de Moon Ate The Dark, una vista previa de lo que había recibido tempranamente en Abril, la realización que finalmente sucedió en Julio. Es ahora, que siento, que es el tiempo perfecto para mí para escribir estas palabras.
Moon Ate The Dark me fueron revelados por  el sello Sonic Pieces en el 2012 (hace como tres años atrás, para ser exacto), como un proyecto de la pianista de gales Anna Rose Carter y un productor canadiense llamado Christopher Brett Bailey. Elogié su debut como turbio, hipnótico y humilde exploración de simplicidad reservada, música retenida y contenida.  En su seguida, meramente llamada II, el dúo crea melodías más memorables, una mezcla de elementos de instrumentos acústicos y tratamientos electrónicos dentro de un cocktail perfecto de los sonidos para enamorarse de ellos…
Mientras el piano parece como tomarse el centro del escenario dentro de ocho cortas piezas en el álbum, es la atmósfera en el fondo general que lentamente se levanta hacia el frente. Tomen por ejemplo la elongada progresión del acorde de “Verse Porous Verse” que pareciera ser eterno, en ese modo de piano continuo al estilo de Lubomyr Melnik, hasta que las notas repentinamente se caen y estamos solos parados en el escenario, rendidos por la electricidad del din que remane. El tema que abre el álbum , titulado “Bashy”, de seguro les agarrará la atención así como lo hizo conmigo- las desafinadas y amortiguadas llaves de piano, comienzan su historia con una introducción que de improviso para en una sola nota, solo para que el oyente despierte dentro del momento. Espléndido!
Si esta es tu primera vez descubriendo Moon Ate The Dark, estás de suerte, porque, en suma a la edición de disco compacto, el sello hizo una corrida doble limitada, que comprende su disco debut homónimo y éste que lo sigue. Por supuesto pueden comprar el CD separadamente, pero por todos los medios, si vas a hacer una lista de compras para este año, asegúrate de que esté este álbum. Altamente recomendado para fans de Otto A Totland ( también traído para uds por Sonic Pieces), Nils Frahm (también Sonic Pieces) y Ryan Teague (ehm..sí adivinaste… Sonic Pieces). Mis agradecimientos especiales a Monique Recknagel, la jefa del sello y curadora, por continuar recordándonos porqué la música como ésta es una buena razón para vivir…





A GRAVE WITH NO NAME
Feathers Wet, Under The Moon
lefse, 2015
Siempre será un privilegio acompañar a través  de un lejano mp3 o un adorado disco tangible, melodías, que con una simple cachativa nos hacen cómplices de las evoluciones o procesos de la vida  con que las llevan a cabo sus autores, donde el ánimo es capaz de transmutar la creación. 
A principios de este año nos adentramos al trabajo de Alexander  Shields, cabeza creativa de A Grave With No Name , que nos mostró atmósferas, ruidos con voces suaves y desmenuzadas dentro de un ámbito lo-fi, dream pop y shoegaze. Este año algo sucedió, tal vez una americanización o simplemente nostalgias. Lo que sí creo, es que en esta ocasión, este británico se dejó llevar más que por un estilo musical, se fue en lo “íntimo”, a su propio ritmo, algo lento en melodía, pero siendo él, rápido en composición.  Personalmente, me llevó un tiempo en acomodarme y hacerme la idea del cambio de switch para comenzar escuchar el disco en su totalidad. Finalmente me sorprendí, ya que fue capaz de tranquilizarme en un momento de ruido mental. Una suavidad que no te alcanza a aburrir y querer parar el disco, si no más bien, dejarlo continuar hasta el final. Es cortito de todas maneras.
Claudia Venegas Hartung.






A Line That Connects
handmade birds, 2015

Inspirados, motivados y en plena forma se nos presentan en esta nueva etapa los legendarios Lycia, sobrecargados con un disco de 15 canciones que van desde los ambientes calmados y etéreos hasta atmósferas más espesas y perturbadoras, un trayecto sonoro actualizado que nos muestra algo más de esta agrupación que se hiciera célebre en los 90s' por crear pasadizos brumosos y un llamado constante hacia el vacío melancólico de atardeceres. En la actualidad la banda sigue concentrada en su núcleo original, o sea Mike VanPorfleet en guitarras y voces, Tara Vanflower como hada flotando en la oscuridad con voces cada vez más encantadoras y David Galas a en la base rítmica, bajos, batería programada y otras voces.
En un comienzo "A Line That Connects" nos introduce a través de una temática espaciosa, densa y pausada, la nieve cae lentamente en cortes como "Monday Is Here" y "Silver Leaf", la guitarra de Mike destaca en ondulaciones y declives que ya son marca de la casa, el toque solemne lo pone el canto en trance de Tara que va marcando la hacienda para que la voz cargada de VanPorfleet derrame toda su oratoria mántrica.
Sin embargo, estamos frente a un disco variado y extenso que de a poco se va abriendo hacia ambientes más complejos y frondosos, en este punto destaca la base profunda de bajo y batería a cargo de David Galas músico silencioso que sabe armar bien el climax para que intervengan sus compañeros de manera cadenciosa, la placa además cuenta con la mezcla de James Plotkin (The Joy Of Disease, Flux, Khanate) personaje que conoce de estas honduras sónicas. También colaboran para este disco Sera Timms (Black Mare, Ides Of Gemini) y Michael Irwin en voces adicionales. Publica el destacado sello Handmade Birds.
Ya a partir de "An Awakening" el ruido gana terreno y se perfila como un elemento importante en este trabajo, un tema a destacar especialmente es "The Rain" con guitarras agudas como púas y una voz gotique que recuerda otros tiempos, Swans, Clan Of Xymox y lo más oscuro de 4AD saludando desde el abismo. La grisura continúa con "Bright Like Stars" y "The Light Room" y no suelta, recordándonos de donde venimos y hacia donde somos conducidos, es la misma espina, ese mágico delirio que Lycia ha sabido mantener a pesar del tiempo y las paradas. Los tenemos de vuelta y en estado de gracia, sobrecargados y con la ayuda de una nueva tecnología su música ha ganado en intensidad y expansión sonora, más allá de una simple oscuridad esto contiene un alma perturbada adentro que se sacude y retuerce para quedarse contigo de manera sigilosa y letal, como la vida misma a fin de cuentas.
Fortaleza fractal.

Raúl Cabrera Hidalgo.









Gaze Male 
castle face, 2015

Cuando comenzamos a conocer nuevos “proyectos musicales”, probablemente solemos pensar en que suenan a algo “más de lo mismo”. Podría ser que suceda eso con Male Gaze, banda de San Francisco, EE. UU, que este año sacó su LP debut denominado "Gale Maze" haciendo así como un juego de letras, que bien se expresa en lo que van a escuchar. 
Ahora todo tiene psicodelia… algo que dicen que esta banda también tiene, pero la verdad es que más se trata de puro post punk. Influencias como Joy Division y otras cosas son evidentes, que sumada  a todo los ingredientes que se han agregado en la música durante todo este tiempo,  más la experiencia musical de cada uno de sus integrantes, crean un álbum necesario para despertar!, donde la distorsión, el desorden de las guitarras y la voz de tenor oscura de Matt Jones (a lo Rozz Williams) + el compás arremetido y energético de las percusiones de Adam Cimino, sin dejar atrás el bajo imponente de Mark Kaiser , dan un resultado sin mesura de un inesperado buen ensamble. Es un disco breve que logra inyectar mucha energía, furia y frenesí. Yeah Yeah! Ejemplo de estos lo sentirán ya en su apertura con "Smog Dawn" donde de inmediato dan la pista por el camino por donde nos dirigimos  y con la desafinación de acordes y  juventud sónica de "Bridge & Tunel Vision". En síntesis, está bien bueno les diré. ..y queremos escuchar más.

Claudia Venegas Hartung. 







Recuerda sintonizar El Sueño del Esquimal este sábado 14 de Noviembre a eso de las 21:00 hrs. por Radio Placeres 87.7 FM y online además.






septiembre 04, 2015

El Sueño del Esquimal #416, sábado 05 de Septiembre 2015



Y llegó Septiembre... vamos a comprar la chicha que regresa la Curemanía mi alma, desde El Sueño del Esquimal.






THE TWILIGHT SAD
Nobody Wants To Be Here And Nobody Wants To Leave
fatcat, 2014

Hurgando en los últimos trabajos de bandas que nos interesan  fue donde me encontré con un single denominado “It Never Was The Same” de este mismísimo año de The Twilight Sad, banda que ya lleva una vasta trayectoria desde el 2003. Pues lo interesante de este sencillo es que hay una colaboración de nada menos que de Sir Robert Smith, en donde hace un cover de "There`s A Girl In The Corner", tributo en vida de un tema profundo con una melodía perfecta para iniciar o finalizar cualquier álbum que va a simpatizar. Pues así es como se abre su último disco de larga duración que fue editado el año 2014 por FatCat Records como de costumbre. Si en sus inicios estos chicos de Kilsyth, Escocia nos mostraron una música caracterizada por una especie de folk melancólico y emotivo con una notoria influencia shoegaze, luego comenzaron a enruidecerse con un sonido duro y desgarrador, que junto a la  voz de James Graham que decora con su dulce acento escocés con  aire de “nice guy”, dan vida a temas que perfectamente podrían ser pop, pero que por su eterna infelicidad generan anticuerpos haciendo que se les suelte de  las manos y así está bien, siendo independientes. Su carrera ha sido pareja y bien ejecutada, hermosa culminación con este álbum y  con la espera de que lo que ha salido este 2015 sean górgoros anunciantes de que viene algo aún mejor.

Claudia Venegas Hartung.








THE CURE
The Top
fiction, 1984

Y claro, El Sueño del Esquimal les propone entrar en una nueva etapa de Curemanía. Tal como sucedió a fines de los 80´s luego de la aparición de su álbum "The Head On The Door" (Fiction, 1985) que los haría conocidos en todo el mundo y que diera pie a una fiebre de seguidores en los 5 continentes que además de la música de la banda adoptarían sus modismos, peinados, maquillaje y ropa oscura. The Cure sin siquiera soñarlo se convertía en la banda más influyente de la época en un espiral que no pararía hasta nuestros días (colaboración con The Twilight Sad 2015 incluída).
Y nos inclinamos en partir por uno de sus discos menos valorados o citados, el heterogéneo "The Top" grabado en 1984 en Londres, cuando el mítico bajista Simon Gallup abandona el grupo luego de su trilogía siniestra formada por los discos "Seventeen Seconds" (fiction, 1980), "Faith" (fiction, 1981) y "Pornography" (fiction, 1982). Luego de semejante demostración creativa, giras y densidades varias, que no tuvieron una gran repercusión comercial, la banda queda a la deriva, con un Robert Smith más mentalizado en tocar con sus viejos amigotes de Siouxsie And The Banshees. Sin embargo, junto a su amigo de la infancia y siempre cómplice Lawrence "Lol" Tolhurst se empeñan en publicar varios singles algo mas bailables como "Let's Go To Bed" y "The Walk" canciones pegadizas donde priman los teclados y las cajas de ritmos. 
En este punto es cuando a Robert Smith se le ocurre grabar "The Top" que iba a ser "la cumbre" para una banda que se caía a pedazos lentamente, el disco es extraño, una especie de disco de ruptura o nuevo comienzo, variado y experimental si se quiere dentro de un marcado tono pop. El "look Cure" de Robert Smith se afianza, dando rienda suelta a letras cargadas de imágenes tomadas de los sueños, que con la colaboración de algunos músicos de sesión como Andy Anderson en batería y percusiones, la aparición por vez primera de Porl Thompson en saxo y teclados + Phil Thornalley como multi-instrumentista quién no participó en la grabación pero si en las giras y presentaciones de esos años, la misma variedad de tonalidades sonoras hace que la placa suene variopinta, alocada y hasta psicodélica.
Abren con la aguda y sangrienta "Shake Dog Shake" un clásico para los fans que nunca llegaría a ser single, pero si quedaría como una muestra de la densidad de The Cure tomada del punk claramente hasta llevarla al dark más estremecedor, luego aparecen temas como "Bird Mad Girl" y "Wailling Wall" donde la voz y guitarra de Robert se mueven con talento y personalidad. Para llegar a 2 temas que son la miel y sal del disco, la contundente y oscura "Give Me It" junto a la bucólica y casi infantil  "Driissing Up", entre estos dos extremos jugaremos la mayor parte del tiempo en "The Top", una señal clara para una banda que se encuentra en la disyuntiva de ser fiel a sus atmósferas atormentadas o pasar a su paralelo pop aclarando en parte su música para llegar a una mayor audiencia. 
Personalmente pienso que Robert Smith tuvo la lucidez para crear una mezcla musical que no perdía ni lo uno ni lo otro, al revés la fusionaría en un cuerpo sólido ya para "The Head On The Door" un año más tarde y que bueno gracias a este disco este lado del mundo supo de la banda, todo lo anterior hubiese quedado dentro del anonimato post-punk británico que recién ahora viene a ser conocido y degustado por estas tierras.
Es por esto que quizás apareció el impulso de presentar "The Top" un disco enmarañado y difuso que viene a ser para la banda su último eslabón independiente y que trae consigo un poco bastante de la magia que The Cure ha extendido en todos estos años, influenciando al público y a sus mismos pares (podríamos citar desde Smashing Pumpkins hasta Nine Inch Nails, pasando por toda la primera camada shoegaze, el british pop noventero, Cerati, algunos oscuros y elegantes proyectos como Piano Magic, Low, Mogwai, para qué seguir). Estamos hablando de una banda con onda que supo marcar su territorio e identidad hasta quedarse con nosotros para siempre. Amén.

Raúl Cabrera Hidalgo.








SIOUXSIE AND THE BANSHEES
Hyaena
wonderland, 1984

Siouxsie And The Banshees fue una de las mejores bandas de goth-punk melódico de los fines de los 70 y principio de los 80, llevando a cabo grandes álbums como lo son "Juju", "Tinderbox", y "Peepshow".  "Hyaena", realizado en 1984, fue otro sólido esfuerzo, pero con un giro de psicodelia arrojada a la vanguardia. Un extenso giro refrescante, sin embargo fue como un tipo de verdadera desilusión comparado con los álbums ya mencionados.
Ciertamente no es un mal álbum, pero al mismo tiempo sufre una falta de temas sobresalientes. “Dazzle”, “Take Me Back”, “Blow The House Down”, y su versión de “Dear Prudence” de The Beatles son bastante decentes, pero “Arabian Knights” y “Cities In Dust” no lo son. Da un poco de lástima, como Robert Smith de The Cure maniobra la guitarra en éste, y la unión pudo haber sido ciertamente más fructífera. Fue alrededor del mismo tiempo en que The Cure estaba realizando "The Top", otro tipo de álbum teñido de psicodelia que fue un poco desilusionante. También fue alrededor de ese tiempo que Smith y Banshees hicieron unas piezas psicodélicas grandiosas en el transcurso del año, pero yo sigo considerando que fue un período inferior para ambas bandas.
La peor caída, obviamente, es la escritura de las letras. Mientras hicieron un buen trabajo poniendo una sensación psicodélica al procedimiento, muchas de las canciones parecen como que tuvieran toques finales sin terminar que pudieron haberlos transformado en excelentes tracks. Sin embargo, este sigue siendo un álbum sólido en el último período de The Banshees, y vale la pena sumarlo a la colección. No está en el primer lugar para comenzar a escuchar a Siouxsie. Voy por Juju o Peepshow.

por Drakkar
desde Rateyourmusic.com








MAKTHAVERSKAN
Makthaverskan II (2014)
 Witness EP (2015)

Si colocamos post-punk, dream pop, una pizca de teenager,  una taza de agua indie y todo esto a la batidora,  nos da como resultado una banda procedente de Gothemburgo, Suecia llamada Makthaverskan. Como palabra no significa nada más que un interesante punk rock melódico liderado por la voz disgustada e imponente de Maja Milner. Sonido refrescante de la divina juventud. Un disco en que todos sus temas se parecen entre sí, pero se vacilan de igual manera. Letras conformadas por tres estados de ánimo: “No te vayas”“ Por favor vuelve” “Jódete y ándate!!”
En síntesis, nos dejan con que no hay nada nuevo, sin embargo, con este sonido clásico y llamativas caratulas ilustradas minimalistica y punky mente  nos puede poner los oídos y ojos atentos.

Claudia Venegas Hartung.








MORRISSEY
World Peace Is None Of Your Business
harvest, 2014

Tanto en la música como en las personas que la ejecutan, existen rasgos identificativos que funcionan como índices propios de su idea de ver e interpretar el sonido. Yeites, clichés o simples mañas que, a lo largo y ancho del tiempo y la historia, quedan grabadas en la forma de concebir las distintas piezas musicales.

La filosofía tradicional llama a la esencia sustancia, y le da un doble sentido. En primer lugar, sustancia es el individuo que muestra que es: que existe y muestra su existencia. En segundo lugar, la sustancia es la clase lógica que enuncia mediante un discurso lo que es: el atributo de la sustancia primera que muestra su identidad permanente.

En su nuevo disco, "World Peace Is None Of Your Business" -con o sin intención, sólo él lo sabe- Morrissey permite que su esencia se filtre por cada uno de sus poros británicos. Que su sustancia demuestre quién es y que cada una de sus canciones se transformen en esa identidad inequívoca del héroe de Manchester.

Cuando se trata de un artista del tamaño, la jerarquía y los años de rodaje de Steven Patrick Morrissey (que en mayo de este año cumplió 55 años de vida) resulta difícil imaginar un cambio de rumbo radical. Pero si bien "World Peace Is None Of Your Business", su décimo álbum de estudio, capta la esencia madre del cantante, su sonido está más aggiornado a la actualidad que al post punk de los ’80.

De acuerdo. En este nuevo álbum su calidez, su sensibilidad y ese arrastre sensual de sus frases, son elementos que aparecen intactos. Pero están camuflados en la atmósfera que los abraza: una oscuridad densa que por momentos hasta se hace insoportable.

Sin embargo es Morrissey el que está a cargo del asunto, y por más de que esté rodeado de músicos más jóvenes que él, que proponen sonoridades nuevas, más tecnológicas y por momentos mucho más rockeras de lo imaginable, ahí llega Moz para aportar el susurro adecuado y la estridencia necesaria. La misma que recorre toda su discografía solista.

La oscuridad también es parte de su esencia. Y en este, su nuevo disco, se nota reflejada en la lírica, digna del poeta maduro que ya vio pasar de todo a través de sus ojos y necesita contarnos “la posta”. La canción que da nombre y abre el álbum, es un buen ejemplo: “Each time you vote you support the process”, reza en el tramo final. “Cada vez que votas, apoyas al proceso”, dice, llevando al nihilismo a niveles impensados.

En poco menos de una hora, y a cinco años del celebradísimo "Years Of Refusal" (2009, Decca/Polydor), Morrissey se despacha con un disco que entrega algunos hits (“Istanbul“, “I’m Not A Man“, “Kiss Me A Lot“), provee una buena carga de crítica social y consigue hacerse un lugar entre los lanzamientos destacables del 2014. Siempre que se trate de él, vale la pena escucharlo. Porque su esencia no cambia, pero siempre consigue aparecer con un nuevo e interesante disfraz.

por Martin Serrano
desde IndieHoy








WIND ATLAS
Lingua Ignota
burka for everybody, 2015

Esa es precisamente la imagen que se forma en mi cabeza con los dos primeros temas de "Lingua Ignota". Si con su primer trabajo ubicábamos a Wind Atlas en un área estilística cercana al dream-pop y al shoegaze más intimista, ahora el cuarteto se muestra expeditivo en bajar de los cielos y descender de esas etéreas y ensoñadora atmósferas. Su propuesta pisa el suelo y se hace terrestre. El bajo está más presente que nunca y las percusiones estampan rotundas vibraciones. Las voces de Andrea vienen definidas por todo lo que alguna vez nos pareció exótico, cargadas de olores a incienso y mantras védicos que a veces suenan lejanos y en otros momentos parecen adueñarse de tu mente, donde por mi podrían quedarse a vivir siempre.

Lejos de quedarnos estancados en esta escenografía musical, la historia avanza y Wind Atlas se mueven a nuevos ambientes en los que se asientan con la misma vehemencia. Antes de volver a Oriente con la fantástica "Ecdisis", "The Sun Rises" recupera el dream-pop, jugando con los matices y la suavidad, "Stalker" genera desasosiego con las disonancias y el ruidismo, y "The Goddess Is Where It Is Venerated" nos sorprende en clave post-punk con su profusión de sintetizadores. Finalmente, el disco acaba diluyéndose con dos cortes más humildes y de menor densidad sonora, con Andrea despidiéndose como si los vientos marinos portasen su letanía desde una lejana tierra de nostalgia y esperanza.

Evolucionar con esta firmeza está al alcance de pocos. "Lingua Ignota" no presenta ni una fisura aún cuando se encuentra tan expuesto al tener que jugar a tan corta distancia con el oyente, donde nada esconde nada. Más sólido y menos disperso que su anterior referencia, Wind Atlas han tenido éxito indiscutible con su nuevo disco.

por Rememora








PHARMAKON
Bestial Burden
sacred bones, 2014

Había expec­ta­ción por ver hasta dónde lle­ga­ría el pri­mer LP de Phar­ma­kon en Sacred Bones Records. "Aban­don" (Sacred Bones, 2013) ya fue un catá­logo y mues­tra excep­cio­nal del poten­cial de la ame­ri­cana, en el que ya comenzó a tran­si­tar los cami­nos de la angus­tia exis­ten­cial y física, explo­tada a tra­vés del noise y el indus­trial imper­té­rrito y doliente, que huía de cual­quier moda y la situaba en los con­fi­nes esti­lís­ti­cos de toda una generación.
El negro se lo come aún más todo en "Bes­tial Bur­den", un álbum que gira en torno al fallo mul­ti­fun­cio­nal como eje temá­tico. Dicho así puede sonar menos con­tun­dente de lo que la neo­yor­kina con­si­gue en ape­nas media hora que se orga­ni­zan entre una intro­duc­ción y un inter­lu­dio en que asis­ti­mos a una hiper­ven­ti­la­ción y a una asfi­xia que se mete por el oído y agita las entra­ñas. ‘Body Betrays Itself’ es segu­ra­mente lo más pare­cido que jamás ha tenido a un sin­gle, un tema en el que la angus­tia que reco­rre el LP se des­borda por todas par­tes. Tam­bién es la can­ción con algo más pare­cido a una estruc­tura de todo el conjunto.
Real­mente opre­siva, terro­rí­fica por momen­tos y con un tra­ta­miento de su voz de otro pla­neta. Y esa per­cu­sión… Queda claro rápi­da­mente que del fogo­nazo que fue "Aban­don" nace esta hoguera que es "Bes­tial Bur­den". Para los que se engan­cha­ron más a su faceta expan­siva, aquí tam­bién hay bue­nas noti­cias, y es que temas como ‘Intent or Extinct’ o la titu­lar ‘Bes­tial Bur­den’ son de una opre­si­vi­dad que podría asfi­xiar a cual­quiera. Se extien­den, son ato­na­les, cris­pan el ánimo. Es un álbum que se siente tan cer­cano a la muerte en todo momento que hace que­dar a la mayo­ría de gru­pos de Death Metal como a una panda de cole­gia­les pegando grititos.
La capa­ci­dad de Phar­ma­kon para expan­dir su sonido queda con­tras­tada. Reina el caos en cua­tro can­cio­nes en las que queda poco a lo que aga­rrarse. Y, aún así, aún apos­tando por el expe­ri­men­tal sin visos de domes­ti­car un len­guaje que ya asu­mi­mos como pro­pio e intrans­fe­ri­ble, con­si­gue ani­qui­lar las expec­ta­ti­vas del oyente al empu­jar­nos a sen­tir. Fuerte, tan fuerte que escu­charlo de prin­ci­pio a fin es casi el equi­va­lente a un hara­kiri. Pero tan extra­or­di­na­rio que una vez se acaba nada vuelve a ser lo mismo.

por Javi Gómez Martínez
desde Koult.es






Nos encontramos mañana a eso de las 21:00 hrs por Radio Placeres 87.7 FM transmitiendo desde Valparaíso.



julio 25, 2015

El Sueño del Esquimal #415, sábado 15 de agosto 2015


Estaciones en espiral, crudeza ruidista y un vuelo nocturno entre ambientes seductores.
Regresos de otro tiempo y naves escarlatas surcando el cielo para este nuevo Sueño Esquimal.





CHELSEA WOLFE
Abyss
sargent house, 2015

Bien saben los que padecen de “Parálisis del Sueño”, lo pegado que se puede quedar con el tema. Para Chelsea Wolfe, este estado la verdad que le generó al parecer más movimiento e inspiración que pasmo. Esta chica de Sacramento, California (E.E. U.U) fue capaz de dar a luz un álbum muy personal y de peso que a nadie va a poder dejar indiferente. Su carrera comenzó con un folk del cual no quiere recordar mucho. Este 2015 se retiran esos velos negros con los que solía tapar su cara (por estados de pánico escénico), para mostrarnos el abismo, donde ella es la que gobierna. Con "Abyss" nos presenta un despegue a mil por hora de su carrera como músico, una interesante evolución, ya que no ha tenido que recurrir al pop-ulismo para darse a conocer, tal vez nunca fue su intención. Cada vez fue ennegreciendo más sus sonidos hasta llegar a un punto de suma y jamás de resta. En este disco incorpora a un equipo de músicos que le agregan atmósferas celestiales, industriales y experimentación, llevando a cabo una pieza única que le da elegancia a una escena “dark” atemporal.  Temas como "Carrion Flowers" y "Iron Moon" abren este álbum prometiendo algo distinto,  luego "After the Fall", con sus pausas, palpitaciones  y calma que rematan con un potente sonido desde los cables muy bien logrado o "Dragged Out" donde utiliza un inicio de música metal cliché que queda buenísima ahí,  y,  "The Abyss", que finiquita el disco con elegante desquicio.
Una vez que lo escuchas, quieres volver a reproducirlo una y otra vez para descubrir nuevos recovecos y decir “pucha qué buena”. Tal vez recuerdes a Pj Harvey e incluso a Björk, pero de las tinieblas (y con aspecto de Marylin Manson)…pero sacando estereotipos, es bueno escuchar este tipo de voz, que no necesita andar gritando para ser una dama empoderada, y eso se echa de menos a veces.

Claudia Venegas Hartung.








LOOP 
Array 1
ATP recordings, 2015


Cuántas veces se cruzan el mito y la realidad en nuestras sencillas urbanidades? Bastante no?
Así es como en la música a veces vamos flotando entre estos puntos de manera constante y muchas veces sin entender demasiado lo que sucede. Por ejemplo ahora nos encontramos con LOOP, verdadero estandarte del sonido psicodélico británico de fines de los 80s' (que alguien se atrevió a re-bautizar como space rock), y tuvieron que pasar 25 años para que la banda de Robert Hampson pisara tierra firme y grabaran algo de ruido nuevamente. 
Fue en 1990 cuando luego de la aparición de su tercer álbum "A Gilded Eternity" (Situation Two) que Hampson diera por fenecida la agrupación y se concentrara en la escafandra cósmica de Main su nuevo proyecto por aquel entonces, no sin antes conectar con Justin Broadrick de Godflesh en aquel 7" titulado "Loopflesh/Fleshloop" (Clawfist, 1991), cito esta comunión con Broadrick por que se me hace que tienen carreras hasta cierto punto parecidas, es decir vienen de una vieja escuela que experimentaba con el ruido en tiempos donde esto no era bien visto o simplemente carecía de rédito comercial, el tiempo ha hecho justicia y todos aquellos trabajos sonoros en la actualidad son de culto y re-editados con bombos y platos.
Por todo esto grande es la sorpresa al encontrar a estos dinosaurios vanguardistas de nuevo en el ruedo, para bien o para mal, Loop será siempre una de esas referencias que dejaron bien marcados sus territorios.
"Array 1" (vendrán más?) es una pieza sonora que consta de 4 cortes, partiendo con "Precession" tema de riffs enegéticos bien manipulados tecnológicamente para la ocasión, más cercano al sonido de bandas como Jesu (otra vez Broadrick) que con el recuerdo de los propios Loop, pero no está mal han sacado esa bruma espesa de droga para entregar un ruido más pulido de cierta manera. Quizás es en el segundo corte "Aphelion" es donde lamen el azúcar viciosa de antaño, en algún punto el músico ya maduro pasado los 50 años digo encuentra en el sonido más estudiado una nueva forma de encarar su creación, cosa que pasa también con los últimos discos de Wire por ejemplo (reseñados más abajo).
Bueno y para no ser menos Hampson entrega "Coma" un mantra space-ambient de 7 minutos que remite directamente a Main su otro alias sónico, puro ruido blanco estático que deja más preguntas que certezas. Para el final se guardan la extensa "Radial", 17 minutos de placer auditivo que viaja entre esos dos puntos que al comienzo de esta reseña señale mito-realidad y ficción-creación. Se cuelgan de un drone espacial dilatado para luego aparecer como unos Loop 2015 muy contundentes apañados por esa rítmica krautrock que no han perdido, pasando por todas las estaciones me atrevo a decir que este tema final es lo mejor de esta placa corta, siguen experimentando y aportando texturas de acople en este vuelo de cosmonautas avezados, el tiro largo les sienta bien y pudo haber sido más quizás.
Solo queda esperar para ver si el algún momentos nos volvemos a desdoblar.

Raúl Cabrera Hidalgo.








RULE OF THIRDS
Rule of Thirds
mass media/no patience, 2015

Vivir cerca de un cementerio e ir recogiendo flores plásticas tiradas de allí, puede ser una práctica fuente de creación, para realizar la portada de un disco, y qué mejor si además se trata para una banda gótica post punk. Así lo hizo Celeste, artista visual y guitarrista de la banda Rule of Thirds y le quedó bastante bien.
Ya en el 2012 y 2013 este sexteto de Adelaida, Australia había grabado un Demo y un EP respectivamente, pero es este año en que se embarcan a realizar su primer disco homónimo de larga duración. Al iniciar la escucha de este trabajo nos percatamos de inmediato con su primer tema "Any Warpor" dónde vamos dirigidos. Sonidos británicos de principios de los `80, mujeres en blanco y negro, cabellos escarmenados teñidos de azabache, delineador, labial, todo negro y una voz brujeril de la cual se encarga Freya, nos da la libertad de hacer un pogo mental. Álbum que se ha presentado ya en gira por Norteamérica y que obtuvo buena recepción de la audiencia gringa. Así es el comienzo de Rule Of Thirds, nombre que no tiene nada de intencional con Death In June y su disco del 2008 que lleva el mismo nombre (pero con “The”), sino más bien con los números de Fibonacci. 
Sería bueno escuchar más de ellos para que nos sorprendan, es un disco que gusta, pero que no innova. Me quedo con las pailas auditivas bien abiertas. Esperar.

Claudia Venegas Hartung.








THE SOFT MOON
Deeper
captured tracks, 2015

Con dos obras en el mercado orientadas a los ritmos cabezones, The Soft Moon marcaron un estilo propio y muy sugerente pero Luis Vasquez ha decidido aflojar el pedal para darle más espacio a la composición.
Más sutil, más suave, más cantado, este nuevo disco podríamos ponerlo en las estanterías junto a los de Trent Reznor y Gary Numan. Buscando climas inquietantes, algún que otro momento de pop gótico y contadas incursiones en la pista de baile, "Deeper" recrea un ambiente amablemente desapacible. 
Muy logrado, pero es muy probable que ya lo hayas escuchado en los 90.

por Raúl Rey 








WIRE
Wire
pinlflag, 2015

“People said we were mysterious, arch and dark. But the only way of doing that successfully, is by also having a sense of humour. You have to have that balance”, dice Graham Lewis en la web oficial de Wire y no hay razón alguna para llevarle la contra. En apenas una oración -un detalle que decora la presentación de su más reciente álbum-, aquél bajista, que luciera un corte de pelo digno de un héroe rockabilly y hoy esconde su cabeza bajo una discreta boina, resume toda la historia del grupo británico. Desde el chiste minimalista más grande de toda la historia (el inoxidable Pink Flag de 1977, que mejora con el paso del tiempo) hasta la ironía en el disco homónimo que acaban de lanzar, que también se marea en la oscuridad.

Wire, en este 2015, deja ésta y varias certezas más: que se puede ser darkie sin necesariamente ser serio; y que los años pasan, pero las cenizas quedan. Pregúntenle sino a Colin Newman, la voz detrás del micrófono principal, cuyo timbre nervioso pasó a convertirse en una migraña constante con la que hay que batallar de forma continua. Ya no existe lugar para la demencia vocal de “Mr Suit” o los coros de hooligans borrachos en “Mannequin”, y mucho de esto tiene que ver con la maduración (otro poco con la búsqueda a través de proyectos paralelos y similares, como fue Githead). Pero también es cierto que el propio Newman -al igual que Lewis, con sus letras cínicas- deja su marca indeleble, aunque mute en mil formas distintas. Por eso, si Wire es lo que es, es por ellos dos. Y punto.     

De cualquier manera, no hay que ser muy iluminado para corroborar esta sensación. En “Blogging” recrudecen la simpática crítica al Brave New World que tenemos a mano con frases mordaces (“Blogging like Jesus / Tweet like a Pope / Site traffic heavy / I'm YouTubing hope”, casi el mismo juego que proponía, salvando las enormes distancias, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota al hablar de Pepsi inyectable y Adidas digitales en “Nuotatori Professionisti”) y en “Shifting” recuperan los mejores momentos de 154 (1979), sin caer en la tentación de repetirse. Apenas un paso adelante están la rapidísimas “In Manchester” y “Joust & Jostle”, de lo mejorcito del disco, con una receta probada: guitarras al frente y batería sincopada. 

El golpe bajo, cuya intensidad seduce e hipnotiza, llega más tarde, con la apagada “Sleep-Walking”. Sólo un espejismo a mitad de camino, porque el resto del disco satura con tracks que dejan ver, otra vez, la marca de agua de Wire -“Split Your Ends” o la enfermiza “Octopus”-, cerrando un más que aceptable regreso a las bateas de parte de uno de los grupos más subvalorados de la historia.

por Augusto Dallachiasa






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